Inicio Foros Historias y gestas Ficción Rosa, Parte 2.

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      Rhomdur y Aesiria están limpiando la senda sur de Galador de infieles pecadores. Mazazo por aquí, cráneo hecho tabaco por allá, maldición por aquí y cabeza alzando el vuelo por encima de la arboleda por allá.

      Pero claro, es de esperar, entre tanto ajetreo, cuerpo cayendo sobre sus propias rodillas luego de perder la cabeza, hombre intentando recoger sus tripas antes de que estas se impregnen con el polvo del suelo y tal… un carromato de dos caballos no ha sido percibido por nuestros héroes, impactando contra ellos, dejándolos completamente inconscientes en el suelo a pesar de la dureza de su cabeza.


      Un cubetazo de agua fría empapó la cabeza de Rhomdur, despertándolo. Cuando pudo abrir definitivamente los ojos y todo adquirió nitidez, observó aquella estancia lúgubre, sin apenas iluminación. Paredes de roca llena de moho, una mesa, un par de velas… y el tintineo de gotas de humedad filtrándose por algún lugar, cual celda de prisión.

      Miró a su derecha y vio a Aesiria, la cual le devolvío la mirada. Estaba sentada en una silla, con los brazos hacia atrás, maniatados. Y una bola roja con cinta de cuero en su boca.

      Rhomdur no pudo articular palabra alguna y entendió rápidamente que estaba en la misma situación.

      Al mirar al frente observó a un humano de complexión rechoncha, con un delantal lleno de sangre seca y cuchillo en mano, cual carnicero. A su lado, sentado en una silla del revés, con los brazos apoyados sobre el respaldo de esta, un humano rubio, delgado, de mirada profunda y vestimentas púrpuras.

      Humano delgado: Bien… ¿qué tenemos aquí Buch…? ¿Carne fresca…?

      Buch (El carnicero, abreviación de Butcher): Sí… los encontramos en el camino, inconscientes… no se sabe nada de ellos Rick.

      Rick: entiendo…

      Rick observaba detenidamente a ambos, con sus brazos apoyados en el respaldo.

      Rick: TRaeme al loco.

      Buch: Está durmiendo Rick….

      Rick miró de reojo a Buch y alzando levemente una ceja dijo… “Pues despiértalo…”.

      Buch fue al fondo de la estancia. Ahí había un cajón de madera enorme, apenas imperceptible, escondido entre las sombras. Lo abrió, estiró de una cadena y de ahí salió una forma humana, completamente cubierto de cuero negro. Solo se podía apreciar el color de sus pupilasen dos orificios bajo ese traje de cuero. Tenía una cremallera en la boca.

      Buch estiró de la cadena, lo condujo delante de Rick y lo arrodilló a su lado de una patada. Luego ató la cadena de este a una biga.

      Rick puso su mano sobre el cráneo de aquel ser y empezó a golpearlo lentamente dedo a dedo, como contando….

      Rick alzó la mano y empezó a cantar una canción, señalando cada vez a cada uno de nuestros progatonistas…

      “Pito… pito… gor.. gorito… tócale el dedo al negrito….”

      Rhomdur intentaba articular palabras, pero con aquel artefacto en la boca, solo sonaba el Hmmfff Hmmmff. Aesiria parecía inmóvil.

       

      “Mi mamá me dijo que eligiera al mejor de los … dos..”, finalizó el cántico, señalando a Aesiria.

      “Sin embargo.. ese has de ser… tú”. Volvió a finalizar señalando a Rhomdur.

      Rick: Te ha tocado, campeón.

      Rhomdur intentaba articular palabras, pero no hubo manera. Lo alzaron de la silla entre Rick y Butch, abrieron un pórtico de madera y se lo llevaron, cerrando fuertemente la puerta tras ellos.

