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  • Rijja
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    Interludio III

     

    El lúgubre pasillo que conducía hasta una inmensa estancia, que empezaba a entreverse al final, era decorado por el tintineo del choque de las cadenas mágicas contra el suelo a la vez que, por los ecos de la oscura figura, ahora presa de dichas cadenas, mientras profesaba maldiciones hacia su captor.

    Maldito! Juro que esta vez no quedará así. ¡Te daré muerte! Engañosa y rastrera criatura– Exacerbaba el prisionero mientras era arrastrado a lo largo del pasillo.

    Al otro extremo de la cadena, asiéndola con fuerza, sonreía ligeramente la figura que la sostenía mientras efectuaba cortos, pero constantes y veloces, pasos.

    Es inútil que grites, y lo sabes. Cálmate, Khur decidirá pronto que hacer contigo. Es posible que te perdone como la última vez. – dijo burlona y pausadamente la imponente figura.

    Una vez había traspasado el umbral del pasillo, penetraron en una gigantesca estancia. La majestuosidad de los pilares que sostenían el techo de esta era apabullante. Unas columnas que se alzaban más de 30 metros sobre sus cabezas, decoradas con finas hebras plateadas a lo largo de toda la estructura y particularmente llamativas unos fulgurantes surcos, presumiblemente, en escritura rúnica cuneiforme. El brillo de los epígrafes cambiaba de tonalidad, e intensidad, conforme atravesaban la estancia dando paso a potentes destellos ambarinos al final de esta.

    Al margen de las portentosas columnas, en la sala se encontraban numerosos tapices colgados en las paredes que describían, con bellas pinturas, diferentes hitos. Sangrientas batallas, constelaciones, coronaciones de reyes…diferentes y heterogéneas representaciones que se volvían más oscuras mientras se avanzaba hasta el final de la estancia.

    El suelo estaba cubierto por numerosos tesoros, compuestos por monedas de oro y plata que se albergaban en preciosos y ornamentados cofres, gemas de impresionante tamaño, pertrechos mágicos, fina orfebrería en múltiples metales preciosos… realmente un regalo para la vista de cualquiera que albergara, aunque fuera, una ligera codicia por lo material.

    Mientras avanzaban entre las maravillas que la sala ofrecía, empezaba a atisbarse el final de esta: Una enorme pared repleta de escritura arcana, sellos de protección y diversos y antiguos conjuros, los cuales son indescifrables actualmente por las mentes mortales.

    En dicha pared, en su parte central, se encontraba un gigantesco arco de formado por plaquetas de obsidiana. Los grabados mágicos parecían concentrarse hasta llegar al límite marcado por el portentoso arco.

    La figura que mantenía cautiva con las ataduras mágicas a la otra, soltó la cadena dejando al preso revolviéndose en el suelo mientras se acercaba al gigantesco arco de obsidiana.

    Puso una mano sobre este mientras pronunciaba una lenta letanía arcana. Cuando terminó dicho cántico, el arco comenzó a brillar de potente manera para dar paso a la formación de un vórtice entre sus límites. Una especie de Puerta dimensional. Se giró hacia su cautivo y dijo:

    Veamos que designa hacer contigo nuestro amo, maldita escoria desagradecida.

    Volvió a asir la cadena con su mano derecha y emprendió, arrastrando a la otra figura, el rumbo a traspasar el portal mágico que recién había creado.

    Rijja
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    en respuesta a: Danzantes #342419

    Buenas,

    Me he explicado mal, no es que me base en eso, simplemente es lo que pensaba y claramente estaba equivocado en planteamiento y descripción.

    Y cierto, no pega con este hilo lo de comentar ciertas cosas de otra clase.

    si tienes alguna idea que sea asumible en tiempo me la puedes hacer llegar y se ve de poner para sustituír el PK.

    Con respecto a esto… perfecto! y gracias de nuevo por aclarar todo y demás.

    Un saludo.

    Rijja
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    en respuesta a: Danzantes #342417

    Conforme las nuevas bases de magia rúnica, a nivel de trasfondo, que se sentaron al hacer la academia de danzantes, que haya un rúnico bueno no es solo normal, es lo esperado

    Mis disculpas si no es lo acertado a los tiempos modernos. Solo aclarar que no me refiero a Rúnicos buenos, sino Takomitas. Ya que el odio del gremio a esta ciudad por negarles la ayuda que necesitaban en tiempos pasados. Tal vez lo raro sería que fueran aceptados en congregación, no en la clase. Solo eso, está claro que el trasfondo ha cambiado y demás con el devenir del tiempo (nostalgia time). Solo que algunas cosas como los portales, que siguen la mecánica vieja, no estaban pensados para que un cyan aparezca en Ysalonna en «un plis». Al margen de todo, gracias por aclararme el nuevo trasfondo y demás. Entiendo que son lágrimas que debo ir secando.

    Un saludo.

