Respuestas de foro creadas
-
AutorRespuestas
-
en respuesta a: Reinos de leyenda 01. La magia de los dioses (Prólogo) #348360
1.
Las barcazas de pesca se mecían suavemente, al son que les imponía la superficie del mar. Fumir se chupó el dedo índice y alzó la mano, con el dedo índice señalando al cielo.
El viento proviene del sudoeste, padre. Tendremos corriente a favor al zarpar, sin embargo al volver la tendríamos en contra, a no ser que los vientos cambien.
-No te preocupes, hijo. Mis sentidos, entrenados durante años en la mar, me dicen que en unas 5 horas, el viento soplará del norte, lo cual nos facilitaría la vuelta.
Ambos embarcaron en una de las barcazas, y pusieron rumbo al este, para adentrarse un poco en el mar. La superficie de la barcaza estaba repleta de pertrechos de pesca, así como diferentes instrumentos muy necesarios para una travesía.
Con el destello del inminente alba, fueron dejando atrás Kermon, con sus gentes aún durmiendo, pero Fumir pudo entrever a otros pescadores de la aldea que se preparaban para hacerse a la mar. Su padre y él siempre se levantaban antes que nadie, con el fin de pescar lo máximo posible antes de la llegada de los otros barcos pesqueros.
Las dos lunas gemelas empezaron a ocultarse, tímidas ante los rayos del sol que comenzaban a iluminar el horizonte, donde no se podía entrever nada mas que las plateadas aguas que daban nombre a aquél mar, el mar de plata.
Tras horas pescando, Fumir y su padre detuvieron por un momento la fatigante tarea y consumieron el frugal almuerzo que les había preparado su madre, Kenlay.
-Padre, ¿crees que realmente existen los dragones oceánicos y otras criaturas de todas las leyendas que nos cuenta el trovador Durhil?
-El mar y sus secretos nadie los conoce, hijo. Solo podemos atisbar parte de lo que se oculta bajo esta masa de agua, pero las leyendas que os cuenta Durhil a la luz de las hogueras, solo son eso. Leyendas para pasar el tiempo y levantar el ánimo.
Fumir quedó largo tiempo absorto, pensando en las palabras de su padre. En su interior, Fumir creía creer que el mundo era algo mas que pescar, pues aunque disfrutaba con su padre, Fumir quería algo más, quería ver mas mundo. Contemplar la torre de la cruzada de Eralie, los muelles flotantes de aldara, la gran ciudad de Anduar, y sentía que desde su barca no podía llegar a ver todas esas cosas. Fumir no lo sabía, claro, pero el destino, el caprichoso destino, le concedería su deseo, aunque no de la manera esperada.
Tras terminar el almuerzo, su padre se situó frente a él, y cogiéndole de los hombros, hizo contacto con sus ojos, con una mirada cariñosa pero autoritaria.
-Fumir, sabes muy bien que nuestra situación en Kermon es muy precaria, y el modo de seguir sosteniéndonos es mediante la pesca, que gracias a esta barcaza que fue de mi padre, y del suyo antes que él, nos da de comer. Y mi objetivo es que tú algún día heredes esta barca, tras mi muerte. Por lo tanto, hijo, olvídate de las leyendas de Durhil, solo son historias, cuentos para animar. Las leyendas e historias no te darán de comer, no asegurarán tu supervivencia.
-Tienes razón, padre. Pero siempre he soñado en ver mas mundo, en visitar el bastión de taquome, los bosques mágicos de Thorin y Orgoth, la gran montaña de los enanos, y me pregunto qué cosas están pasando allí fuera de las que nosotros no sabemos nada.
-Hijo, allí fuera solo hay guerra, destrucción y caos. Afortunadamente, nuestra situación en el sudeste de Taquome nos aleja de dichas guerras. Y ahora, recoge las redes que seguiremos un rato mas y ya volvemos a casa, seguro que tu madre nos tendrá preparado una cena digna de reyes.
