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Ak’Anon: Habitación Real Una habitación real excavada en la piedra y acomodada con todo tipo de lujos. En Ak’Anon todas las habitaciones están preparadas para recibir reyes: cojines y cortinas de saten, amplias bañeras cuidadas por criados, surtidas despensas y sillones muy confortables. La única diferencia entre ellas es el precio. Las habitaciones comunes, al ser más baratas, están llenas de gente, mientras que las más caras están más vacías y, por lo tanto, son más cómodas. Puedes ver una salida: -sudoeste-. (Novel) Kradock está aquí. -\|Hagalnae|/- llega desde el sudoeste seguido de Enriz. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Saludos, consejera Grodna. Hagalnae cierra la puerta sudoeste. Hagalnae se quita la capa, mojada por la lluvia, y la deja colgada en un perchero detrás de la puerta, tras cerrarla. Haces una reverencia a Hagalnae. [Emoción] Enriz envaina sus armas lentamente y se cuadra a un lado de su consejero. Hagalnae dice con voz sobrenatural: me acompaña Enriz, guerrero de nombrada y probada valía, ha venido escoltandome por el camino. [Emoción] Grodna invita a los semi-elfos a sentarse en sendas butacas de terciopelo rojo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Veo que vos también habéis venido acompañada [Emoción] Enriz asiente ante las palabras de Hagalnae. Hagalnae señala a Grodna. Hagalnae toma asiento en una de las butacas. Dices en adurn: Él es Kradock, uno de nuestros guerreros. Joven, pero de espíritu fuerte. Kradock asiente con la cabeza. [Emoción] Enriz niega el asiento y aguarda a la espalda de Hagalnae. Dices en adurn: Me alegra que podamos habernos reunido por fin, Consejero Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: La alegría es mutua, Grodna. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Hacía demasiado tiempo que nuestros pueblos no se sentaban a hablar. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Es una buena costumbre, más bien, una necesidad, que entre adoradores de Eralie no debería perderse nunca. Dices en adurn: He de decir que todavía no me acostumbro a este lugar… El eco de las explosiones es casi constante. Dices en adurn: Pero me parece un acierto haberlo elegido. Los gnomos también son un pueblo de Eralie. Hagalnae dice con voz sobrenatural: no te preocupes, una hora aquí y hasta dejas de escucharlas. Hagalnae se rie. Te ríes Enriz dice con voz sobrenatural: Yo estuve presente en la última reunion entre nuestros pueblos, cuando Eldhana llamo a Gudmair a Veleiron. reir Ves a Enriz el varón Semi-elfo. Un Semi-elfo varón de aspecto común. Tienes un varón delgado y largo como una rama de un árbol ante ti, pálido como un glaciar o como la fría nieve. Frialdad destellan sus dos ojos azules. Apenas puedes divisar vello facial ni corporal por su cuerpo, nada más que su preciosa melena larga y rubia, tan rubia como brillantes lingotes de oro. Tiene unas manos suaves con unos dedos finos, en su rostro puedes ver una preciosa sonrisa con una dentadura totalmente perfecta. Sus orejas son de tamaño normal y puedes apreciar que en la parte superior de ellas acaban en punta, un rasgo que determina a los semi-elfos. Él está revigorizado. Ostenta el cargo de Consejero de la Congregación Rúnica en Congregación Rúnica. Mano derecha: Florete del Duelista. Mano izquierda: Espada Rúnica. Usando: Bolsita para plantas y Pin ‘Yo escalé el Mallorn’. Equipado: * Cabeza: Capucha de Basilisco. * Orejas: Colmillo de Wyvern. * Cuello: Collar de monitor Sajuagín, Talismán de la Ferocidad, Colmillo de Lessirnak y Lágrima de Sangre (Llena). * Hombros: Capa Sangrienta de Nerbrad. * Pecho: Camiseta de la Cólera. * Brazos: Muñequera del Dolor y Muñequera de la Suprema Cazadora. * Manos: Guante Espectral y Guante de Ayoltar. * Dedos: Anillo Giratorio y Anillo de Lish. * Cintura: Cinturón de Cirdan y Cinturón Prisma. * Piernas: Pantalones de la Cólera. * Pies: Botas de cuero estigio. Cargando: Mochila Carnívora, Libreta de encargos, Espada Arcana, Piedras tratadas [4], Pendiente Pétreo y Pendiente Volcánico. Parece llevar mucho dinero. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eldhana… una Veleironita llena de buenas intenciones, pero mucho me temo que su gestión del asunto, al menos desde mi punto de vista, no fue la más indicada. Kradock permanece en silencio, nota la tension a pesar de las palabras amables Hagalnae dice con voz sobrenatural: así cuando volví de mis viajes, el pueblo volvió a elegirme como representante de nuestra ciudad. Dices en adurn: El camino a la discordia suele estar empedrado de buenas intenciones. Enriz dice con voz sobrenatural: En efecto Hagalnae, esa reunión quedó en una gran cantidad de insultos y abucheos por parte del gentío presente aquel día. Hagalnae le asiente con la cabeza a Enriz. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eldhana tuvo un gesto de buena voluntad, pero durante el año siguiente, no hubo ningún gesto recíproco por parte de vuestro pueblo, así que volví a reconducir la situación donde la habíamos dejado. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mas no volví a imponer las penas a los indultados como gesto de buena voluntad. Hagalnae dice con voz sobrenatural: A pesar de que nuestro pueblo sigue con ciudadanos perseguidos por vuestra ciudad. Dices en adurn: Estoy bastante segura que ambos pueblos nos hemos equivocado en el pasado. Esta situación no es fruto de sólo una de las dos partes. Hagalnae te asiente con la cabeza. Kradock permanece en silencio observando los rostros de los presentes, listo a proteger a su maestro si fuese necesario, su mano aferra su poderoso martillo con cierta crispación. Sabe que debe relajarse por el bien de las negociaciones Dices en adurn: En efecto, y hay aquí dos asuntos, de los cuales si me permitís, sólo trataremos uno. Por un lado, las relaciones diplomáticas Veleiron-Kheleb, por otra parte las rencillas personales entre enanos y elfos. No sé si me explico… Hagalnae dice con voz sobrenatural: Deberíamos tratar primero el asunto diplomático, pero después las penas y persecuciones derivadas de la misma Hagalnae dice con voz sobrenatural: No son rencillas personales, llamarlas así sería faltar a la verdad Hagalnae dice con voz sobrenatural: Son dos pueblos aplicando sus leyes, por más que entre sus dirigentes haya habido roces de menor o mayor tamaño. Dices en adurn: … pero no me corresponde a mí, ni considero el momento preciso tratar aquí las penas personales. Obviamente se hablará de ellas, pero soy una mandataria de Kheleb y una Consejera, no una jueza más allá de la Verdad de Eralie. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Las penas impuestas no son designios de Eralie, son resoluciones ejecutadas por mandatarios, en tu puesto, aplicando leyes redactadas y promulgadas por mandatarios. Asientes con la cabeza a Hagalnae. Dices en adurn: Y es por ello que no me corresponde juzgarlas aquí y ahora. Puedo daros mi palabra que trataremos de encontrar una solución, pero habrá de ser más adelante. Enriz dice con voz sobrenatural: Todo vino por una ley que impuso la antigua consejera de Kheleb, Ghyrduana, ya fallecida. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Dejemos a Eralie el sitio que le corresponde: el motivo por el que estamos aquí, la razón última de la concordia entre nuestros pueblos. Hagalnae le asiente con la cabeza a Enriz. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Estoy de acuerdo con ello. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Procedamos a tratar la cuestión en sí. Enriz dice con voz sobrenatural: Siento entrometerme tanto en la conversación de dos consejeros, pero tengo 216 años, he vivido 3 vidas humanas, y he visto de casi todo… Hagalnae dice con voz sobrenatural: No tengas ningún problema, Enriz. Dices en adurn: Como bien dice vuestro guardaespaldas, los conflictos vienen desde tiempo atrás. Ignoro los detalles de los inicios, pero podemos concretar los detalles de los finales. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Cuando yo era un crío, tú ya llevabas años luchando por nosotros. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Tu sabiduría adquirida por los años es apreciada y valorada. Enriz dice con voz sobrenatural: Crecí junto al gran Elhinz, también fallecido. [Emoción] Enriz ve cómo se le llenan los ojos de lágrimas mientras recuerda a sus amigos fallecidos. Dices en adurn: La cuestión es que, ideológicamente, hemos tenido nuestras diferencias. Pero pragmáticamente hemos de dejarlas a un lado para poder continuar nuestra guerra contra los lacayos de Seldar. Hagalnae mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen armoniosamente. Kradock mira con atención a los presentes y se relaja, sabe que una charla que empieza hablando de tiempos pasados es el inicio de algo bueno Dices en adurn: El tema que nos ocupa, y también personalmente me preocupa, es el número de leyes de ambos pueblos que tienen de forma velada o directa con el otro. