Bazar Yelan
Una pequeña tienda un tanto liada y con un pequeño mostrador desde donde Yelan te espera impacientemente para que compres algún artículo. Detrás de este mostrador hay unas roídas
cortinas que dan paso al almacén en donde Yelan guarda los artículos menos demandados. Para los más demandados tiene una pequeña vitrina debajo del mostrador. Al fondo de la tienda
hay una debilucha silla para que los clientes esperen su turno.
Puedes ver una salida: -noroeste-.
Yelan, el tendero de Thorin y Rakhzhurrudurudughruak, el Ent Ancestral están aquí.
Bazar Yelan [-no-
Letrero.

Sylbira empieza a formular un hechizo.
Sylbira te examina.
Sylbira pronuncia el cántico: ‘minor hielum resit’
Eres cubierta por un aura cian brillante.
Dices en adurn: gracia ssean dadas, hermana druida
Sylbira dice: nada debes agradecer, pues es este nuestro oficio con la naturaleza y con quienes la pueblan.

[Emoción Eldhana se ajusta el talabarte de la espada

Dices en adurn: así es, pero entre los servidores de Eralie nunca está de más el agradecimiento y el buen hacer

Sylbira dice: cierto. Hace tiempo hablé con una sacerdotisa cruzada para confesarme
Sylbira te mira.
Dices en adurn: la confesión no va conmigo, para mí la comunión con Eralie viene de la contemplación de los bosques y las tierras salvajes, sus pájaros, sus bestias y en el rumor
del agua está su canto

Sylbira dice: La verdad, yo tampoco acostumbro a hacerlo, aunque de bez en cuando viene bien para ayudar a purificar el alma. no me calificaré con ingenuo e hipocresía, no
obstante, de fanática creyente. Hay menesteres de eralie con los que nunca he estado de acuerdo. En lo que no pueda seguirle, lo compensaré con otras metas. Por algo
pertenecemos a razas capazes de cuestionarse su papel en el mundo.

Dices en adurn: aún así, para mí, Eralie está en la naturaleza

Dices en adurn: no dentro de un frío templo de piedra ni en las monótonas  palabras de los monjes humanos

Sylbira dice: un templo solo únicamente es un monumento a una deidad, no la deidad en sí. Ha sido construido por los hombres. Es totalmente imposible que Eralie habite en un lugar
tallado por una mano humana cuando puede extenderse por toda Eirea.

[Emoción Sylbira te tiende la mano.
[Emoción Eldhana te observa desde las profundidades de su capucha

[Emoción Eldhana te extiende su mano, pequeña pero fuerte y estrecha la tuya

Yelan, el tendero de Thorin, pregunta: ¿En qué puedo ayudarte?
Yelan, el tendero de Thorin, dice: Siéntate si quieres en la silla, viajero.

Dices en adurn: soy Eldhana de Veleiron, aunque rara vez vuelvo por las tierras en las que me crié

Sonríes suavemente.

Yelan, el tendero de Thorin, exclama: ¡¡Pase, vea y compre!!
Sylbira dice: Sylbira, de thorin. Creo que no me había presentado, aunque extrañamente recuerdo haberte conocido alguna vez. Suelo venir mucho por mi ciudad.
Asientes con la cabeza lentamente.

Dices podría ser. En adurn:  encuentro la paz entre los grandes troncos de este bosque en compañía de gentes más afines a mí que el bullicio de Veleiron. Tal vez estuviera renovando
mi equipo o aprovisionándome para algún viaje al Norte
Dices en adurn: viajo habitualmente por las tierras salvajes, pues mi espíritu se haya más feliz entre las criaturas vivientes y los árboles que entre los humanos, o Enanos

Sylbira dice: yo viajo entre reinos y bosques, entre ciudades y desiertos. El mar es lo único que todavía no he explorado con coraje, pues nunca he tenido un barco para ello.

Sylbira pregunta: Y a dónde pretendes   ir? Dónde os lleva la curiosidad?

===

Eldhana le hace una señal a la druida y ambas abandonan el tenderete y caminan hasta uno de los puentes colgantes del Pueblo de Thorin.

Sylbira dice: cuántos pájaros, cuantos cantares, cuanta paz reina bajo y sobre los árboles de este bosque…

Usando el lenguaje elfico para hablar y escribir.

