Inicio Foros Historias y gestas la enseñanza de Tritux a Kaluk

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    • Boga
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      Número de entradas: 64

      Hoy es 17 de Verano del 149 Era 4ª, son las 1:00.
      Grimoszk: Entrada al Zigurat
      Te encuentras justo en la base del enorme Zigurat consagrado a Ozomatli. Su enorme mole, cubierta de esclavos realizando tareas de restauración y mantenimiento te hace sentir como un ser inferior, como si dentro realmente habitara un Dios, el Dios de los Hombres-Lagarto.
      Grimoszk: Entrada al Zigurat [s,n]
      Ciudadana, Sshryssta, la anciana Chamán y Ciudadano están aquí.
      Tritux está aquí.
      Tritux dice: saludos joven Kaluk
      Dices: saludos Tritux
      Tritux dice: recibí tu mensaje, así que quieres aprender a buscar perlas
      Dices: así es, me he enterado de su gran valor y quiero conseguir algunas
      Tritux dice: vaya vaya, quieres más maíz, ¿no es suficiente lo que paga Sshryssta?
      Tritux señala a Sshryssta y le hace una reverencia
      Dices: no es eso señor, es para poder pagar mi entrenamiento como soldado
      [Emoción] Kaluk baja la cabeza observando su arma
      Tritux se ríe
      Tritux dice: es una broma joven Kaluk
      Tritux le da una palmada en la espalda a Kaluk mientras comienza a andar
      Tritux dice: sígueme

      Tras unas horas andando por los cultivos pantanosos y la playa pedregosa, llegan a un acantilado que da acceso a una pequeña playa
      Hoy es 17 de Verano del 149 Era 4ª, son las 3:09.
      Playa Pedregosa
      La playa continua bordeando el acantilado. Con el Soramha rompiendo sus olas contra las rocas cercanas. De arena negra y polvorienta, debido a la erosión de las rocas, la gran cantidad de piedras hacen que el andar por la costa sea casi impracticable. Aunque en este punto de la playa los acantilados parecen menos escarpados y se podría nadar hacia el mar. Además puedes ver algunas rocas que parecen tener moluscos adheridos a su superficie.
      Puedes ver dos salidas: este y arriba.
      Tritux dice: hemos llegado joven lagarto
      Tritux dice: ¿has traído el abridor de ostras? Es la herramienta principal
      Dices: sí, aquí lo tengo
      Empuñas tu Abridor de Ostras.
      Tritux dice: bien, cuando entres al mar, bucea hacia abajo y verás unas rocas
      Tritux dice: en esas rocas hay muchas especies de animales, coge las ostras y con el abridor le separas las conchas
      Dices: y las perlas estarán dentro
      Tritux dice: no todas las ostras tienen perlas, tienes que ser paciente
      Tritux dice: ahí te dejo joven soldado, tengo cosas que hacer
      Dices: gracias Tritux, nos vemos
      Tritux se va hacia el este.

      Dices: bien, busquemos esas perlas
      [Emoción] Kaluk se lanza al agua y bucea hasta el fondo marino

      Fondo Marino
      Estás en el fondo de estas aguas poco profundas del océano. Contemplas el paisaje habitual de estos lares: extensiones de arena fina sembrada con rocas de diferentes formas y tamaños y, eventualmente, algas y pequeños corales entre los que juegan pececillos de hermosos colores. Te hallas perdido en la inmensidad del océano.
      Rocas.

      Rocas
      Varias rocas negruzcas sobresalen en el agua, y las olas impactan contra ellas. La mayor parte de su superficie está cubierta por una fina capa de algas verdosas de aspecto muy resbaladizo.
      ¡La roca está rebosante de ostras! ¡Todo un tesoro de los mares!

      Manejas hábilmente tu Abridor de Ostras y utilizando su afilada punta consigues desprender una Ostra.
      Utilizando abreostras, abres con pericia tu ostra, dejándola lista para comer.
      [Recibes Perla Negra].
      ¡Vaya!, ¡al abrir tu Ostra encuentras una Perla Negra!, ¡es tu día de suerte!
      [Recibes Ostra abierta].

      Después de varias horas, Kaluk sólo encontró una perla negra. En otra ocasión habrá más suerte.

    • Alambique
      Participant
      Número de entradas: 2304

      Thandorgrim se abrió paso a través de la ciénaga, en algunas zonas sus pequeñas piernas eran succionadas casi por completo por el fango y tenía que realizar un esfuerzo sobrehumano para poder sacarlas.

