Inicio › Foros › Historias y gestas › La neblina asciende en el desierto.
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Un nuevo amanecer oscurecía en la fortaleza de Golthur-orod. El caudillo se disponía a preparar sus tropas para una siniestra batalla muy bien planeada. Quería hacerse con el control del desierto más próximo de Golthur, Las Quebradas de Devron.
Estaba gobernado actualmente por la raza humana malvada, que sirven actualmente a su venerado dios, Seldar. Los humanos -cuya ciudadanía era Galador, un pequeño pueblo situado al noreste de Dendra, la grandiosa Dendra, que actualmente se encontraba armando sus pilares en una magnífica reconstrucción de la ciudad, anteriormente devastada por las fuerzas del bien- pusieron al mando de Devron a un mercenario que sólo obedece al dinero, el Margrave de Kolingehn. Éste se esmeraba por mantener Devron a los pies de Galador por su remunerado sueldo. Tenía a sus ordenes soldados en el puesto fronterizo entre la cordillera y el desierto, manteniendo éste puesto custodiado que hacía de entrada al desierto, además, alrededor del mísmo, unas enormes dunas de arena -que se levantaron mediante el trabajo forzoso de los rinocerontes maltratados y dominados- bien preparadas y abastecidas de aguas y sombrillas hechas de las hojas más gruesas del Bosque de Wareth para contrarrestar el calor, hacían a su vez de atalayas para controlar la visual que desciende desde la cordillera golthur-hai, el Erial de los Condenados, hasta el comienzo del camino a Brenoic. Si bien, ésto era conocido por el líder de la Horda, y sus ansias de gobernar el desierto no se apaciguaba, ya que le reportaría numerosos bienes económicos para la Horda Negra, pudiendo así invertir de forma notable en armamento pesado para esta organización.
Era de saber, que los servicios que se ofrecían en este desierto era de lo más lucrativo y ocioso. El boca a boca entre mercaderes se difundió por todos los reinos lo que atrajo en abundancia mercaderes y mercenarios deseosos de gastarse hasta el último cobre de su bolsillo para adquirir estos servicios y bienes.
La Horda Negra decide partir hacia el asedio de éste, pero tomaron otro camino bien diferente para evitar que los arqueros de las dunas de Devron los detectaran. Partieron hacia el este, en dirección al Volcán de N’argh, actualmente la actividad de éste Volcán era nula, ya que antaño , causó una enorme catástrofe arrasando todo ser vivo o vegetación de la zona. Cavaron y cavaron un gigantesco túnel, que fue decorado por enormes vigas de hierro que hacían de soporte para que éste no se desplomara. Utilizaron trolls encadenados para ello, y una gran cantidad de prisioneros de la horda que lamentablemente o a favor de la horda, no quedó alguno con vida debido a la explotación y deshidratación que se vieron sometidos. El túnel se hizo tan gigantestco en dirección sur en pendiente con una inclinación algo exagerada, casi vertical que llegaron hasta el mismísimo infierno.
Prosiguieron su camino atravesando las mismísmas Entrañas de Golthur-Orod, por las Cavernas Volcánicas hasta llegar Bajo el Erial, atravesando las siniestras galerías que formaban debajo de éste. El paso del ejército de la horda por el camino subterráneo se hacía notar en la superficie con un extraño temblor para las criaturas que circulaban por ésta. Al llegar al Entramado Serpenteante de Cuevas, próxima a la ciudad de Ancarak se detuvieron un largo tiempo, el ejército estaba desconcertado ya que desconocían el plan que sólo Workragh conocía, si bien se le conocía a Workragh por su desesperante personalidad paranoica e impulsiva. Como un ligero terremoto se percibió por unos instantes y comenzaron a llegar kobolds y goblins con un enorme tropa de esclavos encadenados. No le importaba al líder sacrificar hasta el último de éstos para conseguir el éxito de su plan y conquista. Otro túnel comenzaron a excavar, sacrificando a cada uno de éstos prisioneros y azotando a los trolls con látigos de fuego para acelerar la segunda y próxima excavación en dirección sudoeste, directos al puesto fronterizo de las Quebradas de Devron. El calor era aún más considerable debido a las proximidades del infierno pero no parecía importarle al líder con tal de cumplir sus expectativas, si la conquista tuviera éxito, una enorme fama aterradora y sabia se expandería por los oídos de todos los habitantes de este mundo, y sobre todo, llegaría a sus enemigos causando un enorme respeto ante Workragh.
Equiparon a los trolls con explosivos mágicos bendecidos por los chamanes, dispuestos a sacrificarlos en la apertura exterior del túnel para un ataque sorpresa.
BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMM!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Dos trolles impactaron en el final del túnel causando un enorme estruendo mezclado con una polvareda de humo condensada de barro y rocas provocando así una gigantesca neblina tóxica en el exterior.
LOOOOOOOOOOOOOKTAAAAAAR’OGARRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Sonaba repetidas veces el grito del caudillo, que significaba, la vida o la muerte.
LOOOOOOOOOOOOOKTAAAAAAR’OGARRRRRRRRRRRRRR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
FROUUUUUUNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
El sonido del cuerno de batalla era infundido en el puesto fronterizo de las Quebradas por el Arconte de la horda, dando comienzo la primera batalla de la conquista de Devron.
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