la tristeza se apoderó de Dakharhu.
había recuperado a su hermano después de tanto tiempo, y ahora verlo marchar de nuevo lo había destrozado.
pensaba en dejar su mandato, en dejar la ciudad por un tiempo.
pero por dentro sabía que no iba a poder, su ciudad lo necesitaba más que nada.
las permanentes guerras hacían que el se quedara en Dendra.
a pesar de que la tristeza lo estaba consumiendo, lo único que lo mantenía vivo era la sed de venganza.
y eso sentía cada vez que desintegraba un cuerpo enemigo.
el aroma a carne quemada, el último grito de dolor que lanzaban antes de morir le provocaba una sensación que aunque fuera tan poco, lo mantenía muy vivo.
llegaba el anochecer y era el único momento donde podía escaparse, y ir al lugar donde solo personas con almas oscuras pueden ir sin ser amedrentados por el temor.
el bosque impenetrable, le gustaba morar por ese bosque y sentarse debajo de un árbol
al hacer eso quedaba totalmente dormido, y los sueños, y pesadillas lo bombardeaban.
el escape de Takome, la ejecución de sus padres.
la separación entre su hermano y el.
la muerte de la persona que los ayudó a escapar.
quizás Dakharhu no era tan oscuro como parecía.
aún había sentimientos en el
pero un comandante de el ejército más cruel, y sanguinario no puede tenerlos
la presión lo sofocaba.
la ira y el dolor lo aniquilaban.
y el estar sin su hermano lo iba marchitando poco a poco.
quizás llegue el día donde la sangre no lo satisfaga, y se vuelva completamente loco.
quien sabe.
