megamalkuth

Embozada en su manto, la peculiar goblin se deslizó, con rapidez y sigilo, entre las sombras que proyectaban los arboles a ambos lados del camino. Amparada por la oscuridad de la noche, recorrió en un santiamen el camino que separaba Anduar de la villa Celedan, su primer objetivo; tal y como ponía en la nota debía sustraer un objeto, de gran valor, valiendose de sus habilidades de robo.

Subió a un arbol y oteó el perímetro del lugar, observando una casa en el centro de una gran finca, rodeada de un enorme en infranqueable muro. El dueño de esa propiedad debía ser especialmente adinerado, puesto que su acceso estaba mejor protegido que las murallas de muchas ciudades. Saltar el muro no era una opción, asi que la pequeña delincuente intentó buscar otro metodo de acceso, fijandose en la entrada principal, custodiada por dos enormes y bien armados guardias.

La ladrona se acercó con sumo cuidado para observar la situación mas de cerca, los guardias parecían fuertes y diestros, pero no muy avispados, puesto que no se dieron cuenta de la presencia que les acechaba. La asesina preparó sus dagas para matar a los soldados, lo cual sería sencillo al no haber sido detectada, pero desechó la idea al acordarse de las especificaciones de la misión: nada de muertes. Observó las pertenencias de los guardias, detectando una llave dorada en los cinturones de ambos guardias, no habia que ser muy listo para suponer que era la llave de acceso.

La malhechora subió a uno de los arboles cercanos, observando que los guardias hacían patrullas cada cierto tiempo, dejando la entrada libre. Pensó en forzar la entrada, pero no sabía el tiempo que tardaría en hacerlo asi que deshecho la idea y se concentró en encontrar una manera de robar la llave; tras darle muchas vueltas, finalmente tuvo una idea: Primero memorizó los movimientos rutinarios que los guardias usaban para hacer la ronda, despues se situó en la copa de un arbol cercano, donde el guardia daba la vuelta para volver al punto de partida y por último sacó un fino y resistente hilo de araña, en cuyo extremo ató un pequeño gancho metálico.

Cuando el guardia se paró en el punto final de su recorrido, la diestra ladrona bajó con rapidez su improvisada herramienta de robo hasta la altura del cinturón del guardia y, con un ágil giro de muñeca enganchó la llave, subiendola son sumo cuidado hasta su posición. El pobre guardia no se percato de nada, ni el ni su compañero situado al otro extremo del camino, por lo que volvió a su posición. La sonriente goblin solo tuvo que tirar una piedra a una posición lejana para atraer a ambos gaurdias a una posición alejada de la entrada, momento que la ladrona aprovechó para abrir la puerta y colarse en la propiedad.

Una vez dentro la cosa fue sencilla, las medidas de seguridad eran irrisorias y se acercó sin problema hasta la casa, colandose por una ventana abierta. Dentro de la casa encontró un cofre con una serie de pertenencias, entre las que destacaba la factura de mantenimiento de una reliquia familiar: La espada de Celedan. Era un cheque de entrega al portador, por lo que podría reclamar su tesoro en la armeria, a traves de uno de sus subordinados, sin levantar sospecha alguna.

Con el mismo sigilo que entró en la villa, nuestra protagonista, salió de la misma portando el primero de los encargos que había conseguido cumpliendo a rajatabla las divertidas reglas que le había impuesto el gremio de ladrones al que queria pertenecer. Sonrió estupidamente al imaginarse colmada de riquezas una vez dentro.

CAPITULO I: SUEÑOS (Lhufheng).

Los últimos rayos de sol iluminaban levemente las columnas de piedra que formaban el templo de Hiros, a la vez que la campana sonaba indicando el comienzo del retiro espiritual, el silencio se apoderará del santuario durante toda la noche.

El anciano guía Lhufheng se encontraba barriendo las hojas caídas de los arboles en el patio del Templo cuando una presencia alteró su tranquilidad, con una velocidad digna de sus propias leyendas,

Lhufheng analizó cada uno de los rincones y esquinas del patio en busca de la presencia, pero no consiguió encontrar nada, por lo que, con ojo avizor, continuó con sus menesteres.

