Ginkgo biloba y efecto instantáneo?

Hola a todo el mundo y al de otro mundo,

Vengo a comentar un peculiar hechizo y una contramedida bastante exagerada en mi opinión. La imbecilidad, que reduce la inteligencia y la sabiduría hasta números absurdos, es una herramienta buena contra magos, aunque contra curadores es aún mejor. SI un curador desea extirparse la imbecilidad puede hacerlo, pero ello le obliga a permanecer entre 6 y 8 segundos parado mientras el hechizo de curación, o el de extirpar maldición, le hace efecto. Esto es una medida perfecta incluso contra druidas (voy a poner el ejemplo del druida porque es el sacerdote que juego ahora mismo), puesto que este se ve obligado a detenerse, arriesgándose a a ser interrumpido, o continuar con curas críticas de 300.

Tener una contramedida tan buena contra curadores me parece muy buena idea para contrarrestar lo que, valga la redundante redundancia, se curan. Sin embargo, hay un problema con este hechizo, y este se llama ginkgo biloba. Lo anterior de los hechizos de curación o extirpar maldición para deshacerse de la imbecilidad tiene su gracia, puesto que tardan en llevarse a cabo, por lo que el sacerdote queda vulnerable. Con un ginkgo biloba, no obstante, no ocurre nada. Te lo tomas, y al instante te has recuperado. Eso convierte lo que debería de ser un hechizo temido para los curadores en poco más que una molestia que se arregla con un alias en menos de un segundo, y sin stun ni obligación de quedarse quieto.

No pido que el ginkgo biloba desaparezca ni se vuelva más complicado de encontrar, ni mucho menos. Al fin y al cabo, la imbecilidad puede afectar a todos, y los magos también tienen que poderse deshacer de ella, a pesar de no poseer hechizo curativo alguno (quitando el necromante, que tampoco es que esté muy bien dotado de habilidades para quitarse el efecto imbecilidad). Sin embargo, creo que debería aplicarse la regla de que las plantas son utilitarios de potentes efectos pero que tardan en hacer efecto, más aún si no requieren que el jugador que se la tome deje de moverse. Considero que, al igual que se revisó en su día el tiempo en el que el winclamit tarda en hacer efecto desde que te lo tomas, debería hacerse lo mismo con el ginkgo biloba. Incluso haría que fuese necesario esperar como 20 o 30 segundos, pues si el jugador puede moverse mientras la planta va haciendo efecto, con períodos de entre 6 y 8 segundos de espera hasta la neutralización de la maldición, se queda prácticamente igual, como si el ginkgo biloba no hubiera sufrido cambio alguno. Con los cambios que propongo, creo que la imbecilidad volvería a recuperar la relevancia que se merece, a la vez que infunde el terror entre el sector de los practicantes de la magia, en especial de la clerical. Aún recuerdo cómo, en una omiq desafío, Szylah le coló un imbecilidad a mi Eriloin, y gracias a eso casi lo mata. Me tuve que parar para curarme la imbecilidad, puesto que no llevaba ginkgo alguno. Por no decir que durante el tiempo en el que me fui moviendo sin darme cuenta de que estaba maldito, me sanaba 300 pvs como mucho mediante críticas (y no digamos con leves), mientras me entraban proyectiles y hechizos que me iban bajando sin poder remediarlo más que para sobrevivir justito, por debajo de 1,3k de vida prácticamente durante 10 segundos (y los disfruté, con cara de idiota pero sí, lo hice, esos 10 segundos molaron mucho porque me dejaron con cara de «WTF, qué ha pasao aquí? xd»). Eso estuvo bien, porque en ese momento me podría haber venido otro jugador o el mismo szylah y haberme propinado. Cono sin protes, arremeter, puñaladita, disparoapuntado, cazar escondido sin peleas y con armas de ejecutor (no sé si eso existe pero ojalá), un rico furtivo encadenado con kills, un cepito rico combinado con un turno de frenesi y un golpecertero, etc. Sin embargo, si hubiese llevado un ginkgo biloba, un hechizo tan temido para curadores como lo es (o debería ser, más bien) el imbecilidad, habría carecido de sentido, más aún con lo que cuesta hacer que entre. Y no. Un hechizo de tal poder, como lo es el imbecilidad, no puede quedar en el olvido. No se merece tan aciago destino.