Con el ánimo renovado, padre e hijo continuaron con la pesca, mientras entonaban a gritos tonadillas y canciones del repertorio de Durhhil. Ya bien entrada la tarde, recogieron las redes y pusieron rumbo hacia su aldea. Se escuchó un trueno en la lejanía, y un enjambre de nubes negras azuzaron al sol en su puesta. Minutos mas tarde, las nubes tomaron el control del firmamento, y comenzaron a caer rayos cigzagueantes que afortunadamente, caían muy lejos. La tormenta duró tan solo media hora, pero padre e hijo sintieron que fue toda una eternidad, luchando contra las velas y los remos para no perder el rumbo y ser empujados por la corriente. Poco a poco, el mar fue recuperando su tranquilidad, y las nubes comenzaron a desplazarse hacia el sur. Un tiempo después, Fumir atisbó los muelles de Merdon, y una luz potente.
-¿Padre, qué es esa luz?.
Su padre oteó largo rato hacia el frente, sin decir palabra. De pronto, su rostro se llenó de preocupación.
-Rápido Fumir, rema con todas tus fuerzas, eso creo que es fuego.
-Cómo es posible, ¿habrá caído un rayo en alguna choza?
Remaron sin parar, hasta que llegaron al muelle, donde desembarcaron y amarraron el cabo con toda la celeridad posible. Tras dar unos pasos y salir del muelle, contemplaron horrorizados y sobrecogidos la masacre que se extendía ante ellos. Había cuerpos por todos lados, cuerpos de personas a las que Fumir conocía, Entrevió el cuerpo de su mejor amigo, quorlin, y a mucha otra gente a la que conocía.
Su padre, con la cara contraída de dolor, comenzó a correr mientras gritaba el nombre de su esposa. Fumir lo siguió, contemplando la masacre que se extendía ante él. La sangre saciaba la sed de la tierra que los había visto crecer.
Cuando llegaron a su hogar, contemplaron inquietos la puerta. Colgaba de los goznes y se mecía con un suave chirrido, movida de un lado a otro por la brisa.
-¡Kenlay! ¡Kenlay! -gritó su padre, con una voz temblorosa.
Entraron a la casa y comenzaron a investigar. Pero se dieron cuenta al instante de que su madre no estaba en casa. Todos los muebles estaban destrozados por el suelo, los platos rotos, y había por todas partes unas huellas que Fumir no supo saber a quién pertenecían. Salieron y comenzaron a rebuscar entre los cuerpos, pero tampoco la hallaron. Su padre, se giró hacia Fumir, y su cara perdió todo el color que le quedaba. Su padre le agarró de los hombros y le susurró al oído.
-¡Corre, ya! Corre todo lo que puedas, ve al oeste, a la gran urve de Anduar y pregunta por Manfredo Gotelli, dile que eres hijo mío, es un buen amigo y te ayudará. ahora, ¡corre! -y con estas palabras, le dio un gran empujón, por lo que Fumir comenzó a correr con todas sus fuerzas, sin saber lo que pasaba. Sin embargo, recorridos unos metros, no pudo soportar el temor por su padre y la curiosidad de saber qué había aterrado tanto a su padre, y se giró.
La estampa que contempló ante él jamás la hubiera esperado. Su padre salía de la casa con una espada, cuya hoja, bien brillante y afilada, refulgía con los últimos destellos del sol. Y detrás de él, corría un monstruo, o eso es lo que le pareció a Fumir. Era una mezcla de hombre y lagarto, pues la cabeza era humana, aunque con gran semejanza con los lagartos, sobretodo en la mandívula y en los afilados y enormes colmillos que le sobresalían de la boca. Se arrastraba reptando con gran rapidez en pos de su padre, dando poderosos coletazos de un lado a otro, provocando una orgía de sangre con los cadáveres acumulados. Su padre, viéndose sin ningún tipo de escapatoria, se giró y espada en mano, se enfrentó al monstruo. Este, de un rápido movimiento, trató de morder a su padre en una pierna, pero este, como si fuera un felino, retrajo la pierna con parsimonia, y con un gesto velocísimo, cortó al hombre lagarto en la cabeza, provocando que la herida comience a sangrar con una sangre negruzca. Doliéndose de su herida, el hombre lagarto se dio la vuelta. Fumir se alegró mucho, pues eso significaba que su padre podría sobrevivir a dicho engendro. De repente, la cola del hombre lagarto azotó el suelo, y con un rapidísimo movimiento, golpeó las piernas de su padre con una fuerza desmesurada, y este cayó cuan largo era al suelo. Fumir vio con horror como el hombre lagarto se abalanzaba sobre su padre y le clavaba los colmillos en el pecho. Inmediatamente, la sangre roja de su padre manchó el ocico del hombre lagarto y el suelo. Su padre profirió un grito de dolor, y en un último acto de fuerza, clavó la espada en el cuello sinuoso del monstruo, quien comenzó a proferir unos gorgoteos, incapaz de respirar. Tras unos momentos, el hombre lagarto cayó al suelo, y bajo la gélida mirada de Velian y Argan, hombre lagarto y humano regaron con su sangre aquella tierra.en respuesta a: NPC’s sin tesoros de la tabla #347983Tambien pienso ke los npcs dirigentes de todos los pueblos o ciudades deberían tener tesoros, aunke sea de nivel uno.