    Rijja
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    Esta es una representación ilustrada, del compendio de «Personalidades» dentro del Grimorio. Esta  entrega de dicho compendio reúne las personas de Interés del Feudo de Ysalonna.

    Enlace Web: https://rijjaaljhtar.wixsite.com/grimorium/personas-de-inter%C3%A9s

     

    Esta contiene información sobre las personas de interés que puedes encontrar en el Feudo de Ysalonna.

    Espero que os guste.

    Rijja
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    Esta es una representación ilustrada de los Mercaderes de Eirea, en esta entrega de dicho compendio se añaden los pertenecientes a la Ciudad de Ysalonna.

    Enlace Web: https://rijjaaljhtar.wixsite.com/grimorium/mercaderes

     

    Espero que os guste.

    Rijja
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    Capítulo XXVII

     

    El Orgo mantenía la mirada sobre la criatura mientras esta insinuaba las posibles consecuencias de los sucesos que se habían acontecido, incluyendo su propia captura. Durante unos minutos, la criatura no cesaba en su empeño de comentar el grave error que el Orgo había cometido y que su amo, no por amistad con ella, por temor de lo que el pequeño ser pudiera revelar o simplemente movido por la venganza de arrebatarle a un preciado, aunque forzado, súbdito.

    Las palabras de la criatura, lejos de amedrentar al Teócrata, avivaban la curiosidad de este por el misterioso amo y, presumiblemente, los poderes y conocimiento que escondía. Después de un tiempo conversando sobre la situación de la criatura, esta le comentó su procedencia e historia reciente.

    Era un diablillo onírico, fruto de un sueño febril perteneciente a un antiguo hechicero que fue presa de la propia Pirámide y esta, en forma de una gran maldición, hizo «realidad» sus sueños, incluyendo a su especie. Según la criatura fueron creados varios congéneres pero que él fue apresado por uno de los múltiples siervos de su actual amo. Después de innumerables torturas, maldiciones y tratamientos mágicos, consiguieron doblegar su voluntad y espíritu. Exacerbaba el hecho de no poder librarse de los sellos mágicos que le ataban a los designios de su amo y, por ello, había perdido la esperanza de liberarse de ellos ya que, según contaba, habían pasado centenares de años desde que estaba a su servicio.

     

    Realmente ahora, después de todas las torturas, no me encuentro tan mal. El amo es bueno si consigo los objetivos que me solicita y casi siempre lo hago. Además, ¿qué puedo decir? soy fruto de la magia de la Pirámide. – comentaba la criatura con esbozos de lamento y conformidad- Mi existencia es un mero capricho imaginario de alguien ajeno a mí.

    Sin duda, tu existencia es extremadamente curiosa. Esa Pirámide debe contener una magia increíblemente potente para producir este tipo de… «milagros»– Contestó Rijja en tono curioso y complaciente.

     

    El diablillo no pudo evitar sonreír ante el cambio de todo del Orgo. Lo miraba fijamente, con una mueca amistosa, incrédulo ante la ausencia de daño, o desdén, recibido por este.

     

    Los Orgos sois mágicos también. Vuestras deidades os tratan bien. Pero sois esclavos de la muerte. Frágiles y efímeros mortales. Teócrata, me inspiras simpatía, pero no creo que nuestro encuentro se alargue mucho más tiempo. Pronto vendrán a reclamarme. Debes estar preparado. – Dijo la criatura preocupada. – Si acude quien creo que enviarán en mi busca, estás en graves aprietos.

    Al margen de ti, nadie ha penetrado antes en esta Torre. Sus defensas son potentes. ¿De qué o quién debo protegerme?

    Su nombre es Krimpak. Otrora un poderoso hechicero Drow, ahora, bajo el yugo de los designios de mi amo, es todavía más poderoso. Debes tomar mis palabras como serias y veraces. Su uso de las energías arcanas es devastador.

    No menosprecies mi poder con tu preocupación, criatura, pero gracias por la advertencia. Estaré preparado ante esa posible visita. Mientras eso no ocurra, necesito más información. –Dijo Rijja con tono sonriente.

    Rijja
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    en respuesta a: Danzantes #342399

    Buenas,

     

    Como ha comentado Sokoth, la danza Gaia es básicamente para ganar una buena cantidad de BE (actualmente se queda en «desuso» en PK por que el BE es useless, a no ser que alcances una cantidad desmesurada). También se compensa con otras danzas como la corrosión con un daño brutal.

    Hay varias habilidades, en muchas clases, que todavía no se han adaptado al sistema nuevo y, por tanto, tampoco salen en bloqueos.

    La espada Arcana es para todos los miembros de Congregación Rúnica, todos tienen la misma. Actualmente se usan otras armas, ya que esta ha quedado antigua y demás. (Antes, tener un arma de esas características que no se dropeaba al morir era muy interesante).

