Inicio Foros Historias y gestas La piedad de un caballero.

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    • damarerlas
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      Una tarde, entre gritos de borrachos, el sonido de las copas chocando entre sí y la musica de los bardos, se encuentran en la taberna Los dos clavos de Galador Thuzar y Lord Lesdreon, que disfrutan de una pinta después de una larga campaña.

      Lesdreon: Thuzar amigo no puedo sacarme de la cabeza la imagen de como arrancaste el alma de un grito a ese pobre Elfo.

      Thuzar sonríe maliciosamente.

      Lesdreon: Lagarto de pocas palabras, brindemos por nuestra victoria.

      Thuzar alza su copa en celebración.

      Thuzar y Lesdreon alzan sus copas entrechocándolas, haciendo que el líquido se desparrame sobre la mesa.

      Ambos dan un gran trago.

      Aún no habían terminado el trago cuando el joven Telael entra por la puerta, su cara estaba pálida como si de un cadáver se tratase.

      Thuzar se percata de la cara del joven mago.

      Lesdreon hace un gesto invitándolo a acercarse.

      Thuzar: ¿Qué te aflige Telael? ¡te ves como si hubieses visto a un demonio!

      Telael murmulla mientras mira al suelo evitando mirar a ninguno de los dos a los ojos.

      Lesdreon da un golpe en la mesa.

      Lesdreon: Habla de una vez muchacho, no tengo la paciencia de un maestro de escuela.

      Thuzar mira a Telael preocupado

      Thuzar: ¿De dónde vienes? Cuéntanos, ¿qué te ha pasado?

      Telael: Necesito ayuda.

      Thuzar: Eso ya se te nota en la cara chiquillo, ¡pero ya cuéntanos!

      Telael dice en voz baja: No quiero que esto pase a nadie más, yo pude escapar pero los niños que acuden a estudiar los escritos y estar más cerca de nuestro señor Seldar no tendrán esa suerte.

      Lesdreon: ¿A qué te refieres?

      Telael toma asiento y Thuzar hace un gesto a la mesera para que traiga una jarra de cerveza para el joven.

      Ya con la jarra en la mano da el primer sorbo y su expresión parece más calmada.

      Telael dice: Fui a la fortaleza de D’hara a indagar sobre demonología, estudie toda la noche y sin saber como, me dormí sobre la mesa.

      Telael dice: Cuando me desperté uno de los bibliotecarios estaba tocándome.

      Thuzar: Pero claro que estaba tocándote, ¡si te has dormido en la biblioteca! tendría que despertarte de alguna forma, ¿no?

      Telael dice: reaccioné lo más rápido que pude y le aparté la mano con fuerza pero me agarro con su otra mano y no me dejaba marcharme.

      Lesdreon: ¿A qué te refieres con tocándote?

      Telael dice: su mano estaba en mi entrepierna.

      El rostro del chamán adopta una expresión de incredulidad y disgusto.

      Lesdreon Golpea la mesa con tal fuerza que estalla en dos trozos.

      Thuzar: ¿No te lo habrás imaginado?

      Thuzar: ¿Estás seguro?

      Telael: estoy tan avergonzado…

      Lesdreon: Thuzar, nos vamos a D’hara, esto no es un asunto que pueda esperar.

      Lesdreon señala a Telael.

      Thuzar recoge sus cosas y se prepara para partir rápidamente.

      Lesdreon: Tú también vienes con nosotros quiero que tu mismo señales a ese desgraciado.

      Thuzar saca un puñado de belas de su bolsita y las deja en la barra de la taberna.

      Una vez en la fortaleza, Lesdreon lidera la marcha y de un fuerte empujón abre la puerta de la biblioteca.

      Lesdreon: Dime ahora mismo quien fue.

      Telael apunta con su dedo índice a Mrion, uno de los ayudantes de Medaliar.

      Lesdreon Se dirige con paso firme hacia Mrion y lo agarra por los pelos haciendo que este caiga de rodillas.

      Thuzar pone su mano sobre su cabeza que esta empieza a brillar como si de una lampara se tratase.

      Thuzar: Yo le arrancaré la verdad.

      Antes de que Thuzar responda Lesdreon desenvaina su Devastación y con un fugaz arco decapita al pobre infeliz.

      Thuzar se sobresalta.

      Telael respira aliviado.

      Thuzar: ¿¡qué haces!?

      Thuzar suelta la cabeza en el suelo.

      Lesdreon: No voy a permitir que ningún pecador viva dentro de los muros de lo que yo jure por mi vida proteger.

      Thuzar pronuncia unas palabras y el cuerpo se deshace dejando solo pequeñas partículas de polvo.

      Lesdreon: Nunca más volveremos a hablar de esto.

      Lesdreon: ¿Entendido?

      Thuzar asiente lentamente.

      Telael asiente, se cubre la cara con la capucha y sale por la puerta, con una sonrisa maliciosa en sus labios.

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