El viento susurraba mi nombre.
Las hojas de los árboles danzaban a un compás casi tenebroso.
Mis heridas no paraban de sangrar.
Y mi aliento poco a poco se agotaba.
Pero esa sombra.
Esa deslumbrante sombra…
Era alguien como yo.
Un ser sin hogar que moraba en el bosque impenetrable.
Y que al parecer pudo rastrear el camino de sangre que dejé.
Cerré mis ojos esperando que llegue mi fin.
Pero no lo hizo.
No enterró su tridente en una de mis muy agravadas heridas.
Solo me cargó, y me llevó a no se…
No pude ver mucho por que la pérdida de sangre ya me había nublado la vista.
Y si no perdí la razón fue por que hacía lo posible para que no la pierda.
Tarareaba canciones muy extrañas.
Pero esa dulce voz no me dejaba caer inconsciente.
Cuando pude darme cuenta de donde estaba…
Unas cálidas manos tocaron mis mejillas, y pude ver mejor lo que estaba frente a mi…
No se si me llamaba mas la atención sus profundos ojos rojos.
O su hermoso cabello que parecían llamas que danzaban con el viento.
Solo se que mi vida fue salvada por una despiadada asesina, que por alguna razón no me mató.
Y ahora estoy aquí.
Morando sin parar el bosque a ver si la vuelvo a encontrar.
Solo puedo recordar su susurro que decía…
(Dolor eterno)