Inicio › Foros › Historias y gestas › LA FORJA DE UN TEMPLARIO: LASLEY DE NIMBOR
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CAPITULO I. UNA INFANCIA DIFICIL.
«Hola niños, os presento a un nuevo compañero, su nombre es Lasley y ha llegado nuevo al pueblo·» explicó la maestra a sus alumnos.
El joven entró en clase y todos sus compañeros se le quedaron mirando. Lasley era un niño grande, en comparación al resto de sus compañeros, y bastante regordete por lo que se movió, arrastrando torpemente los pies, al lado de la maestra.
«ho..» carraspeó el joven y se aclaró la garganta mientras alguna risita se escapaba, sutilmente, de las bocas algunos de sus compañeros.
«Hola, soy Lasley.» dijo el joven presentandose a sus compañeros.
«Hola Lasley!!!.» dijeron los niños al unisono, exceptuando una que dijo «Hola Gordaco!!!!» sacando una carcajada general.
«Muy gracioso Robert, levantate y ponte de rodillas cara a la pared.» dijo la profesora.
Un chico de pelo color zanahoria y muy despeinado, bajito y delgaducho se levantó y siguio las ordenes de la profesora, soltando una risita burlona cuando paso cerca del nuevo alumno. Robert era el gracioso de la clase y era, junto con sus esbirros Murro y Lumso, la pesadilla de empollones y novatos.
«Bueno Lasley cuentanos algo de ti.» prosiguió la mestra tras castigar al «graciosillo».
«Pues… mi familia es natural de Kattak. A mi padre le salió un trabajo en Nimbor recogiendo trigo y toda la familia se vino aqui. Yo nací al año de instalarnos,soy hijo unico y no tengo mas hermanos. Nunca habia venido a la escuela, hetenido que ayudar a mi padre con elcampo,pero mi madre me ha enseñado a leer y escribir, asi que eso lo hago bastante bien….» explicaba Lasley.
«Y comer… eso seguro que tambien lo haces bien.» dijo el castigado y arrancó las risas dela clase.
La profesora se giró y le propino una fuerte colleja. El joven se calló de inmediato, no sin antes mirar con odio al pobre Lasley, pasandose la mano porla nuca.
«Prosigue Lasley.» dijo la profesora.
«Nada mas señorita….» dijo Lasley un poco humillado por los insultos de su compañero.
«Muy bien, tu sitio será este, aquí en primera fila y poneos todos en pie que vamos a rezar a Eralie.» ordenó la maestra.
Las primeras clases transcurrieron sin incidencias y fueron muy productivas para lesley que, aunque no era muy listo, se esforzaba mucho por aprender. Se intentó mostrar cooperativo en clase, respondiendo a muchas preguntas, lo que agradó enormemente a la profesora pero cabreó mucho al envidioso Robert, enemigo de empollones.
La campana del recreo sonó y todos los niños salieron a jugar y comerse el almuerzo. Lasley sacó su bocadillo de picadillo de chorizo y se dispuso a comerselo solo, sentado en el pollete de una de las puertas del patio.
Robert, Murro y Lumso buscaron por el recreo y localizaron a su objetivo. Se acercaron al pobre Lasley y le rodearon.
Robert golpeó el bocadillo de Lasley y cayó al suelo. Lasley lo recogió, le sopló y fue a comerselo de nuevo. Robert repitió y esta vez piso el bocadillo.
Lasley fijó la mirada en Robert. No quería lios y menos con él. Era hijo de uno de los burgueses adinerados de la ciudad, que además tenía alquilado una percela de trigales a su padre. Cerró los puños y aguantó el tirón.
Robert estaba rojo de ira al ver que no reaccionaba y le propinó un fuerte bofetón en la cara a Lasley dejándole la mano marcada en la cara.
Lasley se levantó pesadamente, Murro y Lumso, que tambien eran bastante grandes aunque no tanto como Lasley, le cogieron, fuertemente, de los brazos y Robert le propinó dos puñetazos en el estómago.
Lasley ya no podía más. Movió los brazos con fuerza de forma inesperada para sus oponentes, los cuales chocaron contra Robert y cayeron de culo.
Lasley abrió los brazos y golpeó, con una doble torta, las orejas de Robert y este cayó al suelo sangrando por las orejas.
Lasley se giró a Murro y le propinó una patada en los testículos, que lo dejó inmovil en el suelo y se giró hacia Lumso al que reventó la nariz de un tremendo puñetazo.
Los niños se acercaron y contemplaron como Lasley había propinado una paliza en un momento a los abusones de la clase. La profesora vino y se llevo a Lasley. Aunque sabia que Robert le había provocado, no podía permitir un comportamiento asi en la escuela y expulsó al chico una semana.
Lasley volvió a casa apesadumbrado esa tarde, había tenido ese ataque de ira y había pegado al hijo del burgues que les alquilaba el terreno, posiblemente le hubiera dejado medio sordo… su padre no estaría muy contento y le pegaría una buena tunda, seguro que había bebido como de costumbre y se ponía violento. Pero lo peor es que pegase de nuevo a su madre… ni hablar, se juró a sí mismo que el aguantaría los palos necesarios, pero que nunca permitiría que volviese a ponerle una mano encima a su madre.
LLegó a casa y era casi de noche. Abrió la puerta y, oliendo la peste a vino barato, escuchó a su madre llorar y suplicar a su padre que no pegara al muchacho, pero el joven ya supo lo que venía a continuación…
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