Inicio Foros Historias y gestas Con agallas y sin cabeza

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    • leiriel
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      Bosque de Wareth

      Te encuentras en el Bosque de Wareth, un pequeño y antiguo bosque situado en las cercanías de Ysalonna. Todo el terreno a tu alrededor está plagado de altos y frescos árboles que
      parecen llegar a tocar el cielo, por donde se filtran pequeños rayos de luz que iluminan el suelo, plagado de hierba, arbustos y todo tipo de plantas. El bosque está habitado por
      numerosos animales, debido a su ambiente fresco y tranquilo.

      Luce el Sol en el cielo.

      Leiriel salta de uno de los árboles con una baya que recogió antes de unos arbustos

      Leiriel la mira con curiosidad, es muy roja y no demasiado pequeña

      Una baya rojiza del tamaño de tu dedo pulgar. Es ovalada y en su parte superior hay varios filamentos verdosos mediante los cuales el fruto se agarraba a los arbustos en los que
      nacen. Su color es muy intenso y desprente un intenso aroma a cítricos,

      Leiriel la olisquea y la lame ligeramente, curiosa

      Thysseth sigue atentamente los movimientos de la joven semidrow desde la maleza.

      Leiriel camina entre los árboles mientras decide si mordisquear o no la baya

      Leiriel salta unas raíces y contempla un jabalí que gruñe a unos metros

      Thysseth levanta su hocico al aire, y olfatea para comprobar que no hay ninguna esencia de extraños al rededor.

      Leiriel se lleva la baya a la boca casi sin pensar, distraída con los animales que le salen al paso

      Te comes una de las bayas de Cyr. Está extremadamente amarga.
      Has acabado tu última dosis de cyr.

      Leiriel hace una mueca de asco

      Leiriel trata de escupirla, pero ya ha tragado demasiado

      Parece que tu Baya de Cyr empieza a hacer efecto. Notas como las pupilas se te dilatan y tu percepción del mundo cambia. Todo parece lento, muy lento. Te sientes concentrada y
      descansada. A tu alrededor todo adquiere colores extraños y llamativos.
      No entiendes muy bien por qué, pero todos los objetos gozan ahora de infinidad de diferentes y hermosos colores…

      Leiriel mira alrededor, perpleja

      Leiriel acaricia un árbol y sonríe

      Leiriel corretea por entre los árboles sintiendo una dichosa plenitud

      Qué simpáticos los hermanos árboles, que inclinan sus brazos poblados de hojas multicolor y te saludan, dándote la bienvenida a un mundo de algarabía, fantasía, alborozo, júbilo y
      -lo más importante- solidaridad con los tétricos y aburridos colores grises. Todos mueven sus hojas al compás del viento, y cada vez que lo hacen… ¡mutan
      instantáneamente sus colores!

      Thysseth confuso se apoya al pie de un arbol, intentando ver mas de cerca a la muchacha.

      Leiriel saluda a los árboles mientras se mueve entre ellos

      Leiriel ríe jubilosa

      ¡Vaya! ¡Nunca antes te habías percatado de la hermosura de tu Talismán de la Ferocidad! ¡Su gama de colores es tan exquisita y extensa, y parece cambiar a tu antojo! ¡Docenas de
      pequeñas manchitas crecen y se mueven como hormiguitas, cada una de un color diferente! ¡Te dan ganas de hincarle el diente, con ese aspecto tan seductor debe merecer la pena!

      Leiriel coge su talismán y lo contempla a punto de llevárselo a la boca

      ¡Vaya! ¡Nunca antes te habías percatado de la hermosura de tu Filo Tulgar! ¡Su gama de colores es tan exquisita y extensa, y parece cambiar a tu antojo! ¡Docenas de pequeñas
      manchitas crecen y se mueven como hormiguitas, cada una de un color diferente! ¡Te dan ganas de hincarle el diente, con ese aspecto tan seductor debe merecer la pena!

