Inicio Foros Historias y gestas La guarida de la Aborrecible

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    • Jashraia
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      Lucía el sol en el cielo en D’hara. Los lúgubres y desgarradores gritos que se oían desde la cúpula de aquella torre acongojaron a todos los que se encontraban presentes en la fortaleza. El maestro de ceremonias había reservado la estancia especialmente para el sacerdote demonista Zerb, el cual se encontraba en el medio de un oscuro ritual junto a otros inquisidores de la catedral de Seldar.

      Un poderoso demonio estaba siendo convocado y sometido bajo las penetrantes letanías de Zerb cuando un cuervo llegó y se situó en la ventana de la estancia. Este portaba un mensaje atado a su cogote en una pequeña vaina sujeta con una cinta de cuero negro. El sacerdote no le prestaría atención al ave hasta el momento que este reconoció el símbolo de Al’jhtar en la vaina. Al perder la concentración, un enfadado Zerb acudiría curioso hacia el cuervo tratando de entender que podría necesitar su amigo Muhaajir con tanta suma urgencia en un lugar como este.

      Al abrir el contenedor, el cual se encontraba labrado con el símbolo de los guardianes de la magia Al’jhtar, un pequeño pergamino de un amarillento papel se deslizó hacia fuera. Al abrirlo, el sacerdote encontró el nombre de una poderosa dragón que moraba cerca de los bosques de Ucho, conocida como Lish la aborrecible. Junto al mensaje también se encontraba un lugar, una fecha y una hora. Un entusiasmado Zerb acudiria raudo a prepararse para el llamado el cual aconteceria al atardecer del segundo día luego de recibido el mensaje. 

      Pasaron dos días y Zerb entraba en la taberna de Anduar siguiendo las órdenes que había traído el cuervo en aquel mensaje. El archimago orgo Muhaajir se encontraba solo en una esquina del lugar bebiendo una jarra de una negra cerveza proveniente de los reinos enanos de Kheleb. Este ocultaba su rostro con una tenebrosa capucha color morado la cual apartó de su cabeza cuando este vio al sacerdote entrar en la estancia. 

      -Zerb, que Velian ilumine tu camino. Veo que recibiste mi mensaje. Creo que encontré la guarida de la poderosa Dragón que cuenta la leyenda…Supuse que te interesaría- Dijo Muhaajir llamando la atención de Zerb hacia su mesa.

      -Saludos, Muhaajir, qué felicidad recibir noticias tuyas. Así que la encontraste?- Contestó Zerb.

      Zerb mostró una sonrisa.

      -Veo que ha valido la pena interrumpir mis rituales de invocación, seguramente esta noche tendremos un duro trabajo.-Dijo Zerb. 

      -Así es Zerb, ahora que cae la noche es la mejor oportunidad para acudir a su guarida. Quien sabe quizás la encontremos durmiendo…Debemos partir lo antes posible.-Murmuró Muhaajir.

      -Es hora de prepararnos. Con permiso necesito apartarme de este ambiente maloliente y rezar a Seldar. Necesito pedirle su favor para tan dura misión.- Diría Zerb.

      -Favor concedido viejo amigo, partamos de una vez.- Diría el archimago.

      El orgo acabó rápidamente la cerveza que quedaba en su jarra y acudió a la barra donde dejó un par de monedas de oro. Este dejaría la estancia junto a Zerb para comenzar el viaje hacia el bosque de Ucho, lugar donde había sido avistada por última vez la dragón según una visión que el maestro de la torre de cuarzo y obsidiana, Rijja Al’jhtar había tenido en su bola de cristal.

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