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en respuesta a: Sede de eruditos e idiomas a aprender. #338104
Opino lo mismo, la restricción para aprender o mejorar ciertos idiomas debería basarse en el nivel de erudito, tal vez lo suyo sería hacer una clasificación de los idiomas por su complejidad y conforme vas subiendo de nivel de erudito poder aprender nuevos idiomas.
en respuesta a: Balance quimera – daños y niveles #336483Lo de los kills de la quimera es una cosa que se lleva diciendo años, si no me equivoco.
No sé qué planteamiento tendrá Satyr a la hora de balancearla, lo de reducir el daño físico y de veneno vs pjs lo veo bien, ya que como se comenta, a veces los daños se disparan.
Estaría bien una habilidad especial, como tienen otras invocaciones, tipo zarpazo, que haría un daño mayor, dejando los kills con un daño residual.
Pero, a la hora de hacer npcs, los druidas dependen bastante de esta invocación, ya que el daño de los druidas no es que sea muy elevado, por lo que estaría bien añadirle al tipo de daño de la quimera un efecto como el matamonstruos, así podrían hacer npcs decentemente.
Al aplicarse este efecto únicamente contra npcs, no desbalancearía el pk.
Un saludo!
en respuesta a: DONACIONES #335781Bueno,
una donación se hace de forma altruista, por lo que no estás esperando nada a cambio por ella.
Como comentas, Essel, lo de canjear por puntos de gestas, no lo vería mal. Eso sí, con ciertas restricciones, como que los puntos de gestas obtenidos por una donación no sean canjeables, que solo repercuta en los beneficios de gestas pasivos y que no cuenten a la hora del ranking de gestas de la temporada en vigor.
De todas formas, recompensar por donar dinero, es un poco complicado, habría que controlar que esas ventajas no tuvieran demasiado impacto en el juego.
Y dicho esto, os animo a que donéis (si podéis), para ver si podemos llegar a pagar el último semestre del 2021 🙂
- Esta respuesta fue modificada hace 4 years, 1 months por Alambique.
en respuesta a: Balance recompensas Gestas #335106Otra opción para mecenas_no_muy_honrado podría ser que al canjearlo por 450 puntos de gestas te diera un vale que al canjearlo te diera un item público de gloria aleatorio, tal y como se ha hecho en el evento de octubre.
en respuesta a: Balance recompensas Gestas #335084Mi propuesta es que la recompensa mecenas_no_muy_honrado pasará a costar 1000 puntos de gestas y únicamente se pudiera canjear si quedas entre los 5 primeros en la temporada, así se evitaría un poco el tema de escribo 3 gestas, canjeo recompensa y me saco una pasta, exigiría algo más de dedicación.
Respecto a la recompensa mecenas_divino, por mi la quitaría, ya sé que suena muy radical, pero es una forma de conseguir items de NPCS que a día de hoy no se están haciendo, como Anarcam, por ejemplo.
Un saludo
en respuesta a: Ladron y objetos #334590Hola,
Ya que se ha dado un empujoncito al robar monedas, podría ponerse también la posibilidad de robar gemas, minerales, sacos de minerales, bolsas de joyero… a otros jugadores (independientemente de su temeridad).
Un saludo y gracias por retocar los ladronzuelos 🙂
en respuesta a: Algo se esconde en las entrañas de Kheleb-Dum #333413Brulgrim echó un trago al odre que llevaba y observó de nuevo los túneles, algo se le estaba pasando.
‘Vamoz, zi encontramoz el puñetero pazadizo oz invitaré a tantaz jarraz de cerveza que tendréiz que zalir de la taberna rodando’, animó Brulgrim a la cuadrilla de mineros que había conseguido reclutar.
No le había sido fácil a Brulgrim reunir un grupo de mineros, pues todos habían terminado su jornada recientemente y se encontraban exhaustos, el nuevo capataz apenas les dejaba descansar, estaba obsesionado con superar el cupo de mineral que extraían cada día.
Brulgrim les ofreció cantidades ingentes del preciado líquido, ésto bastó para convencerlos y ahora tenía a cuatro mineros a su lado, golpeando sin cesar cada palmo de los túneles tratando de encontrar el pasadizo.
Brulgrim rebuscó en las alforjas de su rothe y extrajo un odre que ofreció a sus compañeros.
‘No eztá muy fría, pero ezta cerveza zeguro que noz da el empujoncito que necezitamoz’, dijo Brulgrim mientras ofrecía el odre a un minero.