    *Cuando se creó la congregación rúnica ( ahora mismo está en «fase beta» y a medio construir, hasta que la coja alguien para terminarla ) se dejó a mitad y con incongruencias en el gremio. Fíjate que esta basa incluso su sistema de ranking en puro pk, cuando hay rúnicos por ejemplo amigos de todos, y no con la opción de sistemas de estudio y conocimiento como Dhara. Y, como actualmente tu, los danzantes siquiera pueden entrar al circulo interno y tampoco deberían poder optar al rango más alto en la organización ya que se consideran que no han conservado como deberían las artes rúnicas (pero vamos, también hay rúnicos takomitas siendo una aberración al rol de esta clase xD (si, es un lloro personal)) . Dales tiempo a que algún inmortal se ponga con ella y deje el gremio fetén 😀

     

    El anillo giratorio, en cuanto al daño con el giro, si es inservible, ya que la habilidad tiene máximo de daño que alcanzas facilmente por otros medios, pero como ha comentado sokoth, es un espejo/piel menos que puedes quitar con esa habilidad.

    Es cierto que son tragaderas de gps debido a las danzas. Creo que estas están pensadas para activarlas solo durante el combate/expeo, ya que son instantáneas y no tienen lock alguno. Un volcánico y regeneración de gestas ayudarían sobremanera a solventar esto.

     

    Al margen de lo comentado anteriormente, los danzantes son una clase a día de hoy muy competitiva en daño y versatilidad. Con el mío (lvl 50), el otro día cuando morí en mapa, le quité a mi adversario 2,5k pvs solo con los kills mientras yo moría sin mirar pantalla. Nada mal pues.

    En resumen, son semi slicers con capacidad antimagia (globo y demas) y antifísica ( pieles y demas ) muy capaces en pk. Además con el ajuste de la subraza con 18 de con, alcanzan una buena media de pvs.

     

    P.D. Si alguien quiere abandonar congregación, como se dijo (creo recordar) en la noticia de implementación de esta, solo tienes que enviar mail al consejo para que te ayuden. (Eso sí, perderías la espada Arcana).

    Un saludo!

    • Esta respuesta fue modificada hace 3 years, 1 months por Rijja.
    Rijja
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    Capítulo XXVI

     

    Las tenues luces que iluminaban la estancia se reflejaban sobre los ojos, atentamente abiertos, de la criatura que se encontraban fijos sobre Rijja, expectantes ante las posibles preguntas del Teócrata y todavía asombrados por la magia de este y su capacidad de entendimiento.

    Dime Orgo, ¿Qué quieres saber? – Dijo con voz sobrenatural la criatura.

    En primera instancia, ¿Quién es ese amo tuyo?, aquel que nombraste. –Dijo Rijja con un ligero tono autoritario- Cuéntame sobre él– Añadió.

    Un ser extremadamente poderoso, Orgo. Tu magia no podría hacerle sombra ni por un instante. Un ser proveniente de otro plano material. No tiene vida, solo muerte. Y maneja esta a su antojo. – respondió la criatura.

    Interesante. ¿Cuál es su nombre? – continuó preguntando el Teócrata.

    La criatura esbozo una mueca en pose negativa ante la pregunta, señalando a su vez con su dedo índice hacia su propia boca, mientras extendía la lengua. En el gesto dejó entrever una marca en esta, de un color oscuro, que se extendía por su lengua de manera total dibujando heterogéneas líneas irregulares.

    • ¿Ves esto? Es un sello mágico de obediencia. Impuesto por mi amo. Me impide decir ciertas cosas, entre ellas su nombre. No es por miedo a venganza siquiera, simplemente no puedo. Al igual que mi voluntad se ve quebrantada ante cualquiera de sus órdenes directas. –Dijo el pequeño ser.

    Muy interesante, sin duda. Prosigamos. ¿Es cierta la existencia de la Pirámide que menciona este diario? –prosiguió Rijja.

    Sin duda! – exclamó la criatura- Además, es la residencia de mi amo y señor.

    Aquellas palabras dejaron por un momento perplejo a Rijja. Lo que hasta ahora daba por simple mitología o intoxicados desvaríos de su antepasado se tornaban en tono de realidad ante él. No podía dejar pasar la oportunidad. Debía exprimir el conocimiento de aquella criatura.

    • ¿Dónde se encuentra dicha Pirámide? – Dijo el Teócrata con un tono claro todo de excitación.

    La criatura no pudo evitar estallar en pequeñas y tímidas carcajadas.

    Ella no se encuentra. No está en ningún sitio concreto. Solo se yergue ante ciertas criaturas en circunstancias concretas. Es imposible encontrarla, ella te encuentra a ti. Sería necio pensar lo contrario. Solo los designios del amo pueden hacerla aparecer a voluntad y ni siquiera él puede controlarla al completo. Todos somos presos de ella cuando ella lo desea.

    A cada palabra que espetaba la criatura, Rijja encontraba menos validez en sus palabras. Hablaba con palabras erráticas y temblorosas y, desde que se le preguntó por su amo, no cesaba de escudriñar los rincones de la habitación, como si esperara que alguien o algo apareciera de repente.