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Creo que sería buena idea, empezar expresando nuestras posturas sobre el asunto. Dices en adurn: Surgido de un conflicto mal gestionado, han llevado a nuestros pueblos a la neutralidad. Ahora mismo retomar la cercanía diplomática con la que nos relacionábamos antaño parece muy difícil y un camino largo, pero si tenemos la suficiente voluntad de andar podemos construir nuevas amistades entre nuestros pueblos. Dices en adurn: Por supuesto. Le escucho, Consejero Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ya que el conflicto en cuestión se desarrolla más cerca de vuestra ciudad que de la nuestra, que procedas tú primero me parece conveniente. Asientes con la cabeza a Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Así que escucharé tu postura,y cuando termines, expresaré la mía. Luego podremos ir intercambiando opiniones. [Emoción] Enriz se recoge su larga melena rubia en una coleta. Dices en adurn: Sea entonces. Nosotros, en el Reino de Kheleb, nos hemos esforzado desde antaño por combatir el mal que mora en este mundo. Nuestro Rey, Darin, y su Alianza han sido dos activos muy importantes en la Sagrada Purificación de Eralie sobre todas las tierras de Dalaensar y Eirea. Kradock observa las puntiagudas orejas de enriz, ahora entiende el porqué sus mayores se refieren a ellos como orejas puntiagudas Dices en adurn: Sin embargo, vimos a nuestro pueblo arrinconado en esta gran montaña. Kheleb ha sido un bastión de Eralie, por supuesto, donde más de una vez se han refugiado extranjeros. Sobre todo nuestros hermanos de Kattak. Pero carecemos de trigo, cultivos, comida, pescado, ganadería y otros activos económicos al vivir bajo tierra. Dices en adurn: Nuestro principal punto económico es el comercio. Sobre todo y nuevamente con Kattak, pero no exclusivamente. Exportamos minerales de nuestras minas para conseguir los productos básicos que permiten comer a nuestro pueblo. La minería es una gran fuente de ingresoso para nosotros, pero las piedras no se comen. Kradock te asiente con la cabeza. Dices en adurn: Por ello soy consciente que nuestros antepasados han tratado de proteger nuestro único activo económico, las minas, para poder continuar el comercio y así conseguir alimentos y otros productos básicos. Dices en adurn: Su acceso es a través de nuestra ciudad, y por tanto siempre hemos sido un tanto recelosos de considerarlas «nuestras». Técnicamente, quizá lo sean. Al menos quiero creer que la explotación de dichas minas son un derecho que tenemos y necesitamos para garantizar nuestra subsistencia como pueblo. Enriz dice con voz sobrenatural: Perdona que te interrumpa, pero hasta la llegada de Ghyrduana nunca hubo problema en compartir las minas, de hecho las defendiamos juntos, tanto de las bestias de la suboscuridad que ascendian y de los enemigos que venian a picar a robar las gemas y riquezas, yo mismo he defendido las minas de orcos, gnolls, hombres-lagartos… de todo. Hagalnae mira a Enriz. Asientes con la cabeza a Enriz. Dices en adurn: Así es, Enriz. Sin embargo… Hagalnae dice con voz sobrenatural: Enriz, deja a la consejera expresar su postura sin interrupciones, ya habrá momento para comentarla después. Enriz asiente con la cabeza. Enriz dice con voz sobrenatural: Discúlpeme. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Si tiene calma para exponerlas lo hará mejor, y será un buen punto de partida para la conversación posterior. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Sin problema. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Disculpa, Grodna. Este asunto enciende nuestros ánimos. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Continúa. Dices en adurn: Kheleb ha gestionado las minas como ha considerado a lo largo de los años, y ello ha derivado en un conflicto. Un conflicto que los aquí presentes deseamos solucionar. Hagalnae asiente con la cabeza. Kradock, escudado en su barba metálica sonríe débilmente al reconocer la autoridad de Hagalnae sobre la temperamental Enriz, un enano nunca osaría interrumpir a los consejeros de Kheleb Dum…al menos no antes del tercer barril de su fuerte cerveza. Dices en adurn: Por tanto espero que este concilio sea un punto de partida que nos ayude en esa gestión también y ambos pueblos se vean beneficiados. El conflicto, si me lo permitís, acabo percibiéndolo como un conjunto de platinos a deber. Y eso no termina solucionando nunca nada. Soy consciente de que Veleiron necesita nuestros minerales también, pues carecéis de minas de hierro con los cuales forjar armas. [Emoción] Enriz mira de reojo la barba metálica de Kradock. Hagalnae pregunta con voz sobrenatural: ¿Me permite una interrupción? Dices en adurn: Por supuesto, consejero. Ya he terminado la prerrogativa. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Este no es un asunto de platinos a deber. Los antiguos consejeros de Kheleb-Dum han estado financiando propaganda sobre este conflicto, caricaturizándolo, intentando horadar nuestra legitimidad. Dices en adurn: En efecto. En Kheleb se ha hablado mucho de Hagalnae «el alienado». Hagalnae asiente con la cabeza. Hagalnae dice con voz sobrenatural: El dinero no me es una preocupación en este asunto. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Nunca lo ha sido para mi. Dices en adurn: Entonces estamos de acuerdo en eso. Dejemos el dinero de lado. Hagalnae asiente con la cabeza. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ruego expongas tu postura sobre las minas. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Antes de proseguir con mi intervención. Preguntas en adurn: ¿Mi postura? ¿O la postura de Kheleb? Hagalnae mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen armoniosamente. Kradock mira fijamente el curioso artefacto que lleva el consejero Hagalnae en la cabeza, no cree que le de mucha credibilidad ante un asunto de tanta importancia como el conflicto que protagoniza este encuentro, pero, ¿quién es él para juzgar a nadie por una simple capucha? Hagalnae pregunta con voz sobrenatural: ¿Acaso son distintas? Hagalnae dice con voz sobrenatural: Al fin y al cabo, la postura de Kheleb es la que sus consejeros, en mayoría, decidan. Enriz suspira. Dices en adurn: La postura de Kheleb es desear gestionar esas minas de una forma que los seguidores de Eralie puedan verse beneficiados, pero también asegurar que su pueblo no pase hambre. Quizá establecer un nuevo sistema de gestión, más abierto. Quizá extrayendo nosotros el mineral y vendiéndolo a Veleiron a cambio de por ejemplo, harina, trigo, pescado y fruta. Pero no podemos dejar a un lado el hecho de que nuestro pueblo necesita gestionar de una manera eficiente las minas para poder comerciar y así subsistir. Dices en adurn: Necesitamos dar con una solución a este tipo de gestión, está claro. Y mi postura personal es que incrementando el comercio con otros pueblos cada vez será más fácil que sus ciudadanos consigan acceso a las mismas. Kradock entiende la postura de Grodna la consejera y la comparte… pero en su joven vida se ha dado cuenta de un tema que va más allá de lo material y que aún no ha salido a la luz. Kradock cambia su peso corporal de pierna al ser observado por la gran consejera Preguntas en adurn: Kradock, ¿deseas aportar algo? ¿O cedemos ya la palabra al Consejero de Veleiron? Enriz dice con voz sobrenatural: Un asunto que me inquieta Gordna. Entiendo que Kradock venga como guardaespaldas ya que los caminos son peligrosos, pero según todos mi años en Eirea, lo guerreros de la barba de malla fueron castigados por la traición a Durin, no tienen ni voz ni voto hasta que no se ganen el favor de su nuevo rey, su hijo, el rey Darin. Y por lo que veo, este guerrero aún no se ha ganado el favor… Hagalnae observa, de forma calmada pero atenta, a Grodna. Dices en adurn: Muy bien, Consejero Hagalnae, le cedo la palabra. Dices en adurn: En cuanto a nuestros asuntos, acompañante Enriz, me temo que son nuestros asuntos. [Emoción] Grodna mira secamente a Enriz, dando por zanjado ese tema. Hagalnae asiente con la cabeza. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Comenzaré, pues, con una breve historia de nuestro pueblo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Durante la primera Era, nació la bella ciudad de Tearolin. En ella habitaban, en armonía, los elfos grises y los elfos Ayari, junto a los humanos Darunlay, que habitaban en sus suburbios, y los semi-elfos provenientes de la mezcla de estos últimos con los elfos. Mas esa armonía duró poco, los Darunlay eran vistos, en el mejor caso, con lástima por parte de los elfos, y las tensiones raciales llegaron a tal punto que hasta los elfos empezaron a enemistarse entre ellos. