Inicio Foros Historias y gestas La leyenda del collar de la cuerda roja

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    • Jashraia
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      Esplendorosa brillaba Velian aquella noche. El viento no se dejaba sentir como lo solía hacer en una típica noche de Rutsel. El aire era agradable y una vez más, Muhaajir, el joven aunque prometedor hechicero Orgo de Ark’Kaindia deambulaba en su Unicornio mágico por los caminos de Brenoic. El tan solo quería darse un baño de aquella mágica luz de luna verde que caía desde el cielo mientras meditaba las sabias enseñanzas que le dejaban las conversaciones que solía tener con el Alto Teócrata de Ar’Kaindia, Rijja Al’Jhtar.

      Muhaajir a lo lejos percibió una conocida aunque maligna aura acercándose desde la Fortaleza de D’hara. Un grueso humano ataviado en oscuras armaduras reliquiarias caminaba erguido sosteniendo orgulloso un albino cetro que parecía ser fabricado de hueso. Lo seguía un extraño ser que vestido con una oscura túnica parecía flotar por el aire. No pronunciaba palabra alguna aunque parecía estar atento a las órdenes de Zerb, uno de los Altos Inquisidores de la catedral de Galador.

      El mago ya conocía a Zerb de una de sus múltiples visitas a la capital. El hechicero siempre andaba en la búsqueda de conocimientos e ingredientes dentro de Galador y del resto de ciudades del panteon del mal. La ciudad se encontraba en una ubicación privilegiada entre otros reinos, y los renombrados sacerdotes de la catedral solían brindar sus hechizos curativos cuando Muhaajir no conseguía tratar alguna dolencia con sus ungüentos y preparaciones mágicas.

      Los poderes de Zerb como sacerdote de Seldar eran conocidos a lo largo y ancho de los reinos. Su voluntad y fe con su Dios eran tales que con sus poderosos hechizos de levantamiento de muertos conseguían alzar verdaderos ejércitos de muertos vivientes para pelear a su lado. El mago sabía de esto, por lo cual rápidamente pensó en el artefacto mágico que yacía escondido en Derebar y en la tribu de poderosos bárbaros que su amigo, el Alto Teócrata Arcano de Ar’Kaindia, Rijja Al’Jhtar le había comentado con anterioridad.

      No era menester revelar el detalle de que en una de las muchas conversaciones que Muhaajir tuvo con Rijja, este le había contado sobre las extrañas emanaciones mágicas que venían desde el amuleto que poseía el líder de aquella tribu. Incluso le había aconsejado cómo prepararse y qué tipo de componentes mágicos llevar si es que algún día decidía ir a apropiarse de la reliquia.

      Rijja le describió cuidadosamente el objeto con el máximo de detalle. Este era un collar de un extraño diseño con cuerda roja que sujetaba aquella mágica lágrima de cristal de la cual colgaba una pequeña aguja de color negro. El Alto Teócrata puso especial énfasis en la leyenda del collar sobre que este era capaz de contener la energía vital de aquel que se atreviera a pincharse con el cristal y de cómo uno podría revitalizarse con parte de esa energía vital al pincharse de nuevo. Sin duda un artefacto mágico que todo hechicero querría poseer.

      Zerb también entendía que aquel grupo de bárbaros era una amenaza que moraba cerca de sus fronteras, por lo cual accedió a la petición de ayuda del mago. Su misión y promesa de limpiar las tierras de herejes y su curiosidad por la forma en la cual Muhaajir se conectaba con el éter al comenzar a formular sus hechizos le motivaron a acompañar al hechicero.

    • Jashraia
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      Seldar y Velian una vez más se alineaban en su cometido. El mago Muhaajir estuvo en la torre de magia de Draeron comprando un par de componentes que eran necesarios para el viaje. No tardó mucho en su montura mágica. Cuando todo estuvo listo, el orgo fue a buscar a Zerb a la catedral de Seldar para así comenzar el peregrinaje a las tierras del norte en busca del artefacto mágico que aquella tribu tenía en su poder.

      Dices con una voz sobrenatural: Saludos Zerb, Alto Inquisidor.

      Zerb pregunta con voz sobrenatural: Saludos, hermano Muhaajir. ¿Qué deseas?

      Dices con una voz sobrenatural: Velian reluce hermosa esa noche, me encanta recorrer estos caminos apreciando su belleza.

      Preguntas con una voz sobrenatural: ¿qué es lo que lo lleva a recorrer estos páramos?

      Zerb dice con voz sobrenatural: Perdonad, hermano, pero… no creo que has venido aquí a hablarme de Velian…

      Zerb sonrie.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Dime lo que necesitas.

      Dices con una voz sobrenatural: Al punto como siempre…

      Zerb asiente con la cabeza.

      Dices con una voz sobrenatural: El otro día encontré un grupo de bárbaros escondidos bajo el lecho de un río, apenas pude escapar con vida…

      Zerb piensa con cuidado para no hacerse daño.

