Inicio › Foros › Historias y gestas › El inicio de la venganza.
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Era hermoso el amanecer en los viñedos de Veleiron.
Lástima que solo me quedé por unos minutos a contemplar el sol.
Y luego galopé a toda velocidad hacia Naduk.
Un contacto me esperaba allí con gemas, para poder empezar mi labor.
Era hermoso el paisaje que te ofrecía Earmen.
Los árboles, el río que fluía con mucha calma.
Si no fuese territorio enemigo eso, me hubiese encantado quedarme, y sentarme sentado bajo un árbol. Y contemplar el azul cielo de Eirea.
Sentir el sonido calmado del río.
Pero no podía parar el galope.
Yo sabía perfectamente que no podía enfrentar nada en mis condiciones.
Al llegar a Naduk por la parte oeste, pude pasar un miliciano que se encontraba dormido, sin tener que matarlo.
Y allí se encontraba una alta Semi_Drow de cabello oscuro como el azabache.
Rostro que te provocaba de todo, menos que te puede asesinar.
Sus pequeños ojos azules me miraba con un poco de ternura.
Como si me conociera.
Antes de que pudiera decir algo, rompió el silencio con una dulce voz que preguntó: Dakharhu verdad?.
Y otra vez antes de que pudiese aunque sea asentirle dijo: soy Darayne.
Una minera que intenta buscarse la vida vendiendo preciosas gemas.
Le dedique una fugaz sonrisa desde el lomo de mi elemental.
Y me dispuse a desmontar de el hasta que al regresar mi mirada a ella, se encontraba a tan solo un metro de mi al menos.
Con un rápido golpe me dejó en el suelo.
Se sentó al lado mío y empezó a hablar…
Soy la amante de Dreylix.
El me hablaba mucho de ti, y de Daktos.
Me había dicho que si por algunos de esos azares del destino el fallecía… yo tenía que buscarlos a los 2, y hacerlos reunirse.
E estado mucho tiempo buscándote, y cuando pude dar con tigo, en Dendra me habían dicho que te habías marchado.
Dejaste tu mandato, y todo atrás.
Luego vine aquí como suelo hacer siempre que necesito descansar, y Jiksy no paraba de cantar la canción de un comandante, y una venganza que anhelaba concretar.
Me acerqué a ella y me dijo que te vio a ti, a si que fue seguir el rastro de un bello elemental de agua, y aquí te veo.
Tuve que decirle a un colega que te dejase esa carta antes de que me vieras.
No me hubiese gustado verte de la nada.
Y como esta fuente, y esta plaza deja una linda vista para la historia que te contaré….
Pero basta de hablar de mi, relájate, y escucha con atención.
Eso hice, me senté en el suelo, cerré mis ojos y con su dulce voz que parecía perforar hasta llegar a tu mente.
Empezó.
Dreylix es un gran fruida de Ralder que se encontró a tu padre en un desierto.
Luego de derrotar una mandíbula de arena decidieron ser compañeros de trabajo.
Los 2 estaban de infiltrados en Takome, llevaban mucho tiempo.
Pero tu padre cometió el gran error de enamorarse de esa Semielfa.
Los 2 se veían por las noches, y en una de esas noches Seldar puso la semilla de el caos en tu madre.
Naciste tu primero, y luego de unos meses Daktos.
Tus padres le contaron a la reina que eran bebés que encontraron tirados en los arrabales, solos y abandonados.
Pero ella sabía que no era a si.
A si que un joven halfling que fue contratado por la reina se encargó de seguir día y noche a tus padres.
Hasta que el fantástico día llegó.
Priis ya sabía que tu padre era un infiltrado de Dendra, de que la semi_elfa era una traidora, y que fue corrompida por el poder de Seldar.
Y que Dreylix era otro traidor más.
Pero ella no contaba con que Seldar se aparecería en los sueños de tu padre y le iba alertar de todo.
Seldar los necesitaba, y los quería con el.
Era una fría tarde de invierno, donde los Takomitas iniciaron una fiesta sin razón alguna.
Pero la orca de la plaza estaba preparada, los tiradores estaban con los arcos ya cargados, mientras miraban todo desde las murallas.
Cuando un enorme dragón de madera empezó a levitar por arte de los más grandes magos de Takome, los tiradores empezaron a disparar hacia tu padre, los cruzados agarraron a tu madre, y mientras la prepararon para ser ejecutada.
Dreylix los agarró a ustedes y los escondió en esa pequeña casa donde tus padres se encontraban por las noches.
Los gritos de piedad de tu madre, y los incesantes silbidos de las flechas que atravesaban el débil cuerpo de tu padre, eran el mejor festín para un goblin.
Todo se calmó, y fueron a por Dreylix.
El hizo de todo para que escapen.
Le había prometido a tus padres que los iba a cuidar con su vida, y eso hizo.
Aguantó feroces acometidas, hechizos que iban arrancando gritos de dolor.
Pero lo que importaba en el era su quimera.
Su quimera lo dejó solo, y galopó a toda velocidad hacia Dendra.
Ustedes estaban en su lomo mientras unas lianas los ataban para que no se caigan de la enorme bestia que los transportaba.
Al llegar a las puertas de la ciudad un inquisidor los recogió y se los llevó a Torquemada
Y allí se formó la historia de los Daerionh.
Los 2 hermanos que serán los que pondrán ciudades a arder.
Y los que harán que Seldar vuelva al mundo mortal, para juntos a el derrocar a Eralie…
Abrí los ojos, y se encontraba con una enorme sonrisa que me lo decía todo.
Era la primer persona que no me engañó, y que si no fuese por ella mi vida no sería la misma.
Me puse en pie, y le di un fuerte abrazo, de esos que anhelaba con tantas ganas.
Me sonrió y me dijo: prepárate, mañana partimos a Keel.
Buscaremos a tu hermano juntos, Daky…
A si solía decirte Dreylix.
Mis recuerdos se alineaban y mi cuerpo volvía a ser el mismo.
Ya estaba preparado para vengarme, para gritar y hacer temblar todas las ciudades aliadas el nombre: daerionh
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