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    • ippa
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      Aquel bárbaro esperaba impaciente en la entrada del Zigurat, era un día glorioso para su clase social, el sabia que nunca podría optar al patriarcado del estuario pero se esforzó mucho en conseguir logros militares para ser respetado, tan respetado que los guardias se cuadraban a su paso y los chamanes inclinaban la cabeza como muestra de respeto, pues era una pieza clave en su raza, un gran luchador, un gran defensor de la ciudad. En muy poco tiempo su historial militar fue reconocido hasta en los lugares mas recónditos de Zulk. Esa brutalidad que portaba el bárbaro, imbuía el miedo en los enemigos, cuando le veía aparecer con los ojos totalmente fuera de las órbitas sabían que no era buen presagio.

      Los guardias cedieron el paso al bárbaro que caminaba despacio por los pasillos hasta que llegaron a la entrada del despacho del General Ssratz. – Espera aquí Shsoks- Le ordenó el guardia.

      Tras varios minutos, el guardia volvió a salir para indicar al bárbaro que accediera al interior. En aquella sala se encontraba el General Ssratz y su guardia personal. – Bien, empecemos el nombramiento- Indicó Ssratz.

      Tras observar todos tus logros militares, tu dedicación a la ciudad, tu valentía y sobre todo tu lealtad a la Matriarca, hemos decidido ascenderte a General del Ala Roja. Creo que no hay nadie ahora mismo a tu altura, deberás controlar mas tus ansias de destrucción y saber dirigir el escuadrón. No obstante estas en periodo de prueba, si veo cualquier cosa fuera de lo normal serás degradado de inmediato y no solo eso, sino que iras bajo arresto a las minas de cobre una buena temporada- Explicó Ssratz a Shsoks.

      Shsoks asintió con firmeza.

      El general se acerca a su estantería y la abre con cuidado, de ella recoge un cuenco con pinturas y se la entrega a Shsoks. – Te hago entrega de ese valioso objeto, como general de ala roja deberás tener una pintura que te identifique como un alto cargo, estas pinturas están bendecidas por Ozomatli. Haz buen uso de ellas – Explico a Shsoks.

      Shsoks agarro el cuenco con las dos manos y asintió. Hundió la mano en el cuenco y goteando de pintura sacó la mano y se la paso desde un extremo a otro de la cara, respiro profundamente, levanto la cabeza y dijo: – ¡Gloria al General del Ala Roja!

    • ippa
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      En busca de la poción

       

      Como uno de los objetivos que poseía el grandioso bárbaro, era conseguir con ayuda de los chamanes, elaborar una poción que hiciese que sus músculos y su tamaño aumentaran de forma extraordinaria. Este afán de conseguir dicha poción se puede decir que viene de las incontables veces que Shsoks luchó con grandes bestias, bestias de un tamaño increíble, bestias que eran capaces de oscurecer el zigurat con su sombra, y a la hora de luchar con ellas no era capaz de levantar a su enemigo. Tal era su frustración que se veía tan inútil en una batalla así y por lo tanto el quería ser grande y fuerte para poder combatir dichas bestias.

      Al alcanzar su cargo de General del Ala Roja, tenia permisos para poder inmiscuirse en investigaciones y en asaltos dirigidos por el mismo sin tener que rendir cuentas a nadie. Lo primero que hizo fue intentar conseguir dicha poción, de hecho, estaba tan obsesionado, que se ofreció voluntario para probar las pociones que iban saliendo de los tubos de ensayo. Tenia plena confianza en el grupo de chamanes que había elegido para la investigación.

      Día 1: Comienza los experimentos, los chamanes empiezan a reunir ingredientes de los almacenes y comienzan a montar su laboratorio totalmente improvisado. Tubos de ensayo, mezcladores, etc.

      Día 2: Comienzan a elaborar una mezcla sencilla, terminando con un frasco lleno de un líquido de color aguamarina. Shsoks agarra el frasco y se lo bebe de un trago, todos los ojos están puestos en el y ver sus cambios. Simplemente vieron que sus músculos oxigenaban mejor y la fatiga se aliviaba de una forma leve. – Bien, la etiquetaremos como un elixir de energía.

      Día 3: Tras los éxitos del primer día, siguieron con las pruebas. En la prueba de este día añadieron ingredientes a la mezcla y el color del líquido se tornó blanquecino. Cuando el general ingirió el brebaje los efectos que sufrió el día anterior se agudizaron, vieron que la fatiga muscular y mental casi había desaparecido. – Bien hermanos, muy bien. Etiquetad esto como Elixir de revitalización. Y para mañana tengo una idea …- aclaró el chaman consejero.

      Día 4: Según los datos que recopiló el chaman, añadiéndole unas gotas de veneno de rana dardo debería amplificar a unos niveles incalculables los resultados de ayer. Shsoks mando a un recluta a recoger ranas dardo del pantano para poder extraerle la toxina. Cuando al frasco le añadieron dicha gota, el color del liquido cambio al instante a un color verde flúor. El general tomo el frasco y su cuerpo se relajó por completo y al cabo de unos diez segundos, se encontraba totalmente nuevo y descansado. – Bravo, hemos conseguido potenciar en tan solo tres días lo que parecía un liquido sin valor a el resultado de hoy – Dijo el chamán.

      Tras cuatro días de intensos procesos de elaboración no han conseguido aun modificar el cuerpo del bárbaro, pero ya les anunció el general que no iban a dedicarse a otra cosa hasta que dieran con la formula que consiga modificar su tamaño.

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