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    • Rijja
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      Enseñanzas tardías I

       

      Para Rijja Al’jhtar, la jornada transcurría ocupada entre la oración y diversos ajetreos burocráticos, típicos en un miembro del Alto Consejo Ar’Kaindiano, de forma cotidiana. Fue justo entonces, mientras se dedicaba a uno de estos menesteres en el interior del Templo Piramidal, cuando fue importunado por la visita de un conocido hechicero orgo, el cual, por múltiples motivos, llevaba lejos de su ciudad natal varios meses.

       

      Templo Piramidal: Altar [o,s,|e|,n]

      Sacerdote de Velian está aquí.

      Gran Altar de Velian.

       

      Stalwugh llega desde -| oeste |-.

       

      Dices en ogro:  Saludos Stalwugh, tiempo sin verle por la ciudad

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: Saludos Rijja, Alto Teócrata Arcano. ¿Que tal está usted? La verdad es que tengo la ciudad un poco abandonada, he estado estudiando las artes de la magia.

      Dices en ogro:  Bien, ocupado en los menesteres típicos. Oración, estudio y gobernanza.

      Preguntas en ogro:  Estudios de la magia? ¿puedo preguntar qué tipo exactamente?

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: pues básicamente un global de todos, gracias a mi maestro Muhaajir, me enseño varias escuelas y he podido ir desarrollando poco a poco mis capacidades.

      Dices en ogro:  Muhaajir… un gran hechicero, sin duda. Ligeramente aprendiz de mucho y maestro en poco. Pero bueno, es un familiar respetado por mi parte. Sin duda, algo indisciplinado, pero si, un gran hechicero.

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: me enseño conjuración y el arte de las flechas mágicas, evocación hasta el nivel del hechizo cono de frío y, sobre todo, ilusión, muy apropiado para confundir la mente enemiga…. y muchos más que aun voy desarrollando.

      Preguntas en ogro:  Y, ¿Qué te ha traído a la ciudad que te vio nacer?

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: pues si le soy sincero, he tenido curiosidad por varias cosas de la ciudad que me han comentado.

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: me habían hablado que han hecho una gran estatua en tu nombre, una cosa única, pero sabes cómo es la gente que habla mucho, quería verlo con mis propios ojos

      Sonríes.

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: me encantaría verla

      Dices en ogro:  Sin duda, incluso fue una sorpresa para mí. Según tengo entendido, los mejores orfebres y escultores trabajaron en ella. Es cierto que han conseguido gran realismo. Realmente estoy encantado con ella. Es todo un honor.

      Preguntas en ogro:  Pero… ¿has recorrido las extensas dunas solo para ver una estatua?

      Dices en ogro:  Acompáñeme, Stalwugh, se la mostraré personalmente.

       

      Rijja acompañó entonces Stalwugh hacia el exterior del Templo Piramidal. Exactamente a la escalinata que da acceso al glorioso templo.

       

      Ar’Kaindia: Base del Templo Piramidal – Escaleras [ab,ar,s,-e-,n]

      Dos Soldados orgos y Sacerdote de Velian están aquí.

      Estatua de Rijja Al’jhtar.

      Hay un ambiente caluroso aquí fuera.

       

      Sonríes.

      Stalwugh sonrie.

      Dices en ogro:  Aquí la tiene.

      Dices en ogro:  Es algo pretencioso que sea yo mismo quien la señale. Pero usted lo ha pedido

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: la verdad que está impecable, que monumento bien efectuado, estoy sin palabras.

      Sonríes.

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: no mentían cuando decían lo que era…. pero tenía que verlo con mis propios ojos.

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: pero….

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: hay otra razón que también me ha traído a esta ciudad y a platicar con usted.

      Preguntas en ogro: ¿Cuál sería esa razón en particular?

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: me da un poco de vergüenza preguntar tal cosa…

      Preguntas en ogro:  No hay cabida para la vergüenza cuando se trata de resolver una duda, vamos muchacho, ¿a qué te refieres?

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: yo sé que he trabajado mucho en conseguir mis conocimientos mágicos y estoy orgulloso por ello….

       

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: pero debo confesarle algo.

      Preguntas en ogro:  Dime sin rodeos, ¿Qué te aflige?

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: nunca he aprendido bien a tratar mágicamente el mineral de piedra para convertirlo en un componente mágico aceptable.

      Te ríes.

      Dices en ogro:  perdón. No he podido evitar una ligera risa.

       

      La mueca de incredulidad que esbozó el Alto Teócrata fue, sin duda, burlesca y ligeramente irreverente, pero, pasados los primeros instantes ante la confesión del hechicero Stalwugh, Rijja cambió el semblante y se dispuso a ayudar al ya tardío estudiante de alquimia básica.

    • Rijja
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      Enseñanzas tardías II

       

      Ante todo, y eliminando el tono burlesco de su voz, Rijja se interesó ciertamente por las necesidades y deseos del hechicero Stalwugh para con el aprendizaje de procesos básicos. Tan básicos que suelen aprenderse incluso antes que la mayoría de hechizos necesarios para progresar como mago de cualquier tipo. Lo cual, era cuanto menos… gracioso.

       

       

      Preguntas en ogro:  A ver si lo entiendo, ¿Me estás pidiendo que te enseñe a tratar mágicamente el mineral de piedra? ¿Es eso?

