La Venganza del Templario II

Maeldor mira el retrato de su padre mientras se ajusta las ultimas cinchas de cuero de su coraza, su criado va puliendo mientras las ultimas placas de la armadura de su señora.

No la mira a la cara por respeto, por miedo, por compasión.

• Mi señora…

Maeldor se da la vuelta y mira al criado.

• Dime joven.

-Mi señora… es una locura…

Maeldor sonrie a su acompañante mientras termina de ajustar la ultima pieza de su armadura.

• Algún dia joven, sabras que el honor es lo mas importante en la vida de un Templario, eso, y la seguridad de nuestro reino y de nuestras familias.

Por primera vez el criado mira a los ojos de su señora.

• Si mi señora, pero no debeis hacerlo sola.

Maeldor vuelve a sonreir al joven.

• No pondré en riesgo la vida de un templario si me lo puedo ahorrar, esta batalla se la debo a mi familia y a mi padre. No temais pondre fin a la bestia.

Maeldor levanta la mirada del joven y mira por la ventana,

• ¿Esta lista mi montura?

El joven terminado de pulir la ultima placa, contesta a su señora.

• Si maestre, la espera en las cuadras.

Maeldor termina de ponerse su armadura y se encamina a la cuadras, pero antes de salir de la fortaleza gira su mirada hacia un viejo caballero que se encuentra cerca de la salida.

• No me vais a persuadir Nardiel.

• No lo iba a hacer Maestre. Debo ser el unico de la fortaleza que haria lo mismo que usted. La entiendo perfectamente y solo iba a sentarme aquí a esperar su regreso, porque se que regresará. Haz que mis enseñanzas merezcan la pena Maestre. Lleva a la orden y el recuerdo de tu padre en el corazón. Esa bestia no doblegará a otro templario más.

Maeldor asiente vigorosamente al antiguo Maestre.

• Sea, Nardiel.

La maestre se dispone a salir de la fortaleza pero se detiene un segundo.

• Nardiel… Avise al Senescal Dainnil. el se ocupara de la fortaleza en mi ausencia. Encarguese de ayudarlo a planificar las patrullas…