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— Primera parte —
Hoy es un dia especialmente frío. Esto hace del bosque blanco una sensación de Yermo helado algo especial. Apenas se escucha nada. Quizá algún grito lejano de alguna aberración, allá, lejos en la tundra helada.
Las huellas vitales que percibo me muestran una presencia humana hace algunos minutos dirigiéndose al oeste.
– Parece ser que los cazadores han salido hoy en busca de alimento.
Veo frente a mi un pequeño túmulo, del tamaño aproximado de un jabalí, apenas cubierto totalmente por la nieve, dejando ver restos de piel peluda blanca de buena calidad. Quizá un lobo blanco murió aquí hace unas horas? veo extraño que no haya acudido ninguna bestia hambrienta a devorar la carroña restante de la muerte del animal.
Decido acercarme con cautela, pues bien es sabido de los innumerables peligros de la zona. Al acercarme lo suficiente, 3 o 4 metros del extraño hallazgo, la piel envuelta por la nieve se mueve rápidamente espolvoreando copos de polvo blanco por la atmósfera mientras una gran y corpulenta figura crece de entre un hueco formado bajo esta.
– Una trampa – me digo a mi mismo mientras me preparo para formular algún hechizo defensivo – Me han tendido una trampa.
Al disiparse la nube de partículas heladas del lugar, poco a poco, distingo una figura humana. Es un cazador de Nalaghar. Sus ojos se clavan en mi rostro con gesto serio mientras dice:
– Honorable Avendrok. Bienvenido a Nalaghar. La aldea queda por allí -dice el cazador señalando al sudoeste- El Gran Gurú os espera.
– Gracias amigo. Disculpa mi torpeza. Seguramente he estropeado tu espera de caza.
El cazador, con cierto gesto de desagrado y sin decir palabra, se vuelve a colocar dentro un agujero practicado por él mismo con el propósito de quedar oculto, y vuelve a taparlo con la piel blanca peluda. No tardará en quedar cubierta totalmente por la nieve de nuevo, eliminando cualquier rastro en el lugar.
Decido dirigirme hacia el sudoeste donde, ya a lo lejos, entre una atmósfera de copos de nieve que viajan prácticamente horizontales por la acción de una brisa constante, puedo apreciar levemente la imponente empalizada de la aldea.
– Ahí estás, Nalaghar!! Bastión superviviente de los auténticos hijos de Naggrung. -
Con paso firme y rostro alegre me dirijo hacia la puerta de la aldea para darme cuenta de que los guardias de la entrada me observan con rostro serio.
Al entrar a la aldea, los dos fornidos bárbaros se echan a un lado para darme paso con total indiferencia.
- Buenos días, ocurre algo?
Sin mediar palabra, los dos guardias continúan vigilando las cercanías de la empalizada en previsión de cualquier criatura aberrante que pudiese aparecer de imprevisto.
Debe haber gato encerrado aquí. Antes el cazador se mostró muy distante hacia mí, y ahora, los guardias no muestran precisamente su más caluroso saludo. Mientras avanzo por la calle hacia el almacén, algunos niños que jugaban con la nieve, se han marchado corriendo hacia sus chozas. La calle ahora mismo está desierta. ¿Qué es lo que ocurre?
Decido pues visitar al gurú de la aldea. Al entrar en su choza, un agradable y caluroso ambiente me da la bienvenida. Al fondo de la choza, sentado en posición relajada se encuentra el gurú. Este me hace una seña amigable para que me acomode enfrente suyo.
Realmente la choza del gurú de la aldea es cálida y confortable. En el centro de la misma, ha dispuesto una pequeña fogata para mantener cálido todo el entorno de la choza, y en el lado opuesto al que él permanece sentado, queda un confortable lugar donde sentarse.
- Es muy agradable ser recibido en lugar tan cálido y confortable cuando el frío afuera castiga duramente mis huesos, gran gurú.
El gurú sonríe tímidamente, y con unos ojos vacíos y llenos de tristeza, toma aire para a continuación dirigirse a mí mientras suspira:
- Amigo Avendrok. Nunca podré pagar lo que has hecho por nosotros en Nalaghar, pues has dotado a estas gentes de pieles, grasas, carnes y hierbas de todo tipo.
