El khazad legendario

Aquel enano cruzó los grandes salones excavados por los ancestros enanos, el eco de sus pasos le acompañaban camino al trono de piedra, el tintinear de su armadura marcaba una melodía de batalla y el mango de su hacha tocaba el suelo con cada paso, simulando un bastón.

En su cabeza miles de pensamientos se apoderaban de su atención y simulaba el discurso en su mente, preparando cada palabra ante su Rey.

Finalmente se postro cuadrado ante Darin y sus dos aguerridos guardias de piedra vigilan cada movimiento de Gudmair. El rey se levanta de su trono y con un amable gesto indica a Gudmair que se acerque.

• Hola Gudmair, cuanto tiempo sin verte por los grandes salones. Vi en mi agenda que querías comentarme algo, espero que sea que de una vez por todas te cases con una hermosa enana. Le dice Darin entre risas mientras se acerca a darle un abrazo a Gudmair.
• Como siempre es un placer recibir la cercanía de un gran rey. Contestó Gudmair con una leve reverencia con la cabeza.
• Bueno que es lo que me quieres contar, veo que casarte no es porque no dibujas ninguna sonrisa debajo de tu barba, así que cuentame que te inquieta. Comentó Darin mientras regresaba al trono.
• En parte si conocí a una enana, pero duró poco, nos estábamos conociendo y todo era perfecto hasta que en la ciudad de Anduar, los dos bebíamos buenas pintas de cerveza y se produjo un altercado con varios bebedores empedernidos. En ese momento cuando todo estaba alborotado un goblin apareció de entre las sombras para apuñalarme y ella se interpuso entre el puñal y mi corazón. Gudmair para de hablar mientras unas lagrimas empapan su frondosa barbar. Busco consejo en ti sabio rey, pues no me quedan fuerzas ni ganas de vivir.

Darin se queda sin palabras y sus guardias de piedra se vuelven pálidos al escuchar la triste historia de Gudmair. Rápidamente se acerca le pone la mano en el hombro y le pide que levante la cabeza como un guerrero que es.

• Goblin … por lo tanto la Torre Negra… seca tus lágrimas amigo, pues con nuestros martillos convertiremos la Torre Negra en un montón de escombros y arrasaremos con su raza. Yo mismo lideraré el ataque y te doy mi palabra, la palabra de un rey, que tu amada descansará en paz sabiendo que fue vengada. Dijo Darin con voz ronca

Gudmair mira a su rey con devoción y asiente ligeramente, mientras que los Guardias personales del rey se colocan junto a el y ellos también le asienten con la cabeza, se avecina una gran batalla.