Avanzado un poco mas el atardecer, justo cuando el velo de oscuridad que otorga la noche iba a caer sobre el reino de Eldor, la sensación de intriga y de no estar solo invadía el alma de Lhufheng. Camino al altar de Hiros este noto por segunda vez, la presencia que le seguía, esto no podía ser un error, pues pocas veces el guía se equivocaba en sus corazonadas, por lo que decidió tomar la iniciativa.

-Lhufheng grita: Quien anda en las sombras siguiéndome y espiándome como si de un burdo ladrón se tratase? Muéstrate!

Las velas del pasillo empezaron a apagarse, la oscuridad y las tinieblas se apoderaban del corredor si no fuera por la luz de las estrellas que lo iluminaban tenuemente. Unas carcajadas siniestras rompieron el silencio y tranquilidad que suele reinar en el templo, cuando detrás de una columna empezó a formarse una figura, de un metro aproximadamente de altura, aunque parecía más alta de lo normal si no fuese por su espalda encorvada, que dejaba ver la silueta de su chepa.

Entre risotadas y burlas, En un movimiento veloz de muñeca la sombra sacó un puñal y con un salto hacia adelante atacó a lhufheng que consiguió esquivar la estocada por muy poco.

-Lhufheng dice: esto es un lugar sagrado que no permite el combate, Quién eres? y porque vienes a alterar la paz de mi santuario?

La sombra solo contesta con una sonrisa de oreja a oreja y con la misma fuerza proyecta otro ataque esta vez mas preciso contra el anciano monje, hiriéndole en uno de sus hombros.

-Ante la sorpresa del monje por fin la sombra articula palabra y pronuncia con un tono lúgubre: ha llegado tu fin, pues la hoja de este puñal esta bañada en veneno y no podrás mover ni un dedo en el siguiente ataque, JiJiJi.

Lhufheng intentaba mover sus articulaciones pero en efecto estaba paralizado, solo quedaba cerrar los ojos y aceptar su destino, pues como guía espiritual no iba a rogar por su vida.

En el momento en el que la Sombra ejecutaba su mortífero ataque, una luz cegadora ilumino toda la estancia, la sombra ante tal ceguera detuvo su ataque y se tapo los ojos como pudo con sus raquíticas manos.

La forma de un corcel blanco y dorado apareció ante los ojos de Lhufheng, colocándose delante de él y protegiéndole.

-Corcel dice: No dejaré que profanes este lugar ni a mis adeptos con tus sucias mentiras y planes oscuros Khaol.

Lhufheng susurra: ¿Khaol?

Acto seguido un halo de luz surgió del cuerpo del corcel impactando contra la sombra, liberándolo del disfraz que portaba y dejando su verdadera identidad al descubierto.

Al ver que su plan había sido frustrado por una entidad mayor, Khaol decide retirarse y con un movimiento de su capa desaparece ante la mirada atónita de Lhufheng.

Ante lo sucedido, Lhufheng se mostraba confuso, un sinfín de preguntas rondaban su cabeza, porque un semi-Dios lo quería ver muerto? A que se debía la visita de khaol? porque hiros se presenció para salvar a un simple seguidor? Ante todo este mar de dudas, Lhufheng consiguió postrarse venerablemente ante Hiros de forma respetuosa.

Lhufheng dice: Gracias Hiros! No soy digno de que se presente aquí para salvarme, mi señor.

Hiros dice: si lo sois, pues el destino de los reinos dependerá en un futuro próximo de ti, una decisión de importante relevancia deberás tomar, y esa es la razón por la cual Khaol quería asesinarte, el no dejar cavos sueltos, es una decisión que tendrás que tomar tu solo, yo no puedo ayudarte.

Poco a poco la luz cegadora empieza a debilitarse y ante los ojos atónitos de Lhufheng, la figura de Hiros empieza a tornarse borrosa.

