Inicio › Foros › Historias y gestas › Aventuras de Thorin (primera parte)
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Astrion se hallaba sentado en su cámara de la cabaña Nyathor.
Estaba escribiendo atentamente en un pergamino antiguo, hasta que unos golpes en la puerta lo sacaron de su estado de concentración.
Astrion: ¡adelante!.
por la puerta entró Durthan, y rápidamente Astrion se puso de pie y realizó una profunda reverencia ante su superior.
Durthan, druida fundador: Siéntate astrion, tenemos un problema para estar perdiendo el tiempo con estas estúpidas formalidades.
Astrion mira asombrado a Durthan y este le hace un guiño divertido, para luego ponerse serio y tomar asiento en uno de los troncos dispuestos a lo largo de la cámara.
Durthan, druida fundador: El hijo de Sherion y Starcam ha desaparecido. Lleva 2 días sin ser visto. Los padres pensaban que estaba en algún árbol jugueteando con alguna
dríada, pero tras preguntarles a todas, dicen que no han estado con ningún niño últimamente.Astrion: ¿Y dónde creéis que podrá estar?.
Durthan, druida fundador: Si lo supiera no habría acudido a vos. Debemos realizar una búsqueda por todo el bosque.
Astrion: De acuerdo, dividiré a los cazadores para que realicen la búsqueda por fuera del claro, los druidas nos encargaremos del claro y el poblado
Algún tiempo más tarde, todo estaba dispuesto. Las filas de cazadores Thorinyas salían del claro, en búsqueda del pequeño de Sherion y Starcam, mientras los druidas se
encargaban del claro y el poblado.Tras una exaustiva búsqueda tanto por el bosque como por el claro, el pequeño seguía sin ser encontrado, y los padres del chico estaban istéricos por recuperar a su
primogénito.Durthan, el druida fundador se encontraba con los codos apoyados en la mesa, y tenía la cabeza entre sus manos. En frente de él se hallaba sentado Astrion.
Astrion: Hemos cubierto la totalidad del bosque, maestro. No hay rastro de él. Solo nos queda por buscar en la zona de los túmulos, pero en caso de que se halla adentrado por
esos sitios atestados de arañas, podemos darle por perdido.Durthan, druida fundador: ¡Debemos conservar la esperanza, Astrion! No podemos rendirnos tan fácilmente. Me produce una gran congoja decir esto, pero si no queda otra,
deberemos adentrarnos en los túmulos… y acabar con cuantas arañas se interpongan en nuestro camino.Astrion baja la cabeza apenado.
Astrion: Cierto que las arañas últimamente se han estado comportando de una manera salvaje… pero igualmente acabar con sus vidas me produce una sensación extraña.
Astrion: Pongámonos en marcha, maestro. Es mejor empezar ahora que aún tenemos algo de luz solar.
El poblado estaba acongojado. Todos recordaban al pequeño de Sherion y Starcam, y el estado de los padres les rompía el corazón.
Astrion: Bien, hermanos. Ha llegado la hora de que demostremos de lo que somos capaces de hacer si amenazan la vida de uno de nuestros jóvenes. ¿Estáis conmigo, hermanos,
para salvar al chiquillo y devolverlo a los brazos de sus padres?. ¿Estais conmigo, para enfrentarnos a las arañas y salir indemnes?.Un murmullo generalizado empezó a escucharse, y aquí y allá Astrion vio a gente asintiendo.
Astrion: Vamos pues, hermanos. Confiemos en Eralie y llevémosle en nuestros corazones, su bendición caerá sobre nosotros y saldremos victoriosos.
Todos se adentraron en la lúgubre y oscura senda que conducía a los túmulos.
Durthan, druida fundador se acerca a Astrion.
Durthan, druida fundador: Esto me da mala espina, Astrion. Ninguna araña se ha interpuesto en nuestro camino. Observad a los lados de la senda, se averiguan sus formas, pero
no comprendo por qué no nos atacan.Astrion: Tal vez sientan temor de nuestros poderes.
Durthan, druida fundador: No lo creo, antes salían a causar disturbios entre los animales, habiendo varios druidas presentes, y nunca tuvieron temor
Durthan, druida fundador: Sin embargo, coincido con vos en que están atemorizadas, pero no creo que sea de nosotros.
Ante ellos apareció la imagen del túmulo de Thorin, antiguamente magestuoso, pero ahora estaba completamente derruido, y apenas se mantenía en pie
Astrion: ¿Deberemos entrar en los túmulos?.
Durthan, druida fundador: Si no nos queda otra, sí, tendremos que entrar.