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esta conflictividad social, provocada por el racismo, fue uno de los motivos por los que Tearolin cayó. [Emoción] Grodna escucha atentamente las palabras del consejero Hagalnae Hagalnae dice con voz sobrenatural: Los supervivientes corrieron distinta suerte. Los elfos Ayari se refugiaron en el bosque de Orgoth, junto a sus primos los silvanos. Los elfos grises viajaron hacia Manbar. Hubo cierto número de elfos que huyeron al océano, convirtiendose en los Aquanesti. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Algunos darunlay fundaron la ciudad de Celiath, mas la mayor parte de los humanos y semi-elfos que habitaban Tearolin hallaron cobijo dentro de las murallas de Takome. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Allí convivieron con los humanos que habitaban la ciudad, hasta poco después del Cataclismo. Tras el ataque de la peste, un pequeño número de descendientes de aquellos que huyeron de Tearolin salió de la ciudad, huyendo de la miseria que imperaba en Takome. Pocas décadas después del traumático éxodo que supuso la caída de Tearloin, otra vez nuestras razas tuvieron que emprender el camino del exilio. Kradock permanece atento a las explicaciones de Hagalnae, pensando que siempre es bueno recordar los orígenes y entiende que toda esta charla se enfoca en algo en lo que el lleva dándole vueltas desde hace tiempo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pidieron ayuda a sus primos silvanos, pero estos, debido a sus visiones racistas, les negaron cobijo. [Emoción] Enriz mira al vacío mientras recuerda sus orígenes. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Vagaron y vagaron, hasta encontrar, al lado del Cuivinien, un poco más al norte de las ruinas de Tearolin, un lugar propicio para asentarse. Un destino un poco irónico, al cabo. [Emoción] Grodna escucha atentamente a Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Allí, de la nada, aprovechando la madera de los bosques circundantes, comenzamos a construir nuestro poblado. Tablón a tablón se erigió nuestra ciudad, nuestras moradas construidas por nuestros antepasados, emigrantes. Sobrevivieron a base de la pesca, y aprovecharon el terreno fértil de los aluviones del Cuivinien para plantar diversas cosechas, entre ellas la que, posteriormente, llegó a darnos la mayor parte de nuestra fortuna en su momento, las vides. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Las primeras cepas que se plantaron en nuestro poblado fueron planificadas por Trevelion, un lider de una de tantas caravanas de humanos que llegaron a Veleiron, al hacerse eco los caminos del nacimiento de un poblado en el que todos, sin distinción de raza o clase, eran bienvenidos. Hagalnae dice con voz sobrenatural: La progresiva satisfacción de nuestras necesidades primarias, y el comercio proveniente de nuestro vino y pesca, unidos a la salida al Orthos dada por el Cuivinien, propiciaron el auge de una economía boyante en nuestro poblado, que propició que nuestros ciudadanos se dedicasen, progresivamente, a la artesanía elaborada. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Así, en Veleiron surgieron sastres y artesanos de renombre, creando nuevas recetas, que en aquella época fueron revolucionarias, como el brazalete de cuero rojo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Es más o menos en esta época, de donde datan mis más antiguas averigüaciones sobre las relaciones entre nuestros dos pueblos. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Grodna, tu eres mucho más joven que yo. Pero yo no he vivido estos acontecimientos, mas si no me equivoco, Enriz los vivió. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Hubo una vez una guerra entre Takome y Kheleb. Kradock cambia su peso corporal de pierna, nunca había estado tanto tiempo sin moverse y mira admirado como la consejera Grodna permanece impasible a la diatriba de Hagalnae. Enriz asiente con la cabeza. [Emoción] Grodna permanece impasible, escuchando a Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: En la que nuestro pueblo, fiel seguidor de Eralie, y poco dado a rencillas bélicas, medió entre las dos ciudades para que se alcanzara la paz. Enriz dice con voz sobrenatural: Era muy pequeño cuando vi la empalizada ya levantada, apenas Veleiron eran cuatro tablas. Hagalnae dice con voz sobrenatural: En gran parte debido a esa mediación, la relación entre nuestros dos pueblos pasó a ser de amistad. Hagalnae dice con voz sobrenatural: esta relación permaneció inalterada hasta hace 30 años o así. Hagalnae dice con voz sobrenatural: En esas fechas, Kheleb dejó de considerarnos amigos, para considerarnos una ciudad con la que mantenían una mera relación de Paz. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Si hubo motivo para ello, no se nos fue comunicado. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Debió ser en esta época cuando comencé el oficio de la herreria, tras conseguir la maestría en la artesanía y sastrería. Hagalnae dice con voz sobrenatural: He de ser de los pocos Veleironitas que dominan el arte de la forja, al nivel de cualquier maestro enano. Estas palabras no son vanas. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Hasta entonces, la forja era un arte que estaba reservado, en gran medida, a los enanos. Asientes con la cabeza a Hagalnae. Enriz asiente con la cabeza. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Comencé a elaborar armas y armaduras para los seguidores de Eralie. El material con el que las forjaba provenía, en gran medida, de las minas de Kheleb. Kradock frunce el ceño incrédulo. ¿Acaso este orejas puntiagudas intenta compararse con los grandes forjadores rúnicos? Hagalnae dice con voz sobrenatural: En las cuales yo mismo picaba el material, más también compraba, en la medida de lo posible, todo el mineral que pudiese a todos los mineros que picaban en las mismas minas, enanos, en su gran mayoría. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Siempre he preferido comprar el mineral antes que picarlo, lo cual me quita tiempo para mis otros quehaceres. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mas esto empezó a cambiar cuando Kheleb cambió sus leyes, intentando prohibir a todo aquel que no fuese una ciudad con relación de amistad con Kheleb el picado en la mina, a no ser que pagásemos una cantidad pecuniaria. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Este movimiento, aparte de considerarlo ilegal, ya que considero que la jurisdicción de Kheleb-Dum acaba donde acaba su ciudad, atentaba contra la recolección de material por parte de los seguidores de Eralie, cuya única entrada a las minas es a través de la ciudad de Kheleb o por medios mágicos. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Fue por los otros mineros por los que me movilicé. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo tengo a mi disposición numerosos medios mágicos con los que acceder a la montaña. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pagar una cuota no me supone el más mínimo esfuerzo financiero. Enriz asiente con la cabeza. Enriz dice con voz sobrenatural: La magia de los elfos es legendaria. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Tras mis motivaciones está la defensa de los mineros, que son los que deberían suministrarme el material. Asientes con la cabeza a Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Conozco vuestra situación económica. Hagalnae dice con voz sobrenatural: vuestros mayores ingresos provienen del mineral que picáis, de las armaduras y armas que forjáis, y de los tesoros de los monstruos que vuestros campeones ajustician. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Con el dinero que obtenéis de esas actividades, conseguís el resto de productos con los que satisfacéis vuestra subsistencia. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pues bien, he sido el principal comprador de vuestros minerales durante más de 40 años. Hagalnae dice con voz sobrenatural: También de los tesoros que conseguís. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Incluso de las armas y armaduras que forjáis. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Bajo el pretexto de proteger vuestra economía, habéis prohibido el comercio con vuestra principal relación económica. Hagalnae dice con voz sobrenatural: La única razón por la que hago hincapié en que las minas son vuestras, es para proteger a los mineros ante legislaciones de vuestros mandatarios. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Legislaciones que, aparte de versar sobre una jurisdicción que no se extiende hasta ellas, se basan en el principio de la no amistad entre nuestros pueblos, un deterioro diplomático que no se nos justificó y no se explicitó su motivo. Preguntas en adurn: ¿Sois el principal comprador, o Veleiron es el principal comprador? Enriz dice con voz sobrenatural: Veleiron tiene pocos herreros… Hagalnae dice con voz sobrenatural: Soy el principal comprador, Hagalnae dice con voz sobrenatural: Y si tenemos en cuenta a la ciudad, por supuesto, Veleiron es la ciudad que, históricamente, ha comprado más mineral a Kheleb. Hagalnae dice con voz sobrenatural: No nos olvidemos de que llevo 40 años siendo el principal proveedor de armas y armaduras del bando Eralie. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esto no es una chanza. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ahora mismo, en estos momentos, hay más de 200 kilos de minerales con destino a mi persona, pero que no pueden ser exportados debido a mi situación. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eso es dinero que vuestros enanos dejan de ingresar, y, recordemos, que aunque los enanos gozan de una fuerza legendaria, un enano tiene una capacidad de carga limitada. Kradock cambia su peso de pierna, no le gusta el tono condescendiente con el que Hagalnae ha terminado su discurso. pero su rostro no muestra ninguna emoción Hagalnae dice con voz sobrenatural: si el motivo de vuestra postura es económico, creo que la medida que habéis impuesto atenta contra las motivaciones que han llevado a su mantemimiento Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ahora bien, intentemos llegar a un acuerdo Hagalnae dice con voz sobrenatural: Es de sobra sabido que el mineral de las minas se regenera mágicamente tras un tiempo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esto lo hace, en la práctica, ilimitado. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo prefiero comprárselo a los enanos antes que picarlo, y solo comencé a hacerlo porque no había enanos suficientes para picarme la cantidad de materiales que necesito para mis creaciones. Hagalnae dice con voz sobrenatural: La anterior legislación establecía que, en caso de hallarse un ciudadano de Kheleb y un extranjero en las minas, el ciudadano de Kheleb tenía preferencia para picar. Hagalnae dice con voz sobrenatural: En base a la protección que hacéis de uno de los accesos, y respetando el derecho de subsistencia de vuestro pueblo, estoy de acuerdo en respetar esa medida Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pero, pasando de largo la posible legitimidad de la ley, la imposición de multas está provocando una menor afluencia de mineros de otras ciudadanias Eralies a estas minas Hagalnae dice con voz sobrenatural: Y, reitero, mineros Eralies, ya que los mineros provenientes de ciudadanías enemigas gozan de libre acceso debido al malvado Lender. Hagalnae dice con voz sobrenatural: La demanda de mis creaciones es muy grande, y da para que todos los enanos puedan vender todo el material que piquen en las minas Hagalnae dice con voz sobrenatural: Incluso da para absorber toda la oferta que nuestros mineros aliados puedan producir Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esta menor afluencia de aliados en vuestras minas propicia que un mayor número de enemigos, atraidos por las bajas defensas, piquen en ellas Dices en adurn: Tenemos guardias apostados a través del subterráneo. No es correcto aquello que dices sobre Lender. Hagalnae dice con voz sobrenatural: No los tenéis. Enriz dice con voz sobrenatural: Hay más orcos en vuestras minas que enanos picando… Hagalnae dice con voz sobrenatural: Al menos, la última vez que pasé por allí, no vi a ninguno. Las minas tienen túneles que comunican con las Galerías subterráneas. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Se puede entrar en ellas sin necesidad de usar la entrada principal, el montacargas. Hagalnae dice con voz sobrenatural: En conclusión Hagalnae dice con voz sobrenatural: La situación resultante es peor para nuestros pueblos Hagalnae dice con voz sobrenatural: Vuestros mineros no dan salida al mineral que pican Hagalnae dice con voz sobrenatural: Los enemigos se sienten más atraídos hacia vuestras minas Hagalnae dice con voz sobrenatural: Los demás mineros aliados se alejan de ellas Hagalnae dice con voz sobrenatural: Al menos, la mayoría de ellos Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo produzco con más dificultades Hagalnae dice con voz sobrenatural: Y la situación económica de nuestro bando se debilita. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mi propuesta con respecto a las minas es la siguiente. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Volver a la situación anterior: los enanos tendrán preferencia para picar en las minas. Dices en adurn: Sólo he visto enanos picando en nuestras minas. Yo misma las recorro a menudo en inspección de vetas. Y nunca jamás vi a ningún enemigo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo mismo he matado orcos en ellas. Dices en adurn: En otros tiempos, quizá. Actualmente no hay orcos en ellas, de ello nos ocupamos en medida de lo posible. Kradock recuerda haber visto huellas raras y un extraño olor a ciénagas putrefactas en las minas, incluso notar que las buenas vetas son difíciles de encontrar. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Si tenéis miedo a que peligre vuestra situación económica Hagalnae dice con voz sobrenatural: Me comprometo a comprar todo el mineral que los enanos piquen, mientras su calidad sea pura y venga en trozos pequeños. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Las demás cuestiones se pueden zanjar después de que hayamos llegado a un acuerdo sobre este tema Hagalnae dice con voz sobrenatural: Aquí termina mi intervención. Dices en adurn: En todo caso, y por mucho que aprecie su oferta, consejero, es una oferta personal. No una oferta del Pueblo de Veleiron. No sé si me explico. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Todos mis activos están destinados a engrandecer nuestro pueblo. Entiende estas palabras como las palabras de nuestro consejo. La oferta del pueblo de Veleiron es comprar todo el mineral que produzcáis los enanos. En la práctica, seré yo quien lo compre. [Emoción] Enriz se inquieta, pues el tiempo apremia. Dices en adurn: No podemos venderos todo nuestro material, porque no sois nuestros únicos socios comerciales. Dices en adurn: Pero podemos negociar una parte de nuestro material destinado al pueblo de Veleiron. Hagalnae dice con voz sobrenatural: No es mi intención privaros de vuestros socios comerciales. Simplemente ofreceros una garantía de que, en caso de no encontrar compradores, yo compraré todos vuestros excedentes. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Para garantizar vuestra boyanza económica. Dices en adurn: Eso indudablemente estrecharía nuestras relaciones, y sería cuestión de considerar, sin duda. Dices en adurn: Pero además de la garantía, hay otro tema subyacente a todo esto. Dices en adurn: He procurado informarme de vuestras leyes yo también, Consejero. Y lo cierto es que me preocupa que tres de ellas sean en detrimento de nuestro pueblo. Dices en adurn: Más o menos la mitad de vuestras leyes se escribieron en contra tácitamente de mi pueblo. Enriz dice con voz sobrenatural: Disculpa mi interrupción, consejero Hagalnae, voy a ir a inspeccionar el camino, pues la vuelta está llena de bandidos. Hagalnae asiente con la cabeza. Asientes con la cabeza a Enriz. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Vía libre, Enriz. Te esperaré más adelante, en cuanto salga de la reunión. No temo malas intenciones por parte de estos enanos. Enriz dice con voz sobrenatural: Viendo que la reunión está llegando a su final, ejerceré mis labores como guerrero protector. Kradock levanta la mano deteniendo a Enriz y le pide que espere un momento mientras abre su bolsa Hagalnae le pasa un escrito a Enriz. Kradock coge Topacio de Bolsa de Joyero. Kradock ofrece Topacio a Enriz. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Lleva este mensaje a Elarin de mi parte. Enriz coge Topacio. [Emoción] Enriz coge el escrito y lo guarda en el fardo. Kradock emite un alegre carraspeo y le da dos golpecitos en la espalda a Enriz Enriz pregunta con voz sobrenatural: Se lo entregaré, ¿le doy algún mensaje o va todo escrito? Hagalnae dice con voz sobrenatural: está todo explicado en la misiva. Simplemente dile que es de mi parte. Va lacrado con mi sello personal. Enriz asiente con la cabeza. Enriz dice con voz sobrenatural: Tengo tres días de viaje. Enriz dice con voz sobrenatural: Marcho raudo a Veleiron Enriz dice con voz sobrenatural: Un saludo señores enanos Hagalnae se despide de Enriz. Enriz hace una reverencia a Hagalnae. Enriz abre la puerta sudoeste. Enriz se va hacia sudoeste. Hagalnae hace una reverencia a Enriz. La puerta sudoeste se cierra. