Gran Aesiria

Aesiria caminaba tranquilamente por las murallas de Kattak camino de Thorin. Era un día nubloso y la humedad en el ambiente condensaba en la rugosa piedra de la muralla, ya vieja y llena de moho. El camino era estrecho, marcado torpemente y lleno ya de piedras, arbustos y maleza. Pero aun podía distinguirse. A la izquierda, arboledas no dejaban ver más allá de unos pocos metros.

De súbito, un ruido llamó su atención. Al girar la muralla observó a una pareja de ciudadanos, una chica joven, seguramente de Aethia por sus rasgos y color de piel pálida y él un chico pelirrojo, alto y delgado de corto cabello. Delante de ellos, 3 hombres de piel morena, cabello negro, vestidos como bandidos, con paño cubriéndoles el rostro y daga en mano.

Chico joven: Eh tranquilos hermanos… Solamente íbamos a comprar algunos víveres a Kattak… – decía mientras ofrecía su mano en señal de amistad -.

Bandolero bajito: ¿Hermano…?

Bandolero alto: ¿Has oído eso…? Te ha llamado hermano… hahaha

Bandolero rechoncho: Pártele la cara, muestra quien manda aquí….

Bandolero bajito: Como vuelvas a llamarme hermano te voy a partir esa cara de malnacido que tienes, rojizo.

Aesiria miro hacia atrás y vio el largo camino que había recorrido. Suspiró y se quedó pensativa apoyada contra la pared. Historias como estas ocurren cada día. Suponía que les iban a robar y se irían, sin más percance.

Uno de los bandoleros agarró a la chica por la muñeca y la miraba con ojos lascivos. Esta le escupió a la cara.

Bandolero Alto: eh, deberías atar mejor a tu amiguita… parece una fiera indómita.

Bandolero Bajito: Sí, vamos a enseñarle modales…

La cosa había llegado demasiado lejos. Aesiria se acercó a los 3 asaltantes y les dijo…

Aesiria: ¿Qué tramáis, morenos?

Bandolero Alto: ¿Morenos….?

Bandolero Bajito: Lárgate enana, antes de que no te metas en problemas de los que luego no podrás salir.

Aesiria pone su mano bajo su túnica, luego la saca y apunta con su dedo a los 3 bandoleros. Con la otra mano, hace el amago de cargar un virote. Luego le dice a la chica extranjera: Entra en Kattak.

Bandolero Alto: ¿Qué coño hace…?

Bandolero rechoncho: Está chiflada….

Bandolero Bajito: Tú no vas a ninguna parte. Lárgate enana…. Último aviso.

Aesiria enfunda su mano de nuevo en la túnica y saca una ballesta de repetición de mano. Apuntando a los bandidos.

Bandolero Alto: ¡Hostia puta!

Bandolero rechoncho: Eh eh cálmate, para para.

Aesiria: Entra en Kattak….

Chico Joven: Gracias enana…,

Aesiria mira con cara de malas pulgas al chico y le responde:

Aesiria: Y tú, medio hombre… lárgate para la ciudad con esa cara de humano lechoso que tienes. Estos tipos no quieren ser tus hermanos y no les culpo por ello. Ahora lárgate de aquí.

Ambos jóvenes salen corriendo y se internan hacia kattak a través de la puerta este.

Aesiria envaina su ballesta de mano y sigue su camino. No sin antes girarse y decir… “Que os vaya bien….”.

Bandido bajito con las manos en alto: Sí…. Y a tí….

Aesiria se gira y dice con la mirada entrecerrada, como si le diera el sol de frente: Ya lo creo…

Aesiria sigue su camino , rodeando la muralla.