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Aventuras de Thorin – parte 3. La esperanza se desvanece.
Gritos. Un grito de una aglomeración inmensa era lo que se escuchaba. Un grito que reclamaba muerte y sangre, un grito de venganza y crueldad, un grito del mal.
Con un sudor frío en su frente, se despertó. Sabía que algo malo sucedió aquella noche, sabía que el mal quería venganza, y se juró a si mismo que estarían preparados, no los
pillaría por sorpresa.
Se puso en pie, se vistió su túnica, y salió a la tenue luz del amanecer. contempló el sol que se elevaba por el oeste para iluminar la tierra y a los miles de seres que en
ella vivían.
Caminó sobre la hierba fresca, hasta la habitación del gran druida.
Tocó a la puerta, y recibió permiso para entrar.
Astrion hace una profunda reverencia a su mentor y el druida fundador, durthan.
Astrion: ¿qué sucede, maestro?.
Durthan, druida fundador. He tenido un sueño, Astrion. un sueño terrible, pero no lo califico de pesadilla, porque estoy seguro de que no lo es.
Durthan, druida fundador. Estaba soñando con el día en el que Daaruq y yo descubrimos el bosque de thorin, fue un día tan lleno de emociones, que aún ahora conservo esos
instantes en mi mente.
Durthan, druida fundador. Y de repente, me ví transportado hacia un lugar lleno de negrura, donde no pude ver nada.
Durthan, druida fundador. Y oí un grito, Astrion. Oí un grito de maldad, crueldad, ira y venganza, y creo que no me equivoco al suponer que algo bastante malo se nos echa
encima.
Astrion mira pensativo a Durthan.
Durthan, druida fundador. No me mires así, astrion. No estoy alucinando ni nada por el estilo.
Astrion: Jamás me atrevería a pensar tal cosa de vos, maestro.
Astrion: Pero, ¿tenéis alguna idea de qué podría significar eso?
Durthan, druida fundador. No, no sé ni quien es, ni cual es su propósito, solo presiento que algo se nos viene y no estamos preparados para ello.
Astrion: Entonces maestro, no se me ocurre ninguna idea, aparte de apostar más vigilantes en la entrada a nuestro bosque, y entrenar más a nuestros druidas y cazadores. pero
igual, supongo que no será suficiente
Durthan, druida fundador. Enviaré emisarios a takome y poldarn solicitando ayuda para contener a los enemigos que se nos echan encima.
Astrion: Me parece una buena decisión, maestro.
Ambos druidas salen de la estancia y se separan, cada uno a hacer lo que debían hacer.
Mientras tanto, en Eldor…
Jonay. Me habeis solicitado, guía?
Guía espiritual. Así es, hijo mío.
Guía espiritual. Necesito tu consejo desde un punto de vista militar.
Jonay. Estoy a vuestra completa disposición.
guía espiritual. Nuestro reino se empobrece cada día más, y nuestras relaciones con el exterior por medio de nuestro tesorero no constituirán la mejor opción a largo plazo.
Guía espiritual. Por eso, he estado pensando en abrirnos más y tener relaciones con el exterior, por lo menos con las ciudades cercanas como takome, poldarn, thorin o
veleiron.
Jonay. Eso sería un cambio muy fuerte para nuestro pueblo, guía.
Guía espiritual. Lo sé, pero si seguimos así seremos un reino regalado en bandeja para los orcos, sobre todo con este nuevo paso que han abierto através de los acantilados de
Hiros.
Jonay. Así es…
Guía espiritual. Pasaré esta noche rezando a Hiros y solicitando su consejo, y mañana pasaré el día en ayunas, quizás con la meditación apropiada y con la ayuda de hiros, podamos eligir una
decisión que le permita a nuestro reino importar suministros y alimentos, a la vez que exportamos lo que más tenemos, nuestros caballos.
Jonay hace una inclinación de cabeza al guía y abandona la estancia, cerrando la puerta tras de sí, dejando al guía mirando preocupadamente a las extensas llanuras Eldorian
desde su ventana.
En dendra…
Keltur Vorgash, emperador de Dendra por la gracia de Seldar, se hallaba reclinado en un trono transportado por 8 soldados, mientras que los demás soldados dendritas
preparaban los enseres necesarios para una larga temporada fuera de casa.
Soldado 1. Su excelencia, el archiprelado Vali quiere verle.
Keltur Vorgash. Dile que puede pasar, -mientras apartaba los cortinajes de su trono.
El archiprelado Vali, que ostentaba el primer rango jerárquico en la orden de D’hara, avanzó mientras hacía una inclinación de cabeza al emperador.
Archiprelado Vali. Su excelencia, quisiera aportar más fuerzas a la sagrada cruzada contra thorin. traigo conmigo a 500 caballeros, listos para unirse a su ejército.
El emperador sonríe levemente mientras asiente apreciativamente al archiprelado.
