Era una noche cualquiera, es difícil distinguir unas de otras, pues cuando eres un vagabundo, una noche más con vida y algo que echarte a la boca es algo más de a lo que podemos aspirar.
Soy Gnal, una goblin enclenque del montón, de poco nivel, y con cuatro arapos como equipo.
Como cualquier goblin, intenta ganarse la vida para sobrevivir, vagabundeando por las calles de Anduar y buscando alguna limosna entre tanta gente que va y que viene y a menudo simplemente, la ignora.
La ignora en el suelo mientras pide, la mira y se ríe, le escupe al pasar…pero la busca cuando sale a los bosques, cuchillo en mano a tratar de cazar algún animal para alimentarse de sus despojos.
Así de cruel es la vida, lo sé, tan invisible por las calles de una ciudad, tan buscada como presa cuando sales de ella.
A todo ello hay que sumarle mi actitud valiente por ser incondicional ante la vida. Que tienes que perder cuando no tienes nada que perder?
De la valentía que yo tengo de enfrentarme así a la vida, sin embargo muchos carecen, que con cierta prudencia y prestos de grandes piezas y riquezas, con más del doble de nivel y experiencia que yo, me envían a Soele sin opción siquiera a verles la cara antes. El ansiando poder de la gloria.. Pero que de glorioso tiene eso?..
En fin, seguiremos nuestro camino, seguiremos vagabundeando, ganándonos la vida para tratar de encontrar un sitio en este mundo cruel y plagado de desdichas.
Solo espero ir escribiendo este diario de mi vida, que también es de mis muertes a la vez, y que arrojaran sangre si, y mucha muerte, pero valentía y tesón con la capacidad de levantarme cada día dispuesto a morir pero también a seguir viviendo.