Varios osos de las cabernas de Thorin observaban al extraño grupo, que se apiñaba a las puertas de los túmulos. Inclinaron reverentemente sus cabezas, y volvieron a sus
cabernas.Uno a uno empezaron a descender las sinuosas escalinatas de los túmulos. Antiguamente estaban hechas de mármol pulido y blanco, sin embargo ahora solo era pierda
resquebrajada, pues el tiempo había hecho mella en el mármol.Varias arañas los observaban, sin embargo en ningún momento se atrevieron a cortarles el camino, y el extraño grupo atravesó sin contratiempos la cueva principal de los
túmulos, para luego descender a lo más profundo de los mismos, donde la luz apenas alcanzaba a iluminar las paredes de piedra, y el suelo cubierto de huesos y garras.Empezaron a llamar al crío por su nombre, pero la única respuesta que obtuvieron fue el eco de sus voces, y el ruido de las pinzas de varias arañas que corrieron a ocultarse.
A medida que avanzaban, el ambiente se hacía más pesado y denso, y un pútrido olor empezó a notarse.
Durthan, druida fundador: Preparaos, estamos a punto de ver qué es lo que causa tanto temor en las arañas.
Tras doblar una esquina del imponente pasillo de los túmulos, ante sus ojos apareció una imagen macabra, sacada de las pesadillas del más macabro de todos los seres. Decenas
de esqueletos y cuerpos en descomposición se alineaban contra las paredes, y de sus mandíbulas desprovistas de labios y dientes, descendía una saliva gelatinosa, que provocaron
las arcadas de varios druidas. Algunos esqueletos sostenían en sus manos esqueléticas varias armas.Uno de los arqueros encajó una flecha en su arco, y tensando la cuerda con rapidez, soltó la flecha que fue a incrustarse en uno de los ojos del esqueleto más próximo. Sin
embargo, el esqueleto permaneció completamente quieto, con las plumas de la flecha asomando por su cuenca ocular, dándole un aspecto más macabro.Durthan, el druida fundador, se acercó al esqueleto, y pasando a su lado, este no intentó cortarle el paso.
Inmediatamente, los demás comenzaron a seguir a Durthan, sin embargo, los esqueletos se movieron con rapidez, cerrándoles el paso.
Astrion: ¡Maestro, no nos dejan pasar!.
Y no os dejarán pasar a no ser que yo les ordene lo contrario.- dijo una voz susurrante y malvada.
Durthan, druida fundador: ¿Quien sois?. ¡Mostraos!.
La voz: ¿Tantas ganas tienes de verme, Durthan?
Una figura alta y esquelética salió por una de las esquinas. Su piel se hallaba infectada, y sus labios se curvaban en una sonrisa maliciosa.
Ruthrer, sacerdote de Eralie: ¡Llhioker!.
Llhioker: ¡Ruthrer, viejo amigo!. ¿Cómo te van las cosas?. Veo que has abandonado tus ostentosidades en Takome, y has venido para estar con esta chusma que se hacen llamar
defensores de la naturaleza.llhioker escupe al suelo, riendo suavemente.
Durthan, druida fundador: ¿Cómo te atreves a insultarnos de esa manera?. ¡Defendemos a la naturaleza de seres como tú, Llhioker!.
Llhioker: ¿Oh? ¿Y qué daño le hice yo a la naturaleza?
Llhioker: Sin embargo, no habéis venido para discutir conmigo, verdad?
Llhioker: ¿Habéis venido a por este chico?. Debo confesar que me he divertido bastante con él, hacía tiempo que nadie me daba información tan útil…
Niño: ¡Madre! ¡Padre!.
Sherion y Starcam: ¡Hijo mío!.
Llhioker: ¡oh, no!. El reencuentro aún no será posible…
Durthan, druida fundador: Qué quieres, engendro?.
Llhioker: Lo cierto es que es muy fácil, no sé cómo no lo adivinaste ya, viejo amigo.
Llhioker: A cambio del chico, quiero tu vida.
Astrion: ¡No, maestro!. No lo permitais!.
Llhioker: ¡Vaya!. El gran druida también ha decidido honrarnos con su presencia.
Astrion: ¡Entréganos al chico y arrodíllate ante el poder de Eralie, Llhioker!. ¡Arrodíllate y quizás quede alguna esperanza de salvación para tu condenada alma!.
Todo ocurrió a una velocidad, que tiempo más tarde, nadie ha logrado recordar cómo fueron las cosas exactamente.
Durthan se lanzó sobre Llhioker para arrebatarle al crío. Logró pillar a Llhioker por sorpresa. Sin embargo, este se recompuso rápidamente, y usando un hechizo, logró
paralizar a Durthan con éxito, mientras el crío corría hacia los brazos de sus padres.Astrion: ¡Maestro!.
Astrion intentó abrirse paso entre las decenas de esqueletos que le cortaban el camino, sin embargo por cada uno que caía aparecía otro en su lugar.