    Espero no estés mintiendo con tus palabras. No estoy preguntando para escuchar locas divagaciones y respuestas falsas. Piensa bien cada palabra que dices, criatura. – Rijja afiló el tono hasta casi cortar el aire- ¿Qué hacías infiltrado en mi Torre?, contesta. – añadió.

    La criatura se revolvió desafiante dentro de su jaula, apretando los dientes y tratando de contener el tono con el que emitía sus palabras para no descontentar al Orgo que la mantenía cautiva. Apretando los puños dijo:

    Él me lo ordenó. Y, a mi entender, te has metido en un buen lío, Teócrata.

    • Esta respuesta fue modificada hace 3 years, 1 months por Rijja.
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    Rijja
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    Capítulo XXV

     

     

    Mientras la criatura esbozaba un gesto desconfiado y a la vez temeroso, Rijja posó el Anillo de Lish en el centro de aquel extraño círculo mágico que había creado con el ritual anterior el cual comenzó a iluminarse tenuemente.

    No temas, pequeño amigo. Solo notarás un ligero cosquilleo. – Dijo Rijja.

    Al momento, el Orgo comenzó a hacer una serie de acompasados movimientos con las manos sobre la circunferencia donde había posado la joya a la vez que entrecerraba los ojos, para terminar, pronunciando:

    ‘Mark Devenit’

    Un refulgente fulgor, el cual disminuyó su intensidad casi a la vez que aparecía, produjo la aparición del nombre del Teócrata a los pies de las inscripciones que contenía aquel círculo mágico. Acto seguido, con un mimetismo homogéneo impresionante, volvió a ejecutar el hechizo, pero esta vez sobre la jaula arcana que mantenía a aquella criatura presa.

    El resultado fue el mismo. El nombre de Rijja apareció sobre la superficie de la Jaula.

    Conforme el fulgor de su firma mágica hubo alcanzado la misma intensidad en armas rúbricas, el circuló que rodeaba el anillo emitió un potente, y continuo, caudal mágico que comunicaba la Jaula con este, cerrando así el ritual que el Alto Teócrata había preparado.

    Esto es un círculo de vinculación mágica, mi pequeño amigo. – Dijo Rijja complaciente al ver que todo había resultado tal como esperaba. – A efectos prácticos, es como si llevaras puesto el Anillo de Lish en uno de tus dedos y, por lo cual, eres afectado por su mística magia de dragón. Procede, habla. – añadió con ímpetu el mago rúnico.

     

    La criatura, una vez se constató que el ritual no le hacía ningún daño, adquirió una pose despreocupada con un toque de decepción, como un niño que ha visto el truco de un mago feriante.

    Tonterías. Estos seres solo hacen tonterías. ¿Esto es magia? ¡No ha hecho nada! El amo si hace magia, el amo si es poderoso. Orgos estúpidos y creídos! ¡Siempre estúpidos, siempre creídos! –la criatura se expresó con total claridad para los atentos oídos del Alto Teócrata, fruto de la magia del anillo.

    Rijja estalló en júbilo al ver la inminente comunicación, ya exitosa, con aquella misteriosa criatura ya que anhelaba conocer su origen. La criatura no se había percatado de que sus palabras ahora eran totalmente comprensibles para el Alto Teócrata.

    -Estúpidos no, creídos… depende. Pero sí, mi querido amigo, esto es magia. –Dijo Rijja sonriendo malignamente. – Háblame de tu amo.

    La mueca de estupefacción que se originó en la criatura fue completamente sincera. No podía dar crédito a la comprensión de sus palabras por parte del Orgo que la mantenía cautiva. Empezó a escudriñar nervioso el ritual de nuevo, mirando completamente incrédulo el anillo de Lish.

    • ¿Puedes entenderme? – Dijo con voz sobrenatural, aunque notablemente temblorosa, la criatura.

    Claro que sí. Te dije que encontraría la forma. Pero ya que el devenir de nuestra particular relación ha llegado a este punto, no debemos detenernos en minucias de cómo y porqué. Ahora te conviene complacerme, habla. No tienes excusa posible. Si rehúsas, te enseñaré otro tipo de magia más… incómoda para ti. –Sentenció Rijja, esta vez con tono autoritario y seguro.

    La criatura se dejó caer sobre la Jaula, en un gesto de cansancio, y clavando sus ojos en Rijja dijo:

    Está bien, Orgo. ¿Qué quieres saber?

    Rijja
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    Capítulo XXIV

     

     

    Después de varios minutos en silencio, mientras la mirada expectante de Rijja no se apartaba de la criatura ni por un instante, la criatura volteó hacia el con un semblante diferente. Estaba totalmente calmada mientras movía los brazos haciendo gesticulaciones amigables.

    – ¿Ya estás más calmado, pequeño? – Comentó Rijja de manera pausada y tranquila.

    Bajo la atónita mirada de Rijja, la criatura asintió. El Orgo no pudo evitar sentir un reconfortante sentimiento a la par con su curiosidad por aquel ser, ya que era la primera vez que esta criatura interactuaba de manera directa y coherente con él.