Durthan, druida fundador
Aldraistasen, el monje del templo de avarana, el ke enseña las habilidades del khaldar.
Jonay el lancero, Aethia
Nateara, arilven
Drymelan estuve explorando y no veo a nadie con aspecto de dirigente
Guardia de la cosecha, nimbor
Lira inverno, dukesa de aldara
Secretaria elarin, de veleiron
Mayor de naduk
Señor barrese, alandaen. no es un dirigente pero no se me ocurre alguien del pueblo con mayor autoridad.
Oficial dathor de la alianza, kattak
Secretario del gran inventor, ak’anon
Ormeion y ormerak no se me ocurre nadie, igual por ser pueblos pekeños los dejaría
Mulahadi, ayudante de la comandancia, ar’kaindia
Riad, poblado de Azhkaynd
righargu, eloras.
Kumpf, bankero de ryniver. No es dirigente como tal, pero su descripción da la impresión de ke podría llegar a serlo.
Primus, párroco de Alell
Raymundo, sacerdote de seldar, ysalona
inquisidor, mnenoic
Rey de las gárgolas, borax
Lésfora, Keel
Gurú, nalaghar
Yowin, Andlief
Y ya, creo ke no me dejo nada. todos los ke no mencioné es porke ya tienen dirigente con tesoros (priis, nardiel, general, darin, etc)
Se ke es mucho trabajo y probablemente no se decida hacer, tampoco tiene tanta prioridad, pero lo dejo aki para el futuro.
en respuesta a: Mercenarios neutrales y Equipo #347502De hecho esto era así, antes los mercenarios actuaban como intermediarios, pero se kitó cosa de hace un año y pico, si mal no recuerdo, ya ke la gente se creaba una ficha nivel uno pa comerciar, y luego se retiraba, y tampoco era plan. Pero estoy de acuerdo, debería seguir permitiéndose tal cosas, aunke a lo mejor con cierto tiempo de juego (kince días tal vez), o estatus noble entre las ciudadanías de los jugadores ke kieren comerciar, etc. Comprendo ke el cdj o los inmos no puedan controlar esto, pero se podría controlar mediante reportes, al igual ke los multiplaying, abusos, insultos, etc
en respuesta a: Juego de las 2 opciones #346756amor for ever
tacos o HotDog
en respuesta a: Qué escuchas? #346734en respuesta a: Petrificación #346597Saludos.
No es algo que suelo hacer, es mas, nunca hasta ahora lo hice, pero aprovecho este post para dejar en claro lo absolutamente rotas que están las melenas.
- Lock muy bajo: un druidda o un chaman, hasta Eralies y Seldars, tienen retener con lock de 2 mins y 20 segs. lo que nos deja solo un minuto para tirar un retener. y encima si fallas el propio retener tiene lock. El lock de las melenas tiene que subirse, muy urgente. Os cuento, estuve hoy en pk contra un chaman, y se ha tirado melens 4 o 5 veces en menos de 20 minutos, justo en los reteneres y mordiscos. Así me están jodiendo la clase por completo.
a. Si le tiro retener o mordisco, melenas.
b. Si despetrifico, se van corriendo instant sin ningún tipo de stun ni -1 de movimiento o algo asi.
c. Contra un sigilador ya la cosa se torna imposible, te las tiras, te las quitas, vas una room haciendo este o lo que sea, y sigilas instant.
d. Si le metemos que se pueden usar objetos (rúbrica, tinta de kraken, brazalete o lágrima pa curarse) ya estamos hablando de algo muy dopado.
- Si retienes y pones el carne a piedra para quitarle las melenas, estás perdiendo un turno del retener, y el retener normalmente dura como mucho 2 o 3 turnos, aunque 3 turnos cuesta que salga. y ya si sale retener de medio turno, ahí ya ni os cuento.