Brulgrim acarició a su rothe, aún estaba domesticándolo y tenía que ganarse su confianza.
Los rothes eran unas bestias lanudas que moraban cerca de la suboscuridad, los enanos aún no habían conseguido reproducirlos en cautividad, pues se negaban a aparearse si no se encontraban en libertad. Así que de momento la única opción era organizar una expedición hacia las zonas más profundas de Kheleb y, en el caso de encontrar algún rebaño de rothes, capturarlos y encerrarlos en los establos y ,con muchísima paciencia, domesticarlos.
‘Por cierto, en la meza de Durin he vizto unos planoz de una fuente de cerveza’, comentó Brulgrim tratando de animar a los mineros.
‘¿Una fuente de cerveza?’, preguntó uno de ellos.
‘Habrá que buscar el emplazamiento, nivelar la zona, ver dónde se coloca el depósito, mantener el depósito frío, las canalizaciones, el drenaje de la fuente, si el depósito se encontrará por encima de la fuente o bien instalar algún tipo de sistema que impulse la cerveza, el sistema de drenaje…, muuuuuucho trabajo’, comentó otro minero.
‘Sí, mucho trabajo, pero tendremos una fuente de CER VE ZA’, le respondió otro minero.
Los enanos sonrieron, imaginaban esa nueva fuente, rebosante del líquido dorado, poder sumergir la cabeza en la fuente y tragar como si no hubiera mañana y, si no había nadie a la vista, bañarse desnudos en esa fuente y notar como las burbujas de cerveza acariciaban todas las partes de su cuerpo.
‘Bueno, zigamoz buzcando, vozotroz doz avanzad hacia el norte de los túnelez y vozotroz doz venid conmigo, zólo noz queda ezta ramificación por revizar’, ordenó Brulgrim tratando de que se centrasen en el trabajo de nuevo.
Los dos enanos recogieron sus petates y sus picos y, con la tenue iluminación de una lámpara de carbón, se adentraron en los túneles de la zona norte.
Brulgrim colocó las herramientas en su rothe y, acariciándolo primero, tiró suavemente de las riendas en dirección este.
Llegaron al final del túnel, irían revisando todas las paredes desde ese punto hasta la intersección con el túnel principal, que era donde se encontraban antes.
Descargó las herramientas del rothe y las depositó en el suelo, a los pies de sus compañeros, junto a la lámpara de carbón.
Observó con preocupación uno de los soportes de madera de esa parte del túnel, la humedad había hecho mella en él y estaba completamente podrido.
Golpeó en la base del soporte con cuidado y la madera podrida cayó al suelo, el daño era irreparable.
‘En cuanto terminemoz con ezto hay que zuztituir ezte zoporte de madera’, ordenó Brulgrim con preocupación.
Los enanos suspiraron, a pesar de la promesa de la cerveza, ya iban sumando horas y no podían ocultar su cansancio.
Recogieron sus herramientas y comenzaron a golpear con un pequeño martillo a lo largo de la superficie del túnel, esperando escuchar algo distinto.
Brulgim se centró en la pared del final del túnel, mientras que sus ayudantes se repartieron las dos paredes restantes.
Brulgim observó la pared que tenía frente a él, la oscura piedra no podía ocultar las muescas que las herramientas de antiguos mineros habían hecho sobre ella, como si hubiera sido arañada por una inmensa bestia.
Se arrodilló y comenzó a golpear con el pequeño martillo desde la base de la pared y fue subiendo poco a poco, asegurándose de recorrer toda la superficie.
Cuando llegó a media altura de la pared se detuvo, este último golpe había sonado diferente, se aseguró y golpeó de nuevo, sonaba diferente…
‘¡Aquí, aquí, he encontrado algo!’, exclamó Brulgrim ilusionado con el hallazgo.
Sus ayudantes se apresuraron a llegar a la pared, casi tropezando entre ellos.
‘Golpea aquí’, se apresuró a ordenar Brulgrim.
Uno de los mineros golpeó en la zona indicada y, tras compartir un extraño gesto con Brulgrim, golpeó en una zona más alejada, eran sonidos completamente distintos.
Brulgrim sacó un pequeño trozo de carbón de su petate y, conforme iba golpeando dentro de la zona extraña, iba marcando la zona con el trozo de carbón mediante unas pequeñas marcas.
Cuando hubo terminado de golpear toda la zona, recorrió los puntos con el trozo de carbón, uniéndolos.