    -Mi inesperado amigo, ya que entiendo que me comprendes a la perfección no puedo evitar el hecho de preguntar de nuevo. ¿Conoces, ya sea parcialmente, el contenido de lo escrito en este libro?

    La criatura insistió de nuevo, de manera complaciente. El Alto Teócrata no pudo contener la emoción por lo acontecido y esbozó una amplia y vistosa sonrisa. Al margen de cerciorarse sobre el entendimiento inequívoco que poseía su forzoso huésped, este parecía completamente dispuesto a interaccionar con el de manera continuada y pacífica.

    Sin esperar ni un solo momento, Rijja extrajo de su zurrón los componentes que había adquirido anteriormente en el laboratorio, antes de dirigirse a la Biblioteca, y los dispuso sobre la mesa en la que se encontraba, dispuesto a preparar lo que parecía algún tipo de ritual mágico. Una vez apoyó en la mesa aquellos bártulos, y bajo la mirada atenta de la criatura, se levantó pausadamente acercándose a una estantería próxima para así alcanzar un pequeño joyero que allí se encontraba para acto seguido volver a sentarse frente al tablón.

    Abrió el pequeño frasco y vertió su contenido, un líquido viscoso similar a la miel, sobre una pequeña lámina metálica que se encontraba dispuesta sobre la mesa. Acto seguido, del pequeño y viejo saco, extrajo una extraña limadura cristalina compuesta, a proporciones exactas, por pequeñas partículas púrpuras y añiles, extendió esta con sumo cuidado sobre el viscoso fluido y este entró en una reacción que emanaba unos vapores, ligeramente pestilentes, en tonalidades ocres.

    Mientras se completaba de formar el reactivo que acaba de preparar, abrió el pequeño joyero. En él se encontraba un fino anillo de color plateado e intenso brillo. Tenía una figura serpenteante que ejemplificaba un dragón que se muerde la cola en cuyos ojos hay engarzadas dos piedras preciosas de tonalidad bermellón oscuro. Se trataba de un anillo de Lish. Este anillo, como han cerciorado diferentes usuarios y eruditos, contiene un poder que otorga al portador la capacidad de hablar en una mágica lengua sobrenatural que será entendida por cualquier oyente como si fuera su propia lengua materna.

    -Dado que me entiendes a la perfección- Dijo Rijja – he pensado una solución para poder llegar a entenderte yo a ti, estimado amigo. Pero no tengo intención de entregarte este preciado anillo. – añadió mientras enseñaba el anillo a la atenta mirada de la criatura – Así que he elucubrado algo más práctico e ingenioso.

    Mientras hablaba, la reacción mágica que se estaba produciendo sobre aquella tabla metálica comenzó a llegar a su final. Una vez aconteció este, los reactivos habían desaparecido dejando tras de sí una serie de intrincados grabados mágicos compuestos dentro del límite anteriormente marcado con aquel fluido viscoso.

    -Bien, comencemos. –Dijo Rijja con tono impaciente.

    Rijja
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    Capítulo XXIII

     

    Bajo la atenta mirada de la criatura, Rijja se dispuso a continuar con el estudio de aquel, y obsesivo, libro. Como anteriormente, acarició con mimo la envoltura de este antes de proceder a quitar el pequeño cierre. Una vez abierto, pasó sucesivas páginas hasta llegar donde había abandonado su lectura deteniéndose mientras esbozaba una sonrisa apagada.

    Después de todas las alusiones de la edificación y construcción que componía la Pirámide y la flora que a esta envolvía, el diario continuaba haciendo una disección de lo que se intuía como habitantes.

    “…Al margen de las exuberantes y extrañas plantas que allí moraban con virulencia, su fauna es impresionante y, en algunas ocasiones, muy peligrosa. Pequeños insectos luminiscentes que formaban, en un vuelo caótico, acumulaciones grotescas de diferentes formas, incluso a veces se antojaban con forma humanoide. Especímenes de aves variopintas, portadoras de colores que abarcaban toda la gama cromática conocida. Numerosos arácnidos, entre ellos escorpiones albinos de gran tamaño que a día de hoy se creían extintos. Diversas maravillas del reino animal, las cuales no tienen cabida en el resto del mundo o, al menos, no deberían tenerla. Dentro de todas las extrañas criaturas que se podían observar en el recinto amurallado que rodea la Pirámide, solo hay una que inspire un miedo irracional: El Córvido Sombra…”

    Rijja volvía a sentirse apabullado ante tanta información que su mente se orientaba a almacenar como falta o, cuanto menos, mítica.

    Las descripciones eran exactas, gozando de ilustraciones que describían cada criatura meticulosamente y enlazando incluso su papel en la peculiar cadena trófica del aquel vetusto lugar. Del que se decía el más peligroso, El Córvido Sombra, había numerosas páginas que presentaban el animal como un Cuervo de tamaño desmesurado, aproximadamente de un metro y medio de altura, que gozaba de un plumaje mate tan oscuro como la obsidiana y, en su pecho, portaba una calavera de aspecto humanoide la cual, bajo ningún concepto, debía mirarse directamente ya que, debido a una supuesta magia innata en estos seres, acabaría con la vida de cualquiera que lo observase.