Hiros dice: recuerda Lhufheng, mi más fiel seguidor, de ti depende el futuro de los reinos, estoy seguro de que tu sabiduría hará que tomes la mejor opción. Hasta pronto.

Ya sea por el cansancio de la batalla, o por el poder que acababa de presenciar, tan puro, Lhufheng cae desmayado en medio del pasillo.

Horas después, quizás días, Lhufheng se despierta súbitamente en sus aposentos, entre sudores y fiebre, y una sensación de incertidumbre rodea sus pensamientos.

Lhufheng dice: menos mal que todo fue una pesadilla, no? La mano del monje fue directamente a su hombro izquierdo, observando la herida provocada por Khaol ya cicatrizada.

CAPITULO 3. EL ENCUENTRO.

Eldor: En algún lugar de un profundo Bosque.

La anciana Paladín había estado toda la noche explorando el bosque donde, supuestamente, se encontraba el templo de Hiros, pero solo había dado vueltas sin encontrar la ubicación del lugar y estaba perdida, a lo que se unía que estaba apunto de amanecer y su viejo cuerpo estaba agotado, pero no podía rendirse, su amada ciudad estaba en peligro y su misión era demasiado importante para pararse, asi que continuó su camino llegando a una arboleda. Un ruido, como de lucha, llamó la antención de la cruzado y se dirigió hacia el lugar con sus armas prestas parala batalla.

Cuando llegó, unos barbaros humanos, con pinta de salteadores, yacían, muertos, en el suelo con unos precisos cortes, cubiertos de una sustancia ácida, y los huesos quebrados por fuertes golpes. Justo a ellos, en pie, se encontraba un semielfo limpiando la sangre de sus armas, ni siquiera parecía haber sudado tras el combate y su rostro reflejaba diversion en lugar de esfuerzo.

Hwara llega desde el sur.

Arboledas de Avharanna.
Hwara está aquí.

Dices en adurn: Bienhallada, humana.

Dices en adurn: puedes andar tranquila, los caminos son seguros.

Dices en adurn: acabo de ahuynetar a unos cuantos bandidos que habia por la zona.

Hwara mira a Isenthil desconfiado, no esperaba a encontrarse a nadie aqui y no sabe si ese semielfo es amigo o enemigo.

Hwara dice con voz sobrenatural: quien sois vos.

Hwara continua protegiendose con su escudo.

Dices en adurn: No te preocupes, humana.

Dejas de sostener tu Espada Rúnica.

Dejas de sostener tu Lucero del Sol Resplandeciente.

Isenthil envaina sus armas, mostrando una sonrisa afable.

Dices en adurn: solo soy un joven semi-elfo, en busca de su destino.

Dices en adurn: mi nombre es Insethil, del reino de Veleirón.

Dices en adurn: y pertenezo a la sagrada cruzada de Eralie.

Haces una reverencia.

Preguntas en adurn: con quien tengo el gusto de hablar?.

Hwara baja las armas pausadamente.

Hwara dice con voz sobrenatural: mi nombre es Hwara Belefont, Antigua Cruzado Supremo de Takome.

Hwara mira a Isenthil, hay algo familiar en el y no sabe discernir el que.

Dices en adurn: un antiguo cruzado supremo? Ha debido de ser hace tiempo, ya que jamas habia oido hablar de vos.

Hwara dice con voz sobrenatural: si, ahora las canas salpican mi pelo y las arrugas cubren mi cara, cuando lo fui era solo una joven.

Isenthil se rie afablemente.

Hwara envaina su arma y coloca su escudo es la espalda.

Dices en adurn: No será para tanto humana, portabas el escudo como cualquier joven con los que he compartido mis armas.

Hwara sonrie.

Dices en adurn: Puedo preguntarte, si no es indiscrección, que te trae por estos bosques.

Hwara dice con voz sobrenatural: venia a hablar con el lider espiritual de Eldor.

Hwara dice con voz sobrenatural: enviada desde Takome.

Hwara dice con voz sobrenatural: por la ilustre Yrlin Sangreal.

Isenthil se ríe.