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Prosigue, Grodna Kradock carraspea mirando a la consejera Grodna Dices en adurn: Kheleb puede considerar modificar las leyes para así abrirse económicamente a Veleiron, especialmente en el tema de las minas. Además de la garantía de compra de excedentes, nosotros tendríamos acceso a las plantaciones, pescado y otros alimentos cosechados de Veleiron, y con ello garantizaríamos la supervivencia de nuestro pueblo. Tendré, eso sí, que valorar la propuesta de volver a la gestión previa de las minas, porque la decisión final es de nuestro rey Darin. Yo misma le prepararé un anteproyecto de ley para que lo apruebe, si lo desea. Dices en adurn: Eso sí, para que todo esto se arregle también Veleiron deberá modificar sus leyes en cuanto a Kheleb se refiere. Considero totalmente injusto el mal estatus que nos dan y no puedo permitir que sigan vigentes para llevar a cabo nuestra parte del trato. Hagalnae dice con voz sobrenatural: las leyes de Veleiron son leyes reactivas. No se activarán si no hay medidas hostiles por parte de Kheleb. Por ello, no debéis temerlas. Dices en adurn: Quizá sería interesante probar esta nueva gestión de las minas durante un breve lapso de tiempo, dejando a los enanos preferencia para picar en ellas, pero no cerrándolas salvo situaciones excepcionales a ninguno de los pueblos de Eralie. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Una vez solucionada la causa principal, habrá movimientos legislativos conforme a la situación. No está en nuestro interés seguir manteniendo leyes que puedan promover la discordia entre nuestros pueblos en un proceso de normalizacion diplomatica. Dices en adurn: Sin embargo, Consejero Hagalnae, debo insistir. Desafiar mediante leyes Kheleb, y tan sólo Kheleb es algo que no puedo tolerar. Dices en adurn: Redactad las leyes como gustéis, vuestro es el gobierno de Veleiron. Pero si aparece la palabra Kheleb en alguna de vuestras leyes es un tema que nos afronta directamente, como podréis comprender. Hagalnae dice con voz sobrenatural: si eso supone un obstáculo, estoy dispuesto a cambiar la redacción de las mismas, no mentando a Kheleb y dándole una redacción neutral, aplicable a todas las ciudadanias. Dices en adurn: Por muy reactivas que sean, reaccionáis a nosotros, y eso es muy peligroso. Asientes con la cabeza a Hagalnae. Kradock se siente aliviado al ver que las dos razas pueden llegar a un acuerdo, presiente que el camino iniciado beneficiara a ambos Dices en adurn: En ese caso, y viendo que algún punto en acuerdo hemos tomado, creo que es buena hora para dar por finalizada esta reunión y regresar a nuestros pueblos, para comenzar a aplicar los cambios. En caso que dichos acuerdos prosperen, podrá considerarse un cambio de estatus diplomático más benévolo con el tiempo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: La mejora de las relaciones vendrá dada por el trato en el día a día, si. Esperaré con esperanza vuestra respuesta. Hagalnae dice con voz sobrenatural: ha sido un placer volver a poder reunirnos con un mandatario de Kheleb. Dices en adurn: Sin embargo, en cuanto al asunto de las multas, creo que lo indicado sería comparecer ante un tribunal neutral bajo la luz de Eralie. Quizá los Paladines Cruzados de Takome sean los más indicados en emitir un veredicto, y así podremos zanjar el segundo tema que nos ocupa. Haces una reverencia a Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: El asunto de las multas y persecuciones es un asunto que tendrá que tratarse después del principal. Asientes con la cabeza a Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mi situación personal no es la que me apremia, sino la de mi pueblo. Hagalnae dice con voz sobrenatural: no soy el único damnificado, y es por la situación de los demás perseguidos por la que más me preocupo. Dices en adurn: Así es, y de momento no podremos hacer nada. Sólo ofrezco la opción para que consideréis la mediación de la Santa Cruzada en esto. Hagalnae dice con voz sobrenatural: La consideraré como una opción, tras resolverse la cuestión principal que nos atañe. Dices en adurn: Si nuestras relaciones prosperan, será más sencillo. Pero me alegra ver que Veleiron y Kheleb tienen buenas intenciones el uno con el otro, y que podemos resolver los asuntos. Aunque sea de a poco. Hagalnae sonrie. Hagalnae dice con voz sobrenatural: He de retirarme, otros asuntos requieren mi atención Kradock le asiente con la cabeza a Hagalnae. Dices en adurn: Por supuesto, Consejero. Espero verle otra vez de aquí a algún tiempo, con una mejor relación entre nuestros pueblos. Hagalnae dice con voz sobrenatural: espero que estas conversaciones conformen los cimientos de una futura relación más estrecha y respetuosa para ambas partes. emote tiende la mano en actitud de confianza al semielfo. [Emoción] Grodna tiende la mano en actitud de confianza al semielfo. Hagalnae estrecha la mano a Grodna, mirándole a los ojos. Abres la puerta sudoeste. Hagalnae hace una reverencia. Dices en adurn: Hasta pronto, entonces. Quizá la próxima vez podamos vernos en un lugar menos neutral, y espero que con menos explosiones. Kradock inclina levemente la cabeza a Hagalnae y sigue a la consejera Grodna Hagalnae asiente con la cabeza. Haces una reverencia a Hagalnae. Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eralie nos guíe. sudoeste Ak’Anon: Cantina ‘El Barriga’ Como la mayoría de estancias de esta ciudad, esta cantina se encuentra situada en el interior de una roca redonda bastante grande que desde fuera de aquí puede verse la forma de pedrusco que tiene. Por dentro hay un par de mesas redondas de roca manufacturada posadas sobre otras piedras más pequeñas con una parte plana por la cual es posible sostener la piedra que conforma la mesa. Al lado hay una barra larga por donde el tabernero atiende a los clientes y sobre ésta varias botellas vacías se encuentran colocadas en fila una al lado Puedes ver cinco salidas: -noreste-, |norte|, |noroeste|, |oeste| y |este|. Grohan, el Barrigón está aquí. Letrero.
-
El mismo mensaje, pero de más fácil lectura.
Ak’Anon: Habitación Real
Una habitación real excavada en la piedra y acomodada con todo tipo de lujos. En Ak’Anon todas
las habitaciones están preparadas para recibir reyes: cojines y cortinas de saten, amplias
bañeras cuidadas por criados, surtidas despensas y sillones muy confortables. La única
diferencia entre ellas es el precio. Las habitaciones comunes, al ser más baratas, están
llenas de gente, mientras que las más caras están más vacías y, por lo tanto, son más cómodas.
Puedes ver una salida: -sudoeste-.
(Novel) Kradock está aquí.
-|Hagalnae|/- llega desde el sudoeste seguido de Enriz.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Saludos, consejera Grodna.
Hagalnae cierra la puerta sudoeste.
Hagalnae se quita la capa, mojada por la lluvia, y la deja colgada en un perchero detrás de la
puerta, tras cerrarla.
Haces una reverencia a Hagalnae.
[Emoción] Enriz envaina sus armas lentamente y se cuadra a un lado de su consejero.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: me acompaña Enriz, guerrero de nombrada y probada valía,
ha venido escoltandome por el camino.
[Emoción] Grodna invita a los semi-elfos a sentarse en sendas butacas de terciopelo rojo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Veo que vos también habéis venido acompañada
[Emoción] Enriz asiente ante las palabras de Hagalnae.
Hagalnae señala a Grodna.
Hagalnae toma asiento en una de las butacas.
Dices en adurn: Él es Kradock, uno de nuestros guerreros. Joven, pero de espíritu fuerte.
Kradock asiente con la cabeza.
[Emoción] Enriz niega el asiento y aguarda a la espalda de Hagalnae.
Dices en adurn: Me alegra que podamos habernos reunido por fin, Consejero Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La alegría es mutua, Grodna.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Hacía demasiado tiempo que nuestros pueblos no se sentaban
a hablar.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Es una buena costumbre, más bien, una necesidad, que entre
adoradores de Eralie no debería perderse nunca.
Dices en adurn: He de decir que todavía no me acostumbro a este lugar… El eco de las
explosiones es casi constante.
Dices en adurn: Pero me parece un acierto haberlo elegido. Los gnomos también son un pueblo de
Eralie.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: no te preocupes, una hora aquí y hasta dejas de
escucharlas.
Hagalnae se rie.
Te ríes
Enriz dice con voz sobrenatural: Yo estuve presente en la última reunion entre nuestros
pueblos, cuando Eldhana llamo a Gudmair a Veleiron.
reir
Ves a Enriz el varón Semi-elfo.
Un Semi-elfo varón de aspecto común.
Tienes un varón delgado y largo como una rama de un árbol ante ti, pálido como un glaciar o
como la fría nieve. Frialdad destellan sus dos ojos azules. Apenas puedes divisar vello facial
ni corporal por su cuerpo, nada más que su preciosa melena larga y rubia, tan rubia como
brillantes lingotes de oro. Tiene unas manos suaves con unos dedos finos, en su rostro puedes
ver una preciosa sonrisa con una dentadura totalmente perfecta. Sus orejas son de tamaño
normal y puedes apreciar que en la parte superior de ellas acaban en punta, un rasgo que
determina a los semi-elfos.