Brulgrim observó la zona marcada, ocupaba una superficie de unos dos palmos, tenía también una textura diferente, como si alguien hubiera tratado de esconder algo con una argamasa. Habían conseguido imitar la tonalidad del resto de la pared, incluso habían tratado de imitar algunas muescas que dejarían las herramientas de los mineros.
Brulgrim no pudo con su curiosidad y, tras ordenar a sus acompañantes que se alejaran de la pared, descargó con todas sus fuerzas el pico contra la pared.
Saltaron restos de argamasa por toda la estancia y entre la fisura se vislumbró un rayo de luz plateado.
Brulgrim descargó de nuevo su pico en la zona de la argamasa consiguiendo agrandar la fisura.
Una ráfaga de viento helado atravesó el hueco, refrescando a Brulgrim.
Brulgrim olfateó el aire que salía por el hueco, ese olor le recordaba a viejo, lo había olido en otras ocasiones…
‘¡Hay que agrandar ezte hueco, necezito entrar, ayudadme!’, exclamó Brulgrim nervioso.
en respuesta a: Mercenarios aliados de Anarquicos #331844Yo lo veo buena idea, además hay combinaciones clase/raza que pegarían incluso en el bando anárquico, como un mago ladrón goblin.
Es una lástima que la única opción de aliarte con el bando anárquico sea establecer un único bando como enemigo, impidiendo participar de forma plenamente activa con el bando anárquico.
- Esta respuesta fue modificada hace 4 years, 7 months por Alambique.
en respuesta a: Propuestas Cazadores – Afinidad Arborea – Cazar #331279Según la noticia balance 614:
Las invocaciones no se verán afectadas por el efecto matamonstruos.
Entiendo que dentro del grupo de invocaciones entrarían las criaturas llamadas por los guardabosques, por lo que no sería tan descabellado reducir la vida de éstas si se llaman lejos de los bosques.
Un saludo
en respuesta a: Propuestas Cazadores – Afinidad Arborea – Cazar #331271Los druidas convocan mediante un ritual a criaturas místicas, mientras que los guardabosques llaman a animales.
También podría ser que cuando un guardabosque llame a una criatura lejos de un bosque, ésta vea sus poderes mermados, por ejemplo:
- Lobo: menos vida y ve su velocidad de galope disminuida.
- Oso: vida y protección reducida.
- Halcon: pierde la habilidad acosar.
Este descenso en su poder se debería a la distancia recorrida desde el bosque donde se encuentra hasta la zona donde se ha llamado.
en respuesta a: Propuestas Cazadores – Afinidad Arborea – Cazar #331265Además, gracias a la afinidad arbórea y poder subirse instant a los árboles, salen de rango de hechizos de alcance 14, como flecha de agua por ejemplo.
Yo el tema de llamar invocaciones en lugares que no sea bosque no lo veo, la verdad. A menos que tenga un bloqueo más que considerable ya que se trataría de algo excepcional.
en respuesta a: Relatos creativos por equipos #330389Yo de 9 a 13 y de 18 a 20.
en respuesta a: Concurso de relatos cortos de Eirea #330341Shizay levantó con cuidado la barra y salió de ella con un humeante tazón lleno de barro humeante.
Lo dejó en la mesa de Wufgh y dispuso a su lado una cuchara de madera.
Wufgh miró la cuchara de madera y la apartó hasta el borde de la mesa.
Hundió sus manos en el tazón de barro y, soplándolas primero, comenzó a lamerlas con avidez, tratando de adivinar la procedencia de la tierra.
Masticaba con cuidado, no era la primera vez que Shizay había descuidado sus obligaciones y no había separado las piedras del barro
Notó como algo caliente se deslizaba por su garganta, mientras notaba un pequeño objeto en la mezcla comenzó a toser.
Wufgh despertó sobresaltada, mientras trataba con sus manos recuperar el objeto que obstruía sus vías respiratorias.
Por fin dio con el pequeño objeto y lo observó con detenimiento, se trataba del cráneo de una musaraña.
Miró hacia arriba y encontró su respuesta, boca abajo pendían del techo de la grieta una bandada de murciélagos que habían decidido pasar la noche en la misma grieta que Wufgh.
Uno de ellos había tenido la increíble puntería de defecar en la boca de Wufgh.
Se limpió la cara con su antebrazo y arrojó el pequeño cráneo contra el techo, provocando que la bandada de murciélagos abandonara la grieta.
Se incorporó y, flexionándose, comenzó a rascar con sus patas su pelaje trasero, que había quedado cubierto por una fina capa de guano que comenzaba a endurecerse.