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: si no es mucha molestia, estaría muy contento que un Alto Teócrata de Ar’kaindia me instruyera, nadie mejor para dicha tarea, realmente.

      Sonríes.

      Dices en ogro:  Estas cosas pasan cuando dejáis de asistir a las clases mágicas elementales. ¡Ay!  estos jóvenes. Solo queréis lanzar hechizos y explotar cosas.

      Stalwugh llora.

      Dices en ogro:  Sin problema. Además, has hecho bien. Muhaajir no creo que fuera tan indulgente en esa confesión tuya.

      Dices en ogro:  No lo demoremos más, sígueme.

       

      Rijja condujo entonces a Stalwugh hacia las zonas de estudio arcano del Templo piramidal. En estas dependencias son formados los famosos magos telequinéticos, los poderosos magos astrales y rúnicos y, en general, todos los hechiceros de la ciudad, por lo que se puede considerar sin equivocación alguna que estas salas son una escuela de hechicería.

      Nada más llegar a dichas dependencias, Rijja abrió una pequeña puerta que daba lugar a un majestuoso laboratorio completamente equipado para experimentos y prácticas de naturaleza mágica.

       

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: que laboratorio más grande… me sorprende cada rinconcito de esta ciudad.

      Dices en ogro:  Verás, para lo que me pides, son necesarias algunas cosas. Lo primordial, un trozo de mineral.

      Dices en ogro:  Por suerte, tengo uno aquí mismo.

      Dices en ogro:  Otra de las cosas necesarias, al margen del conocimiento necesario para hacerlo, son unas instalaciones acordes. Preparadas para soportar ciertos procesos mágicos.

      Dices en ogro:  Como, por ejemplo, este laboratorio.

       

      Coges Trozo de Piedra de Mochila de la Dimensión Insondable.

      Stalwugh sonrie.

      Dices en ogro:  Este mineral granulado es el óptimo para alcanzar nuestro objetivo.

      Stalwugh pregunta con voz sobrenatural: ¿y esas piedras no pesan mucho para ser transportadas en las aventuras?

      Dices en ogro:  Tal vez el material con el que se fabrican si, una vez tratadas mágicamente no hay problema.

      Dices en ogro:  Presta atención Stalwugh, no soy un profesor paciente. Solo repetiré el proceso una vez.

      Exclamas en ogro:  Ahora… Silencio!

      Dices en ogro:  Debes estar atento a todos y cada uno de mis movimientos.

       

      Sacas un fragmento de piedra y lo colocas encima de la mesa principal.

      Esparces un poco de miserita guardado en un vaso de precipitados sobre el fragmento de piedra.

      La piedra empieza a adquirir un color blanquecino mientras un humillo negro surge de su superficie.

      Pones la mano izquierda cerca de la roca mientras concentras tu energía sobre ella.

      Describes con el dedo índice la runa GHWA sobre la superficie de la piedra.

      La piedra se fragmenta en varios trozos de roca preparada para ser usada como componente.

       

       

      Preguntas en ogro:  Has captado la esencia del proceso?

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: todo apuntado y memorizado.

      Dices en ogro:  bien, probemos. Toma, efectúa exactamente los mismos movimientos

      Coges Trozo de Piedra de Mochila de la Dimensión Insondable.

      Ofreces Trozo de Piedra a Stalwugh.

      Stalwugh coge Trozo de Piedra.

      Dices en ogro:  Vamos, prepara la piedra.

      Stalwugh saca un fragmento de piedra y lo coloca encima de la mesa principal.

      Stalwugh vierte un extraño líquido blanco contenido en un vaso de precipitados sobre el fragmento de piedra que hay en la mesa.

      Stalwugh pone la mano izquierda cerca de la roca mientras concentra la energía sobre ella.

      Stalwugh describe una extraña runa con su dedo índice sobre la superfície de la piedra.

      La piedra se fragmenta en varios trozos de roca preparada para ser usada como componente.

      Sonríes.

      Felicitas a Stalwugh.

      Stalwugh pregunta con voz sobrenatural: ¿qué tal lo hice para ser la primera vez?

      Dices en ogro:  Como has podido ver, un proceso sencillo.

      Stalwugh salta de alegria.

      Dices en ogro:  El resultado ha sido óptimo.

       

      Stalwugh dice con voz sobrenatural: muchas gracias, Alto Teócrata, nunca se me olvidara lo que hizo usted por mí, estoy me servirá para enseñar a mis pupilos en las artes de la magia y no hacer el ridículo evitando el tema por mi desconocimiento.

      Dices en ogro:  Has sido un buen alumno, Stalwugh. Gracias a que no has cometido ningún fallo, guardaré tu pequeño secreto ante Muhaajir.

      Dices en ogro:  Ahora debo seguir con mis deberes diplomáticos.

      Dices en ogro:  Un placer.

      Sonríes.

       

      Rijja volteó hacia la puerta y, justo antes de salir de aquella estancia, se giró para mirar de reojo a Stalwugh. Este comenzaba de nuevo el proceso de creación de piedras tratadas con gran ahínco. Rijja no pudo evitar soltar una ligera carcajada antes de cerrar la puerta.

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