      Dices con una voz sobrenatural: Cuando el líder del grupo de bárbaros estaba a punto de morir…

      Dices con una voz sobrenatural: Utilizó la magia de un extraño amuleto que colgaba de su cuello. Gracias a su magia consiguió recuperarse de sus heridas y volvió a atacar completamente recuperado.

      Dices con una voz sobrenatural: Juré vengarme, al mismo tiempo que visualicé aquel amuleto colgado en mi cuello…

      Dices con una voz sobrenatural: Aprovechando que nuestras deidades se han alineado esta noche y nos hemos cruzado por el camino.

      Dices con una voz sobrenatural: Quería solicitar su ayuda Gran Inquisidor, para volver a aquella guarida de bárbaros y así acabar con ellos con la bendición de Seldar que pueda usted proporcionar.

      Zerb dice con voz sobrenatural: A ver… Déjame valorar la situación…

      Zerb pregunta con voz sobrenatural: Creo que sabes lo que tenemos de pruebas y encargos por hacer en la Inquisición, ¿no?

      Zerb dice con voz sobrenatural: Pero, lo que has dicho, si es realmente verdad, es preocupante.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Tal grupo podría meterse por los senderos hasta nuestro reino así sin aviso previo.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Así que…

      Zerb piensa con cuidado para no hacerse daño.

      [Emoción] Zerb se acerca mientras infla su pecho.

      Zerb dice con voz sobrenatural: En nombre de la gloriosa Inquisición de Seldar, y por Dendra, te ayudaré.

      Sonríes malvadamente.

      Dices con una voz sobrenatural: Gracias mi señor.

      Velian lucía resplandeciente. Zerb y Muhaajir prepararon los detalles antes de empezar la peregrinación. El mago siguió los consejos de su maestro y mezcló aquel trozo de hierro consiguiendo la piedra imán. Necesitaba el máximo apoyo para la incursión que llevaría a cabo. Sosteniendo aquella piedra con fuerza, el mago sentía como si el teócrata estuviese con él en esta aventura. 

      El sacerdote Zerb estuvo orando especialmente para la ocasión tratando de conseguir el favor de Seldar. Las historias contaban que aquellos bárbaros habían acabado con muchos intrusos que osaron atreverse a poner sus manos en aquel preciado collar. La conexión con su dios fue tan fuerte que los gritos demoníacos retumbaron aquella tarde por toda la ciudadela.

    • Jashraia
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      Dices con una voz sobrenatural: Estoy listo Zerb

      Dices con una voz sobrenatural: Le llegó la hora a esos bárbaros.

      Dices con una voz sobrenatural: Tengo unos hechizos preparados que nos ayudarán en nuestra travesía.

      Dices con una voz sobrenatural: Deberíamos poder llegar allá sin percance.

      Sonríes malvadamente.

       Zerb sonrie.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Bienvenido, hermano.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Perdón por hacerte esperar, pero la Inquisición y la disciplina viene primero.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Estaba en medio de una prueba de paciencia y meditación.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Ahora sí, podemos irnos.

      Zerb empieza a formular un hechizo.

      Zerb pronuncia el cántico: ‘bleiso umanos’

      Zerb realiza una plegaria a Seldar.

      Dices con una voz sobrenatural: que Seldar y Velian nos bendigan, la luna luce hermosa esta noche. 

      Así fue que Muhaajir y Zerb comenzaron la travesía hacia las anárquicas tierras de Golthur-Orod. El orgo utilizó su magia para ocultar al grupo de aventureros y así evitar ser rastreados por algún orco que estuviera de vigilancia. El mago podría acabar con ellos fácilmente pero lo primordial antes de llegar a la nombrada guarida era el subterfugio para poder así contar con la iniciativa.

      Rijja le había contado a Muhaajir que para llegar a la guarida de los bárbaros debía rodear Golthur Orod, para luego atravesar el Bosque Baldío hasta encontrar el río Derebar. Una vez allí encontraríamos una canoa que se estaba escondida para atravesar el río.

      Dices con una voz sobrenatural: Zerb, debo contarte que mi maestro Rijja fue quien me contó sobre esta zona.

      Zerb pregunta con voz sobrenatural: ¿Qué dices?, ¿Así que Rijja es tu maestro?

      Dices con una voz sobrenatural: Así es. Quiero llamar su atención para así poder ser un miembro de su torre de magia.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Es un mago muy respetado de la Inquisición, si eres uno de sus pupilos, también tendrás a partir de ahora mi respeto.

      Dices con una voz sobrenatural: Vuestra aprobación es siempre bienvenida.

      Dices con una voz sobrenatural: Ahora debemos usar esta canoa para llegar a la guarida de los bárbaros.

      Pegas un salto y aterrizas en medio de la balsa. No da demasiada seguridad la endeblez de la balsa.

      Zerb llega a la balsa desde la orilla con un ágil salto.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Que Seldar y Velian nos acompañen en nuestra misión, hermano.