Fue entonces cuando notó un extraño picor en su axila derecha.
Levantó su brazo derecho y comenzó a hurgar en la maraña de pelos que poblaba su axila, era una garrapata…
Con dos dedos tomó la garrapata y comenzó a girarla sobre sí misma, para evitar que la cabeza de ésta quedara hundida en su carne.
Finalmente consiguió sacarse la garrapata y la sujetó entre sus dedos índice y pulgar y comenzó a apretarla hasta que no fue más que una densa masa viscosa de sangre.
Se llevó los dedos a la boca y los relamió con gusto.
Tanto el episodio del murciélago como la garrapata no habían hecho más que incrementar aún más su apetito, así que se dirigió a la taberna de Ancarak, seguro que Shizay la sorprendía con algún plato exquisito.
El olor a carne requemada junto con el de tierra mojada de la taberna reconfortó a Wufgh.
‘¡Tráeme algo de comer, que estoy que me comería hasta una montaña de guano de murciélago!’, le dijo Wufgh a Shizay
‘Vaya, ¿insinúas que mi comida está a la altura de esa mierda?’, preguntó Shizay malhumorado.
‘No, no, que tengo mucho hambre, sólo eso…’
‘Pues te vas a tener que buscar otra taberna, esos malditos fanáticos de Seldar han interceptado el cargamento, y no quieras saber con qué estoy haciendo mi guiso de barro…’, dijo Shizay mientras se hurgaba la parte trasera del pantalón y lanzaba una diminuta bola marrón a un cazo.
Wufgh se rascaba la axila, la mordedura de la garrapata aún le escocía.
‘¿Entonces no tienes nada par darme?’, preguntó resignada Wufgh.
‘Mira, no saciará tu apetito, pero al menos te entretendrá’, contesto Shizay mientras le tendía una bolsa a Wufgh.
Wufgh cogió la bolsita y deshizo el nudo, dentro no había más que una mezcla multicolor de pequeñas partículas de polvo.
Acercó la bolsa a su gaznate y la vació entera.
‘¡Animal, sólo un puñadito!, madre mía…’
Wufgh se sentó en una silla, no notaba nada extraño.
De repente un sudor frío se apoderó de ella y notó como le temblaban las piernas.
‘¿Veeeeesh coooomoooo ya vaaaaaaa surtieeeeeendo efectoooooo?’, dijo Shizay.
Todo comenzaba a darle vueltas, las mesas giraban a su alrededor a un ritmo frenético, cada vez más rápidas, hasta que llegó el momento que era incapaz de visualizarlas, únicamente era un torbellino borroso que la engullía por momentos.
Todo se hizo oscuro de repente para Wfugh.
‘Eh, despierta saco de pulgas’, digo una voz.
‘¿Qué?’, preguntó Wfugh mientras trataba d enfocar la vista en el ser que tenía delante suya.
‘¿Qué haces en mi cubil?’, preguntó la voz de nuevo.
‘¿Qué?’
‘Como vuelvas a decir «qué» te arreo con el bastón’, le contestó la voz.
‘Vale, vale, pues yo estaba en la taberna con Shizay’, comenzó a contar Wufgh, tratando de recordar cómo había llegado ahí.
‘Shizay, ese maldito cocinero, yo de ti no frecuentaría mucho esa taberna si no quieres irte por la pata abajo’
‘¿Qué?’, preguntó Wufgh.
No vio venir cómo, a una velocidad extraordinaria, el bastón iba directo a su cabeza impactando contra ella produciendo un seco golpe.
‘¡Ay!, serás animal’.
‘Mira, visto que no das para más… Soy Zirskit, antiguamente fue amo y señor de todo esto’
‘¿De todo todo’, preguntó Wufgh.
‘De todo lo que hay en nuestra caverna’, sentenció Zirskit.
Wufgh se detuvo a pensar mientras esbozaba una sonrisa.
‘Si en esta caverna no hay más que anélidos y guano… el Señor del guano’, dijo Wufgh riéndose.
Otro bastonazo impactó de nuevo en el cráneo de Wufgh, esta vez con algo menos de precisión, magullándole la oreja derecha.
‘¡Ay!, ya vale con el bastoncito’
‘Tu has tomado algo, ¿verdad?’, porque no puedes ser tan cortita…
Wufgh pensó por un instante y se acordó de Shizay.
‘Ah pues sí, Shizay me dio unos polvos de una bolsita, sólo tomé un puñadito’.
