Inicio › Foros › Historias y gestas › Aventuras de un joven mago y sus dos pequeños amigos
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1.Su collar
El río Cuivinien fluía silenciosamente mientras Reesekh se encontraba junto a dos misteriosos Portales Mágicos que llevaban a Y502, un plano de existencia inexplorado.
Canh apareció de repente en medio de una explosión de luz, desconcertando a Reesekh.Reesekh, intrigado, preguntó: «Pequeño Canh, ¿qué ha pasado?»
Canh respondió: «Hola, amigo Reesekh. Vengo de Y502, ese plano maldito cuyo acceso ha sido creado por Dalim, la archimaga de la torre de ébano.»
Reesekh asintió y dijo: «He oído hablar de esos portales. Últimamente, no se habla de otra cosa en las torres de magia.»
Canh continuó con su relato: «Estaba en una taberna en Anduar cuando algo me tiró de repente y me vi en una tierra llena de zombies y otras criaturas malditas. Tuve que correr para sobrevivir, hasta que encontré un portal y me aventuré en él. Y ahora, estoy aquí.»
Reesekh sonrió y dijo: «Bienvenido, Canh. Me alegra verte.»
Luego, Reesekh cambió de tema: «Me dirijo a Aldara, he oído que en las cuevas submarinas se encuentra una hidra custodiada por saguajines. Uno de ellos lleva un collar que aumenta las capacidades mágicas de su portador. Como sabes, estoy estudiando en la torre de encantadores para convertirme en un poderoso mago.»
Canh se mostró entusiasta: «¡Oh, perfecto! Siempre estás dispuesto a ayudar, Reesekh. Y, aunque tienes experiencia con hechizos, ten cuidado en estas tierras peligrosas.»
Reesekh mencionó a su amigo Sombraluna: «Estoy esperando a mi amigo Sombraluna, un gnomo con un carácter difícil pero leal a sus amigos.»Mientras hablaban, Sombraluna apareció en el puente.
Reesekh Silbó para llamar su atención
Sombraluna bajo y se sentó en una pequeña piedra, su piel estaba pálida y de su nariz colgaba un pequeño moco que parecía a punto de deslizarse sobre sus labios.
Canh le ofreció una planta llamada Arlan, que alivió sus síntomas de resfriado.
Reesekh anunció emocionado: «Ahora que estamos reunidos, partamos a la aventura. No puedo esperar más para obtener ese collar. Seré la envidia en la escuela de Lord Daeron.»
Sombraluna asintió: «Vamos, Reesekh. Mi honda siempre está al servicio de un amigo.»Los tres amigos comenzaron a trepar por las resbaladizas piedras del puente, listos para enfrentar los peligros que les aguardaban en el camino hacia Aldara. Canh y Sombraluna se adelantaron, vigilando desde los árboles en busca de enemigos.
Finalmente, llegaron a las puertas de Aldara. Aprovechando la oscuridad de la noche, se movieron sigilosamente junto a la muralla para evitar ser detectados por los guardias en las almenas.
Reesekh compartió su plan con una sonrisa maliciosa y explicó: «Voy a crear una distracción. Cuando los guardias se distraigan, atacad.»
Canh y Sombraluna asintieron, listos para la acción. Reesekh alzó sus brazos y conjuró un hechizo que creó una criatura etérea, una sombra aterradora que se deslizó hacia la puerta principal. Cuando los guardias vieron a la criatura, entraron en pánico y comenzaron a disparar sus ballestas.Reesekh exclamó: «¡Ahora!» y los tres amigos corrieron hacia los guardias, que estaban completamente desorientados por la ilusión de Reesekh. Canh y Sombraluna usaron sus hondas con precisión, lanzando piedras que impactaron en las cabezas de los guardias, dejándolos sin posibilidad de defenderse. La breve pero intensa lucha terminó con los guardias derrotados.
Sombraluna, con la respiración entrecortada, dijo: «Eso fue impresionante, Reesekh.»
Reesekh sonrió y respondió: «Estamos más cerca de nuestro objetivo. Ahora, sigamos hacia el faro y asegurémonos de obtener ese collar mágico.»
Los tres amigos continuaron su aventura, decididos a superar todos los obstáculos que se les presentarán en su camino hacia Aldara y su búsqueda del collar mágico.
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No podía aguantar ni un minuto más en la cama; le encantaba alardear delante de sus amigos. La noche anterior les había prometido que si se acercaban a los campos de Anduar al alba, les sorprendería con el hechizo más impresionante que habían visto en sus vidas.
Durante todo el día anterior no había parado de hablar de cómo, con su nuevo collar, sus poderes eran dignos de un poderoso mago, y que en la escuela de magia le habían enseñado a invocar elementales de todo tipo.
Había un grupo de por lo menos 15 niños esperándolo.
Reesekh llegó con la cabeza bien alta y el pecho hinchado.
Pretendió no haberse dado cuenta, pero entre el grupito estaba Shadrisa, la chica que lo tenía enamorado.
Uno de los niños gritó: ¡Vamos, Reesekh, queremos ver si es cierto o te lo estás inventando todo!