      Leiriel coge su filo tulgar y lo mira fascinada

      Leiriel bailotea extrañamente feliz

      El día es hermoso y te obsequia con una exquisita gama de colores para saborear. ¡Qué gusto poder paladear con los ojos este manjar sensorial! ¡La luz multicolor que
      llueve y empapa tu rostro, los reflejos del astro Sol que atinan justo entre tus ojos, los destellos que titilean como si fuesen estrellas fugaces de horario diurno! ¡Te dan ganas
      de sonreir, de reir a carcajadas, celebrando la existencia de tan ricos matices visuales!

      Thysseth susurra para si: ¿Que le pasa?, ¿Que ha ingerido?

      Leiriel levanta la cara y los brazos al sol

      Leiriel intenta trepar a un árbol pero pierde el equilibrio y ríe

      Un gusano se acerca a ti y te pregunta con gesto compungido: ¿Te encuentras bien, Leiriel? Tienes cara de estar sufriendo una buena indigestión…

      Leiriel mira un ghusano que parece hablarle y murmura algo en respuesta

      Impresionas a todo el mundo con tu colorida indumentaria. La gente se gira al verte pasar, y cuchichean las ancianas acerca de tu familia más
      cercana. «¡Dicen que por sus venas corre la sangre de Elvereth, el gran guerrero de los mil colores!». Te sientes en el apogeo de tu fama, con tu bien formado cuerpo de mil y un
      colores, que se mueve grácilmente, dejando como chiribitas de colores tras de sí, que flotan en el aire…

      Leiriel ensombrece el rostro al escuchar voces de gente que parece no estar ahí

      Leiriel mira alrededor, confundida

      Thysseth nervioso se tumba junto a un arbusto. Como si fuese a salir disparado hacia a la chica.

      Aranthond ha reencontrado el rastro y sonriendo se pregunta en que negocios ha estado metido cierto soldado nivrim y tras unas horas sigilando en el bosque lo encuentra aquí en una
      situación que despierta más interrogantes

      Leiriel murmura: Elvereth?

      Leiriel murmura: quién es? yo no tengo familia…

      Leiriel se pasa la mano por la frente

      Leiriel mira alrededor y se aleja de los árboles como si ahora fuesen una amenaza

      Leiriel pone las manos por delante, protegiéndose de ellos

      Leiriel grita: no!

      Thysseth decidido sale de su escondite con un gran salto.

      La realidad vuelve a su habitual monotonía cromática. ¡Fue divertido mientras duro!

      Leiriel se aparta bruscamente y choca contra un tronco, con un intenso malestar

      Leiriel se siente desorientada

      El estruendo del salto heroico de Thysseth retumba por todo el bosque, y hace temblar hasta a los mas antiguos cerezos de la zona.

      Leiriel murmura: no, no, nono

      Leiriel se pasa ambas manos por la cara y sacude la cabeza

      Aranthond se acerca sigilando para ver mejor que ocurre y echa mano del arco sin saber muy bien qué hacer

      Leiriel vuelve a poner las manos por delante como para protegerse de lo que parece venírsele encima

      Leiriel murmura: yo no soy… no sé quién es Elvereth,

      Leiriel intenta retroceder pero cae de culo al enredarse con una raíz

      Thysseth escucha el crujir de una rama tras de el, y el agudo sonido de una cuerda tensandose.

      Leiriel mira la sombra que tiene delante y achica los ojos, sus pupilas aún dilatadas apenas le permiten ver

      Thysseth Acto seguido se tira sobre la chica, para protegerla de un posible ataque.

      Leiriel grita asustada

      Leiriel se debate sin poder moverse

      Aranthond ha preparado el arco pero se detiene confuso

      Thysseth exclama: Chica! No grites no te muevas, soy el lagarto al que conocistes en el lago de cristal, estas en peligro

      Leiriel jadea, aturdida y sin saber qué ocurre

      Leiriel se queda muy quieta, respirando con dificultad

      Thysseth exclama: estan acechandote… o acechandonos!

      Leiriel levanta una mano que le pesa mucho y se frota los ojos

      Aranthond se desliza y cambia de posición para ver mejor los rostros de la pareja

      Leiriel vuelve a frotarse los ojos

      Leiriel murmura: me… me estás aplastando…

      Thysseth empuña su escudo, y de un fugaz movimiento se da media vuelta, dirigiendose hacia donde escuchó el crujir de la rama.