Preguntas en elfico: habláis la Lengua de nuestros ancestros?

Sylbira dice en élfico: ese vendedor no nos dejaba tranquilos. Entiendo sus dificultades y la importancia de su oficio, pero quizás debería mostrarse algo más pasivo con los transeuntes y
gentes del pueblo.

Sylbira pregunta: Suficiente muestra ha sido esta de mi élfico?
[Emoción Eldhana parece relajada tras escuchar la lengua élfica en tus labios
[Emoción] Eldhana se lleva una blanca mano a la capucha y la retira dejando que la luz de las estrellas que se filtra entre las ramas refulja sobre su melena dorada y sobre sus finos rasgos

Sylbira dice: vaya arte es el de tu cabello. Como tallado por los mismos dioses.
Sonríes.

[Emoción Sylbira te devuelve la sonrisa amablemente.
Dices en elfico: bellas palabras de una bella lengua, hermana
Sylbira dice: gracias por vuestro cumplido. Cómo se hace notar la fluidez de la lengua de su tierra.
[Emoción Eldhana se apoya en la baranda y observa desde lo alto la brillante hierba y los gruesos troncos

[Emoción Eldhana se vuelve a medias y te observa

[Emoción Sylbira te acompaña observando el horizonte, pensativa.
Sylbira dice: Y pensar que antaño esto fue un gran bosque… Antes del Cataclismo… No puedo imaginar la belleza de este lugar antes de que los montes del destino escupieran su
temible fuego.

Dices en elfico: un lugar tan bello… y, sin embargo, en los túmulos del este las arañas se multiplican y extienden su peste y se comenta que los muertos se revuelven en sus tumbas

[Emoción Eldhana una sombra pasa por el inmaculado rostro de Eldhana

Dices en elfico: tiempos en los que nuestros ancestros erraban libres y descuidados por toda Dalaensar

Sylbira dice: quizás algún día recuperemos el esplendor.
Preguntas en elfico: qué pensáis sobre los elfos, hermana?

Sylbira dice: En parte soy uno de ellos? Siempre he pensado que su corazón es más bondadoso que el de la mayoría de los hombres. Quizás en ello tenga que ver su gran longebidad,
que al fin y al cabo les permite ser más conscientes de la importancia de los demás frente a la preocupación por uno mismo.

Dices en elfico: en cuanto a mí, mi corazón siente nostalgia de ellos, no me encuentro cómoda entre los humanos y en cuanto las gentes de Veleiron, ha sido mi infancia, pero no ha
sido nunca mi hogar, tal como debería de serlo

Dices en elfico: añoro la sabiduría de los Elfos, sus canciones, su forma de vida y la paz que consiguen en sus tierras

Sylbira dice: yo nunca he creído en el hogar. AL fin y al cabo, thorin es donde nací, pero no lo que soy.

Dices en elfico: pero para nosotros, sus bosques están cerrados y sus ciudades, ocultas

[Emoción Eldhana contempla el cielo con melancolía

Sylbira dice: normal es, pues grande es la belleza de su cultura.
Sylbira dice: por qué no deberíamos abrir nuestros bosques a su paso? NO parece que pretendan corromperlo.
Sylbira dice: Añoro el desconocimiento, pues aun haber visitado sus tierras, no he podido experimentar lo que de sus canciones, ritos y escritos se dice.
Sylbira te examina.

Niegas lentamente.

[Emoción Eldhana menea la cabeza mientras suspira

[Emoción Sylbira te palmea el ombro comprensiva.

Sylbira pregunta: si tanto añoras tu hogar, por qué no volver a él un tiempo?

Dices en elfico: no somos nosotros quienes los rechazamos, son ellos, que tras el cataclismo y el hundimiento de Tearolin cerraron sus fronteras. Ellos nos consideran a los
medio-elfos como extranjeros, mestizos indignos de compartir su suerte
Dices en elfico: lo intenté en el pasado y aún busco, pero Ithrin está cerrada para mí
Sylbira dice: siento tan mala noticia, hermana. Espero que algún día podáis regresar, y si tal acontecimiento se diera, sería un gran gusto acompañarte.

Dices en elfico: en mis viajes llegué a un rincón de la isla de Naggrung y allí aún viven unos cuantos Elfos, ocultos en un poblado en los acantilados, ppero ahora solo albergan a
algunos humanos, y cada día los elfos de antaño son menos numerosos, y sus tradiciones cada vez están más olvidadas.

