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AnónimoInactivo4 octubre, 2020 a las 15:04Número de entradas: 175
Nuestra sacerdotisa se encuentra en el sendero sur hacia Takome. Es un día ventoso y ha considerado que, si bien el estudio del terreno es una de las principales características que estudian los oficiales más novatos antes de organizar una incursión, el estudio de la climatología también lo es. Y más para una marinera experta como es ella.
La fuerte ventisca dificulta la visión a media distancia. Los guardias de la puerta descuidan su vigilancia de forma temporal para resguardarse en su capa del fuerte viento que arrastra brizas de madera, polvo y piedras. Y en un descuido, es cuando Aesiria, sigilosa como un gato pardo, se filtra como una sombra por el muro de la puerta hacia dentro de la ciudad.
Ya una vez dentro, se ajusta su capa y camina lentamente, como cualquier otro ciudadano. Algún burgués se observa acostado en los muros de las calles, resguardados de las gotas de lluvia que empiezan a avecinar una tormenta. Invisible a la vista de los demás, Aesiria se esconde tras un callejón y observando a un mercader, usa su máscara de las sombras para adquirir su imagen y semejanza. Luces de colores violetas y luces de color azul salen de su máscara, se entremezclan y finalmente, Aesiria adopta la imagen de un comerciante.
Se pasea por el mercado y se recuesta en una pared, cerca de la taberna. Ahí espera, paciente. Pero su paciencia no es infinita y se da cuenta de que realmente, no va a haber acción, y ya se sabe que a rio revuelto… ganancia de pescadores, así que decide tomar la iniciativa. Cuando un mercader despistado se apoya cerca de la esquina donde Aesiria está recostada, para sacarse una piedra de su calzado, un tajo imprevisto en su garganta hace que se desvanezca como un saco de patatas arrojado en un carruaje. Aesiria patea su cabeza, la cual rueda calle abajo. Los gritos no se hacen esperar, la guardia toma las calles buscando el causante.
Al poco tiempo aparece el mago gnómico Stalos y su compañera Lisandi. Buscan entre las calles algún cazador asesino o ladrón traidor. Aesiria no es rival para ambos, pero si pudiera separarlos y pillarlos con la guardia baja…
Así es como Lisandi se dirige al oeste y Stalos al este de mercado. Aseiria sigue a Stalos como un perro a su dueño y cuando lo tiene cerca… formula una plaga de desdicha, haciendo que todas sus imágenes se destruyan por completo, ¡para luego propinarle una fuerte puñalada en todo el pecho!
Stalos, malherido y completamente perplejo, ¡huye hacia el norte hacia catedral! Aesiria lo persigue rauda para propinarle rápidos ataques con su espina bañada en fuego oscuro y su puñal cristal, pero frena de golpe cuando se topa con Lisandi, la cual empieza a formular un hechizo que no puede augurar nada bueno….
¡Una ráfaga explosiva inunda la zona y envuelve a Aesiria!, dejándola completamente dañada y con severos mini cortes en toda su piel. No se esperaba un ataque tan potente y tan concentrado. Trastabilla, y huye hacia el oeste. Da esquinazo a Lindara, agarra con su mano derecha su lágrima de sangre y se la inyecta. Luego, formula un curar heridas ligeras y se revitaliza. Ese golpe fue mas duro de lo que hubiera creído.
“Bien”, piensa. Tenemos a Stalos fuera de combate, pero esta maga…. Va a ser complicado deshacerme de ella. Y no tengo mucho tiempo antes de que el otro vuelva…
Así que Aesiria idea una táctica. Disfrazada aún de mercader, se dirige a una zona al sudoeste, donde dos mercaderes discuten sobre los rumores de lo que ha ocurrido. Allí, se mezcla con ellos esperando a que Lisandi aparezca. “¡No se atreverá a lanzar una ráfaga a los tres!, los usaré de escudo”, piensa Aesiria.
Al cabo de unos minutos, Lisandi llega a la posición y Aesiria empieza a formular una plaga de desdicha. Lisandi duda… pues los mercaderes están cerca y lanzar una ráfaga podría suponer un riesgo considerable. Así es como Aesiria impacta en Lisandi quitándole sus imágenes y luego la apuñala tal y como hizo con Stalos. Ella huye, del mismo modo, hacia el norte. Aesiria no es lo suficiente rápida como para alcanzarla y la pierde de vista.
Consciente de su situación, Aesiria se retira por la puerta sur sigilosa como un gato y abandona la ciudad. Ya se ha advertido demasiada gente y todo su entorno le es desfavorable. Tan importante es la experiencia y el equipo de un héroe, como los factores de su entorno. En otra ocasión será, piensa para si misma…
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