Shaegar que se encontraba sentado en un hostal en un pequeño recinto en las afueras de la ciudad de Anduar.
Había llegado allí después de un largo viaje en el que había estado luchando contra el mal y protegiendo a los inocentes.
Estaba cansado y decidió tomarse un descanso en la barra mientras decidía su próximo movimiento.
Mientras tomaba un vino exportado de Veleiron, Shaegar se dio cuenta de que había un hombre sentado a su lado que parecía estar teniendo problemas.
El hombre estaba hablando solo y parecía muy preocupado por algo. Shaegar sintió lástima por él y decidió preguntarle si necesitaba ayuda.
El hombre se presentó como Marcus y explicó que era un aldeano de Nimbor, el mismo pueblo del paladin, Marcus explico que había sido atacado por un grupo de kobolds.
Había perdido a su familia y todo lo que tenía y estaba desesperado por encontrar una manera de vengarse.
Shaegar sintió una gran tristeza por la historia de Marcus y decidió ofrecerle su ayuda.
Le dijo que él también había luchado contra el mal y que estaba dispuesto a ayudar a Marcus a derrotar a los kobolds y traer justicia a su pueblo.
Marcus aceptó agradecido y los dos hombres se pusieron en camino hacia el pueblo.
Allí, encontraron al grupo de kobolds en los alrededores de un viejo molino y con la ayuda de Shaegar, lograron derrotarlos y traer paz y justicia al pueblo.
Marcus y los aldeanos agradecieron a Shaegar por su valiosa ayuda y le dieron la bienvenida como un héroe en su pueblo.
Desde entonces, Shaegar y Marcus se convirtieron en buenos amigos y juntos lucharon contra el mal en muchas otras ocasiones.
Y así, gracias a la amistad y la determinación de un caballero y un agricultor, el mal fue derrotado y el bien triunfó.