Dices en adurn: es curioso, pues yo venía a lo mismo.

Dices en adurn: Llevo varios días vagando por estos bosques, ya podria haber llegado, varios días atras.

Dices en adurn: pero me preocupo encontrar una gran cantidad de bandidos.

Dices en adurn: y decidi dar cuenta de ellos, antes de continuar mi marcha.

Insethil baja un poco la mirada.

Dices en adurn: además, cualquier excusa es buena, para perderse por los bosques de Eldor.

Hwara dice con voz sobrenatural: me dijeron que el camino al templo es peligroso.

Isenthil se ríe a carcajadas.

Dices en adurn: no creo que los caminos seán peligrosos, para gente como nosotros.

Dices en adurn: pero si.

Hwara dice con voz sobrenatural: habeis hablado de destino, de que teneis que hablar con el Lider espiritual?.

Dices en adurn: sinceramente, acudo al lider de los Eldor, por algo extraño que me ocurrio el otro día.

Hwara escucha atentamente.

Dices en adurn: siempre he sido una persona bastante independiente, y me gustaba dormir al aire libre, y erradicar el mal allí donde lo encuentre.

Dices en adurn: siempre he pensado que la labor de un servidor del bien, es perseguir el mal y destruirlo.

Hwara asiente con la cabeza.

Dices en adurn: pero el otro día, mientras dormía…

Insethil pone cara de preocupación.

Dices en adurn: me paso algo extraño, algo que nunca me había pasado.

Dices en adurn: Soñe, y yo nunca sueño. Y el sueño era demasiado real, para parecer solo eso, un sueño.

Dices en adurn: en el aparecía, un templo, un caballo y un arma.

El Sol sale por el horizonte indicándote el comienzo de un nuevo día.

Dices en adurn: del arma emergian sombras oscuras.

Hwara se sorprende, hay algo familiar en las palabras del semielfo que le ponen los pelos de punta.

Dices en adurn: no se que puede significar

Dices en adurn: pero un templo y un caballo… decidi encaminarme hacia Eldor.

Hwara dice con voz sobrenatural: un momento

Hwara coge Segadora de Almas de Mochila.

Hwara pregunta con voz sobrenatural: esta fue el arma que viste?

Empuñas tu Lucero del Sol Resplandeciente.
Empuñas tu Espada Rúnica.

Isenthil se pone en guardia.

Preguntas en adurn: Quién eres?

Empieza a llover.

Hwara dice con voz sobrenatural: hay muchas preguntas por responder

Hwara dice con voz sobrenatural: sera mejor que hablemos con el lider espiritual de Eldor

Hwara dice con voz sobrenatural: os lo contare alli

Isenthil comienza a danzar, balanceando sus armas de lado a lado, quilibrando el peso perfectamente entre sus pies

Dices en adurn: no os acompañaré, hasta que me digais

Dices en adurn: porque teneis el arma de mis sueños

Hwara pone Segadora de Almas en Mochila.

Hwara dice con voz sobrenatural: yo tampoco lo se, pero Eralie si lo sabe, ella la puso en mis manos con un motivo.

Isenthil deja de danzar, pero mantiene sus armas en alto.

Preguntas en adurn: Eralie?

Hwara dice con voz sobrenatural: se que la debo purificar de alguna forma

Hwara dice con voz sobrenatural: y que despues

Hwara dice con voz sobrenatural: nos servira para derrotar a un antiguo mal, a mi y a otros cuatro eleg…

Hwara dice con voz sobrenatural: un momento…

Hwara mira a isenthil sorprendida.

Hwara dice con voz sobrenatural: no puede ser… tu eres el cuarto….

Hwara dice con voz sobrenatural: como he podido ser tan idiota de no darme cuenta….

Preguntas en adurn: el cuarto?.

Hwara dice con voz sobrenatural: si, vayamos dentro y no perdamos mas el tiempo, te explicare todo ahi.

Dices en adurn: me parece bien.

Dices en adurn: conozco el camino.

Hwara asiente con la cabeza.

