El circo del gran Vibobivac

Tambores de fondo… unos palillos… comienza a sonar el triángulo… las trompetas comienzan a sonar fuertemente.

Tirotirotitotitotito Tirotirotitotitotito Tito tito tito….

• ¡Acérquense afortunados ciudadanos de la ciudad de Anduar! ¡Acaba de llegar a su ciudad el gran circo del gran Vibobivac! Incomparable a ese circo del tres al cuarto de Noemis. – decía un semi-elfo de largas melenas y ojos aguamarina. – ¡Podrán ver los grandes espectáculos de fuegos artificiales del famoso artificiero Vibabivoc! ¡Pero no se queden esperando compren ya sus entradas, el aforo es limitado!

Un tumulto de gente comienza a agolparse en la puerta sur de Anduar movidos por la música y el espectáculo que se encontraba dando el semi-elfo que sin preámbulos comienza una pequeña melodía de introducción.

• ¡El circo!
• ¡Ya ha llegado el circo!

Tintineo de cascabeles acompañando al semi-elfo.

• ¡El gran Vibabovac os hará helar el corazón,
• esperad impaciente su función,
• pues no tendréis otra ocasión!

La música de fondo no para…

• Aprovechad esta visita, pues el gran y reputado mago Vibabovac os realizará los mayores trucos que jamás habréis visto.

Suenan trompetillas seguidas de un redoble de tambores…

• ¡Aunque no fardemos de modestia,
• tenemos a las más temibles bestias,
• os aseguramos que no será ninguna molestia!

Las trompetas bajan el ritmo lentamente…

• Bestias domadas de todos los confines de Eirea, ¡podrán contemplar a la más hermosa de todas las sirenas, y si eso no es lo que buscan, al gran lobo blanco pariente del mismísimo Skhall!

Seguidas de un gran sonido del triángulo, las trompetas y un gran trombón continúan con la melodía más fuerte que nunca…

• ¡No lo olviden, compren ya su entrada,
• vayan ahora que no está abarrotada,
• no esperen a que esté cerrada!

La gente que llevaba aplaudiendo al ritmo de la música todo este tiempo, comienza a aplaudir más fuertemente la actuación del semi-elfo, mientras este se quita un pequeño bombín que portaba y se lo lleva el pecho mientras realiza una leve reverencia a su público.

• ¿Dónde podemos comprar las entradas? – Pregunta alguien del público.
• En la entrada del gran coliseo mi señor, es allí donde se realizarán las funciones. – Dice el semi-elfo mientras besa la mano de una joven damisela que estaba en primera fila y le susurra. – No te preocupes preciosa, de tu entrada me encargo yo.