      Leiriel se incorpora volviendo a presionar sus sienes

      Thysseth dice mientras empuña con destreza su Ira Sangrienta: Quien va!

      Leiriel aprieta los párpados y luego abre los ojos intentando ver qué pasa

      Aranthond se levanta y grita

      Thysseth retrocede varios pasos hacia la chica.

      Aranthond exclama: ALTO!

      Leiriel distingue a Thysseth y se acurruca contra un árbol, incapaz de levantarse, mareada por el efecto de la baya

      Thysseth desliza su cola hasta contactar sutilmente con la chica, enroscandola para protegerla.

      Leiriel iba a exclamar algo de nuevo pero se queda quieta, posando sus manos sobre la escamosa cola

      Thysseth apoya su espada al filo de su escudo en posicion de defensa.

      Leiriel se asoma por el costado del lagarto

      Thysseth exclama: Segunda oportunidad! quien va! o tu vida sera la respuesta.

      Aranthond pregunta: Thysseth?

      Leiriel descubre al otro individuo

      Ves a Aranthond el varón Semi-elfo.
      Un Semi-elfo varon de aspecto comun.
      Podría pasar por un humano, si no fuera por sus ojos de color ambar y las orejas ligeramente puntiagudas. La nariz parece aguileña, aunque una inspección detallada revela signos de
      fracturas viejas. Pese a ello y un corte de pelo casi militar tiene un aire pícaro y bravucón que, junto con unos labios generosos y mandíbula prominente suele provocar respuestas
      favorables entre la población femenina. No aparenta ser fornido, pero con garbo y buena planta.

      Thysseth dice confuso: ar…aranthond?

      Leiriel intenta apartar la gran cola para poder moverse, pero no lo consigue

      Aranthond baja el arco y lo destensa un poco, pero sigue en guardia

      Thysseth aparta lentamente la cola de la chica.

      Leiriel murmura: le… le conoces?

      Thysseth se gira hacia la chica.

      Leiriel se sacude la ropa y vuelve a intentar levantarse

      Thysseth dice: Si, coincidimos en la taberna de la ciudad de Anduar.

      Leiriel mira a Thysseth

      Leiriel mira al otro hombre

      Thysseth ayuda a levantarse a la chica agarrandola por el brazo.

      Leiriel susurra: parece semielfo

      Leiriel se apoya en Thysseth sin dejar de mirar al otro hombre

      Thysseth pregunta: ¿Por que nos seguias, Aranthond?

      Leiriel observa el arco y la postura del semielfo

      Aranthond dice medio riendo: creía que iba a darte una sorpresa y me la diste tú a mí. Puedes explicarme que pasa aquí, compañero?

      Leiriel sigue apoyada en Thysseth

      Thysseth dice: La pregunta es, que le pasa a esta chica, parecía estar alucinando.

      Thysseth se dirige hacia Aranthond.

      Aranthond se fija en Leiriel y asiente

      Leiriel se queda atrás y se tambalea un poco

      Thysseth dice: Coincidí con ella despues de una ardua batalla con una vil bestia, al norte, en golthur…

      Leiriel separa algo las piernas para mantenerse erguida lo más dignamente que pueda

      Leiriel mira a ambos

      Thysseth dice: Despues de que me ayudara a curarme, me fui por el bosque baldio, y espere que ella lo atravesara.

      Thysseth dice: Desde entonces ando siguiendola hasta aqui. Estas tierras son peligrosas, solo pretendia protegerla.

      Leiriel entorna los párpados escuchando a Thysseth

      Leiriel murmura: que me has seguido?

      Thysseth dice: Cuando de repente, he visto que ingeria las famosas bayas de Cyr, y eso es lo que parece haberle provocado alucinaciones.

      Thysseth se gira hacia la chica, y le hace un gesto con la cabeza, con animos de tranquilizarla.

      Leiriel murmura: así que esas son las famosas bayas…

      Aranthond asiente y dice: mejor que la ayudemos y te cuento despues qué hago aquí

      Leiriel dice mirando a Thysseth: podrías haberme impedido comerla

      Leiriel parece enojada

      Thysseth dice: impedir comertela? no has parado un momento, de aqui para haya

      Leiriel vuelve a apretarse las sienes

      Thysseth mira a la chica receloso.

