Inicio › Foros › Historias y gestas › Lo que Bradila TDAH, Bradila te quita
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Bajo la ciudad de Keel, en una parte antigua del alcantarillado, una peculiar gnoma se encuentra dando vueltas por una pequeña cueva a la que llama hogar.
– Lo único que necesita es un MaterialLigeroIrrompibleCapazdeMantenerLaTemperaturaDelLíquido
– ¡Puez yo creo que zería más zenzillo si matara a los borrachoz que le rompen las jarraz!
– La ciencia es más divertida que la violencia.
– ¿Quién ha dicho que zean ezcluyentez? ¡Viva la viozienzia!
– Si lo pones de esta manera….
Los ojos rojos de una rata miran detenidamente desde las sombras de la cueva la extraña conversación que está teniendo la gnoma consigo misma.
– Escúchame Bradila, tienes que comportarte, de otra manera Lesfora nos echara de la ciudad y no podremos seguir con nuestro PlanParaLiberarGolthurDeLasManosDeLosDebiluchosOrcosyPonerlaBajoElMandoDeLaCaudilloBradila
– ¡Lezfora ez una puta! Y tu plan para azaltar Golthur con una máquina naval haze aguaz por todaz partez.
Bradila se ríe de su ingenioso chiste, dos veces
– No seas impaciente Bradila, necesitamos un buen plan y debes reconocer que aquí no se está tan mal, venden todo lo necesario para construir AparatosFantasticosQueDesafianElEntendimientos
– Cuando zeamoz el Caudillo y tengamoz un ejérzito a nuestra dizpozizion tendráz toda una ziudad para conztruir, ademáz ezcuche que en el cuarto nivel hay múltitud de ezclavoz – Bradila carraspeo – zerez que zerían voluntarioz zujetoz de nueztroz ezperimentoz.
– A Bradila se le iluminan los ojos al pensar en lo que podría hacer junto a algunos ayudantes y por un fugaz momento recuerda su pasado junto al Doctor Pentaterizando Amisotristano.
– Si solo hubiera tenido unos 30 años más en ese momento…
Bradila se encuentra sentada en una de las sillas con la mirada al infinito, el codo derecho apoyado en la mesa sostiene el peso de su mentón, posado encima de su mano, por otro lado, su mano izquierda sostiene una rata con la que golpea repetidamente la mesa.
– Podríaz ayudarme un poco con ezto – se dice mientras acerca parte de las tripas derramadas encima de la mesa a su boca.
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Bradila camina por las calles del puerto de Keel arrastrando una caja de cartón en la que ha incrustado cuatro ruedas.
– ¿Haz vizto? Yo también tengo buenaz ideaz
– Lo cierto es que me he quedado sorprendida, solo has añadido 5 agujeros más de los necesarios.
-Azí ze ve máz amenazante – Dice con una sonrisa maligna.
Recién empezada la noche es cuando el puerto tiene su mayor actividad, puesto que la mayoría de guardias terminan su turno y la seguridad es mínima, por lo que las condiciones son ideales para que tenderetes ilegales abran, vendiendo todo tipo de mercancías. Bradila se encuentra esta noche entre los clientes, en busca de un material para fabricar bombas de humo.
– Bien, necesitamos aceite vegetal, preferiblemente obtenido del bosque de las llanuras.
-¿El azeite del bozque de laz llanuraz fazilita la hidrolizión?
– No, podemos obtener LaSustancíaIncolorayViscosadeSaborDulceCapazdeGenerarHumoEnGrandesCantidades de…
– ¿No podíaz dezir zimplemente glizerina?
– Como iba diciendo, podemos obtener LaSustancíaIncolorayViscosadeSaborDulceCapazdeGenerarHumoEnGrandesCantidades de cualquier bosque y las propiedades serían muy similares, pero el bosque de las llanuras es el más lindo y me inspirará para crear mejor.
– Lo que tu digaz zerebrito.
Bradila seguía caminando por los tenderetes ilegales del puerto, comprando los materiales necesarios para fabricar las bombas de humo que le pidió Wogghul.
– No te olvidez del alcohol.
– Si, estoy sedienta de tanto negociar.