      Dices con una voz sobrenatural: Que Velian te escuche. Ahora rema hacia el sur. Yo te protegeré de los animales que nos ataquen.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Espero que sepas lo que estás haciendo. Si todo termina bien, sepas que ganarás mucho prestigio conmigo.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Ahora vamos.

      Zerb clava su vara de bambú en el fondo del río y la balsa avanza pesadamente hacia el sur.

      Zerb da una nueva palada y conseguís llegar a una tierra inhóspita pero en la cual se podría desembarcar si se está dispuesto a morir en dichas tierras peligrosas.

      Pegas un salto y aterrizas en la orilla. Te morías de ganas de pisar tierra firme.

      Zerb llega a la orilla tras haber dado un gran salto.

      El mago y el sacerdote consiguieron llegar a la guarida de los bárbaros. Utilizando todo el conocimiento recaudado comenzaron a preparar componentes, rezar oraciones y formular distintos hechizos de protección para comenzar el ataque.

    • Jashraia
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      Zerb dice con voz sobrenatural: Veo que tenías razón, hermano Muhaajir. Aquí está el campamento.

      Dices con una voz sobrenatural: Así es. Ahora debemos prepararnos. Algo me dice que nuestros enemigos están muy cerca de aquí.

      Zerb reza una plegaria a su Dios, entonando unas roncas palabras, que agitan la zona haciendo patente la presencia de Seldar.

      De pronto Zerb cambia su expresión por una mucho más decidida.

      Dices con una voz sobrenatural: ¿Estás listo Zerb? Ya puedes formular tu hechizo de regeneración.

      Dices con una voz sobrenatural: Creo que tenemos a nuestro enemigo acorralado al norte.

      Zerb exclama con voz sobrenatural: Ya no tiene escape!

      Tienda de campaña: Habitación del Cacique

      Charco de sangre.

      Tokragh, el de las muchas orejas está aquí.

      Elemental Menor de Tierra, dos Mano espectrales y Zerb te siguen.

      Estás siendo atacado por Tokragh, el de las muchas orejas.

      Zerb empieza a formular un hechizo.

      Zerb pronuncia el cántico: ‘nermah r’lyeh cosmii’

      ¡El brazo derecho de Zerb muta y se transforma en un repelente haz de seudópodos babeantes!

      Zerb fustiga con fuerza sobrehumana una mano de Tokragh, el de las muchas orejas con uno de sus seudópodos.

      Sacas Piedra imán de tu Bolsita.

      Sacas Montón de Ceniza de tu Bolsita.

      Comienzas a formular el hechizo ‘Desintegrar’.

      Preparas los componentes del hechizo.

      Pronuncias el cántico: ‘bellum destruct corpore’

      # Extiendes las palmas de tus manos formando un triángulo hacia Tokragh, el de las muchas orejas y un mortal rayo de energía le golpea de lleno, disgregando sus átomos y esparciéndolos en el aire.

      ¡Tokragh, el de las muchas orejas pierde la concentración!

      Propinas el golpe mortal a Tokragh, el de las muchas orejas.

      Tokragh, el de las muchas orejas cae al suelo sin vida.

      Coges Lágrima de Sangre (Vacía) de cuerpo de Tokragh.

      Dices con una voz sobrenatural: ¡La historia era cierta! Este era el collar que mi maestro había mencionado.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Al final tenías razón de todo.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Seguramente la Inquisición de Seldar te está muy agradecida, joven Muhaajir, así como yo.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Quédate con el collar, ahora es tuyo. Te lo mereces por tu bravura.

      Zerb dice con voz sobrenatural: Y me aseguraré personalmente de que tu nombre sea reconocido en los anales de la Gloriosa

      Todo fue tal cual como Rijja le había comentado a Muhaajir. Los hechizos preparados habían funcionado a la perfección. El nombre de aquel bárbaro era Tokragh y la Inquisición de Galador también buscaba su cabeza por lo cual Zerb sería condecorado al volver a la catedral. Pero lo único que estaba en la cabeza del mago era el collar que ahora yacía en su poder. Los encantamientos eran realmente poderosos y el hermoso cristal que colgaba de la lágrima relucía con la luz en tonos multicolores. 

      Dices con una voz sobrenatural: Volvamos a casa amigo.

      Zerb exclama con voz sobrenatural: A casa!

      Dices con una voz sobrenatural: Te acompañaré a la Catedral y luego seguiré mi camino por el desierto hacia mi ciudad.

      Dices con una voz sobrenatural: Debo enseñarle este misterioso collar a mi maestro.

      Ahora lo único que quedaba era volver a Ar’Kaindia. Muhaajir quería mostrarle aquel collar a Rijja. Por un lado para investigar más sobre sus misteriosos encantamientos, y por el otro para seguir ganándose el favor y la aprobación de su maestro.

      • Esta respuesta fue modificada hace 3 years, 2 months por Jashraia.
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