Las fuerzas armadas de Dendra

Dirmahin camina por la ciudadela de galador, observando los soldados amontonados a la entrada de los cuarteles del ejército de Dendra

Ryxh: Vaya vaya… mira que tenemos aquí. Lord Lesdreon, Lady Dirmahin.

Ryxh: Donde van tan rápido, y escudriñándolo todo?. ¿Hay problemas?

Detrás de él le sigue Lesdreon con cara de preocupación.

Dirmahin: En absoluto, disfrutando de las maravillosas vistas de la ciudadela, y examinando nuestros soldados.

Ryxh: Um… pues mira la cara de Lord Lesdreon. ¿Seguro que es eso?

Dirmahin observa la cara de Lesdreon y frunce el ceño

Dirmahin: ¿Ocurre algo, mi lord?

Lesdreon: El comandante del ejército me comentó que había contratado una guardia de élite, pero yo veo a los mismos vagos de siempre.
Ryxh: Ya veo… ¿pero vagos? últimamente los asedios a la ciudad pararon de un momento a otro. Quizás es eso lo que sucede… y un descanso no viene mal a nadie.

Dirmahin se acerca a uno de los soldados y escudriña su armamento.

Dirmahin: Me dejais vuestra espada?

Lesdreon: ¿Descanso? En la fortaleza y con el muñeco de entrenamiento es donde deberían de descansar.

soldado: Por supuesto mi lady, aquí tiene.

Dirmahin examina a consciencia el filo de la espada y se la muestra a Ryxh

Dirmahin: Observad el filo, se notan las melladuras y la hoja está medio oxidada por el paso del tiempo.
Ryxh: Lady Dirmahin, ¿alguna vez le an causado una herida con una espada en tales condiciones?. Puede ser más letal que una espada recién forjada. Pero vamos, Lord Lesdreon, ponlos a prueba!

Dirmahin le devuelve la espada al soldado con gesto despectivo

Dirmahin: Pongamos a prueba vuestra fuerza y vuestro entrenamiento. vosotros 3, atacad a lord Lesdreon!

Lesdreon comienza a recitar versos de pleitesía y adoración para su dios con una voz que se torna sobrenatural por momentos. Pasados unos instantes, su sombra comienza a crecer y todo el mal que
habita en su interior se manifiesta en forma de tentáculos de oscuridad que se entrelazan con su cuerpo y le envuelven en una armadura hecha del odio que guarda en su alma.

Los soldados alzan sus tarjas imperiales y preparan sus aceros Dendritas.

Dirmahin se aparta a un lado y observa el inminente entrenamiento con una sonrisa en los labios.

Tres soldados arremeten a Lesdreon con sus aceros.

un cuarto soldado empuja con su tarja imperial a Lesdreon.

¡Una multitud de tentáculos de oscuridad de los que rodea a Lesdreon se abalanza sobre las armas de los soldados y detiene sus ataques, enroscándose en ellas!

Un acero de uno de los soldados se parte por la mitad, quedándose él con la empuñadura, mientras mira embobado a Lesdreon.

Acto seguido el caballero golpea con el reverso de su guantelete a uno de ellos haciendo saltar pedacitos de dientes por los aires.

Soldado. ¡AAAAAAWWWW mi boca!

El resto de los soldados retrocede.

Con una diabólica sonrisa dibujada en sus labios, Lesdreon mira a sus contrincantes y desempuña su Devastación

Los soldados se quedan mirando como idiotas a Lesdreon.

Con un ágil salto, Dirmahin se coloca entre los soldados y Lord Lesdreon

Dirmahin: Es suficiente

Dirmahin: Ya veo que estáis dispuestos a dar vuestras vidas por una simple demostración, pero guardad las fuerzas para los enemigos

Lesdreon suspira

Dirmahin mira al soldado con la empuñadura en la mano.

Dirmahin: Le recomiendo que haga una visita a Julk, quizás le pueda proveer de otra arma

Lesdreon sonríe y envaina su arma