    Presumiblemente todo esto era fruto de una enfermiza alucinación, ya sea por algún tipo de droga o, en su defecto, producida por la deshidratación en el desierto. Al menos eso pensaba RIjja.

    Teniendo en cuenta esta suposición, las palabras que leía no eran almacenadas como conocimiento más allá del que se acumula cuando se lee una novela o fábula de entretenimiento. Al margen de todo eso, El Alto Teócrata no podía dejar de leer.

    La Criatura había seguido cada letra en aquellas páginas, al margen de la atención de Rijja, y cuando llegó a la descripción del Córvido Sombra empezó a temblar de manera asustadiza y a sacudirse dentro de su particular prisión.

    -Bluuuuu Jiiplioo mpqwool!!- Dijo el pequeño ser señalando la ilustración de aquel animal.

    Qué pasa? ¿No te gusta el dibujo? – dijo Rijja con tono burlón justo antes de observar atentamente la mueca de horror que esbozaba aquella criatura. – Un momento, ¿conoces este animal? – añadió.

    La criatura se llevó una mano a la boca, tapando esta, como alguien que acaba de decir algo que no debiera y volteó la dirección de su mirada.

    El silencio se hizo en aquellas soledades.

    Rijja
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    Capítulo XXII

     

    El descenso por las escaleras que conducían a la planta baja de la torre, para continuar por los pasillos q conducen a la biblioteca Al’jhtar, se hizo más entretenido que de costumbre. Rijja observaba aquella misteriosa criatura con interés y curiosidad, y más aún cuando pensaba en lo que podía desentrañar el conocer la historia y procedencia de ella.

    Sabía, o al menos intuía, que no podía ser casualidad su aparición. Desde que encontró aquel libro, El Diario de Kajjo el Heterocromo, habían acontecido diferentes sucesos que, viéndolos con cierta perspectiva, eran una sucesión de albures poco frecuentes.

    De una manera prácticamente autómata condujo sus pasos hasta la biblioteca. Después de tumbar los múltiples encantamientos de protección, la puerta de la estancia se abrió con un chasquido que invitaba a traspasarla.

    La criatura, luego que la puerta se hubiera abierto, empezó a removerse curiosa. Escudriñando cada rincón de la sala en dirección a la mesa donde se encontraba el diario y, apostado al lado de esta, el bibliotecario. Había cumplido su misión con entereza y no se había movido un ápice, en pos de custodiar lo que su maestro le había encomendado.

    Gracias por la paciencia, he tenido ciertos… percances en mis quehaceres– agradeció Rijja con voz pausada.

    No hay ningún problema, mi señor. Veo que trae usted compañía inesperada y, claro está, de curiosa rareza. – contestó el Bibliotecario.

    Digamos que es un polizón el cual, no por voluntad propia, pasará algún tiempo entre estos muros.

    El bibliotecario sonrió antes de, servilmente, hacer una reverencia respetuosa y proseguir con sus tareas comunes.

    Rijja chasqueó los dedos y algunas de las flotantes luces que se repartían por la estancia acudieron a él para iluminar cómodamente la zona designada por el Alto Teócrata. Sentándose este en la mesa, que continuaba como la había dejado, hizo un gesto con su mano derecha y la prisión que contenía a la criatura que le acompañaba se posó lentamente sobre la parte izquierda del tablero, quedando el diario en el centro.

    -Mi estimado amigo- dijo Rijja dirigiéndose al pequeño reo- antes de empezar contigo debo satisfacer algo más mi curiosidad por mi objeto de estudio. Mantente en silencio algunos minutos y, enseguida, te dedicaré toda mi atención.

    -Jumkijiui krumhfg blup- dijo con un gesto que se antojaba simpático.

    -Parece que podremos llegar a entendernos, agradezco tu cooperación- replicó Rijja.

    La criatura, en un ademán de entendimiento y resignación, se acurrucó contra los barrotes de jaula mágica que lo retenía y se quedó mirando con atención los movimientos del Mago Rúnico.

    Rijja
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    Capítulo XXI

     

    Tras varias horas escribiendo todo lo acontecido en un pequeño libro, elaborado en fina y lustrosa vitela, bajo la atenta mirada de la enjaulada criatura, Rijja se levantó y empezó a caminar de un extremo a otro de la habitación de forma pensativa. Cada cierto tiempo dirigía fijamente su mirada hacia aquel pequeño ser para luego continuar con su particular caminata circular. Súbitamente, haciendo un gesto similar al de un inventor cuando da con la solución correcta sobre un nuevo artilugio, se dirigió hacia una de las estanterías de la sala.