– No zopenca, para la reaczión quimica.
– En todo caso podemos encontrar ambas cosas en los siete garfios y de esta forma podré explicarle a Phelipo mi nueva idea para sus jarras, seguro que le encantará – dice visiblemente emocionada y perdida en su imaginación.
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La taberna de los siete garfios es una de las más concurridas de todo Keel, en gran parte por su localización, fuera de las murallas de la ciudad y cercana al puerto.
Bradila lleva varias horas bebiendo y disfrutando de la compañía de los borrachos y piratas del establecimiento, Phelipo se ha encargado de entregar el alcohol y guardar la caja con ruedas a buen recaudo, para prevenir que un borracho cause una escena, puesto que sabe del temperamento volátil de la gnoma.
-Oye gnoma ¿tú no eres la de ese extrañó grupo que construyo una torre de asedio y la arrastró desde Anduar hasta Takome? – Dice un pirata riéndose a carcajadas recordando escuchar la historia por primera vez.
Bradila se gira hacia el pirata que la está interpelando y da un salto de su mesa actual a la del pirata.
-Oh, sí, recuerdo muy bien ese experimento, estuve varios días para construir el EdificioMóvilDeAsaltoCapazDeTransportarMúltiplesPersonas y luego otros tantos en llegar a Takome con él. Aún recuerdo lo que se enfadó Thildarg cuándo descubrimos que me había olvidado de implementar la pasarela que nos permitiría llegar a las murallas.
Bradila se ríe muy sonoramente y hace una pobre imitación de un gnoll iracundo regañándole.
La taberna explota en risas, pero en una mesa donde un par de clientes del bastón del bien estaban tomando una copa antes de viajar de nuevo al continente, dos humanos miran con odio y desprecio toda la situación.
Bradila animada por el alcohol, sigue encima de la mesa actuando, esta vez con su estoque y su florete desenvainados.
-Y entonzez ze dieron cuenta que lo que haziamos en Ryniver era cazar a ezoz zoldadoz y quitarlez laz tarjaz y laz grebaz, zacabamoz un dineral.
-¿Y zabez que hizieron? – Bradila no puede contener la risa ante lo que va a decir.
Los borrachos miran a Bradila con lágrimas en los ojos, algunos de ellos ya han escuchado la historia de otros borrachos o de la propia Bradila en alguna otra ocasión.
-El gloriozo Imperio de Dendra cambió loz materialez de laz armaduraz para loz mercaderez noz dieron menos por ellaz y dejaramoz de matar zoldadoz.
Bradila apenas puede respirar ahogada por su propia risa al recordar a los estrafalarios soldados.
Una vez más, un par de miradas de una mesa distante se cruzan y fruncen el ceño con ira.
Phelipo, perspicaz, ve que la situación puede escalar dentro de la taberna y decide avisar que es la hora de cerrar.
Entre muchas quejas y abucheos a Phelipo, los clientes terminan abandonando la taberna.
- Esta respuesta fue modificada hace 2 years por Lindria.
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Horas después de que Bradila y el resto de clientes hayan salido por la puerta de la taberna, cuando con total seguridad ya estan todos durmiendo placidamente, un esmirriado Kobold aprovecha las primeras horas de la mañana para intentar agarrar alguna moneda de las calles de Keel, encuentra un extraño artilugio tirado entre un montón de basura en una calle secundaria.
Con curiosidad, el Kobold investiga detenidamente el artilugio sin encontrarle una utilidad, hasta que por puro azar pulsa un botón que hace que el endemoniado objeto empiece a proyectar imágenes y sonido.
La primera imagen que proyecta es un callejón en medio de la noche, la cámara se gira apuntando a un gnomo vestido con una gran gabardina, sombrero y gafas de sol, este mira al objeto mientras habla
-Agente MetemeEnAsuntosAgenos reportando, he encontrado al sujeto ZXQ-43 – Dice el gnomo con una voz grave que parece estar forzando.
-La sujeto ha salido de una taberna, voy a seguirla desde la distancia para averiguar más sobre su base de operaciones e intenciones.
Se escucha un sonido y durante breves instantes solo se ve negro.