Dices en adurn: estos bosques no guardan secretos para mi.

Te ríes.

Hwara respira aliviada.

[Grupo] Invitas a Hwara a tu grupo.

[Grupo] Hwara se une al grupo.

Tras un largo caminar que duró todo el día, la oscuridad de la noche cae sobre los dos viajeros que a pesar de la poca visibilidad que tienen logran discernir una enorme edificación en frente de
ellos. Por los ornamentos que lo decoran pueden adivinar que se trata de un antiguo santuario, al observar la figura de un corcel blanco y dorado con el símbolo del
sol marcado en el pecho se dan cuenta de que por fin llegaron a su destino, el Templo de Hiros.

Al entrar los dos viajeros observan la magnificiencia de Hiros, un enorme templo les rodea con un aire de espiritualidad fuera de lo común, al
echar un vistazo a su alrededor ven un edificio con un sin fin de habitaciones, en cuyo centro hay un patio interior donde brilla una tenue luz, probablemente de una vela a medio
consumir. Al dirigirse hacia el lugar consiguen ver la sombra de una persona sentada con las piernas cruzadas y la espalda erguida, en una pose de meditación
profunda, el aire esta cargado con un intenso olor a incienso.

Estatua de Hiros – Altar.

Lhufheng (meditando) está aquí.

Hwara te sigue.

Insethil carraspea suavemente.

Un ruido altera la concentración del monje, y este decide erguirse.

Lhufheng pregunta: vaya vaya, viajeros en mi templo sagrado?no suelo tener con quien hablar habitualmente, a que se debe vuestra visita?

Hwara se quita su Yelmo y tras colocarlo bajo su brazo, hinca una rodilla en el suelo y hace una reverencia.

Dejas de sostener tu Espada Rúnica.
Dejas de sostener tu Lucero del Sol Resplandeciente.

Haces una reverencia a Lhufheng.

Dices en adurn: Bienhallado, maestro.

Hwara dice con voz sobrenatural: lamentamos molestarle.

Hwara dice con voz sobrenatural: es importante para nosotros que nos preste unos minutos de su tiempo, Takome puede estar en un grave peligro y necesitamos de su
ayuda y su consejo.

El monje hace un movimiento con la mano de aprobación.

Lhufheng dice: no es molestia ninguna, cualquier visita de corazón puro es bienvenida en el santuario, y mas si provienen de mi ciudad hermana Takome.

Hwara se levanta y entrega al monje la carta que la identifica como emisaria de la Cruzado Spremo Yrlin.

Lhufheng recoge la carta.

Isenthil se rie, divertido.

Dices en adurn: aqui, mi compañera es más formal que yo.

Dices en adurn: yo simplemente, vengo por aquí en busca de respuestas.

Lhufheng dice: y las tendras joven mestizo, las tendrás, pero todo a su debido tiempo.

Isenthil pone cara de exasperación.

Dices en adurn: como desees maestro.

Con un movimiento de su dedo índice, Lhufheng, abre la carta como si de un cuchillo se tratase, y empieza a leerla.

Hwara dice con voz sobrenatural: yo tambien vine en busca de respuestas, mi señor, y puede que el destino de todos nosotros este unido, pero necesitamos de su
conocida sabiduria para discernir que quiere de nosotros el panteon del bien.

Dices en adurn: a mi con que me digas a quien hay que matar, me llega.

Isenthil se ríe.

Hwara se acerca a Isenthil y le da un codazo para que sea mas educado.

Isenthil, pone los ojos en blanco y se sienta en la hieba jugueteando con una piedra, que habia en el jardín.

Lhufheng dice: solo los merecedores de ella pueden encontrarla, y por esta carta veo que vosotros lo soys.

Lhufheng dice: pero veo que es un tema bastante oscuro y que requiere de toda nuestra atención, este templo sagrado no es lugar para tratarlo, acompañadme fiel
caballero y joven de corazón bravo, acompañadme y hablaremos.

Isenthil se levanta de un salto, empuñando sus armas rapidamente.