Llhioker: ¡Vaya!. Las cosas se ponen muy interesante, no creéis?
Una luz blanca empezó a aparecer detrás de Llhioker, sin que este lograse verla.
Llhioker: Tengo exactamente lo que quiero, Tengo al druida fundador delante de mí… e incapaz de defenderse, igual que un nonato en brazos de su madre.
La luz blanca destelleó por un instante, dejando a todos momentáneamente cegados.
Tras unos instantes, los ojos de Astrion lograron adaptarse de nuevo a la oscuridad que reinaba en los túmulos, y descubrió a un oso blanco que estaba detrás de Llhioker.
La impresión de Llhioker fue muy grande, lo que hizo que perdiese la concentración, y Durthan quedaba libre del hechizo que lo mantenía paralizado.
Durthan, druida fundador: ¿Daharuk?.
Las lágrimas empezaron a resbalar por el rostro ceniciento de Durthan, al recordar todas las aventuras que pasó con su viejo amigo.
Durthan, druida fundador: No puede ser, ví con mis propios ojos cómo Zrom Garragris te mataba…
Daharuk se acercó a Durthan, y al intentar tocarlo, su cuerpo etéreo traspasó el cuerpo sólido de Durthan.
Astrion oyó cómo Daharuk hablaba con Durthan, con una voz como si estuviese lejano, en otro sitio, y cómo las lágrimas de Durthan caían más y más, perdiéndose en su barba.
Llhioker: ¡Suficiente!. Alégrate, Durthan, puesto que ha venido para llevarte con él!. ¡Muere!.
llhioker sacó rápidamente una daga, y se la lanzó a durthan, sonriendo con macabra anticipación.
Daharuk se interpuso entre la daga y Durthan, y la daga se hundió profundamente en su pecho.
Destelleando con una furiosa y pura luz blanca, Daharuk explotó en miles de partículas, formando un rayo mortal que le dio de lleno a Llhioker, acabando así con su nefasta
existencia.Los cuerpos esqueléticos empezaron a derrumbarse sobre sí mismos, y el sonido de sus armas al chocar contra el suelo reververó por todos los túmulos, anunciando la caída del
maligno sacerdote de Seldar.Astrion se acercó rápidamente a Durthan, y tomándole de los hombros, le examinó de cerca.
Astrion: ¡Maestro, os encontráis bien?.
La emoción de Durthan por ver a su viejo amigo y despedirse de él como le habría gustado era muy patente, y Astrion no insistió en preguntarle por su estado.
Tiempo más tarde, uno a uno salieron de los túmulos, y todos se alegraron de ver de nuevo la luz del sol, y de sentir el calor de este en sus rostros. El chico de Sherion y
Starcam iba en brazos de su madre. Estaba dormido, mientras esta le acariciaba el pelo, y de vez en cuando soltaba algún que otro sollozo.Durthan se hallaba aún en estado de conmoción, y fue llevado a su cámara rápidamente, mientras las noticias de lo ocurrido se extendió en thorin como la pólvora.
Astrion se sentía fatigado, había sido un largo día y todo lo ocurrido lo había puesto muy tenso.
Tras una noche de descanso, Astrion fue convocado a la cámara de Durthan.
Astrion: ¿Maestro, qué tal os encontráis?.
Durthan, druida fundador: Muy bien, hijo mío. Ayer ha sido un día muy duro para mí.
Astrion: Lo comprendo, maestro.
Durthan, druida fundador: ¿Sabes?. Daharuk y yo exploramos este bosque centímetro a centímetro. Juntos,, él y yo hicimos frente a múltiples peligros, pero siempre salimos
indemnes de ellos.Durthan, druida fundador: Pero el ataque de Zrom Garragris… sencillamente nos tomó por sorpresa, y fue asesinado delante de mis ojos. Yo ví cómo ese engendro goblin, lo
abría en canal.Durthan, druida fundador: Claro está que luego me tomé la venganza y lo maté yo mismo con mis propias manos, pero lamentablemente el mal ya estaba hecho.
Durthan, druida fundador: Sin embargo, no llego a comprender qué fue lo que ocurrió ayer, pero me reveló que se sentía muy orgulloso de las decisiones que había tomado, y
que…Durthan ya no pudo continuar, y las lágrimas volvieron a caer por su rostro entristecido.
Astrion: Maestro, estoy absolutamente seguro de que Daharuk descansa en la morada de Eralie.
Durthan, druida fundador: Por lo menos, ya hice lo que antes no pude hacer, me despedí ya de él, y actualmente me hallo en un estado de paz y de sosiego.
Durthan, druida fundador: Eso sí, parece que mis 100 años de meditación lo mantuvieron muy impaciente.
Durthan, druida fundador hace un guiño cómplice a Astrion, y este le corresponde con una ligera sonrisa.
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