La máquina vuelve a mostrar al gnomo, visiblemente perturbado y con dificultades al hablar debido a las grandes bocanadas de aire que toma.
-No he llegado al combate, dos humanos, aparentemente aliados Takomitas han perseguido al sujeto hasta un callejón, he escuchado gritos y al llegar me he encontrado con esta situación.
-Los humanos iban armados, desconocemos si el reino de Takome también tiene un servicio de inteligencia tras el experimento ZXQ-43 o ha ocurrido algo dentro de la taberna que ha propiciado este enfrentamiento.
La cámara apunta al suelo, se pueden ver dos humanos, uno de ellos con hábitos de sacerdote, el otro parece un guerrero, a su alrededor se ha formado un enorme charco de sangre.
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Hay un pequeño corte de imagen que rápidamente transiciona a una gnoma con dos armas blancas de hoja larga y afilada tambaleándose por un callejón mientras tararea una canción.
-A simple vista la sujeto no parece encontrarse del todo sobria- se escucha susurrando.
El gnomo sigue detallando la situación con tecnicismos desconocidos para todo aquel que no forme parte de la agencia de inteligencia de Ak’Anon durante unos minutos, mientras sigue a Bradila por los callejones.
En un cruce de caminos, Bradila sorprende a su persecutor, el agente es incapaz de responder ante el sobresalto y el artefacto de grabación cae al suelo, el golpe parece haber estropeado la función de sonido, esto impide escuchar las breves palabras que dirige nuestra protagonista al Detective.
Se puede ver al gnomo de la gabardina claramente nervioso, moviendo las manos repetidamente y negando con la cabeza.
El agente MetemeEnAsuntosAgenos cae al suelo y Bradila limpia las puntas de sus armas con el ropaje del fallecido, seguidamente la gnoma envainar sus armas y agarra un pie del espía y lo arrastra hasta una tapa del alcantarillado, lo último que se ve es a Bradila abrir la tapa y desaparecer junto al cuerpo.
La imagen se queda congelada varios minutos vigilando el callejón del crimen, finalmente se apaga.
El Kobold que ha mirado con suma atención toda la grabación, sale de su trance, debido a su desconocimiento del lenguaje gnomico no ha podido entender con detalle la situación, bajo su punto de vista la situación no es muy diferente con las que se topa día a día en Keel.
Sin darle muchas vueltas, el Kobold tira el apartado al suelo con fuerza, rompiéndolo en varios pedazos, seguidamente recoge las piezas para posteriormente venderlas y así poder pagarse el alimento de hoy.
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Bradila se adentra por el agujero que sirve como entrada a la guarida de su clan una vez más, para otras razas este hueco supondría una dura tarea, pero debido a su tamaño y el de su acompañante, el angosto y afilado orificio supone una defensa natural adicional.
Lo que parece una pequeña sala desde su entrada en las alcantarillas se abre pocos metros después ante los invitados o incautos que desean probar su suerte, como una amplia cueva iluminada por antorchas.
Bradila que ha recorrido este camino en multitud de ocasiones, sigue arrastrando el cadáver por el pasillo, agradeciendo que el olor de las alcantarillas vaya quedando tras sus pasos.
Este olor cambia a uno más metálico a medida que se acercan a la primera puerta de madera que parece restringir el acceso a esos seres ajenos al clan. La puerta de madera es rudimentaria y a simple vista no parece que pudiera aguantar un embate, pero en su superficie se pueden ver runas mágicas que indican el clan al que pertenece la cueva “Shar’Ghaol” y la envuelven en un brillo blanquecino.
.-xDWHO – dice Bradila
– Tienez que hazerlo máz lento, azí – dice Bradila con risas – Equiz de who
La magia no parece desaparecer, unos minutos después Bradila consigue pronunciar la clave para pasar.
– Equis de who – pronuncia la gnoma con cara de sufrimiento al tener que ralentizar su mente para encajar con el tono y tempo requerido.
Finalmente, la puerta deja de estar iluminada y Bradila se adentra a su hogar.
– Me encanta el olor a trans-4,5-epoxi-(E)-2-decenal por la mañana – dice aspirando profundamente.