    En ella se encontraban apilados varios ejemplares de usados tomos, múltiples frascos con diferentes sustancias alquímicas y cierto número de bolsitas que contenían heterogéneos componentes para la hechicería. Después de remover varios de estos artículos con afán de búsqueda, encontró lo que buscaba. Un viejo frasco opaco y una bolsita roída fueron los objetivos de su pesquisa. Los tomó raudo para después guardarlos en los bolsillos de su abultada vestimenta.

    Acto seguido, volteó hacia la criatura y, pronunciando unas tenues palabras mágicas, la jaula que contenía a esta comenzó a levitar con intención de seguir a su invocador.

    Rijja desactivó los hechizos de protección del lugar y atravesó el umbral de la sala rumbo a los niveles inferiores de la Torre.

    Se detuvo frente a una puerta repleta de ilustraciones sobre Velian y varios grabados mágicos y, con un tesón delicado, llamó con ligeros toques tres veces.

     

    -Sumo Sacerdote de Velian, Dawud. ¿Podría usted atenderme? –  Balbuceo Rijja con cierto toque sarcástico.

    No fue por ironía, aunque no lo pudo evitar, el tono de Rijja en esta ocasión. Ya que, aún familiar suyo, Dawud ostentaba el cargo de ser La Voz de Velian. Siempre ha de hablarle con cierto respeto.

    La puerta emitió un ligero chasquido y comenzó a abrirse lenta y levemente.

    Alto Teócrata Arcano, Rijja. ¿Qué necesita usted? – Dijo Dawud, devolviendo el comentario con igual toque de sarcasmo.

    Después de una ligera risilla por parte de ambos. Prosiguió la conversación.

    Vengo a enseñarte mi nueva mascota antes de proceder a un… estudio más intensivo. – Dijo Rijja a la vez que asomaba la jaula mágica que contenía a la criatura.

    Vaya! – exclamó Dawud – Ciertamente es una curiosa criatura. ¿De qué ser se trata? – añadió

    Desconozco su raza y procedencia, pero procedo a averiguarlo.

    Observo que lo mantienes cautivo con un hechizo de prisión dimensional de Éter ¿Tan poderoso es?, ese hechizo conlleva excesivos riesgos. La Alquimia con el Éter mágico puede atraer atenciones… no deseadas. Lo sabes.

    Créeme, merecía la pena. Al margen de las cualidades que no ha mostrado, todavía, había atravesado las barreras mágicas de la Torre sin problema, al parecer.

    No era una crítica. Solo una acervada curiosidad. Terminaré mis quehaceres actuales y me uniré a ti para intentar desentrañar la naturaleza de este ser. Prosigue tu labor mientras acabo, aunque deduzco que podré encontrarte sin problemas en la Biblioteca… experimentando.

    No haces falta, todavía. Hay demasiados y vetustos libros que consultar primero. Continúa sin interrupción con tus ocupaciones. Te avisaré yo mismo cuando necesite de tu ayuda, consejos y magia.

     

    Dawud asintió y sonrió levemente antes de cerrar, con sumo cuidado, la puerta.

    Rijja
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    Capítulo XX

     

    La criatura quedó atónita ante la prisión arcana que habían creado especialmente para él. Durante unos instantes acarició los barrotes con gran admiración, como un ladrón observa un diamante de grotesco tamaño, para dar paso de nuevo a una retahíla de gritos y supuestos improperios. En algunos breves momentos de calma, parecía intentar lanzar algún tipo de conjuro a través de los barrotes sin éxito alguno para después continuar retorciéndose en convulsiones de rabia e impotencia.

     

    Puedes retorcerte cuanto gustes– espetó Rijja- Es inútil. Has sido presa de un antiguo hechizo creado por mis ancestros para retener a grandes demonios y criaturas extraplanares. Este conjuro anula cualquier poder mágico y vuelve más dócil al recluso en cuestión, por así decirlo.

    -KiiikUjj! jllumblinpatus! – repetía la criatura con un ademán caótico y asustadizo.

    No puedo entenderte, al menos no todavía, pero creo que tú si puedes comprender mis palabras. De momento tampoco espero ejercer sobre ti ningún daño. Este recién estrenado alojamiento será tu morada por tiempo- dijo Rijja con tono calmado- debes relajarte un poco, mi curioso amigo.

     

    Los hechiceros que participaron en el ritual todavía permanecían en la sala. Dos de ellos intentaban reanimar al que fue víctima del hechizo de aquel ser mientras que la otra pareja observaba con extrema curiosidad a la criatura, eso sí, sin acercarse demasiado.

    Una vez se incorporó el Orgo que fue afectado por aquel extraño rayo negro, el resto pudo observar que este había perdido completamente el sentido de la vista, pero manteniendo el resto de sus facultades intactas. Incluso sus globos oculares se habían tornado blancos y apagados en apenas unos minutos, perdiéndose entre ellos por completo la pupila.