      El loco, continuaba atado a su cadena, observando a Aesiria. Ella debía hacer algo si no quería sufrir el mismo destino que su compañero. Finalmente, en un acto heróico, desencajo su mandíbula de aquella pelota y pudo medio escupirla de lado. Luego, formuló el cántico “flamius fullen akrat” y una hoja de llamas apareció en su mano derecha. Con ella, cortó las cuerdas que la mantenían atada y se liberó.

      El loco intentaba gritar, se agitaba… pero la cadena de acero y la máscara se lo impedían. Aesiria se levantó lentamente y le propinó un tremendo puñetazo al estilo paliza enana, dejándolo insconsciente (o muerto) ahí colgando como un jamón.

      Aesiria escuchaba gritos tras la puerta. Pero estaba desarmada. A su alrededor no había nada con que improvisar un arma. Abrió desesperada una de las puertas de aquella estancia y descubrió una especie de… sala de investigación. Una camilla ensangrentada, botes de cristal con… seres dentro en alcohol, cadáveres llenos de agujas…

      Agarró una tubería de hierro, la sostuvo a dos manos y la sospesó. Parecía firme. Luego miró a su derecha y observó una espada. Tiró la tubería y la agarró. Poco después, unos pocos metros más allá, observó un Mandoble. Tiró la espada y equilibró tremendo mandoble entre sus manos. Cuando finalmente, se le abrieron los ojos… y agarró aquel artefacto colgado en la pared que nunca antes había visto, pero había oído hablar de él… sus ojos se iluminaron de nuevo.

       

      Aesiria se acercó lentamente a la puerta donde había visto a Rhomdur por última vez… tras ella se oían voces…

      “¿Aplicas el canon de Eralie enano?… ¡Siente ahora el Cañón de Seldar!”

      Un fuerte golpeo continuo y latigazos se oían tras la puerta. Los lamentos de Rhomdur se apagaban por la mordaza en su boca.

      Aesiria avanzó paso a paso, con cautela. Paso por el lado de el Loco. Avanzó hasta la puerta, se puso de lado y…

       

      La puerta se abrió de una patada, soltando astillas y bisagras. Rick y Butch se giraron asustados. Allí estaba Aesiria, con un Triturador en sus manos.

      Estiró de una pequeña cuerda y el triturador empezó a vibrar y a hacer un ruido metálico. Butch intentó abalanzarse sobre la enana, pero esta le clavó la sierra en su cabeza, cortándolo en dos hasta la altura del ombligo, en un chasquido metálico lleno de sangre, vísceras y huesos rotos. No tuvo tiempo ni de gritar, la sierra en movimiento de aquella arma le quebró la mandíbula, dientes, esternón… como si fuera mantequilla.

      Buch (o mejor dicho, aquella masa de carne vibratoria) cayó al suelo partido completamente en dos y Aesiria ahora miraba a Rick, con la cara ensangrentada, los ojos como platos y mirada asesina.

      Rick se apartó y miró sobre de la mesa. Ahí había una ballesta.

      Aesiria bajando lentamente el Triturador: Vamos Rick… cógela….

      Rick estaba temblando. La idea de coger la ballesta le pasaba por la mente….

      Aesiria: Vamos Rick… puedes hacerlo, cógela… la tienes ahí….

      Rick lentamente y tembloroso se acercó centímetro a centímetro a la mesa… cuando estuvo cerca de alcanzar la ballesta, una voz tras Aesiria dijo… “Aparta Aesiria…”.

      Aesiria se apartó y allí apareció Rhomdur con una ballesta a dos manos. Disparó contra Rick, empalándole el virote en el bajo vientre, estampándolo contra una esquina de la estancia…

      Aesiria: ¿Estás bien…?

      Rhomdur, firme, serio, sin gesticular: No, no estoy bien. Estoy a jodidas millas de estar bien. Me voy a encargar de que este tipo sobreviva. Lo voy a llevar a KD, lo voy a atar en las mazmorras y me voy a encargar que cuatro enanos le enseñen que es el dolor durante el poco tiempo que le quede de vida.

      Pero esto, ya es otra historia.

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