– De ti me encargaré luego, necezito dezcanzar para ocuparme de laz bombaz de humo mañana.
Bradila suelta el cuerpo de MetemeEnAsuntosAgenos en un rincón cercano a la puerta y se dirige a su habitación a dormir.
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Como cada mañana, Bradila se toma una infusión de veldurak con thyrya, esta mezcla de plantas ayuda a combatir el cruel frío de Naggrung, añadiendo una pequeña dosis de calorias y haciendo entrar en calor todo el organismo.
En un día normal, Bradila acompañaría este austero desayuno, revisando todas las armas colgadas en los estantes que conforman su armería personal, pero hoy no puede evitar tener los ojos puestos en una de sus armas predilectas.
Se trata de un estoque con el que siempre acompaña el Mediador, su arma personal.
– ¿Por qué el eztoque izquierdo no tiene nombre?
– Eso es debido a que el mediador hace la función que le designamos al nombrarlo a la perfección.
– ¿Ah zi? Puez la próxima no ezperez que te azizta – Dice enfadada.
– Está bien, ¿cómo le llamamos entonces?
– Perforadora demoníaca!
Se hace un silencio incómodo que se rompe por el sorbido del té.
-Ezta bien, pazificador entoncez.
Bradila mira el arma y se la pasa por ambas manos mientras dice una vez más el nombre.
-Me gusta – dice colocando de nuevo el arma en su sitio y dando el último sorbo a la infusión.
Una vez más tranquila y la mente liberada de ese problema, recuerda que dejo al espía gnomo en la entrada de la morada.
Caminando hacia la parte principal, pasa por una estancia con un ligero olor a descomposición.
Bradila gira la cabeza ligeramente y posa la mirada en los estantes en la pared sur de la habitación.
– Gtyarya lleva un tiempo sin pasarse, parece que la magia que conserva sus trofeos está menguando.
– Que pena que no zepamoz conjurar hechizoz, zi ezto zigue azí ze van a poner malaz.
– Se por donde vas, no nos las vamos a comer.
Bradila da una última mirada a las cabezas cortadas que tiene expuestas Gtyarya para seguidamente cruzar los brazos y poner pucheros.
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Bradila revisa las pertenencias de su acompañante y lo reubica en una sala poco usada y fresca para conservar el cuerpo hasta que alguno de los magos del clan vuelvan de sus quehaceres o los carnivoros decidan que puede ser un buen aperitivo.
– Agente 009 MetemeEnAsuntosAgenos, inteligencia encubierta, misiones en el exterior – dice leyendo su identificación.
– No ze canzan nunca, ¡experimentan con nozotroz y luego noz perziguen cuando ezcapamos y quieren creer que nozotroz zomoz loz maloz! – exclama Bradila molesta.
– No solo somos un experimento fallido, también una prueba de la poca moralidad que esconden algunos experimentos de Ak’anon, algo que a sus aliados despreciarian si se llegara a saber.
En un momento de lucidez, Bradila se queda unos minutos más pensativa, hasta que finalmente vuelve a su estado habitual.
– Zolo tenemoz que conquiztar Golthur, ningún debilucho ze atreverá a dezafiarnoz cuando zeamos caudillo.
– Tenemos que seguir con el plan y necesitaremos la ayuda de nuestra nueva familia y por ello deben estar todos muy contentos, vamos a terminar los ReceptaculosDeHumoQuePermitenUnaRetiradaEstrategicaPeroNoCobarde.
De camino a recuperar los objetos necesarios de la taberna de Phelipo, Bradila escucha ruido en la habitación de Wogghul, se puede escuchar claramente el sonido de las monedas y al goblin contar las monedas muy emocionado mientras piensa en voz alta como las va a gastar.
– Habla zolo, le faltan un par de tornilloz en la cabeza – dice Bradila reflexionando la ridícula situación.
– Pobrecito, se sentirá solo – dice también Bradila.
Bradila finalmente recupera y prepara todos los materiales necesarios y se encierra a su habitación donde tiene un lugar improvisado de trabajo para finalizar el pedido del jefe de la familia.
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