Inicio Foros Historias y gestas Larga vida a la Reina Drow.

Mostrando 1 respuesta al debate
  • Autor
    Respuestas
    • ippa
      Participant
      Número de entradas: 315

      Capitulo 1: Registro físico

      Ante ti, ves a una hermosa mujer de piel gris. Observas sus enormes orejas puntiagudas repletas de joyas. Su físico es bastante atlético. Sus ojos hacen juego con el color gris de su piel, pero los lleva bastante entrecerrados y apenas se aprecia con claridad el color de su iris. Por la espalda le cae una enorme melena blanca. Es una mujer no muy alta, una cualidad de los semi-drow. No aprecias ningún tipo de cicatriz por su piel, ni tampoco vello que cubra sus brazos. Sus manos son finas con los dedos bastante largos

    • ippa
      Participant
      Número de entradas: 315

      Capitulo 2: Liberación de la mente.

      Las puertas de la taberna crujían con cada apertura, las tablillas del suelo gruñían al ser pisadas por los bebedores empedernidos que albergaba la gran ciudad de Anduar. Era una taberna de lo más concurrida por viajeros y lo que no eran viajeros. Mercenarios a sueldo aguardaban bajo un aguardiente el ser contratados, trovadores cantaban por unas monedas y por la fama, los respetados Nivrims bebían al terminar su turno de trabajo y luego también aguardaba seres despreciables que se pagaban su ración de comida gracias a los asesinatos violentos y gratuitos.

      La puerta volvió crujir anunciando una nueva entrada. La silueta de aquella hembra drow silencio el local y solo se escuchaba los pasos sobre el suelo de madera. Sus orejas puntiagudas y su enorme melena blanca delataba su identidad. Sus armas envainadas repletas de sangre seca y sus ropajes llenos de salpicones de la misma. El murmullo fue colectivo y pero la tabernera rompió el silencio.

      *Veo que sigues viva vieja amiga, estás hecha un asco. – dijo la tabernera mientras le servía un vaso de whisky.

      *Fue una cacería dura, bastante más dura de lo que pensaba para el precio que me ofrecieron.

      *Toma, tu whisky preferido, siempre te tengo reservada una botella. ¿Cómo estás?. – preguntaba mientras le servía la copa.

      *Cansada… siempre es lo mismo, vienen aquellos nobles sonriendo con unas monedas para que nos manchemos las manos por ellos y cada vez pagan menos. Me gasto prácticamente las monedas de la recompensa en reparar mis armas, comer, dormir y aún no puedo comprarme un barco. – explico Esbana.

      *Deberías intentar relajarte un poco, llevo años viéndote, escuchando tus pesares y jamás te he visto sonreír. ¿No has probado a meditar para liberar tu mente? – preguntó la tabernera

      *¿Liberar mi mente?, mi mente debe estar siempre alerta o de lo contrario, me dejarás de servir ese whisky cualquier día.

      *Si consigues liberar tu mente, tal vez puedas concentrarte mejor en tus objetivos y no solamente matar por unas monedas. En las ruinas de Zumelzu he oído que habita un ermitaño. Trata de ser amable con él y tal vez te ayude a fortalecer tu mente. – le indicaba la tabernera mientras le rellenaba el vaso de whisky.

      Esbana ingirió el vaso de un trago y haciendo caso al consejo de su tabernera, cómplice de todos sus traumas, tomo rumbo a las ruinas de zumelzu. Tras un día de viaje se adentro a las ruinas y encontró a dicho ermitaño. Tras horas de conversación, la drow se dejó convencer de liberar su mente, envaino sus armas y se sentó frente a aquel vejestorio. Siguiendo todos y cada uno de los consejos que Yeiye le indicaba. Esbana solo respiraba profundamente y pensaba en misma, en su recorrido hasta ahora, en sus logros, en lo que había conseguido y en lo que podría haber conseguido, millones de imágenes por segundo pasaban por su cabeza, sus ojos se movían sin cesar debajo de los parpados hasta que finalmente toda su sed de sangre, ira y venganza se frenó cuando una imagen en su cabeza de su niñez con sus padres le hizo respirar lentamente, la imagen se fue difuminando lentamente y finalmente se quedó todo en blanco, todo lo que ocurrió en Eirea quedó atrás, sentía como si su cuerpo fuera una estatua y su mente pudiera desprenderse del cuerpo físico, todo en su cabeza parece ordenarse.

      Esbana abrió los ojos y se quedó pensativa, mirando al cielo, confusa, pues había pasado cerca de 12 horas allí sentada. Se levantó, mostró respeto a Yeiye y regreso a Anduar, donde tenía que reordenar su vida, buscar el sentido de su vida y el porqué asesinaron a sus padres.

Mostrando 1 respuesta al debate
  • Debes estar registrado para responder a este debate.