Lom’Eindel ofrece su ayuda

Muelles de Veleiron: Orilla del río [n,e]
Edhelorn Laern de Hagalnae (Destructor).
-\|Eldhana|/- está aquí.
Cartel informativo.

Exclamas con una voz sobrenatural: disculpe, señora!

Dragaula se quita el yelmo y escruta a la semi-elfa que se haya apostada en el muelle.

Eldhana sale de su ensimismamiento contemplando las aguas del río y se da la vuelta.

Preguntas con una voz sobrenatural: no será usted nuestra consejera, Eldhana Lasse-Santa?

Eldhana dice: saludos, sacerdotisa

Eldhana dice: esa misma soy, dirigente de la Casa Lasse-Lanta, si os place.

Dragaula dirige la vista hacia el suelo, visiblemente sonrojada.

Dices con una voz sobrenatural: he oído lo que les ha pasado a nuestro ejército y al de su casa, señora.

Eldhana te observa con mirada escrutadora

Dices con una voz sobrenatural: la rabia más profunda corre por mis venas.

Eldhana dice: la gran pérdida aún llena mi corazón de tristeza.

Dices con una voz sobrenatural: yo, que he servido a Eralie desde que era pequeña…

Dices con una voz sobrenatural: ver como mueren en su nombre…

Dices con una voz sobrenatural: y todo por culpa de ese jovenzuelo que ostentó brevemente el cargo de Cruzado Supremo.

Eldhana dice: la rabia es un sentimiento comprensible, pero arde con más fuerza en los corazones jóvenes que solo han visto unas pocas décadas.

Eldhana dice: mientras que en los corazones de quienes hemos visto siglos de larga y sangrienta pugna se enciende lenta y pacientemente.

Dices con una voz sobrenatural: yo he visto siglos de pugnas… y me sigue ardiendo como el primer día.

Dices con una voz sobrenatural: máxime viendo como el racismo de Takome no se halla erradicado, a pesar de los decenios.

Eldhana dice: las elecciones de los humanos son erráticas.

Eldhana dice: pero en Takome Eralie siempre ha sido fuerte y no sé como ha podido caer en tal ignominia

Dragaula aprieta los puños con fuerza.

Dices con una voz sobrenatural: el fanatismo de unos… es de todo menos practicante.

Eldhana dice: ni aún el fanatismo habría permitido tal desastre.

Dices con una voz sobrenatural: es muy fácil apoderarse de la doctrina de Eralie y no seguirla para luego utilizarla con fines de buscar un rédito político.

Eldhana dice: un fanático no habría dejado que las huestes de ERalie perecieran dispersas y sitiadas en manos de los dendritas

Dices con una voz sobrenatural: acaso no veis a Elphir como producto de ese fanatismo? Ese tal Elphir no hubiese dejado morir a las tropas si hubiesen sido de Takome, o humanas.

Eldhana dice: quien podría decirlo….

Dices con una voz sobrenatural: mucho se le escuchó referirse, de forma despectiva, a nuestro consejero Hagalnae como «un semi-elfo».

Eldhana dice: en cualquier caso mi casa ha perecido casi por completo.

Eldhana dice: y sus cuerpos se pudren al sol en el desierto o son pasto de las hienas, mientras sus cabezas languidecen clavadas en las negras almenas del emperador.

El rostro de Dragaula se entristece por momentos.

Dices con una voz sobrenatural: ese es el motivo por el cual estoy aquí, consejera.

Dices con una voz sobrenatural: quiero alistar a parte de mi familia para que sirvan en las defensas de la ciudad.

Dices con una voz sobrenatural: quiero reclutar una milicia para Veleiron.

Eldhana hace un gesto de asentimiento.

Eldhana dice: vuestras fuerzas serán bienvenidas.

Eldhana dice: pues nos hallamos faltos de tropas y de armamentos.

Exclamas con una voz sobrenatural: aplastaremos a esos infieles… los purgaremos de la faz de Eirea!

Dragaula ajusta su cota.

Eldhana dice: o al menos vengaremos a nuestros hermanos caídos.

Preguntas con una voz sobrenatural: cuando y donde podría empezar?

Eldhana dice: ya mismo.

Eldhana dice: comenzad ya con los preparativos.

Eldhana dice: nuy nuestras casas marcharán juntas a la batalla.

Eldhana dice: ahora, tengo que ausentarme mi buena sacerdotista pues el tiempo apremia.

Eldhana te hace una reverencia respetuosa.

Dices con una voz sobrenatural: pues me pondré manos a la obra.

Dragaula se va corriendo, buscando al jefe de la guardia.