El viejo gurú, enciende su larga pipa utilizando una pequeña rama encendida de la pequeña hoguera y aspira el humo profundamente.
- Sin embargo, he sido informado de algunas prácticas de brujería oscura por tu parte.
Mi rostro se transforma en un gesto entre sorprendido y desconfiado. Pienso: Oh, me temo lo peor. Realmente las advertencias de Thirza no iban mal encaminadas.
- Oh, gran sabio, no estaréis pensando que yo…
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Avendrok! los dos sabemos acerca de tus artes oscuras, y sabes bien que esta aldea es uno de los últimos bastiones de quienes sobrevivieron a la guerra de las mil lágrimas. Vivimos bajo el acecho de aberraciones, espectros, demonios y otras criaturas oscuras. Estas gentes, no ven con buenos ojos tus artes mágicas.
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Comprendo, mi señor. Pero mi intención jamás ha ido en contra de los intereses de esta aldea.
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Y lo sé, querido amigo. Y por todo eso, esta aldea te estará siempre agradecida, pero… comprende que no puedo permitir que mi gente viva atemorizada.
El gran gurú de Nalaghar, baja su mirada y observa como el fuego consume los leños de su hoguera. Da una buena bocanada a su pipa y continua.
- Por el bien de todos. Avendrok, deberías abandonar esta aldea.
¿Me estáis expulsando de Nalaghar?
No, no es así. Tú siempre serás bien recibido pese al recelo que guardan estas gentes a tus artes mágicas. Nalaghar nunca olvida. Pero debes comprender que tu convivencia aquí, no favorece a nadie.
Indignado, me pongo en pie y sin mediar palabra, recojo mis pertenencias para abandonar el lugar. Estando a punto de cruzar la puerta de la choza para marcharme, la voz del gurú me retiene unos instantes.
- Avendrok, espero que puedas comprender algún día el motivo de esta conversación.
Acto seguido, abandono la choza con paso decidido hacia la cruda y fría realidad.
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Avendrok y Thirza se encuentran en la zona centro de Anduar, así que… el nigromante, preocupado por su situación, intenta obtener información a través de la semi-drow.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ nas
Avendrok: hola thirza
Avendrok: cuanto tiempo no?
Avendrok: XD
Thirza ‘Mindus es magnificus’ pues si
Thirza ‘Mindus es magnificus’ estabas encarcelado o algo?
Avendrok: asuntos de logistica, thirza
Avendrok: tenias razon
Avendrok: hable con el gurú recientemente
Avendrok: el gurú de Nalaghar
Avendrok: y bueno, básicamente…. mis estudios de la escuela de
necromancia…. no gustan por allí
Thirza ‘Mindus es magnificus’ ya supuse
Avendrok: asi que
Avendrok: el gurú me ha pedido que me marche pacificamente
Avendrok: y…. bueno, mi intencion nunca fue mala con esa aldea, y nunca lo
seráAvendrok: asi que abandonaré esa aldea, y me buscare un refugio en otro lugar
Avendrok: mas solitario
Avendrok: pese a todo, Nalaghar no me odia, puesto que entienden que les he
ayudado a sobrevivir.
Avendrok: pero tienen mucho recelo hacia mis artes magicas
Thirza ‘Mindus es magnificus’ date prisaAvendrok: prisa?
Thirza ‘Mindus es magnificus’ he escuchado que quieren poner una recompensa por tu
cabezaAvendrok: Por todos los dioses antiguos y venideros
Avendrok: donde has escuchado tal cosa?
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Aunque el gurú te haya pedido que te marches
pacíficamente, en la taberna se rumorea otra cosaTerni, el viejo soldado, pregunta en dendrita: Pareces alguien fuerte, ¿quieres una oferta de
trabajo?Thirza ‘Mindus es magnificus’ Algunos comentan que has desenterrado antepasados de
ellos…Terni, el viejo soldado, dice en dendrita: Estoy buscando valientes que quieran ayudar a este gran
reino.Avendrok: eso que me dices, parece más obra de sacerdote khaol que de un grupo de
bárbaros muertos de hambreThirza ‘Mindus es magnificus’ Yo andaría con ojo
Avendrok: siempre ando con ojo amiga mia.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Si no has hecho eso que dicen, alguien está tratando de
que ellos crean que síAvendrok: justo hace unas horas, he sido victima de un asaltante
Avendrok: un asesino renegado
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Revisa tus contactos, alguien te la está intentando
jugarAvendrok: he estado a punto de acabar con su vida
Terni, el viejo soldado, dice en dendrita: Llevo mucho tiempo defendiendo estas murallas.