‘Si claro, un puñadito…’
‘No había más, pero me gustaría conseguir otro puñadito, ya sabes de reserva’, dijo Wufgh tratando de guiñar un ojo, pero consiguiendo sólo una desagradable mueca.
‘Pues no sé de dónde lo habrá sacado Shizay, pero si no recuerdo mal, había un goblin con dos cabezas en Mor Groddûr que usaba esas hierbas’
‘¿Un goblin bi qué?’, preguntó Wufgh.
‘Con dos cabezas…’, contestó Zirskit con resignación.
‘Pues iré hasta allí a por el goblin birciélago’.
Zirskit suspiró profundamente.
Wufgh miró a su alrededor, no tenía la menor idea de dónde estaba, se trataba de un cubil abandonado, había un pequeño jergón en el suelo y un charco de barro reseco.
Salió del cubil y después de un buen rato encontró el corredor principal, lo siguió hasta que consiguió salir de la caverna.
No le gustaba mucho abandonar la caverna, odiaba a los perros, le resultaban repugnantes, y últimamente se acercaban demasiado a la caverna.
Al poco de abandonar la caverna lo vio, se trataba de un perro sarnoso, con el pelaje roído y con serias calvas en el lomo.
‘No tengo tiempo para tonterías, hoy no te interpondrás en mi camino’, se dijo Wufgh a sí misma.
Y sacando un cuchillo oxidado lo clavó con fuerza en la nuca del animal.
Wufgh, perpleja por su capacidad de decisión y por la precisión de la incisión se aproximó al animal para observar su proeza.
Mientras estaba agachada sobre el animal, vio como del orificio de la nuca emergía una especie de gusano que se arrastraba sobre el inerte cuerpo del perro.
Wufgh acercó el cuchillo al gusano y lo clavó en su alargado cuerpo.
El cuerpo del gusano comenzó a hincharse y explotó, cubriendo la cara de Wufgh de pequeños parásitos.
Notó un cosquilleo en los ojos, como si algo se moviera primero en la parte externa y finalmente detrás de sus ojos.
Presa del pánico Wufgh salió corriendo de la caverna, necesitaba aire.
Una vez fuera de la caverna notó que esa extraña sensación había desaparecido, parecía que todo había sido un susto, así que continuó su viaje a Mor Groddûr.
El camino estaba plagado de penitentes seldaritas y mercaderes, por lo que si evitaba los controles del camino fronterizo y Ryniver no tendría problemas.
Consiguió terminar su viaje sin más accidentes, ya se encontraba a los pies de la grandiosa Torre Negra.
Si había una cosa que fascinaba a Wufgh eran estos pequeños pieles verdes, siempre tan curiosos.
No tardó en encontrar al goblin con dos cabezas, se encontraba en una pequeña cavidad en uno de los niveles inferiores de la Torre Negra.
La cueva era minúscula, apenas podía incorporarse el goblin y en el centro de la cueva había una mesa con papeles desordenados.
‘¿Quién anda ahí?’, preguntó una de las cabezas.
‘Tenemos cuatro ojos y no sabes que tenemos visita…’, contestó la otra cabeza.
‘Si ya lo sé, sólo era por darnos algo de importancia’
‘Siempre igual, que si somos importantes, que no debemos estar en este cuchitril, que sólo servimos para mandar recaditos…’
‘Soy Wufgh, vengo desde Ancarak, tenéis algo que me interesa’, se presentó Wufgh mientras se rascaba los ojos, el escozor había vuelto.
‘Hola Wufgh, yo soy Shgafa, digamos que la cabeza pensante…’
‘¿Pensante?, si no distingues un kobold de un goblin… Yo soy Thugohg, y no sé qué hago aguantando a este’.
‘¿Que necesitas de nosotros bola peluda?’, pregunto Shgafa.
‘Seguro que viene a que le mandemos unos de nuestros recaditos, esos que te hacen sentir tan importante’, dijo Thugohg.
‘Me han dicho que tenéis unos polvos especiales’, dijo Wufgh.
‘¿Polvos? El último polvo que hemos… hace tanto tiempo…’, digo Shgafa.
‘¡Normal, si no fueras tan impertinente no habrías espantado a esa semi-orca!’, le espetó Thugohg.
Wufgh contemplaba el espectáculo de las cabezas, no estaba entendiendo nada de lo que decían.
‘Creo que se refiere a otros polvos…’, digo Shgafa.
‘¡Ah!, ya entiendo, pues si quiere polvos le daremos polvos’, contestó Thugohg.
El goblin metió la mano en su bolsillo derecho y sacó una pequeña bolsita de piel.