    Con afán de diagnosticar con más precisión aquella dolencia súbita, el resto de los conjuradores acompañaron a este hacia una sala de la Torre, dedicada a la medicina y sanación, tras una orden directa del Alto Teócrata ya que, aún siendo evidente el efecto, no podían descartarse posibles secuelas, ya estuvieran presentes ahora o en un futuro cercano.

    Una vez atravesaron el umbral de la estancia donde se encontraban, Rijja volvió a activar los seguros y cierres mágicos de protección para que nada pudiera salir, o entrar, de aquellas soledades.

     

    Un conjuro curioso el tuyo, y más teniendo en cuenta que, al margen de la ceguera que has provocado a mi súbdito, no se ha observado ningún tipo de formulación antes de emitirlo y es mucho más potente del hechizo que conozco para provocar el mismo efecto. Sin duda, voy a disfrutar estudiándote. –Comentó Rijja bajo la atenta mirada de la criatura.

    Kuffyit braumlol solereiiikkie- murmuró el pequeño ser con una mueca burlona mientras se agarraba a los barrotes mágicos con delicadeza.

    Creo que, en este afán mío por estudiarte, debería empezar por pensar en algo para llegar a entender esas palabras tuyas.- Comentó Rijja en voz alta.

    Rijja
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    Capítulo XIX

     

    Ante tal encuentro y oportunidad, sin perder ni un solo momento, Rijja convocó rápidamente a los hechiceros que moran en la Torre para que le ayudaran a retener a aquella criatura ya que su conjuro no la mantendría atrapada por mucho tiempo.

    Cinco fueron los convocados que acudieron prestos a ofrecer su ayuda a su maestro. Dadas las apremiantes ordenes, siquiera se pararon a recapacitar, al margen de una ligera mirada, en la criatura que se encontraba junto a ellos.

    Rijja arrastró la elástica esfera hasta uno de los salones, protegidos mágicamente, reservados para los experimentos arcanos más peligrosos. Una vez allí, comenzaron la liturgia para encerrar al ser que se encontraba apresado.

    Crearon un círculo arcano mediante un espolvoreado de polvo de plata alrededor de la criatura, que aún se encontraba confinada. A continuación, mediante una mezcla de limaduras de ferrita, polvo de berilio y Sal de Revan dibujaron varias runas de protección a lo largo de la circunferencia argéntea.

    La criatura, viendo el proceso que llevaban a cabo los hechiceros, comenzó a convulsionar de nerviosismo. No cesaba en su empeño de escapar de aquella prisión mágica que la mantenía encerrada a merced del ritual que estaban creando.

    -Gludiuuuiu KiiK! Yujjio Klub! – Repetía frenéticamente el extraño ser entre gritos delirantes.

    Una vez fue terminado el trazado de la última Runa, el círculo comenzó a emitir un extraño y refulgente brillo añil acompasado por una fumarada, en tonos glaucos, radiada por los epígrafes rúnicos.

    Mientras esto acontecía, Rijja estaba envolviendo un Fragmento de Éter en varias hojas de Khadul las cuales fueron apretadas a este mediante un largo y dúctil hilo de oro y, al momento que las runas empezaron a emitir su particular humareda, arrojó el fragmento de éter, que anteriormente había envuelto, al centro del círculo mágico que habían creado a la vez que pronunciaba una lenta letanía de cánticos encadenados y dibujaba unos símbolos en el aire.

    ‘Fais Alijus , Repelish Forceum, Planum …’

    Justo antes de poder acabar el conjuro, el hechizo que, hasta ahora, contenía a la criatura quedó roto. Ante tal visión, el ser emitió una mueca maligna de satisfacción y atacó al hechicero que se encontraba más próximo a él. En un instante, extendió el dedo índice de su mano derecha mientras expedía un fino rayo negro que alcanzó de pleno su cabeza, cayendo este al suelo, y clavó su mirada en otro de sus compañeros mientras agitaba sus brazos evocando la formulación propia en un hechizo de destrucción. Fue justo ahí cuando uno de los hechiceros que se encontraba más alejado pronunció un rápido hechizo.

    ‘nullos magicka’

    Una potente ráfaga mágica sacudió a la criatura impidiendo que pudiera continuar con la realización del conjuro que formulaba. Esta no esperaba tal velocidad de reacción por parte de los ayudantes del Alto Teócrata y no pudo sortear la estratagema a tiempo.

    ‘…Difractum!’

    La voz de Rijja retumbó potente en la estancia antes de que la criatura pudiera reaccionar de nuevo. Acto seguido, el círculo mágico comenzó a brillar con una fuerza igual al sol de mediodía, emergiendo a su vez de él un fuerte vendaval violáceo que envolvió por completo la zona delimitada entre relampagueantes destellos mágicos. Tras alcanzar el perímetro marcado, la recién creada jaula mágica comenzó a menguar en tamaño hasta adaptarse casi por completo a la criatura, envolviéndola mientras esta no cesaba de gritar lo que parecían clamores de venganza. La prisión mágica, una vez alcanzado el tamaño adecuado, adoptó la forma de una jaula de barrotes violáceos y dorados.

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