El pergamino.

Capítulo 1. Rumores.

La noche cae en Alandaen y la música empieza a sonar en el circo de los hermanos gnomos Vibobivac y Timotivac, inundando las calles de un ambiente de jolgorio. La cola para la taquilla de las entradas era enorme, apenas se veía el final. Desde que Vibobivac fue liberado de su rapto, todas las noches había lleno completo. 

El espectáculo comienza y la gente disfruta del espectáculo, diferentes números hacen estallar al público en aplausos y vítores. El espectáculo estaba compuesto por payasos, haciendo trucos de magia, animales domados como leones, elefantes, e incluso un dragón marino, que de vez en cuando devora alguno de sus domadores, añadiendo emoción al espectáculo. 

Al fin, el número final llega, los hermanos salen dando gracias al público, pero el espectáculo no termina ahí. Tras agradecer la presencia, Timotivac hace unos movimientos con sus manos y unos proyectiles de fuego empiezan a rodearlo. Cuando termina de formular el hechizo, cada uno de esos proyectiles salen disparados, teledirigidos, hacia la batería de fuegos artificiales, que, cuya mecha al entrar en contacto con los proyectiles se prende, dando lugar a un espectáculo visual digno de haber esperado horas de cola para verlo.

Tras la función, entre bastidores, los hermanos reciben una inesperada visita. Un enviado del caudillo de Golthur, los estaba esperando en el camerino. Grigak, el goblin, estaba con los pies sobre la mesa, y los miraba fijamente.

Timotivac pregunta: ¿Qué te trae por aquí?

Grigak dice: Veo que vueztra hozpitalidaz no ha cambiado. Vaiz direzto al grano. Yo eztoy bien graziaz por preguntar viejo amigo.

Timotivac dice: Disculpa mi recelo, tu visita no suele traer nada bueno, sólo vienes a cobrar nuestra mensualidad por la financiación del circo.

Grigak dice: Vengo a ezo, pero a parte tengo cierta información… que andabaz buzcando dezde hace tiempo. Zierto pergamino parece haber llegado a laz manoz del Caudillo. Quiere que vayaz a Golthur, quiere hablar contigo en perzona.

Timotivac dice: No puedo abandonar el circo ahora mismo, dile al Caudillo que si quiere verme ya sabe donde encontrarme. 

Grigak dice: Zuz palabraz fueron claraz, tienez que ir a Golthur, él te ezpera allí.

Vibobivac dice: Hermano, no puedes negarte a reunirte con el Caudillo, sabes de nuestro contrato… Ve, nos apañaremos aquí como podamos.

Timotivac dice: Pero ahora el circo va viento en popa, tenemos lleno a diario… Si no funciona, ¿Cómo vamos a pagar nuestras deudas?

Vibobivac dice: De eso quería hablarte… Con lo recaudado estos últimos meses… ¡Podemos pagarla!

Timotivac sorprendido pregunta: ¿No será alguna de tus bromas?

Vibobivac niega rotundamente con la cabeza y se acerca a la caja fuerte que está situada tras una cortina en el camerino. Saca varias bolsas con monedas y se las acerca a Timotivac.

Vibobivac dice: Cuéntalo tú mismo.

Timotivac dice: Llevas razón, hay suficiente para pagar todo lo que debemos.

Siendo así, mañana mismo partiremos hacia Golthur.

Timotivac señalando a unas botellas de ron dice: Sírvete lo que quieras Grigak, yo me retiro a descansar.

Grigak asiente con la cabeza y dice: Prepararé loz huargoz para mañana.