Él está revigorizado.
Ostenta el cargo de Consejero de la Congregación Rúnica en Congregación Rúnica.
Mano derecha: Florete del Duelista.
Mano izquierda: Espada Rúnica.
Usando: Bolsita para plantas y Pin ‘Yo escalé el Mallorn’.
Equipado:
- Cabeza: Capucha de Basilisco.
-
Orejas: Colmillo de Wyvern.
-
Cuello: Collar de monitor Sajuagín, Talismán de la Ferocidad, Colmillo de Lessirnak y
Lágrima de Sangre (Llena).
- Hombros: Capa Sangrienta de Nerbrad.
Pecho: Camiseta de la Cólera.
Brazos: Muñequera del Dolor y Muñequera de la Suprema Cazadora.
Manos: Guante Espectral y Guante de Ayoltar.
Dedos: Anillo Giratorio y Anillo de Lish.
Cintura: Cinturón de Cirdan y Cinturón Prisma.
Piernas: Pantalones de la Cólera.
Pies: Botas de cuero estigio.
Cargando: Mochila Carnívora, Libreta de encargos, Espada Arcana, Piedras tratadas [4],
Pendiente Pétreo y Pendiente Volcánico.
Parece llevar mucho dinero.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eldhana… una Veleironita llena de buenas intenciones,
pero mucho me temo que su gestión del asunto, al menos desde mi punto de vista, no fue la
más indicada.
Kradock permanece en silencio, nota la tension a pesar de las palabras amables
Hagalnae dice con voz sobrenatural: así cuando volví de mis viajes, el pueblo volvió a
elegirme como representante de nuestra ciudad.
Dices en adurn: El camino a la discordia suele estar empedrado de buenas intenciones.
Enriz dice con voz sobrenatural: En efecto Hagalnae, esa reunión quedó en una gran cantidad de
insultos y abucheos por parte del gentío presente aquel día.
Hagalnae le asiente con la cabeza a Enriz.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eldhana tuvo un gesto de buena voluntad, pero durante el
año siguiente, no hubo ningún gesto recíproco por parte de vuestro pueblo, así que volví a
reconducir la situación donde la habíamos dejado.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mas no volví a imponer las penas a los indultados como
gesto de buena voluntad.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: A pesar de que nuestro pueblo sigue con ciudadanos
perseguidos por vuestra ciudad.
Dices en adurn: Estoy bastante segura que ambos pueblos nos hemos equivocado en el pasado.
Esta situación no es fruto de sólo una de las dos partes.
Hagalnae te asiente con la cabeza.
Kradock permanece en silencio observando los rostros de los presentes,
listo a proteger a su maestro si fuese necesario, su mano aferra su poderoso martillo con
cierta crispación. Sabe que debe relajarse por el bien de las negociaciones
Dices en adurn: En efecto, y hay aquí dos asuntos, de los cuales si me permitís, sólo
trataremos uno. Por un lado, las relaciones diplomáticas Veleiron-Kheleb, por otra parte
las rencillas personales entre enanos y elfos. No sé si me explico…
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Deberíamos tratar primero el asunto diplomático, pero
después las penas y persecuciones derivadas de la misma
Hagalnae dice con voz sobrenatural: No son rencillas personales, llamarlas así sería faltar a
la verdad
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Son dos pueblos aplicando sus leyes, por más que entre sus
dirigentes haya habido roces de menor o mayor tamaño.
Dices en adurn: … pero no me corresponde a mí, ni considero el momento preciso tratar aquí
las penas personales. Obviamente se hablará de ellas, pero soy una mandataria de Kheleb y
una Consejera, no una jueza más allá de la Verdad de Eralie.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Las penas impuestas no son designios de Eralie, son
resoluciones ejecutadas por mandatarios, en tu puesto, aplicando leyes redactadas y
promulgadas por mandatarios.
Asientes con la cabeza a Hagalnae.
Dices en adurn: Y es por ello que no me corresponde juzgarlas aquí y ahora. Puedo daros mi
palabra que trataremos de encontrar una solución, pero habrá de ser más adelante.
Enriz dice con voz sobrenatural: Todo vino por una ley que impuso la antigua consejera de
Kheleb, Ghyrduana, ya fallecida.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Dejemos a Eralie el sitio que le corresponde: el motivo
por el que estamos aquí, la razón última de la concordia entre nuestros pueblos.
Hagalnae le asiente con la cabeza a Enriz.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Estoy de acuerdo con ello.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Procedamos a tratar la cuestión en sí.
Enriz dice con voz sobrenatural: Siento entrometerme tanto en la conversación de dos
consejeros, pero tengo 216 años, he vivido 3 vidas humanas, y he visto de casi todo…
Hagalnae dice con voz sobrenatural: No tengas ningún problema, Enriz.
Dices en adurn: Como bien dice vuestro guardaespaldas, los conflictos vienen desde tiempo
atrás. Ignoro los detalles de los inicios, pero podemos concretar los detalles de los
finales.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Cuando yo era un crío, tú ya llevabas años luchando por
nosotros.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Tu sabiduría adquirida por los años es apreciada y
valorada.
Enriz dice con voz sobrenatural: Crecí junto al gran Elhinz, también fallecido.
[Emoción] Enriz ve cómo se le llenan los ojos de lágrimas mientras recuerda a sus amigos fallecidos.
Dices en adurn: La cuestión es que, ideológicamente, hemos tenido nuestras diferencias. Pero
pragmáticamente hemos de dejarlas a un lado para poder continuar nuestra guerra contra
los lacayos de Seldar.
Hagalnae mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen
armoniosamente.
Kradock mira con atención a los presentes y se relaja, sabe
que una charla que empieza hablando de tiempos pasados es el inicio de algo bueno
Dices en adurn: El tema que nos ocupa, y también personalmente me preocupa, es el número de
leyes de ambos pueblos que tienen de forma velada o directa con el otro.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Creo que sería buena idea, empezar expresando nuestras
posturas sobre el asunto.
Dices en adurn: Surgido de un conflicto mal gestionado, han llevado a nuestros pueblos a la
neutralidad. Ahora mismo retomar la cercanía diplomática con la que nos relacionábamos
antaño parece muy difícil y un camino largo, pero si tenemos la suficiente voluntad de
andar podemos construir nuevas amistades entre nuestros pueblos.
Dices en adurn: Por supuesto. Le escucho, Consejero Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ya que el conflicto en cuestión se desarrolla más cerca de
vuestra ciudad que de la nuestra, que procedas tú primero me parece conveniente.
Asientes con la cabeza a Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Así que escucharé tu postura,y cuando termines, expresaré
la mía. Luego podremos ir intercambiando opiniones.
[Emoción] Enriz se recoge su larga melena rubia en una coleta.
Dices en adurn: Sea entonces. Nosotros, en el Reino de Kheleb, nos hemos esforzado desde
antaño por combatir el mal que mora en este mundo. Nuestro Rey, Darin, y su Alianza han
sido dos activos muy importantes en la Sagrada Purificación de Eralie sobre todas las
tierras de Dalaensar y Eirea.
Kradock observa las puntiagudas orejas de enriz, ahora entiende el porqué sus mayores se refieren a ellos como orejas puntiagudas
Dices en adurn: Sin embargo, vimos a nuestro pueblo arrinconado en esta gran montaña. Kheleb
ha sido un bastión de Eralie, por supuesto, donde más de una vez se han refugiado
extranjeros. Sobre todo nuestros hermanos de Kattak. Pero carecemos de trigo, cultivos,
comida, pescado, ganadería y otros activos económicos al vivir bajo tierra.
Dices en adurn: Nuestro principal punto económico es el comercio. Sobre todo y nuevamente con
Kattak, pero no exclusivamente. Exportamos minerales de nuestras minas para conseguir los
productos básicos que permiten comer a nuestro pueblo. La minería es una gran fuente de
ingresoso para nosotros, pero las piedras no se comen.
Kradock te asiente con la cabeza.
Dices en adurn: Por ello soy consciente que nuestros antepasados han tratado de proteger
nuestro único activo económico, las minas, para poder continuar el comercio y así
conseguir alimentos y otros productos básicos.
Dices en adurn: Su acceso es a través de nuestra ciudad, y por tanto siempre hemos sido un
tanto recelosos de considerarlas «nuestras». Técnicamente, quizá lo sean. Al menos quiero
creer que la explotación de dichas minas son un derecho que tenemos y necesitamos para
garantizar nuestra subsistencia como pueblo.