-
No tengo ni idea si se pueden tirar en lanzar, pero si se puede estas dejando al bárbaro igualmente inutilizado, le estas quitando el stun necesario que precisa para el arremeter.
-
Por último, las melenas están dejando totalmente inutilizados objetos similares del juego, como el collar de tinta de kraken, el esconderse de los incursores, y muchas mas cosas, porque quien va a usar un tinta de kraken teniendo las poderosas melenas?
Nota: no estoy diciendo que se quiten las melenas, solo estoy diciendo que se suba el lock a diez o quince minutos, o que por lo menos que cuando se las quite tenga algo de stun o menos movimiento.
en respuesta a: No puedo dormir, por estas chorradas en mi mente XD #346536revivamos el hilo.
.Siendo invisible, los guardias de anduar te pueden sacar, pero a la hora de golpearte golpean a los espejos. tal vez tienen una visión infrarrojos ue detecte el alo luminoso de las figuras?
.Siendo vagabundo bueno, las trampas de Eloras te afectan. Siendo amantes de la buena comida y bla bla bla, es increíble ue sean tan patrióticos estos simpáticos halflings.
.A pie no dejan salir, pero montado si. Tendrán caballofobia ciertos npcs del juego?
Me parece muy buena la propuesta, pero como dice satyr, hay ue intentar ue no halla cabos sueltos para ue luego no halla un desbalance. Por otra parte, la guerra entre keel y dendra es mas ue nada rolera, casi toda naggrung le guarda rencor a seldar por invadir con sus demonios, destruir venin, agnur, y un sin fin de eventos históricos. Mirate la historia de naggrung en la eireapedia
en respuesta a: Acuerdos de paz #345231Templo de la Luz: Salón Central.
Te encuentras en un sobrecogedor templo construido en mármol pulido traído desde las canteras enanas de Kheleb Dum, trabajadas por manos expertas. Multitud de delgadas ventanas
adornan los amplios y puros muros, derramando la luz del exterior por toda la estancia. A pesar de la escasez de mobiliario, en ningún momento da la sensación de frialdad, sino
todo lo contrario, ya que se respira un aire sagrado.Rhomdur llega desde fuera seguido de Gudmair.
Un contingente de guerreros Khazads de aspecto ceñudo entran marchando por la puerta y se despliegan por la sala con aire severo.
Guardia de la Luz se mantiene impertérrito vigilando las puertas del templo.
Rhomdur mira a su alrrededor.
Astrion inclina la cabeza ante Rhomdur y Gudmair.
Rhomdur se acerca hacia Astrion y hace una leve inclinación de cabeza.
Gudmair asiente con firmeza a los guardias Khazads.
Rhomdur dice: Saludos, Astrion de Thorin.
Rhomdur dice: Nos habeis llamado y hemos acudido.
Rhomdur apoya el mango de su hacha en el suelo y permanece en pie.
Dices en adurn: Saludos, consejeros de Darin. Gracias por responder a mi misiva y acudir a la hora acordada.
Gudmair se acerca a Astrion y le muestra su mano como saludo.
Astrion estrecha efusivamente la mano de Gudmair.
Rhomdur dice: Nunca hemos tenido motivos para desconfiar de los Thorinyas… o eso pensábamos hasta hace unos meses.
Rhomdur dice: Me gusta pensar que seguimos sin tenerlos.
Gudmair se pone un paso detráss de Rhomdur, dejándole que hable él.
Dices en adurn: Así es. Los Thorinyas y los enanos de la montaña siempre hemos tenido una relación de cordialidad mutua.
Rhomdur da un paso hacia atrás y se coloca junto a Gudmair para no tener el protagonismo.
Gudmair dice: Discrepo señor.
Rhomdur dice: No siempre por lo que se ve.
Rhomdur frunce el ceño.
Gudmair dice: A la primera de cambio se nos dejó de lado.
Rhomdur dice: Así es.
Rhomdur dice: Influidos por un semielfo desquiciado por el ansia de poder y la avaricia.
Dices en adurn: Así es, y lamento profundamente lo ocurrido, pero debéis saber que no he tenido nada que ver en ello.
Gudmair dice: Un solo hombre, en este caso Hagalnae, fué suficiente para hacer que todo Thorin diera de lado a Kheleb y apoyando en su plenitud a Veleiron.
Rhomdur dice: En tal caso, ¿cual es la causa?
Rhomdur mira a Astrion con el ceño fruncido.
