Inicio Foros Historias y gestas El delirio del bosque.

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    • fyrate
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      El anochecer caía en el bosque.
      Dak se encontraba a mi lado, con la mirada perdida, y con una pequeña mueca de terror.
      El ya había estado a qui al parecer.
      Le palme el hombro y le pregunté, un poco preocupado. Ei Dak estás bien?, te noto raro…
      Alzó su mirada a mi, y me dijo entre susurros. Eyrh este lugar era mi sitio favorito para estar.
      Pero todo cambió cuando hice un pacto con un espectro que mora en este lugar…
      Velzhar, pregunté exaltado?.
      El negó con la cabeza.
      Azadra Eyrh… Azadra… dijo mientras sus ojos mostraban un brillo, que de tras ocultaban unas enormes ganas de llorar.
      Lo entendía, Azadra era como una sirena, te ofrecía cosas, para luego defraudarte.
      Me miró, y se secó el sudor de la frente con su túnica.
      Vamos Eyrh, me dijo mientras se ponía en pie de nuevo.
      Nos adentramos al bosque, mientras las tenebrosas voces susurraban palabras indescifrables.
      El sobrecogedor silencio del lugar sólo se rompe con cada paso que das sobre las hojas secas. En esta zona, pese a haber muchos árboles, sus copas no están excesivamente pobladas y
      esto permite la filtración de algunos rayos de sol. Por ello, crecen aquí y allá algunas plantas verdes e incluso flores silvestres, claro ejemplo de la biodiversidad reinante en
      el bosque. Sin embargo, los animales pequeños no abundan por estos lares, o al menos no se dejan ver, temerosos de los depredadores potenciales que acechan incansables día y noche.
      Esto hace que dudes, a medida que te alejas de la seguridad de los lindes del bosque, si serás tú el depredador o tal vez la presa.
      Caminamos un trecho más, mientras nos abríamos paso ante los innumerables necrófagos, zombis, y un sin fin de criaturas que a nadie le gustaría ver.
      El me tocó el hombro, y me dijo susurrante. Es al este, al este se encuentra el recinto de Velzhar.
      Entonces, allí fuimos, o intentamos ir…
      Cada paso dado, era un pensamiento de volver a atrás, o caminar en círculos, hasta que Escuchas el sonido de una cascada cercana.
      Dije levantando un poco mi voz para no alertar a nadie. Dak Dak, es aquí?.
      En este punto el río ha llegado a anegar el bosque convirtiéndolo en un lugar pantanoso, perfecto para los anfibios. Resulta arduo avanzar hasta la propia ribera por la cantidad de
      agua acumulada. Cubierto de hojas, cualquier charco podría resultar un fosa de arenas movedizas. Cuesta mucho progresar sin quedarse atorado en el barro, y la turbiedad de las
      charcas impide saber qué clase de alimaña podría reposar en el fondo. Tal vez un reptil de tamaño considerable esté esperando que algún animal se acerque a beber a su charca. En
      cualquier caso, sería conveniente buscar un sendero con tierra más firme.
      No es aquí Eyrh, dijo con una voz que demostraba decepción… algo nos está i impidiendo llegar…
      Nos sentamos en el suelo, y nos pusimos a pensar, hasta que, una gota de agua nos alertó de nuevo.
      No era tiempo para pensar, teníamos que llegar a Velzhar.
      Seguíamos dando vueltas, y vueltas, a tal punto que Dakharhu ya se sentaba en el suelo, y susurraba. Eyrh, esto no sirve, no sirve…
      El bosque se estaba apoderando de el ya.
      Era momentos donde se sentaba en el suelo, y empezaba a retorcerse, no era capaz de aguantar el poder del bosque.
      Lo tomé, y lo cargué con migo, ya no podía seguir allí, al parecer era algo que tenía que resolver yo solo…
      Antes de salir del bosque, dije entre susurros, no te quedarás con vida Velzhar… lo prometo.

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