Enriz dice con voz sobrenatural: Perdona que te interrumpa, pero hasta la llegada de Ghyrduana
nunca hubo problema en compartir las minas, de hecho las defendiamos juntos, tanto de las
bestias de la suboscuridad que ascendian y de los enemigos que venian a picar a robar las
gemas y riquezas, yo mismo he defendido las minas de orcos, gnolls, hombres-lagartos… de
todo.
Hagalnae mira a Enriz.
Asientes con la cabeza a Enriz.
Dices en adurn: Así es, Enriz. Sin embargo…
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Enriz, deja a la consejera expresar su postura sin
interrupciones, ya habrá momento para comentarla después.
Enriz asiente con la cabeza.
Enriz dice con voz sobrenatural: Discúlpeme.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Si tiene calma para exponerlas lo hará mejor, y será un
buen punto de partida para la conversación posterior.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Sin problema.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Disculpa, Grodna. Este asunto enciende nuestros ánimos.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Continúa.
Dices en adurn: Kheleb ha gestionado las minas como ha considerado a lo largo de los años, y
ello ha derivado en un conflicto. Un conflicto que los aquí presentes deseamos
solucionar.
Hagalnae asiente con la cabeza.
Kradock, escudado en su barba metálica sonríe débilmente al reconocer
la autoridad de Hagalnae sobre la temperamental Enriz, un enano nunca osaría interrumpir a
los consejeros de Kheleb Dum…al menos no antes del tercer barril de su fuerte cerveza.
Dices en adurn: Por tanto espero que este concilio sea un punto de partida que nos ayude en
esa gestión también y ambos pueblos se vean beneficiados. El conflicto, si me lo
permitís, acabo percibiéndolo como un conjunto de platinos a deber. Y eso no termina
solucionando nunca nada. Soy consciente de que Veleiron necesita nuestros minerales
también, pues carecéis de minas de hierro con los cuales forjar armas.
[Emoción] Enriz mira de reojo la barba metálica de Kradock.
Hagalnae pregunta con voz sobrenatural: ¿Me permite una interrupción?
Dices en adurn: Por supuesto, consejero. Ya he terminado la prerrogativa.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Este no es un asunto de platinos a deber. Los antiguos
consejeros de Kheleb-Dum han estado financiando propaganda sobre este conflicto,
caricaturizándolo, intentando horadar nuestra legitimidad.
Dices en adurn: En efecto. En Kheleb se ha hablado mucho de Hagalnae «el alienado».
Hagalnae asiente con la cabeza.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: El dinero no me es una preocupación en este asunto.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Nunca lo ha sido para mi.
Dices en adurn: Entonces estamos de acuerdo en eso. Dejemos el dinero de lado.
Hagalnae asiente con la cabeza.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ruego expongas tu postura sobre las minas.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Antes de proseguir con mi intervención.
Preguntas en adurn: ¿Mi postura? ¿O la postura de Kheleb?
Hagalnae mueve con gracia su Capucha de Bufón, haciendo que todos sus cascabeles suenen
armoniosamente.
Kradock mira fijamente el curioso artefacto que lleva el consejero Hagalnae en la cabeza, no cree que le de mucha credibilidad ante un asunto de tanta importancia como el conflicto que protagoniza este encuentro, pero, ¿quién es él para juzgar a nadie por una simple capucha?
Hagalnae pregunta con voz sobrenatural: ¿Acaso son distintas?
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Al fin y al cabo, la postura de Kheleb es la que sus
consejeros, en mayoría, decidan.
Enriz suspira.
Dices en adurn: La postura de Kheleb es desear gestionar esas minas de una forma que los
seguidores de Eralie puedan verse beneficiados, pero también asegurar que su pueblo no
pase hambre. Quizá establecer un nuevo sistema de gestión, más abierto. Quizá extrayendo
nosotros el mineral y vendiéndolo a Veleiron a cambio de por ejemplo, harina, trigo,
pescado y fruta. Pero no podemos dejar a un lado el hecho de que nuestro pueblo necesita
gestionar de una manera eficiente las minas para poder comerciar y así subsistir.
Dices en adurn: Necesitamos dar con una solución a este tipo de gestión, está claro. Y mi
postura personal es que incrementando el comercio con otros pueblos cada vez será más
fácil que sus ciudadanos consigan acceso a las mismas.
Kradock entiende la postura de Grodna la consejera y la comparte… pero en su joven vida se ha dado cuenta de un tema que va más allá de lo material y que aún no ha salido a la luz.
Kradock cambia su peso corporal de pierna al ser observado por la gran consejera
Preguntas en adurn: Kradock, ¿deseas aportar algo? ¿O cedemos ya la palabra al Consejero de
Veleiron?
Enriz dice con voz sobrenatural: Un asunto que me inquieta Gordna. Entiendo que Kradock venga
como guardaespaldas ya que los caminos son peligrosos, pero según todos mi años en Eirea,
lo guerreros de la barba de malla fueron castigados por la traición a Durin, no tienen ni
voz ni voto hasta que no se ganen el favor de su nuevo rey, su hijo, el rey Darin. Y por lo
que veo, este guerrero aún no se ha ganado el favor…
Hagalnae observa, de forma calmada pero atenta, a Grodna.
Dices en adurn: Muy bien, Consejero Hagalnae, le cedo la palabra.
Dices en adurn: En cuanto a nuestros asuntos, acompañante Enriz, me temo que son nuestros
asuntos.
[Emoción] Grodna mira secamente a Enriz, dando por zanjado ese tema.
Hagalnae asiente con la cabeza.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Comenzaré, pues, con una breve historia de nuestro pueblo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Durante la primera Era, nació la bella ciudad de Tearolin.
En ella habitaban, en armonía, los elfos grises y los elfos Ayari, junto a los humanos
Darunlay, que habitaban en sus suburbios, y los semi-elfos provenientes de la mezcla de
estos últimos con los elfos. Mas esa armonía duró poco, los Darunlay eran vistos, en el
mejor caso, con lástima por parte de los elfos, y las tensiones raciales llegaron a tal
punto que hasta los elfos empezaron a enemistarse entre ellos.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esta conflictividad social, provocada por el racismo, fue
uno de los motivos por los que Tearolin cayó.
[Emoción] Grodna escucha atentamente las palabras del consejero Hagalnae
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Los supervivientes corrieron distinta suerte. Los elfos
Ayari se refugiaron en el bosque de Orgoth, junto a sus primos los silvanos. Los elfos
grises viajaron hacia Manbar. Hubo cierto número de elfos que huyeron al océano,
convirtiendose en los Aquanesti.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Algunos darunlay fundaron la ciudad de Celiath, mas la
mayor parte de los humanos y semi-elfos que habitaban Tearolin hallaron cobijo dentro de
las murallas de Takome.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Allí convivieron con los humanos que habitaban la ciudad,
hasta poco después del Cataclismo. Tras el ataque de la peste, un pequeño número de
descendientes de aquellos que huyeron de Tearolin salió de la ciudad, huyendo de la miseria
que imperaba en Takome. Pocas décadas después del traumático éxodo que supuso la caída de
Tearloin, otra vez nuestras razas tuvieron que emprender el camino del exilio.
Kradock permanece atento a las explicaciones de Hagalnae, pensando que siempre es
bueno recordar los orígenes y entiende que toda esta charla se enfoca en algo en lo que el
lleva dándole vueltas desde hace tiempo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pidieron ayuda a sus primos silvanos, pero estos, debido a
sus visiones racistas, les negaron cobijo.
[Emoción] Enriz mira al vacío mientras recuerda sus orígenes.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Vagaron y vagaron, hasta encontrar, al lado del Cuivinien,
un poco más al norte de las ruinas de Tearolin, un lugar propicio para asentarse. Un
destino un poco irónico, al cabo.