Rhomdur dice: He oído el nombre de Enorthus en varias ocasiones al respecto.
Dices en adurn: Durante los conflictos de Kheleb y Veleiron, algunos ciudadanos de Thorin quisieron cambios, puesto que como sabeis, los años de paz terminan por ser aburridos y
algunos ineptos empiezan a aspirar a obtener gloria y grandeza.
Rhomdur asiente gravemente.
Gudmair asiente con la cabeza.
Rhomdur dice: Así es, por desgracia.
Gudmair dice: Nunca hay paz, la suboscuridad cada día crece mas. Nosotros luchamos a diario contra aquellas aberraciones que manan de lo mas profundo de la montaña.
Dices en adurn: Sin embargo, al final conseguí poner un poco de razón en la cabeza hueca de mi hijo Enorthus, quien terminó abdicando en mi favor y así obtuve de nuevo el poder de
los bosques.
Rhomdur dice: Espero que le hallais castigado debidamente.
Dices en adurn: Así es.
Te ríes ligeramente.
Rhomdur pregunta: ¿Le habeis afeitado la barba pues?
Gudmair dice: Los elfos no tienen de eso.
Rhomdur trata de contener la risa.
Gudmair se ríe dando un codazo a Rhomdur.
Rhomdur dice: Cierto, cierto.
Dices en adurn: Si los ciudadanos de Thorin aspiran a tener guerra con nuestros aliados, tienen a otras ciudadanías para ello y son completamente libres de marcharse de Thorin,
pero mientras yo siga vivo, Thorin es y seguirá siendo un remanso de paz entre tanta muerte, enfermedad y podredumbre
Rhomdur rebusca en su bolsa, saca un barrilete de cerveza, lo mira y lo vuelve a guardar con aire apenado.
Rhomdur alza la vista con aire serio
Rhomdur dice: Me alegra oír eso, Astrion de Thorin.
Gudmair pregunta: Por lo que creo que entendemos, ¿buscais un cambio diplomático a mejor entre Thorin y Kheleb?
Dices en adurn: Exactamente, Maese Gudmair
Rhomdur dice: Pero sin duda sabreis que tenemos asuntos pendientes con Veleiron, ¿quién nos garantiza que no volvereis a inmiscuiros, como antaño sucedió?
Rhomdur dice: Los asuntos de los enanos, solo a los enanos incumben.
Dices en adurn: Como dije anteriormente, mientras yo siga vivo Thorin apoyará la paz con total plenitud.
Dices en adurn: Si Veleiron tiene problemas con Kheleb, de nada incumben a Thorin.
Gudmair dice: Entiendo…
Rhomdur pregunta: ¿Y su hijo Enorthus?
Dices en adurn: Enorthus ya no será un problema, os lo aseguro. Tras el castigo recibido dudo que quiera apoderarse de nuevo del bosque.
Te ríes ligeramente.
Gudmair dice: Pero tenemos unas condiciones, que quién sabe, puede que no esteis de acuerdo con ellas.
Rhomdur asiente gravemente.
Astrion se pone serio.
Gudmair dice: La primera, la mas indiscutible de todas.
Rhomdur dice: Queremos vuestra palabra sagrada de que las minas de los enanos y sus leyes serán respetadas.
Rhomdur dice: Sin discusión posible.
Rhomdur dice: Al igual que vuestros bosques siempre serán respetados por los hijos de Gloignar.
Gudmair dice: No nos vereis talar nunca en ellos.
Gudmair dice: Respetamos las leyes y el honor.
Dices en adurn: Como gran druida Nyathor de Thorin, yo, Astrion Ktherel Engriol declaro que las minas de Kheleb Dum, pertenecen a Kheleb Dum y a nadie mas.
Rhomdur dice: Es más, queremos que tal promesa figure por escrito en vuestras leyes, puesto que todos saben que la palabra de los enanos es inquebrantable, mas nadie asegura que la
palabra de los elfos lo sea.
Dices en adurn: Así se hará. En cuanto vuelva a Thorin redactaré dicha ley y su infracción se castigará duramente.
Rhomdur se relaja visiblemente.
Rhomdur dice: Bien.
Gudmair asiente levemente.
Gudmair dice: La segunda Rhomdur.
Gudmair le da un papel con un dibujo, parece ser un elfo con una flauta.
Rhomdur dice: Emmmm.