Empuñas tu Lucero del Sol Resplandeciente.
Empuñas tu Espada Rúnica.

Intercambias de mano Espada Rúnica y Lucero del Sol Resplandeciente.

Intercambias de mano Espada Rúnica y Lucero del Sol Resplandeciente.

Intercambias de mano Espada Rúnica y Lucero del Sol Resplandeciente.

Intercambias de mano Espada Rúnica y Lucero del Sol Resplandeciente.

Intercambias de mano Espada Rúnica y Lucero del Sol Resplandeciente.

Isenthil juega, con sus armas, lanzandolas al ire y recogiendolas con gran maestria.

Ante tal acto, el monje sabio se gira espontáneamente y dice: Aquí no necesitaras el uso de tus armas joven semi-elfo.

La cara de Lhufheng coge un tono de seriedad y mal genio.

Isenthil pone cara de contricción.

Dices en adurn: como digas, anciano.

Dejas de sostener tu Lucero del Sol Resplandeciente.
Dejas de sostener tu Espada Rúnica.

Dices en adurn: te seguimos.

Sigues a Lhufheng.

Lhufheng asiente.

Lhufheng se va hacia algun lugar seguido de Isentil y Hwara.

Los aventureros siguen al venerable monje atraves del templo, mientras siguen observando sorprendidos de como una construción tan austera, puede ser a la vez tan magnifica. Según se adentran en el santuario interior, pueden sentir como un aura de serenidad les envuelve, causando que una sensación de paz inunde sus cuerpos: no hay duda de que el Dios Caballo está presente en todo el recinto.
Tras subir unas escaleras, por fin llegan a su destino: La habitacion del Guía Espiritual de Eldor, portador de la palabra de Hiros…

Gracias por el aporte Hagalnae, pero creo que estamos mirando el sentido del balance de los oficios desde dospuntos de vista diferentes:

Tu desde el punto de vista de un jugador experimentado, de nivel alto, que se ha subido los oficios con diferentes fichas (aplaudo este esfuerzo) y que conoces players que te venden cosas que puedes pagar ya que al ser un jugador versado en el comercio y con conocimiento del mud (quest npcs etc) te puedes permitir el lujo de pagar. Prueba de ellos es el «añadido» de abrir comercio entre bandos que te serviria para poder enriquecerte, al tenerlo todo hecho (que yo admiro), pero que no aportaria ningun tipo de balance a los oficios que es lo quebuscaba con el post.

Mi punto de vista es el de un jugador nuevo, que llega al mud  y piensa coño que guay esto de los oficios, no esta en otros muds, se pone y se cansa en nada porque ahora mismo la dificultad es extrema para subirlos y mas sumando que, alcontrario que tu, no sabe nicomo conseguir dinero, ni conoce gente que le ayude a subir los oficios a cambio de dinero, favores o tesoros ni nada por  el estilo. Como digo es tedioso, reporta poco mientras los subes (aunque estando en tu situacion entiendo que opines lo  contrario) y no veo el motivo de no facilitarlos y que haya mas gente con mas profesiones abriendo un poco el comercio a otros. Que esto puede parecer injusto para alguien que se ha esforzado en subirlos ya?, es posible, que esto te puede causar un perjuicio a tu emporio? pues eso es seguro, pero de lo que se trata es de pensar un poco en gente que no tiene tanto tiempo para dedicarle al mud, gente nueva que apenas se lo conoce y no conoce a nadie, atraer nuevos jugadores  etc y permitir que ellos tambien prosperen, de una manera un poco mas sencilla y mas divertida, al tiempo que tambien seabran las puertas de oficios olvidados y que pueden aportar muchas horas de diversion, como es el caso de marinero.

Dicho esto, quiero destacar que simplemente tenemos dos puntosde vista diferente, o al menos dos experiencias distintas acerca de subir un oficio y aunque no estemos  de acuerdo, te agradezco que hayas puesto tu vivencia en el post.

Si alguien mas  quiere opinar, le invito a que lo haga, sino, ya queda  en manos del balance.

Gracias a todos/as.