Avendrok: pero di un traspies, justo cuando formulaba el hechizo que lo acabaría
matando.Thirza ‘Mindus es magnificus’ posiblemente haya escuchado lo de la recompensa
Thirza ‘Mindus es magnificus’ no te extrañe que vayan mas
Furan, el bardo frustrado entona un cántico tan cautivador que provoca que le tiren una lata a la
cabeza.Avendrok: Thirza!!! a que contactos te refieres?
Avendrok: soy un viajero solitario
Avendrok: no tengo contactos.
Terni, el viejo soldado, dice en dendrita: Estoy buscando valientes que quieran ayudar a este gran
reino.Avendrok: apodrías ser tu misma, quien quiera traicionarme
Thirza ‘Mindus es magnificus’ alguien está empozoñando la mente de los Nalagher
Avendrok: hay otro semi-drow
Avendrok: hace mucho tiempo que no lo veo
Avendrok: un tal Jacobus
Avendrok: hicimos un pacto hace algun tiempo
Avendrok: pero…. quiza…
Thirza ‘Mindus es magnificus’ pues es curioso que hace tiempo que no lo veas
Avendrok: ese maldito descerebrado.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ todo encajaría
Avendrok: ese malnacido, tiene mucha influencia en keel
Terni, el viejo soldado mira al cielo.
Avendrok: asi como en otras comunidades de Naggrung
Terni, el viejo soldado repasa la lista que lleva en las manos.
Avendrok: pero…
Thirza ‘Mindus es magnificus’ a lo mejor es él quien está iniciando los rumores en
NalagharAvendrok: me resisto a creer tal cosa.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Algo le habrás hecho
Avendrok: Jacobus no necesita acabar conmigo.
Piensas con cuidado para no hacerte daño.
Avendrok: no creo haber traicionado a nadie
Thirza ‘Mindus es magnificus’ En Nalaghar no piensan lo mismo
Avendrok: quizá quede algun rencor entre los ciudadanos de Andlief, pues soy semidrow
al igual que tu, y entre esas gentes predomina la sangre
élficaThirza ‘Mindus es magnificus’ Menos el gurú,que vive en su nube de incienso
Avendrok: pero en lo referente a Nalaghar…..
Avendrok: no creo tener enemigos allí
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Yo tengo que ir a Nalaghar pronto
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Intentaré sonsacar algo de información en la taberna
Avendrok: es cierto que hay un joven…
Avendrok: un joven barbaro
Thirza ‘Mindus es magnificus’ creo que he oido de el
Avendrok: consiguió ser gran cazador de Nalaghar con solo 17 años.
Avendrok: un tipo algo testarudo
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Un humano
Thirza ‘Mindus es magnificus’ testaturo por decir algo
Avendrok: si, un humano, un bheniense.
Avendrok: pero… que podria tener ese hombre contra mi?
Avendrok: que no tiene mayor aspiracion en la vida que dedicarse a su oficio de
jornalero y leñador?
Thirza ‘Mindus es magnificus’ igual aspira a algo más en la aldea
Avendrok: esas gentes, son demasiado sencillas.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ y te considera un rival
Avendrok: y lo entiendo.
Avendrok: un rival?
Avendrok: ese joven barbaro, si ve un espectro invocado con mi magia…..
Avendrok: correrá tanto, que no habrá sendero suficiente para él.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ la ignorancia hace muy poderosasa algunas
personas
Avendrok: Te agradezco esa información, Thirza
Avendrok: andaré con cuidado.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Como dije antes, intentare averiguar algo
Avendrok: bien.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Me tienen en buena consideración en la aldea
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Les he ayudado mucho
Avendrok: pero cuidado, nunca sabes cuando va a aparecer un asesino renegado de
su escondite para hacerse con tu vida.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Lo tendré
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Y miraré lo de la recompensa por tu cabeza, a
ver si es cierto
Avendrok: se dice, que un explorador vigila los pasos de quien camina por las
sendas comerciales.