Rhomdur observa el dibujo.
Rhomdur pregunta: ¿Quién le ha puesto tetas a Hagalnae el Alienado?
Rhomdur trata de contener la risa.
Gudmair sonrie.
Astrion se aproxima a Rhomdur y observa el dibujo que sostiene.
Rhomdur llora de risa.
Rhomdur trata de contenerse.
Gudmair pregunta: ¿No os gusta mi obra maestra?
Exclamas en adurn: ¡No me digais… no me digáis que eso es Hagalnae Wyn’Ryel!
Astrion se ríe con ganas
Rhomdur pregunta: Por mis barbas hermano, ¿desde cuándo te dedicas al arte?
Gudmair llora de risa.
Rhomdur saca una daga de su bota.
Rhomdur cercena la cabeza del dibujo con un ágil movimiento de muñeca, lo tira al suelo y lo pisotea.
Rhomdur dice: Thorin no se inmiscuirá cuando nos cobremos la vida de Hagalnae, como es nuestro legítimo derecho.
Rhomdur dice: Esa es nuestra segunda reclamación.
Gudmair dice: Hagalnae es bardo muerto cuando se cruce en nuestros caminos.
Rhomdur dice: Si es que sigue vivo.
Dices en adurn: Como dije anteriormente, si hay rencillas entre Kheleb Dum y Veleiron, Thorin no se inmiscuirá de ninguna manera.
Astrion se santigua
Dices en adurn: Si su castigo es la muerte por las fechorías cometidas, solo ruego que Eralie reciba su alma en su seno
Rhomdur pregunta: En tal caso, ¿algo que añadir, hermano Gudmair?
Gudmair se gira hacia Rhomdur.
Gudmair dice: Hermano parece que todo está en orden, parece ser que el gran druida desea la paz, y lo tiene bien claro, diría que transparente.
Dices en adurn: Sin embargo, señores, tengo una petición que haceros.
Rhomdur dice: Te escuchamos, Astrion de Thorin.
Dices en adurn: Cualquier persona que sea vista talando árboles en Thorin, será castigado por Kheleb con el mismo castigo que impondrá Thorin, exceptuando la maldición natural cuyo
derecho solo pertenece a Thorin.
Gudmair pregunta: ¿Qué opinais, Rhomdur?
Rhomdur dice: Entiendo su reclamación y la considero justa, pero…
Rhomdur dice: Kheleb tiene sus propios castigos para los ciudadanos que infrinjan las leyes de ciudades aliadas.
Rhomdur dice: Nos comprometemos a redactarlas por ley.
Rhomdur dice: No podemos poner en manos de nadie el castigo de nuestros propios ciudadanos.
Gudmair asiente con la cabeza.
Dices en adurn: ¿Y qué pasa con los ciudadanos de otras ciudades? Por ejemplo, imagínese que un Takomita es sorprendido talando en Thorin.
Rhomdur dice: Los asuntos entre Thorin y otras ciudades no conciernen a los enanos, al igual que los asuntos entre Kheleb y otras ciudades no conciernen a los Thorinyas.
Gudmair dice: Exacto, se os apoyará en el caso de que quebranten vuestras leyes.
Rhomdur dice: Si con el tiempo nuestra relación evolucionara hasta una amistad duradera.
Rhomdur dice: Podría negociarse nuevamente este punto.
Rhomdur dice: Pero por ahora solo nos comprometemos a la paz.
Rhomdur dice: Eso si, os garantizamos, y redactaremos la ley, que cualquier ciudadano de kheleb que quebrante vuestras leyes será castigado.
Dices en adurn: Muy bien. Si Kheleb se compromete a castigar a sus ciudadanos las infracciones de las leyes de Thorin, nosotros también castigaremos a aquellos que expolien vuestras
minas sin el previo pago.
Rhomdur dice: Me parece justo.
Gudmair dice: Si, estoy de acuerdo.
Rhomdur dice: Defender las leyes de los aliados es el primer paso para una verdadera paz.
Gudmair dice: Parece que estamos de acuerdo en todo.
Rhomdur sonrrie ampliamente.
Rhomdur dice: Por mis barbas que si.
Dices en adurn: Y como gesto de buena voluntad, Thorin permitirá a los enanos de Kheleb Dum talar aquellos árboles que cubren el sendero al túmulo, donde las arañas ya han
envenenado a los árboles y que ahora solo se van pudriendo poco a poco. Sin embargo, hay mucha madera rescatable.