Zakamwel tiró el puñal al aire y lo recogió con maestría.Reesekh cambió su expresión por una mucho más seria. Levantó las manos con las palmas hacia arriba y comenzó a recitar un pequeño cántico.
Zakamwel miró alrededor a la juventud.
Zakamwel sonrió.
Un montón de tierra se levantó y comenzó a formar la forma de un humanoide, pero al instante se desvaneció con la corriente en dirección a un pequeño y denso arbusto.
Zakamwel chasqueó los dedos de la mano derecha.
No entendía qué había pasado, así que volvió a recitar el cántico y lo mismo sucedió. Esta vez ni siquiera llegó a formar ninguna silueta. Es como si una corriente mágica absorbiera la energía.Zakamwel sonrió.
Preguntas en dendrita: ¿Qué está pasando?
Zakamwel, a espaldas de Reesekh, se tapó la boca con la mano mientras se reía.
Zakamwel dijo: Ay, pues no sé, amigo.
Preguntas en dendrita: ¿Quién anda ahí?
Zakamwel preguntó: ¿Qué es lo que intentas?
Zakamwel salió de su escondrijo.
Zakamwel estrechó la mano de Reesekh.
Zakamwel dijo: Zakamwel Ashkar, encantado.
Preguntas en dendrita: ¿Eres tú el que intenta dejarme en vergüenza delante de mis amigos?
Zakamwel puso cara de pícaro.
Preguntas en dendrita: ¿Estás robando mi magia?
Zakamwel silbó inocentemente.
Zakamwel cruzó los brazos delante del pecho en actitud defensiva.
Dices en dendrita: Había oído hablar de vosotros… El profesor de defensa contra subterfugio nos advirtió.
Zakamwel dice: Amigo mío, ¿cómo puedes pensar que un Ashkar quiere dejarte en evidencia? No, hombre.
Zakamwel dice: A ver, prueba otra vez.
Reesekh da una vuelta alrededor de Zakamwel y acto seguido formula el cántico «duplos magis».
Dices en dendrita: Nada sucedió alrededor de Reesekh, pero sin embargo, 4 Zakamweles aparecieron alrededor de ellos.
Zakamwel se ríe.
Exclamas en dendrita: ¡Ladrón!
Zakamwel dice: Amigo, no puedes tratar de formular algo poderoso alrededor de mi aura mágica.
Zakamwel dice: La magia se inclina hacia mí, y mi condición hace que los automatismos dirijan las fuentes energéticas hacia mí.
Zakamwel dice: Ya verás.
Zakamwel da diez pasos largos en dirección sur.
Zakamwel dice desde lejos: «Prueba ahora».
El grupo de amigos admiraba a Zakamwel y Reesekh. La tensión crecía entre los dos. Reesekh tenía una expresión de preocupación en su cara, pues había sido humillado.
Comienzas a formular el hechizo ‘Espejismo’.
Pronuncias el cántico: ‘sancti numbro duplis’.
Seis imágenes semejantes a ti aparecen a tu alrededor.Zakamwel aplaude brevemente.
Zakamwel dice: Ves, amigo mío, no es que yo lo haga de forma voluntaria, es que te resulta imposible formular algo poderoso a mi alrededor sin que la magia intervenga a mi favor.
Zakamwel dice: Pero no te preocupes, permanezco aquí alejado para que puedas invocar el elemental que querías mostrarles a estos chiquillos.
Zakamwel dice: Pero antes, una pregunta.
Zakamwel se acerca a zancadas a Reesekh.
Zakamwel te pregunta: ¿Esa no es la chica que te gusta?
Asientes con la cabeza.Dices a Zakamwel: Por favor, ayúdame a impresionarla.
Zakamwel asiente también con la cabeza y da una palmada de ánimo en la espalda a Reesekh.
Zakamwel va hacia los chiquillos.Zakamwel exclama: ¡Chavales, chavalas!
Dices a Zakamwel: Voy a lanzarte una flecha mágica, y tú finge estar herido por ella y desaparece. Así diré que te vencí en combate singular. Ella quedará impresionada.Zakamwel dice: Aquí tenéis a Reesekh, tiene un hechizo que yo no he sido capaz de conseguir en mi vida, y lo va a hacer realidad delante de todos vosotros.
Zakamwel se aleja muchos pasos y se pone detrás de toda la caterva de niños.
Reesekh pide a uno de sus amigos que recoja una manzana del suelo. Luego indica que la ponga en la cabeza de Zakamwel.
Zakamwel se agacha para facilitar la tarea, debido a su gran altura.
Zakamwel vuelve a ponerse en pie, mientras sujeta la manzana sobre su cabeza con una energía mágica.Reesekh comienza a mover sus manos con mucha velocidad y con una sacudida, un arco mágico aparece en sus manos. En él, una flecha en llamas sale disparada a toda velocidad, atravesando la manzana.
Zakamwel aplaude condescendientemente.
Todos los niños comenzaron a aplaudir. Reesekh se sentía un héroe.
Zakamwel aplaude felizmente.
Zakamwel grita exclamando en dendrita: ¡Wow!
Zakamwel exclama: ¡Impresionante, chavales!
Zakamwel pregunta: ¿Ni rastro de la manzana, lo vieron?
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