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Esperemos que no
Avendrok: ah, otra cosa!!!
Avendrok: thirza, solo espero…..
Thirza ‘Mindus es magnificus’ si?
Avendrok: que el precio de mi cabeza, no acabe conquistando tu corazón.
Avendrok: ya me entiendes
Thirza ‘Mindus es magnificus’ No te preocupes
Thirza ‘Mindus es magnificus’ El dinero nunca ha sido una preocupación para
mí
Avendrok: aunque…. sospecho que mi cabeza, no es demasiado valiosa.
Avendrok: hasta pronto!
Thirza ‘Mindus es magnificus’ Cuidate -
4a Parte
El frío empieza a calar en los huesos del joven Bárbaro. Ya son demasiadas horas oculto bajo la nieve, escondido, vigilante. La capa de piel de Yeti, así como la capucha, son muy efectivas por suerte, pero no infalibles frente al extremo clima de la zona sur de la isla.
A lo lejos, el bárbaro observa una sombra aproximarse. Tras la cortina de nieve que difumina su figura, puede apreciar alguien arropado con una capa de Agnur y una capucha tenebrosa. Es él. Ese maldito hechicero de las artes oscuras.
La paciencia ha dado su fruto. Su víctima está próxima de recibir por fin su merecido. Ese malnacido no merece pisar estas tierras, así como los demonios y aberraciones que se empeñan en asediar la aldea acabando con cualquier recurso productivo para los habitantes de la aldea. Toda esta situación debe ser culpa suya y de sus invocaciones demoníacas.
El mago se aproxima lentamente, avanzando con el pesar de un paso cansado, agotado físicamente por el esfuerzo que supone luchar contra la resistencia de un manto de nieve de tal espesor. El bárbaro, espera con paciencia, tensando sus fornidos músculos, espectante, aguardando el momento de lanzar su arremetida.
Finalmente, cuando el mago se pone al alcance suficiente, es sorprendido por la colosal arremetida del bárbaro que se echa encima sobre su víctima imposibilitando que este tenga tiempo de formular hechizo defensivo alguno.
- Maldito renegado! – grita el mago al verse tras tal emboscada
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Maldito ser tu, hechicero oscuro. Este es fin de tus dias.
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No! por favor, soy persona pacífica.
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¿pacífico? ¿quien? ¿tú? ¡tú crear aberraciones, demonios, espíritus y otras criaturas oscuras y maléficas!
El bárbaro libera lentamente el forcejeo contra el hechicero permitiéndole que pueda dar explicaciones.
El mago, sorprendido al ver el rostro del bárbaro, llega a cierta conclusión. Quizá su atacante guarda relación con las advertencias de Thirza la hechicera.
- No soy creador de demonios ni aberraciones. Si en algún caso de otras criaturas oscuras, pero mi propósito no es para mal con estas tierras, y siempre he ayudado a los habitantes de la zona, si es que vos, por lo que puedo ver, pertenecéis a su ciudadanía.
- Yo no pertenece a ciudadanía – contesta el bárbaro – Yo huérfano de padre y no madre tampoco, yo solitario superviviente, yo vive en esta isla sin hogar. Gente Nalaghar dar techo yo dormir allí ahora.
- Déjame seguir mi camino entonces, métete en tus asuntos y no interfieras, yo también tengo mis propios intereses en la aldea. Pues he ayudado a esas gentes y he demostrado mi lucha contra los demonios que nos acechan constantemente.
- Tú no entrar Nalaghar si yo aquí estoy. Tú, oscuro mago no gustar gente. Presencia nervioso gente. Tú marchar o yo matar tú.
- Maldito vehemente humano, tu osadía te costará cara – dice Avendrok mientras se retira del lugar nuevamente en dirección a la tundra – Suerte tienes de mi agotamiento y que no te de tu merecido en este mismo momento.
El bárbaro aguarda observando la marcha del hechicero hasta perderlo de vista tras una pequeña loma entre el bosque y la tundra. A continuación, vuelve por el sendero de nuevo hacia la aldea ante el gesto afirmativo de algún otro cazador nalagher.
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