Rhomdur hace una profunda reverencia.
Haces una reverencia respetuosa a Rhomdur y Gudmair.
Gudmair asiente levemente y con respeto a Astrion.
Rhomdur dice: En tal caso.
Rhomdur se acerca caminando pesadamente a Astrion y le tiende la mano.
Astrion estrecha con fuerza y efusividad la mano de Rhomdur.
Rhomdur dice: Redactaremos las leyes necesarias, y cuando todo este listo y todos estemos de acuerdo con la redacción, firmaremos la paz.
Dices en adurn: Por la paz.
Rhomdur dice: Por la paz, semielfo.
Gudmair sigue el gesto de Rhomdur y le tiende la mano a Astrion.
Rhomdur dice: Que Eralie y Gloignar nos guíen, para hacerla duradera.
Astrion estrecha la mano de Gudmair
Gudmair dice: Un placer reunirse con gente donde la cordura no le ha abandonado.
Rhomdur rebusca en su bolsa y saca el barrilete de cerveza.
Sonríes ligeramente.
Rhomdur dice: No se si… bueno si bebeis cerveza en Thorin.
Astrion mira con reproche a Rhomdur.
Gudmair espera como una estatua la respuesta de Astrion.
Dices en adurn: Algunos semi-elfos tienen el gusto un poco dulce, sin embargo siempre he preferido el gusto amargo y picante de la cerveza enana.
Te ríes alegremente.
Rhomdur asiente con aprobación.
Rhomdur da un largo trago del barrilete.
Rhomdur te ofrece Barrilete [Cerveza].
Gudmair sale de su posición de estatua aliviado.
Rhomdur exclama: ¡Porr la paz!
Gudmair dice: Creía que no iba a beber hermano.
Rhomdur se acerca y le susurra a Gudmair.
Rhomdur dice: Con eshtosh shemielfosh nunca she shabe.
Pegas un buen trago de Cerveza.
Gudmair se rie.
Astrion se tambalea y tose.
]
Gudmair se levanta el bigote para mostrar que no para de reirse.
Exclamas en adurn: Por Eralie, ¡esta es la más fuerte que he probado en años!
Te ríes alegremente.
Pegas un buen trago de Cerveza.
Gudmair exclama: ¡Porr lash nuevash alianzash!
Rhomdur exclama: ¡Porr lash alianzash!
Exclamas en adurn: ¡Por las alianzas!
Gudmair levanta la cerveza y se la bebe de un trago, aunque gran parte se derrama por su barba y su armadura.
Rhomdur dice: Sh *hiplash obligacionesh del carrgo nosh lo perrmiten, podemosh continuarr en la taberrna de Takome.
Dices en adurn: desde luego que si, yo os invito.
Dices en adurn: Pero tenéis que decirme de donde sacáis esta cerveza, Maese Rhomdur. debo aprovisionarme.
Rhomdur dice: Lash shacerrdotishash de Gloignarr de Kheleb shon lash arrtíficesh.
Rhomdur dice: Mantienen una fuente shiemprre exshhuberrante.
Gudmair dice: No comerrciamosh con la cerrveza, esh shagrrada parra noshotrrosh.
Rhomdur dice: De la que cualquier aliado de los enanos puede beber sin dudar.
Gudmair dice: Perro shiemprre eshtarrásh invitado.
Sonríes.
Dices en adurn: A la taberna de Takome pues, terminemos ahí la noche que aún es joven.
Al abandonar las sagradas estancias del templo te percatas de lo liviano que te sentías en su interior.
Templo de la Luz: Entrada [-de-,s]
Gudmair (Ena) y Rhomdur (Ena) te siguen.en respuesta a: Estadísticas Oficios #345214Totalmente de acuerdo, tal vez el marinero a nivel 10 podría dar int, y el pescador a nivel 10 sab, o al reves, o que solo uno de ellos de int, preferiblemente el marinero ya que mola mas xd.
en respuesta a: Atraer mas jugadores al mud, especialmente invidentes. #321618Hola. Yo la verdad es que sugeriría que aparte del tutorial, a los novatos se les adjudique un área especial, hasta nivel 10, y que se les guíe como ir explorando, matando, haciendo un par de quests… para que aprendan a desenvolverse, y luego ya transladarlos a ierea cuando sean 11.
-
AutorRespuestas