      Leiriel mira a aranthond

      Aranthond se guarda el arco y alza las manos en señal de paz

      Thysseth pregunta: ¿Y te enojas?

      Leiriel se aparta unos pasos

      Leiriel sacude la cabeza y su pelo bailotea

      Leiriel murmura: quién es él, aparte de un compañero de taberna?

      Leiriel señala sin discreción a Aranthond

      Aranthond se aleja unos pasos y asiente a Thysseth: no confiará en mí, has de tomar responsabilidad, amigo

      Leiriel coge su odre, como desatendiendo la situación y trata de beber, pero está vacío

      Leiriel resopla

      Aranthond dice: Hace un par de días despues de una partida de caza te ví cuando pasaba por Ryniver

      Leiriel dice: a mí?

      Aranthond lanza el odre cerca de Thysseth

      Leiriel mira el odre

      Thysseth observa la desconfianza de la chica hacia aranthond.

      Thysseth recoge el odre y de un gran trago, lo deja a la mitad.

      Leiriel dice: es… es agua?

      Thysseth se acerca a la chica, y le ofrece el odre.

      Aranthond dice: No, a Thysseth, como tenía tiempo decidí jugar a rastrearlo, quería darle una sorpresa.

      Thysseth dice: Puedes beber, esta sana.

      Leiriel coge el odre con recelo

      Aranthond dice: y mira por cuanto, el sorprendido aquí soy yo, en varias cuentas

      Leiriel mira de reojo a aranthond

      Leiriel echa un poco de líquido en la palma de su mano

      Leiriel lo huele y luego bebe del odre sin que este toque su boca

      Leiriel le lanza el odre a aranthond con tan mal tino que le da en la cara

      Aranthond dice: de nada, supongo.

      Leiriel se queda mirando al semielfo

      Thysseth mira a ambos, desconcertado.

      Thysseth sonrie ante tal situacion.

      Leiriel se acerca a Aranthond, aún medio aturdida en sus acciones por culpa de la baya

      Leiriel lo mira de cerca

      Aranthond dice: En mi profesión la paciencia tiene recompensa, pero la amabilidad no siempre

      Leiriel dice: eres semielfo

      Leiriel dice: no vas a insultarme?

      Thysseth prepara su escudo, por si tuviese que detener una posible trifulca.

      Leiriel mira a Thysseth por ver si sigue cerca

      Aranthond enarca una ceja

      Leiriel dice: di

      Thysseth se acerca a ambos.

      Leiriel dice: no vas a insultarme?

      Aranthond dice: ¿por lanzarme un odre?

      Thysseth mira a aranthond, esperando su respuesta.

      Aranthond dice: chica, que poco me conoces

      Leiriel dice: no te conozco nada

      Aranthond dice: he recibido más por mucho menos, por parte de más chicas

      Aranthond se rie.

      Leiriel da un paso atrás y queda apoyada en el escudo de Thysseth

      Thysseth no entiende de lo que hablan.

      Aranthond dice: pero tú… eres lo más raro que he visto en tiempo

      Leiriel vuelve a frotarse la frente

      Thysseth susurra: Chica, no temas, estoy aqui para protegerte.

      Leiriel dice: raro?

      Aranthond dice: si

      Leiriel dice: me has llamado algo raro?

      Aranthond dice: hay eco aquí?

      Leiriel señala a Thysseth

      Leiriel dice: él es raro

      Leiriel dice: yo no soy rara

      Leiriel mira a los dos y se separa de ambos

      Thysseth mira su pecho y piernas.

      Thysseth dice: ¿Yo soy el raro?

      Leiriel asiente

      Leiriel se da la vuelta y se acerca apresurada a un árbol

      Thysseth mira con la agilidad y destreza que se mueve la chica.

      Aranthond dice: los lagartos son bastante comunes en el sur y entre los Nivrims

      Thysseth mira a ambos y sonrie.

