la cuba… ¡no!

La cuba…¡no!

Bien conocidas son las pesadas bromas de Duaindin Ethergand y más de un azote en el trasero le han costado en alguna ocasión, pero esta vez… se fue de madre.

Una vez al año se hace una celebración en Kheleb. Se dan premios al enano más valeroso, al más anciano, al más barbudo, al mejor minero… y entre otros… a la mejor broma. Y Duaindin no estaba dispuesto a perder el único reconocimiento posible ante su falta de fuerza, barba y belleza.

3 de Kailiod del 130 Era 4ª. Los enanos mineros trabajan creando un tremendo ruido en el chocar de sus picos, harmonía perfecta para los oídos del que sabe apreciar un buen trabajo en la mina de Kheleb Dhum. Luego de largas horas de trabajo, se reúnen en fila delante de la gran Cuba de agua para refrescarse y compensar la pérdida de agua por el sudor de tan arduo trabajo.

Esta vez, Duaindin tuvo una gran idea. Bueno en verdad… no era una idea nueva, llevaba semanas meditándola… solo que… nunca se atrevió a ir tan lejos. Perforó la cuba por la parte de atrás y la dejó completamente seca. Luego, la llenó con aguardiente de dudosa calidad (no iba a ser la broma más costosa del año, seguramente).

El primer enano abrió el grifo y llenó su baso. Pegó un sorbo y bajó la taza con los ojos y los mofletes hinchados. Tragó ese aguardiente como una bebida de clavos atravesando su gaznate. Observó a ambos lados… no dijo nada… llenó un segundo vaso y se retiró.

Así mismo pasó con el segundo y el tercero… poco a poco, los enanos iban bebiendo y retirándose a su oficio, sin mediar palabra.

La cosa fue que.. si cada 2-3 horas de trabajo los enanos iban a hidratarse, esta vez era cada hora…. Cada 45 minutos… cada 15… hasta que prácticamente se acabó el aguardiente de la cuba.

El jefe minero bajó en montacargas al segundo nivel a inspeccionar el trabajo. Se acercó al primer enano, el cual golpeaba débil y lentamente la roca, como poseído por algún tipo de hechizo.

• ¡Eh eh! Más energía, ¿te ocurre algo?

El enano se giró lentamente… con la mirada entrecerrada, la nariz roja como un tomate y los ojos como un Orco al ver un Elfo bañándose en Golthur. Volvió a mirar al frente, sin mediar palabra y a golpear la roca débilmente.

Otro enano se encaró con su propio pico:

• ¿Qué estash mirando pico? ¿A mi..? ¡¿Aquí mando yo, hash entendido?! ¡YO!¿?

Otro tropezó y cayó dentro de una vagoneta, moviéndola y llevándose por delante 2 o 3 más. Unos discutían sobre qué lado del pico usar para golpear la roca y acabaron llegando a las manos. Un cubo voló y golpeó una lámpara de aceite, estallando en llamas y cegando algunos de allí. Los picos volaban, los leños resonaban en la mina y enanos dando tumbos como balones aparecían por la mina sin una orientación clara.

Jefe minero: ¡Hijos de la gran Ogra! ¡Pero qué diablos…!

El jefe minero recogió un vaso de madera de los que volaron, lo olió… aguardiente…

Rápidamente fue a la cuba y observó el desastre. Subió por el montacargas más rápido que un murciélago escapando del infierno.

A las pocas horas, la guardia personal del rey Darin y otros campeones tuvieron que mediar para detener la pelea, aunque no se apacigua fácilmente una turba de enanos violentos y borrachos. Al parecer, peleaban mejor en ese estado que sobrios. El altercado duró horas (algunos cuentan que hasta que no desaparecieron los efectos del alcohol, ni un solo enano minero abandonó).

Duaindin fue descubierto, colgado en medio de Kheleb Dhum por las manos y azotado con un remo de barca públicamente en el trasero.

Se decidió cambiar el premio de la mejor broma del año por la del acto más vergonzoso. Se reparte ese premio y nadie lo recoge, pero es bien sabido a quien va dedicado y quien es el vencedor… aún sin participar voluntariamente.