Aun recuerdo cuando tenia 6 años, me encontraba mendigando en la ciudad de Anduar, las personas no me miraban muy mal, eran bastante amables conmigo, pero cuando pedía algo de dinero para comer no te daban nada… me ofrecía a ayudar a los tenderos de todo el mercado, y me iba ganando algunos platinos para poder comprar algo de comida. Recuerdo un día que conseguí en una tarde 9 platinos, y en la panadería había un pastel que costaba 10, suerte la mía, que mi último trabajo fue llevarle el pan a la sastrería, y el pastelero me regalo el pastel, era la primera vez que me podía comer un pastel, ya que normalmente me como el pan duro de varios días, o como mucho una barra fresca de los trabajos que hacía, ese dia cuando me senté en un banco de la calle Osucaru, vino un grupo de bandidos, que me arrinconaron, estábamos al lado del alcantarillado, y sin dudarlo me dieron una paliza, abrieron la trampilla y me arrojaron al alcantarillado, me lleve tremendo golpe que no me pude levantar en 2h, y para aquel entonces ya había anochecido, estaba muy furioso, y tenía miedo a las ratas, las escuchaba por todos lados, y aun encima no veía nada, no podía parar de llorar, cerré los puños y los ojos, y empecé a gritar de desesperación y odio por lo que aquellos bandidos me habían hecho, fue entonces cuando lo sentí por primera vez, notaba algo dentro de mi, no sabia lo que era, pero notaba como si el pecho me quemase, abrí los ojos y mis manos estaban ardiendo… pero a pesar de que notaba calor en mi pecho, mis manos no me quemaban, me sentía muy bien, el fuego de mis manos me permitían ver en aquella oscuridad y eso me permitió encontrar una de las salidas de la alcantarilla que estaba abierta y me permitió salir.