      Thysseth dice: Y yo soy el raro…

      Leiriel se agacha y vomita el agua

      Leiriel apoya una mano en el tronco y se levanta

      Leiriel parpadea

      Leiriel se seca la boca con la manga

      Leiriel murmura: lo… lo siento

      Leiriel se ruboriza levemente

      Thysseth dice: El agua no estaba tan mal.

      Aranthond dice: he tenido peores resacas

      Leiriel murmura: no es el agua… es…

      Aranthond se encoge de hombros

      Thysseth dice: Mi bebida favorita es agua de la cienaga de zumelzu, con mini sanguijuelas.

      Leiriel hace una mueca de asco

      Aranthond se rie.

      Leiriel camina despacio, como para afianzar sus pasos

      Thysseth dice: Ahhhh ya conoces las bayas de cyr!

      Thysseth rie a carcajadas.

      Leiriel murmura: de verdad lo siento…

      Leiriel murmura: no sabía que… bueno

      Aranthond dice: ufff eso da para otra en Comellas, amigo

      Leiriel mira a aranthond avergonzada

      Leiriel murmura: gracias por el agua

      Aranthond dice: y ahora por experiencia no estarás en condiciones de dar pelea en algún tiempo.

      Leiriel murmura: siento lo que haya podido hacer o decir

      Leiriel murmura: me duele mucho la cabeza

      Aranthond menea una mano como quitandole hierro al asunto

      Thysseth se sienta sobre una gran roca. Clava su espada cerca de esta.

      Leiriel murmura: pero no tomaré nada, no quiero olvidar lo que pasa si comes lo que no debes

      Leiriel mira a Thysseth y le sonríe ligeramente

      Leiriel murmura: qué hacéis los dos en este bosque?

      Thysseth se pone a mirar la punta de su cola, y la anilla que lleva equipada en esta, mientras la mueve acompasadamente hacia ambos lados de su cabeza, rozando el suelo en cada pasada.

      Aranthond dice: ya me lo cobraré de alguna manera, pierde cuidado… o no…

      Aranthond sonrie.

      Leiriel lo mira sin saber cómo tomarlo

      Leiriel se acerca un poco y se sienta sobre la cola de Thysseth cuando esta toca el suelo

      Aranthond dice: ya nos hemos explicado, pero creo que la cuestión ahora recae en tí

      Thysseth gira violentamente la cabeza hacia Aranthond, se levanta de la roca.

      Leiriel se queda sentada en el suelo

      Thysseth dice: Habla con respeto, Aranthond.

      Leiriel mira a Thysseth desconcertada

      Leiriel dice: déjalo, supongo que me lo merezco

      Thysseth se gira y retoma su posicion, y sigue moviendo su cola.

      Aranthond dice: yo respeto cuando se me respeta, como bien sabes. Pero no he dicho nada que incite a la violencia, o sí?

      Thysseth dice: No hay quien los entienda…

      Leiriel sigue sentada en el suelo sin atinar a hacerlo sobre la cola de Thysseth

      Leiriel murmura: no puedes estarte quieto?

      Thysseth relaja el movimiento de su cola, y la deja a escasos centimetros de la chica.

      Leiriel mira ahora a Aranthond

      Leiriel se sienta sobre la cola

      Thysseth sonrie a la chica.

      Aranthond dice: Es lagarto, es como pedirle que deje de respirar

      Leiriel dice: no pasa nada, en realidad… bueno, yo… no sé qué cosas habré dicho

      Leiriel dice: sí parece que comí lo que no debía

      Thysseth mira a Aranthond y se le escapa una carcajada.

      Aranthond dice: es como decirme que deje ser guapo, puedes intentarlo pero…

      Leiriel sonríe un poco

      Leiriel murmura: era todo de vivos colores

      Leiriel murmura: era hermoso

      Leiriel mira alrededor

      Aranthond dice: por eso lo llaman «viaje»

      Leiriel murmura: pero la vida no es esto

      Aranthond se rie.

      Leiriel murmura: viaje?

      Leiriel se recuesta sin percatarse en el muslo de Thysseth

      Aranthond dice: Sí, viajas sin moverte del sitio

      Leiriel murmura: me movía, pero sigo aquí

      Aranthond asiente con la cabeza.

      Leiriel murmura: pero viajar… hay que viajar, adónde?

