Inicio › Foros › Historias y gestas › El comienzo y final de la esclavitud. Razzork el nuevo orco brutalista del clan.
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Nació en las tierras hostiles de Golthur’Orod, una región gobernada por los señores de la guerra orcos y uruk-hais. Seres viles y crueles que traficaban con su propia raza y criaturas inferiores. Desde que Razzork era apenas un cachorro, fue arrebatado de su propia familia y de su clan durante una redada nocturna por los orcos del clan Kraughuk, asesinando y torturando a sus padres. Durante años, Razzork no conoció más que el peso de las cadenas y el sonido del constante látigo. Fué vendido como esclavo a un clan anárquico, el clan de los Sherkh’Ravin, que le obligó a trabajar en las fraguas magmáticas del mismísimo infierno de Golthur-orod. Forjando armas y armaduras orcas. Rotaban su labor en las minas de azufres picando azufre rodeado de magma en las cavernas infernales de Golthur-orod, muy cerca del templo de fuego donde habitaba el mismísimo y terrorífico Balrog, la peor y la más terrorosa bestia de Eirea.
El trabajo era mortal y torturador, Razzork solo conocía dos cosas : hambre y dolor entre sudores de sangre. Apenas le proporcionaban comida para mantenerse en pie y no conocía la luz del día más que en recuerdos de su niñez. Solo conocía la luz de las antorchas y el destello flamígero del magma. Vivía en plena oscuridad de las infranqueables profundidades. Azotado y torturado por los vigilantes si se detenía a descansar un poco. Con el tiempo el joven orco se volvió más fuerte adquiriendo una gran complexión física pero a su vez su espalda se curvaba perfilando una joroba siendo clasificado entre los de su raza como los orcos jorobados. Sus musculos crecían poderosos cada semana y cada mes, sus manos, ensangrentadas y agrietadas se volvían cada vez más hábiles con la pica y la pala.
Una noche Razzork escuchó el llanto de un cachorro kobold que estaba atrapado bajo un derrumbre de la mina y que los guardias habían decidido dejarlo allí para morir, total, un esclavo más que uno menos no suponían diferencia ni importancia para nadie. Una ligera chispa de compasión removieron las entrañas de Razzork que luchando con el agotamiento, cavó con sus manos ensangrentadas hasta liberar al cachorro kobold y llevándolo de vuelta al campamento forjando entre ellos una nueva gran amistad.
Razzork cuidaba del cachorro a diario, protegiendolo de otros esclavos y alimentadolo, hasta que un día uno de los guardias trató de maltratar al pequeño y Razzork le sacó los dientes. Hubo una gran pelea entre el esclavo y el guardia. Razzork se abalanzó sobre el guardia agarrandole por la cintura con sus brazos y hombros derribandolo hacia el suelo, se posó encima del cuerpo y comenzó a propinarle puñetazos en el rostro del guardia. Puñetazo tras puñetazo le destrozó los colmillos al guardia y abalanzadose sobre su cuello le desgarró la carne con un mordisco, incorporandose sobre el cuerpo del guardia y emitió un feroz rugido con su rostro lleno de sangre y aún trozos de carne dentro de su boca del cuello de aquel guardia. Los esclavos de alrededor temorosos observaban la pelea que al finalizar gritos de euforia acompañaron el violento rugido de Razzork y comenzaron a enloquecer y a sacar toda su rabia interior que fue alimentadose con el paso de los años de tortura y hambruna. Comenzó una gran revuelta. Una batalla campal se inició en las profundidades de Golthur-orod en el mísmisimo infierno donde los esclavos del clan Sherkh’ravin picaban sudando sangre el azufre que extraían a diario.
Razzork se fue abriendo paso a paso con el cachorro como mochila que se aferraba a su cuello recolgado en su espalda, entre guardia y guardia esquivando el magma y los cadaveres que yacian sobre el suelo. Encontraron una subida al sur de las minas de azufre, al sur del infierno, una subida hacia a libertad, que no era más que otro camino angustioso hacia las cavernas arácnidas. Ascendiendo entre las arañas y la mugre de las cavernas llenas de guano de murcielago y estiercol viscoso arácnido, llegaron a un campamento con una hoguera y un fogón con un extraño humanoide paliducho. El humanoide al ver a Razzork con boca, pecho y manos ensangrentadas se puso aún más palido y le señaló entre balbuceos temblorosos de terror la salida hacia el entramado serpeante cuyo camino conducían hacia el poblado kobold, tierra natal del cachorro.
En la entrada del poblado Razzork se abalanzó hacia los guardias empujandolos violentamente y derribandolos donde la muchedumbre se acercó y se sobresaltaron al ver el rostro desencajado y cubierto de ira del orco, uno de los espectadores hizo sonar la alarma y todos los lideres y guerreros de los clanes que estaban en el poblado se dirigieron hacia allí rodeando al orco bárbaro y al cachorro.
Un enorme orco de complexión robusta con armadura pesada y puntiaguda se acercó hacia ellos sin apartar la mirada del cachorro. Era uno de los líderes, el cacique de un clan.
!!WROUGH!! exclamó con furioso gruñido. !! ES MI WROUGH!!
El cachorro era el hijo adoptivo de unos de los caciques de Burztulûk, clan rival de los Sherkh’Ravin. El cacique era Vuldeck que lideraba el clan junto con Bragqotul.Desde ese día Razzork dejó de ser un esclavo y se convirtió en uno guerrero brutalista temeroso del clan Burztulûk junto con Wrough que aprendió sobre las artes oscuras y chamánicas de Gurthang. Vuldeck era el cacique del clan pero también era la mano del derecha del caudillo del ejercito negro, era el gran Arconte de la Horda Negra.
Los tiempos de esclavitud y los tiempos de tortura llegaron a su fin para Razzork cuyo nuevo destino estaba ligado a la Horda Negra y a la ley de Gurthang, donde deberá mostrar su brutalidad como guerrero al servicio del ejercito negro y su devocion a Gurthang . Deberá proteger con sangre y servir con sangre a su vez al clan que lo acogió y elevar a lo más alto el nombre de Burztulûk para cada vez que el clan sea nombrado que hasta las más feroces y violentas bestias se muestren temblorosas y sumisas , que el clan Burztulûk sea el clan dominante de la horda.
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