‘No, no, dale de los míos’, dijo Shgafa.
‘Los tuyos no, que a saber de dónde los has sacado, los míos son mejores, si no recuerda que pasó la última vez que tomamos de los tuyos’, dijo Thugohg.
‘Claro, si no te hubieras bebido todas esa botellas, pues no nos habríamos despertado entre los cojines de Glorbaugh, si es que no hay que mezclar…’,dijo Shgafa.
El goblin metió su mano izquierda en su bolsillo izquierdo y extrajo otra bolsita de piel.
‘Te damos a elegir, los míos o los suyos’, dijo Shgafa mientras le tendían las dos bolsas a Wufgh.
Wufgh, indecisa, cogió una bolsita, la abrió y la vació entera en su garganta.
Notó un sabor amargo y como una textura terrosa recorría su garganta, escupió de inmediato contra una de las paredes de la cueva, formando una pasta grisácea.
‘¿Pero qué me habéis dado?, ¡malditos!’, exclamó Wufgh.
‘Te acabas de comer una bolsa de heces trituradas de ratas de los niveles inferiores, jajajaja’, dijo Shgafa.
‘¿De verdad pensabas que íbamos a darte nuestros polvos especiales, saco de pulgas?’, dijo Thugohg.
Wufgh trataba de sacarse los restos de la pasta grisácea de la lengua, mientras un dolor intenso le sacudía la cabeza.
Comenzó a notar un hormigueo justo debajo de su cuero cabelludo, como un latido de corazón que iba aumentando el ritmo vertiginosamente provocándole un dolor de cabeza insoportables.
‘¡Mi cabezaaaaaaa, sacádmelo, sacádmelo!’, exclamaba Wufgh mientras se arañaba con fuerza el cuero cabelludo.
‘¿Pero qué le pasa a esta? Viene a nuestra cueva y nos monta este espectáculo, ¿dónde están los guardias cuando se les necesitan?’, preguntó Shgafa.
Wufgh comenzó a rascarse con más fuerza, llevándose parte del cuero cabelludo con los arañazos, el dolor era insoportable.
Comenzó a restregar la cabeza por las paredes de la cueva, tratando de aliviar su dolor, pero lo único que consiguió fue teñir parte de las paredes de sangre.
‘¡No puedo más!’, exclamó Wufgh mientras salía de la cueva sujetándose la cabeza con ambas manos.
‘Menos mal que se va, se estaba poniendo un poco pesadita…’, dijo Thugohg.
En ese preciso instante, Wufgh irrumpió corriendo en la cueva y, a gran velocidad, estampó su cabeza contra una de las paredes de la cueva.
Todo se volvió oscuridad, de nuevo, para Wfugh.
en respuesta a: Vendaval-Desorientar. #328914Mi propuesta para el desorientar:
Si consigues desorientar a un enemigo, no empezará a correr como pollo sin cabeza, si no que podrá tener alguna de estas consecuencias:
- Desorientado, confunde aliados con enemigos y el objetivo de sus habilidades/hechizos es aleatorio.
- Permanece X segundos sin poder formular o ejecutar habilidades.
- Desempuña sus armas durante X segundos, presa de la angustia que le causa haberse desorientado.
- Si estaba protegiendo a alguien dejará de hacerlo.
Todo esto sujeto a las consideraciones que considere el equipo de balance (bloqueos sobre la víctima, bloqueos sobre la habilidad del ejecutor, duración de incapacidades)…
en respuesta a: Sugerencias para Transmutadores #323760¿Y el llamada a la puerta?
Teniendo este hechizo a mayor y teniendo también un uso limitado de este hechizo por día de mud, no sería muy descabellado equipararlo al forzar de ladrones.
Total para forzar dos o tres cofres que hay en el mud, tienes que depender de un ladrón, pudiendo solicitar la ayuda de un transmutador.
Otro de los hechizos que no sirve de mucho, o parece que se ha quedado desactualizado es el transformación de Dvneil
Su BO pasa a ser la de un luchador de su mismo nivel de experiencia
En mi caso parto de 148 de BO sin transformar a 148 de BO con transformación, sólo espero que un luchador a nivel 50 no tenga esa BO.
Suscribo también los comentarios sobre el coste del hechizo teleportación, actualmente el coste es el mismo independientemente del peso, podría ser según el peso transportado. Si tu máximo son 800 kg, y el conjunto de jugadores transportados es de 400 kg, entonces consumiría la mitad del coste, por ejemplo.
Un saludo
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