      Thysseth mira de reojo a la chica.

      Aranthond dice: pues es tu cabeza, tú sabrás a donde

      Leiriel murmura: alguien me dijo que el camino se hace cuando se camina

      Thysseth habla en un susurro imperceptible: Parece estar comoda, no le llamare la atencion por esta vez.

      Leiriel murmura: pero me canso de caminar y no sé dónde tengo que ir

      Thysseth dice: Chica, conozco bien estas tierras, ¿que buscas?

      Aranthond se rasca la nuca con una flecha confuso

      Aranthond dice: tu casa es un buen sitio para empezar, no tienes?

      Leiriel murmura: qué busco… no sé qué busco y no… no tengo casa

      Leiriel entrecierra los ojos

      Aranthond hace una mueca y mira a Thysseth

      Leiriel murmura: el norte hasta donde he visto está muerto… el sur… qué hay en el sur?

      Leiriel murmura: el mar me llama tanto como los bosques

      Thysseth mira confuso a Aranthond.

      Leiriel juguetea con un tallo de hierba que hay junto a su bota

      Leiriel apoya una mano en Thysseth y se levanta

      Leiriel mira hacia arriba por entre las copas

      Leiriel murmura: pronto oscurecerá

      Thysseth de un rapido movimiento, le arrebata el tallo de hierba de las manos de la chica.

      Aranthond se toca la sien con el pulgar varias veces mientras mira a Thysseth

      Thysseth dice: No mas por hoy, porfavor.

      Leiriel mira el tallo

      Leiriel sonríe tristemente

      Leiriel murmura: solo… solo jugueteaba

      Leiriel murmura: gracias a los dos por… bueno… por… no sé por qué

      Aranthond dice: Tienes razón y cuando anochece por aquí no se hace pacífico.

      Leiriel murmura: no quiero molestaros más

      Aranthond se encoge de hombros

      Leiriel mira a Thysseth y le dedica una tenue sonrisa

      Thysseth ruborizado, le devuelve la sonrisa.

      Empiezas a trepar el árbol perdiéndote entre las ramas.
      Terminas de encaramarte a las ramas superiores del árbol.

      Thysseth mira como la chica se pierde entre las ramas.

      Thysseth lo ultimo que vio fue las pequeñas ojas moverse al son del viento.

      Aranthond sigue con la mirada a Leiriel mientras trepa

      Thysseth dice: Aranthond, parece que nos hemos quedado solos.

      Thysseth saca un papel de su petate, lo lee detenidamente.

      Se escuchan unos leves sonidos entre las ramas hasta que se hace el silencio allá arriba

      Aranthond dice: crees que estará bien sola aquí?

      Thysseth dice: Amigo, nos volveremos a ver!

      Thysseth dice: Yo he de seguir con las misiones que me encomendaron.

      Aranthond sonrie.

      Thysseth dice: Estara bien, sabe defenderse sola. Tiene agallas esa chica.

      Aranthond dice: y yo tambien debería irme

      Aranthond dice: Agallas y poca cabeza

      Aranthond suspira.

      Aranthond dice: Vuelves a Anduar?

      Thysseth niega con la cabeza las palabras de Aranthond, y toma el camino sur del bosque.

      Thysseth se despide de Aranthond con un gesto.

      Aranthond se encoge de hombros otra vez y se rasca la nuca con la flecha

      Thysseth (Hlag) se va hacia sudeste.

      Aranthond se pierde en el bosque con más preguntas con las que llegó a él…

      Leiriel ve alejarse a ambos y siente un extraño vacío que no acierta a explicarse

      Leiriel se acomoda como puede en una rama ahorquillada, se enrosca sobre sí misma y cierra los ojos. La cabeza le palpita cual chapaleo de cien caballos al galope.

      Leiriel murmura: él no es raro… solo es diferente, es de una raza distinta, como yo…

      Leiriel le murmura a una ardilla que se prepara para pasar la noche: espero no haberle ofendido… Thysseth parece un buen… lagarto

      Leiriel cierra los ojos y piensa durante unos instantes en el semielfo. Luego, se queda traspuesta, tratando aún de comprender la extraña experiencia vivida

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