Sylbira dice: La corrupción del hombre estará acabando con ellos? Así espero que no esté sucediendo.

Dices en elfico: no, con ellos acaba el frío, el hambre y los demonios que pululan como hormigas por todo el accidentado terreno helado de esa tierra salvaje y hostil

Sylbira dice: Pues buena cooperación se ha dado. Es sabido que algunos, tan solo por oro y riquezas masacrarían reinos enteros.
Sylbira empieza a formular un hechizo.
Sylbira pronuncia el cántico: ‘bleiso umanos’
Sylbira reza una plegaria a Eralie y te toca transmitiéndote su bendición.
Sylbira te examina.

Dices en elfico: mientras tanto, recorro sin cesar las amplias tierras en busca de un hogar. He contactado con algunos pequeños núcleos de Elfos errantes y de ayari

Sylbira pregunta: y cuáles an sido sus respuestas?

Dices en elfico: como los del poblado de Alrahir, escondido en los bosques del centro del continente, pero aún no he conseguido ganarme su confianza

Dices en elfico: aún así puedo decir que me aceptan y he aprendido mucho sobre ellos

Sylbira dice: tiempo al tiempo. Lo único incurable es la muerte. Veréis como algún día seréis como parte de la familia.

[Emoción Eldhana acaricia amorosamente el arco tallado en madera plateada que ha apoyado previamente sobre la baranda del puente.

[Emoción Eldhana suspira, sumida en sus pensamientos

[Emoción Sylbira se acerca contigo a la barandilla, observando ambos al túmulo.
Sylbira dice: no he olvidado vuestras preocupaciones sobre el túmulo.
Dices en elfico: hasta que ese momento llegue, combato al mal allá donde lo encuentre, especialmente el que se abate sobre las criaturas de Eralie que habitan en los bosques, cada
día más escasos

Sylbira dice: Soy más optimista en ese aspecto. Los bosques han sufrido mucho, mas su regeneracion, aun lenta, es constante.

Dices en elfico: sí, el sacerdote del claro me habló de un maligno tumulario que dirige a los nomuertos de ese lugar

Sylbira dice: Las arañas infestadas de mal de seldar son un problema constante, pero podremos resolverlo.
Asientes con la cabeza.

Dices en elfico: gracias a vosotros, los druidas, que purificais la peste de Seldar de vuestros bosques

Sylbira dice: ese es nuestro oficio.
Dices en elfico: pongo fin a su vida cuando las veo, pero manan del túmulo como un río y nunca parecen acabarse

Sylbira dice: Debo resolverlo, como todos los druidas que por allí pasan. Un río de arañas, una plaga imparable, mas debemos hacer lo posible para evitar su extensión enfermiza.

[Emoción Eldhana sonríe mientras deja caer su mano sobre la empuñadura de su larga espada que sobresale bajo la  capa del color del musgo.

Dices en elfico: me gustaría acompañaros y ayudaros, hermana

Sylbira dice: No olvidé los rumores que comentásteis sobre los muertos. Os hago saber que tales rumores, por desgracia, son ciertos. Varias veces han sido las que he estado allí
luchando contra la muerte. Pobres infelices obligados a resucitar una y otra vez… No puedo imaginar peor destino.
Dices en elfico: mi hoja está presta a abatirse sobre los sirvientes del Dios del Mal y la Podredumbre

Sylbira dice: por supuesto.
Sylbira dice: como la mía. Siempre afilada contra el mal para a seldar derrocar.

El Sol sale por el horizonte indicándote el comienzo de un nuevo día.
Sylbira dice: puedo guiaros a la cueva, si tal favor quisieras hacerme. Infinitas veces deberemos cumplir este cometido, mas es la única manera de que el bosque prospere.
[Emoción Eldhana observa el nacer del sol sobre las copas orientales del claro

[Emoción Eldhana recoge su arco y se carga el petate a la espalda, ajustándose las correas sobre la fina cota de malla del pecho

Dices en elfico: os sigo, hermana

Sylbira dice: vamos! A librar al bosque.
Sylbira dice: hoy el sol se yergue rojizo. Mala es, señal de que sangre se vertirá en una lucha imparable.