Inicio › Foros › Historias y gestas › Crónicas de un guardabosques. Parte 2: Un problema con muchas patas
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Estaba yo paseando por el bosque de Naduk. Estaba dando grandes zancadas entre las ramas de los árboles junto a mi hermano, el Osezno, cuando nos encontramos en la parte norte del bosque con algo que nunca habíamos visto, una gigante telaraña. era tan flexible y pegajosa que era imposible romperla con armas, por lo que tuve que buscar otro método, encendí mi antorcha y prendí la gigantesca tela, me sorprendió la facilidad con la que prendió y luego de alcanzar el clímax, dejó al descubierto una salida al noroeste. Nos adentramos con curiosidad en esa parte del bosque y nos encontramos con otra telaraña. Acto seguido, la encendí (con cierto furor sádico por verlo arder, sinceramente) y nos encontramos con una araña enorme. No era cualquier araña. Era una araña fase. Un peligroso bicho que tiene la habilidad de cambiar de fase y teletransportarse, aparecer de la nada, y desaparecer, lo que la convierte en un formidable oponente.
Ordené a mi hermano Osezno matar a la araña.
Araña fase golpeó a Osezno en el pecho, pero por suerte, sin producir ningún daño.
Corté con fuerza en una pata a la araña, y en seguida, intenté rajar en el tórax a la Araña fase, pero ésta consiguió esquivar mi ataque.
Mi hermano rajó una pata de la araña con sus garras. y justo después, cuando parecía que la teníamos, se desvaneció en el último momento esquivando el ataque del Osezno.
Observé los movimientos de Araña fase para cazarla de forma efectiva mientras mi hermano el Osezno me protegió valientemente, lo que resultó en que la Araña fase golpeó a Osezno en una pata delantera, pero de nuevo, sin producir ningún daño.
Mientras tanto, una Ardilla escarbaba en el suelo, buscando algo que había enterrado.
Intenté rajar en una pata a Araña fase, pero ésta consiguió esquivar tu ataque.
Pensaba, agitado, que se veía mas fácil de cazar que lo que era en realidad, e incluso que podía morir, pero recordé a mi madre, y en ese instante, una fuerza increíble me invadió, animándome desde las venas.
Intenté rajar en una pata a Araña fase, pero consiguió esquivar el ataque, desvaneciéndose en el último momento, pero eso era justo lo que quería…
¡Cacé salvajemente a Araña fase con mi Cimitarra Antigua, y justo después, la cacé con salvaje fuerza, enterrando mi Sable Celeste en su cuerpo!
Sabiendo que tenía que aprovechar ese momento de debilidad, tensé mis músculos preparando un nuevo ataque… ¡Golpeé a Araña fase y rápidamente, secundé mi ataque con un certero movimiento!
Después de eso, media aturdida, la Araña fase mordió con poca fuerza al Osezno en la cabeza, inyectando su veneno débilmente.
Luego de un rato de lucha, tensé con seguridad mis músculos preparando un nuevo ataque, el último. ¡Golpeé a Araña fase y rápidamente, secundé el ataque con un
certero movimiento, realizando un salto hacia Araña fase, y descargando un tremendo corte crítico con brutalidad sin igual en el abdomen!
La araña dejó de sangrar.
Recogí una Hueva arácnida, y luego propiné el golpe mortal.
La araña cayó al suelo sin vida. Miré el cuerpo, miré a mi hermano, y luego, rompí la hueva fuertemente. Cientos de diminutas arañas surgieron de la hueva, cosa que me dio escalofríos, y con ellas 3 enormes arañas.
Mi alta empatía hizo pensar a las arañas enormes que era un líder a seguir.
Mientras tanto, la ardilla se levantó sobre sus patas traseras y miró alrededor con expresión curiosa.
Llamé a las arañas Imk, Kim y Mik, y ahora, me defienden fieramente ante amenazas. No le caen muy bien a mi hermano, pero son útiles.
Esa fue la aventura del día… El día de mañana, iremos al sur de Anduar, a las ruinas de Zumelu, donde escuché que hay un gran Basilisco que matar…
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