Inicio › Foros › Historias y gestas › El libro del demonio.
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La búsqueda del mastin hoy no tuvo frutos.
En el agujero solo encontramos una cueva, pero nada de mástin.
Al volver a Grimoszk Lesdreon y Zerb hablaban de unos demonios.
Invocaciones, caos.
Llegamos a la taberna de la ciudad, y nos sentamos al fondo del lugar.
Hablaban mientras bebían una cerveza hasta que Lesdreon enfocó su mirada a mi.
Dak, necesitamos un favor.
Yo me senté más cómodamente, y le hice gestos para que siga hablando.
Queremos invocar un antiguo demonio.
Pero necesitamos entrar a la vieja biblioteca de Golthur.
Y por lo que se, tu podías transportarte allí no?.
Era la primera vez en semanas que se formaba un recuerdo nítido a lo que se refería Les.
Asentí con mi cabeza, mientras rebuscaba más y más en mi mente vacía.
Necesitamos que nos lleves.
Estamos en momentos de guerra, y ese demonio podría traernos grandes victorias.
Cerré mis ojos por un momento, y los volví abrir.
Mi mente sabía que lugar era, y como hacer para moldear el eter y poderlos llevar.
Me reincorporé y les hice un gesto para que saliéramos de la taberna.
Llegamos al zigurat, y allí los 3 cerramos los ojos, mientras yo canalizaba la energía del espacio, para poder tejer los hilos del eter, y moverlos a ese lugar.
Sabía que era muy urgente.
Un intenso golpe mental me sacudió la mente, dejándome fuera de combate por unos minutos.
Al volver en mi estábamos en las antiguas bibliotecas.
Miles, y miles de tomos llenos de polvo se encontraban en ese lugar.
Lesdreon se sentó en una podrida mesa.
Mientras Zerb buscaba con su mirada el tomo correspondiente.
Serv. Abrió sus ojos como platos.
Y lentamente acercó su mano hacia un libro de páginas corroídas por el tiempo.
De hecho las letras parecían garabatos inteligibles.
Serv. Acercó el libro a Lesdreon.
Y Lesdreon con una emoción empezó a intentar descifrar las palabras borroneadas por el pasar del tiempo.
Levantó su cabeza, y con una mirada que irradiaba sabiduría dijo. Es este!, es este el libro!.
zerb se puso igual que Lesdreon.
Por mi parte no entendía nada, pero aún a si estaba sorprendido por la enorme cantidad de libros que había en ese lugar.
Lesdreon se levantó de la mesa, y con un empujón que casi me hace caer al suelo, me exclamó. Vamos, vamos Dak!.
Volvamos a Grimozsk!!.
Mi mente se encontraba aún un tanto golpeada por la violenta ráfaga mental que me dio al transportarlos.
Pero lo volví a hacer, y esa ráfaga esta vez fue menos dolorosa.
Al abrir los ojos estábamos de nuevo en Grimoszk.
Lesdreon empezó a escribir palabras en un lenguaje demoniaco, sobre una hoja de un libro.
Di una veloz ojeada y solo pude ver.
Raaiingeedooook.
Draameedoweek.
Srowreedreediooon.
Jashztaakeeekt!.
Con solo ver eso podía entender que eran las palabras para invocar el demonio…
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