      Finalmente llegó a una playa rocosa, poco a poco el suelo iba transformándose en una superficie de guijarros y arena, suspiró de felicidad por abandonar la tediosa humedad de la ciénaga.

      A lo lejos vislumbró una pareja de hombres-lagarto, se les veía atareado con un extraño instrumento metálico. Uno de los lagartos se internó por la ciénaga, pasando a escasos metros de donde se ocultaba el enano.

      Thandorgrim siguió con la mirada al hombre-lagarto hasta que lo perdió de vista y, volviendo la mirada hacia el hombre-lagarto de la playa, lo vio zambullirse en las aguas de un salto digno de un funambulista.

      El enano observó como unas pequeñas burbujas cubrieron la superficie, pero el hombre-lagarto no regresaba, tras unos minutos que se le hicieron eternos el hombre-lagarto asomó la cabeza sobre el agua y se encaramó a las rocas hasta alcanzar la playa.

      Extrajo algo de su zurrón, algo parecido a una concha y, introduciendo un extraño objeto metálico, hizo saltar parte de esta concha por los aires. Tomó algo de su interior y lo escondió con recelo lanzando una mirada a su alrededor.

      El hombre-lagarto, satisfecho con su hallazgo, abandonó la playa rocosa siguiendo la senda que había tomado anteriormente su compañero. Thandorgrim lo siguió con la mirada, hasta que comprobó que se había marchado. Se incorporó y salió de su escondite en dirección a la zona desde la que el hombre-lagarto había saltado al agua.

      Observó la zona, tratando de descubrir qué habían estado haciendo esos dos misteriosos hombres-lagarto.

      La zona de la playa estaba cubierta por algunos pequeños charcos de agua marina que se evaporaban dejando una estela de sal. Observó algunos trozos de conchas, repartidos como esquirlas. Pero lo que más le llamó la atención fue una especie de gelatina blanquecina, la tocó con sus manos tratando de averiguar de qué se trataba. La gelatina tenía algunas escamas pegadas, recogió una pequeña muestra y la guardó en un pequeño frasco de cristal.

      Thandorgrim inspeccionó de nuevo la zona, comprobando que nadie estuviera vigilándolo, y se internó en las marismas, hasta perderse en la sofocante humedad.

    • Boga
      Participant
      Número de entradas: 64

      Tritus y Kaluk siguieron andando por las marismas de Zulk, una zona cercana a los cultivos de maíz caracterizada por su gran humedad, algo normal para los hombres-lagartos pero no para el resto de razas de Eirea.

      Kaluk aprovechó el paso para sacas de su zurrón el objeto esférico de color negro que encontró dentro de una ostra y orgulloso de su hallazgo se la enseñó a Tritux, pero éste no estaba atento a la felicidad de Kaluk, sino que el veterano hombre-lagarto estaba atento a todo lo que pasaba a su alrededor. Algo escuchó detrás de ellos y se paró en seco, observando el entorno.

      Marismas de Zulk
      La marisma es un humedal poco profundo que se encuentra en segunda línea de costa tras lasdunas de las playas. Se suele inundar en la época de lluvia y durante las mareas vivas. Observas al oeste como los grandes picos de Cynda-Oth rompen el cielo como si de una lanza se tratase. Al este observas la ciudad de Grimoszk que divide el río Iaurduin en dos con sus grandes murallas y sus torres defensivas. En la marisma puedes distinguir claramente las zonas que están casi continuamente inundadas de las que lo están de forma más esporádica por la vegetación que encuentras. 

      Tritux dice con voz sobrenatural: Sshh atento, he escuchado algo.
      Dices en lagarto: Tranquilo habrá sido algún animal.
      Tritux dice con voz sobrenatural: Pequeño renacuajo, llevo muchos años paseando por esas marismas y ese ruido no lo hacen los animales de la zona.
      Preguntas en lagarto: ¿Qué hacemos entonces?
      Tritux dice con voz sobrenatural: Será mejor volver a la ciudad, tenemos muchas tareas que hacer y no podemos perder el tiempo.
      Dices en lagarto: Estoy de acuerdo.

      Los dos compañeros deciden volver a la ciudad para prepararse para su próxima aventura pero no sin antes volver a mirar hacia detrás para comprobar que el ruido simplemente ha sido un pequeño animal,

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