Keltur Vorgash. Sería un honor que estos nobles caballeros de seldar se unan a nuestracausa, vali.
El archiprelado mira con una indignación contenida al emperador. Cómo se atreve a no mencionar su rango!.
El emperador sonríe malignamente al darse cuenta de la indignación del archiprelado.
Keltur Vorgash. Puede irse, archiprelado.
El archiprelado gira con una indignación patente y abandona el círculo formado por la guardia personal del emperador, mientras este se ríe levemente.
En Takome…
Un hombre de mediana edad se detiene ante las puertas del bastión del bien, interceptado por los guardias.
Hombre. Dejadme pasar, vengo en nombre del druida fundador!
Los guardias se apartan y el druida pasa hacia la ciudad de takome. Caminó entre los puestos ambulantes que trataban de llamar su atención, y que vendían todo tipo de cosas,
desde frutas y pasteles, hasta varas y garrotes, supuestamente de índole mágica.
Llega hacia las puertas de la cruzada, y hace una reverencia a gwalchabad, cetro de Eralie.
Druida. Excelencia, vengo a traer una carta al cruzado supremo.
gwalchabad sonríe.
gwalchabad. Hijo, no me llames excelencia, puesto que no ostento ningún rango en takome. Dremno!. Lleva esta carta al cruzado supremo.
Dremno coge la carta de las manos del druida y se adentra en la cruzada, rumbo a los aposentos del supremo, mientras que el druida se sentaba en una silla y entablaba una
conversación con gwalchabad.
el mensajero se detiene de repente y hace una reverencia respetuosa a un hombre de mediana edad que se encontraba apoyado en la pared, contemplando las 7 estatuas que
decoraban el paso de los héroes.
Hombre. A donde te diriges, hijo?
Mensajero. General, me han encargado transmitir una carta al cruzado supremo.
El general se aparta de la pared y camina hacia el mensajero.
general. Déjame ver la carta.
El mensajero extiende la carta al general. Este la abre, y tras leerla, sonríe.
General. El druida fundador de los nyathors pide ayuda a takome, puesto que cree haber visto un peligro en sueños.
el general se ríe socarronamente.
general. No vamos a molestar al supremo ni a la reina con esta tontería. Dile al emisario que takome está muy ocupada con los ataques que recibe cada día como para prestar
fuerzas a ese viejo chiflado, para contener un peligro que vio en sueños.
El general ríe socarronamente mientras el mensajero permanece indeciso.
general. A qué esperas, hijo?. ve y transmite la respuesta.
En Poldarn…
Soldados! cubrid el flanco este! Paladines, todos conmigo!. Por poldarn y por eralie!. Luchad! luchad!
Lord Nardiel contemplaba la batalla que se libraba a 200 metros de las puertas de poldarn.
Los demonios de fuego enviados por Alchanar avanzaban imparables, mientras que los paladines y soldados retrocedían atemorizados por la masa de demonios que se les echaba
encima.
Lord nardiel, comandante honorífico. Mantened vuestra posición!. Paladines, soldados, hijos de Eralie! Mantened vuestra posición y luchad por Eralie!. Tened a eralie en
vuestros corazones y él estará con vosotros!. Cargad!. cargad!.
Un águila se acercaba volando por el horizonte, y aterrizó en el balcón, al lado de Nardiel.
De repente, su forma comenzó a cambiar, y terminó en un hombre joven, que rápidamente realizó una reverencia a nardiel.
Lor nardiel. Quien sois que os atrevéis a aterrizar aquí sin mi consentimiento previo?
Hombre. Disculpad mis maneras, mi lord, pero vengo por parte del druida fundador de Thorin.
El hombre entrega una carta al comandante, y este la lee, tras lo cual mira al hombre detenidamente.
Lord Nardiel. Como ves, hijo, estamos librando una batalla, y nuestras fuerzas son pocas. no podemos dejar poldarn desprotegida, los demonios aprovecharían tal oportunidad
para conquistarlo y expandir su territorio.
Hombre. Entiendo, mi lord. Transmitiré vuestras palabras al gran druida.
en thorin…
Durthan, druida fundador. Takome dice que no enviará nada, y Poldarn dice lo mismo aunque de manera más educada. no sé qué podemos hacer, Astrion.
Astrion: Maestro, ¿y si enviamos otras misivas a veleiron y eldor.
durthan, druida fundador. Veleiron está bastante lejos, no llegarán a tiempo
Durthan, druida fundador. Y eldor no enviará nada, evitan siempre que pueden relacionarse con el exterior
Durthan, druida fundador. Estamos solos en esto, astrion. estamos solos.
Durthan, druida fundador suspira cansadamente, mientras Astrion mira con temor la frondosa naturaleza que cubre de paz y sosiego el bosque de Thorin, dándole un aire místico.
Fin de la parte 3, pronto llegará la parte 4 y la última.
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