[Emoción] Grodna escucha atentamente a Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Allí, de la nada, aprovechando la madera de los bosques
circundantes, comenzamos a construir nuestro poblado. Tablón a tablón se erigió nuestra
ciudad, nuestras moradas construidas por nuestros antepasados, emigrantes. Sobrevivieron a
base de la pesca, y aprovecharon el terreno fértil de los aluviones del Cuivinien para
plantar diversas cosechas, entre ellas la que, posteriormente, llegó a darnos la mayor
parte de nuestra fortuna en su momento, las vides.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Las primeras cepas que se plantaron en nuestro poblado
fueron planificadas por Trevelion, un lider de una de tantas caravanas de humanos que
llegaron a Veleiron, al hacerse eco los caminos del nacimiento de un poblado en el que
todos, sin distinción de raza o clase, eran bienvenidos.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La progresiva satisfacción de nuestras necesidades
primarias, y el comercio proveniente de nuestro vino y pesca, unidos a la salida al Orthos
dada por el Cuivinien, propiciaron el auge de una economía boyante en nuestro poblado, que
propició que nuestros ciudadanos se dedicasen, progresivamente, a la artesanía elaborada.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Así, en Veleiron surgieron sastres y artesanos de
renombre, creando nuevas recetas, que en aquella época fueron revolucionarias, como el
brazalete de cuero rojo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Es más o menos en esta época, de donde datan mis más
antiguas averigüaciones sobre las relaciones entre nuestros dos pueblos.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Grodna, tu eres mucho más joven que yo. Pero yo no he
vivido estos acontecimientos, mas si no me equivoco, Enriz los vivió.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Hubo una vez una guerra entre Takome y Kheleb.
Kradock cambia su peso corporal de pierna, nunca había estado tanto tiempo sin moverse y mira admirado como la consejera Grodna permanece impasible a la diatriba de Hagalnae.
Enriz asiente con la cabeza.
[Emoción] Grodna permanece impasible, escuchando a Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: En la que nuestro pueblo, fiel seguidor de Eralie, y poco
dado a rencillas bélicas, medió entre las dos ciudades para que se alcanzara la paz.
Enriz dice con voz sobrenatural: Era muy pequeño cuando vi la empalizada ya levantada, apenas
Veleiron eran cuatro tablas.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: En gran parte debido a esa mediación, la relación entre
nuestros dos pueblos pasó a ser de amistad.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: esta relación permaneció inalterada hasta hace 30 años o
así.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: En esas fechas, Kheleb dejó de considerarnos amigos, para
considerarnos una ciudad con la que mantenían una mera relación de Paz.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Si hubo motivo para ello, no se nos fue comunicado.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Debió ser en esta época cuando comencé el oficio de la
herreria, tras conseguir la maestría en la artesanía y sastrería.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: He de ser de los pocos Veleironitas que dominan el arte de
la forja, al nivel de cualquier maestro enano. Estas palabras no son vanas.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Hasta entonces, la forja era un arte que estaba reservado,
en gran medida, a los enanos.
Asientes con la cabeza a Hagalnae.
Enriz asiente con la cabeza.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Comencé a elaborar armas y armaduras para los seguidores
de Eralie. El material con el que las forjaba provenía, en gran medida, de las minas de
Kheleb.
Kradock frunce el ceño incrédulo. ¿Acaso este orejas puntiagudas intenta compararse con los grandes forjadores rúnicos?
Hagalnae dice con voz sobrenatural: En las cuales yo mismo picaba el material, más también
compraba, en la medida de lo posible, todo el mineral que pudiese a todos los mineros que
picaban en las mismas minas, enanos, en su gran mayoría.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Siempre he preferido comprar el mineral antes que picarlo,
lo cual me quita tiempo para mis otros quehaceres.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mas esto empezó a cambiar cuando Kheleb cambió sus leyes,
intentando prohibir a todo aquel que no fuese una ciudad con relación de amistad con Kheleb
el picado en la mina, a no ser que pagásemos una cantidad pecuniaria.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Este movimiento, aparte de considerarlo ilegal, ya que
considero que la jurisdicción de Kheleb-Dum acaba donde acaba su ciudad, atentaba contra la
recolección de material por parte de los seguidores de Eralie, cuya única entrada a las
minas es a través de la ciudad de Kheleb o por medios mágicos.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Fue por los otros mineros por los que me movilicé.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo tengo a mi disposición numerosos medios mágicos con los
que acceder a la montaña.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pagar una cuota no me supone el más mínimo esfuerzo
financiero.
Enriz asiente con la cabeza.
Enriz dice con voz sobrenatural: La magia de los elfos es legendaria.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Tras mis motivaciones está la defensa de los mineros, que
son los que deberían suministrarme el material.
Asientes con la cabeza a Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Conozco vuestra situación económica.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: vuestros mayores ingresos provienen del mineral que
picáis, de las armaduras y armas que forjáis, y de los tesoros de los monstruos que
vuestros campeones ajustician.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Con el dinero que obtenéis de esas actividades, conseguís
el resto de productos con los que satisfacéis vuestra subsistencia.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pues bien, he sido el principal comprador de vuestros minerales
durante más de 40 años.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: También de los tesoros que conseguís.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Incluso de las armas y armaduras que forjáis.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Bajo el pretexto de proteger vuestra economía, habéis
prohibido el comercio con vuestra principal relación económica.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La única razón por la que hago hincapié en que las minas
son vuestras, es para proteger a los mineros ante legislaciones de vuestros mandatarios.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Legislaciones que, aparte de versar sobre una jurisdicción
que no se extiende hasta ellas, se basan en el principio de la no amistad entre nuestros
pueblos, un deterioro diplomático que no se nos justificó y no se explicitó su motivo.
Preguntas en adurn: ¿Sois el principal comprador, o Veleiron es el principal comprador?
Enriz dice con voz sobrenatural: Veleiron tiene pocos herreros…
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Soy el principal comprador,
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Y si tenemos en cuenta a la ciudad, por supuesto, Veleiron
es la ciudad que, históricamente, ha comprado más mineral a Kheleb.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: No nos olvidemos de que llevo 40 años siendo el principal
proveedor de armas y armaduras del bando Eralie.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esto no es una chanza.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ahora mismo, en estos momentos, hay más de 200 kilos de
minerales con destino a mi persona, pero que no pueden ser exportados debido a mi
situación.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eso es dinero que vuestros enanos dejan de ingresar, y,
recordemos, que aunque los enanos gozan de una fuerza legendaria, un enano tiene una
capacidad de carga limitada.
Kradock cambia su peso de pierna, no le gusta el tono
condescendiente con el que Hagalnae ha terminado su discurso. pero su rostro no muestra
ninguna emoción
Hagalnae dice con voz sobrenatural: si el motivo de vuestra postura es económico, creo que la
medida que habéis impuesto atenta contra las motivaciones que han llevado a su
mantemimiento
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Ahora bien, intentemos llegar a un acuerdo
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Es de sobra sabido que el mineral de las minas se regenera
mágicamente tras un tiempo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esto lo hace, en la práctica, ilimitado.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo prefiero comprárselo a los enanos antes que picarlo, y
solo comencé a hacerlo porque no había enanos suficientes para picarme la cantidad de
materiales que necesito para mis creaciones.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La anterior legislación establecía que, en caso de
hallarse un ciudadano de Kheleb y un extranjero en las minas, el ciudadano de Kheleb tenía
preferencia para picar.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: En base a la protección que hacéis de uno de los accesos,
y respetando el derecho de subsistencia de vuestro pueblo, estoy de acuerdo en respetar esa
medida
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Pero, pasando de largo la posible legitimidad de la ley,
la imposición de multas está provocando una menor afluencia de mineros de otras ciudadanias
Eralies a estas minas
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Y, reitero, mineros Eralies, ya que los mineros
provenientes de ciudadanías enemigas gozan de libre acceso debido al malvado Lender.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La demanda de mis creaciones es muy grande, y da para que
todos los enanos puedan vender todo el material que piquen en las minas
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Incluso da para absorber toda la oferta que nuestros
mineros aliados puedan producir
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Esta menor afluencia de aliados en vuestras minas propicia
que un mayor número de enemigos, atraidos por las bajas defensas, piquen en ellas
Dices en adurn: Tenemos guardias apostados a través del subterráneo. No es correcto aquello
que dices sobre Lender.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: No los tenéis.
Enriz dice con voz sobrenatural: Hay más orcos en vuestras minas que enanos picando…
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Al menos, la última vez que pasé por allí, no vi a
ninguno. Las minas tienen túneles que comunican con las Galerías subterráneas.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Se puede entrar en ellas sin necesidad de usar la entrada
principal, el montacargas.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: En conclusión
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La situación resultante es peor para nuestros pueblos
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Vuestros mineros no dan salida al mineral que pican
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Los enemigos se sienten más atraídos hacia vuestras minas
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Los demás mineros aliados se alejan de ellas
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Al menos, la mayoría de ellos
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo produzco con más dificultades
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Y la situación económica de nuestro bando se debilita.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mi propuesta con respecto a las minas es la siguiente.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Volver a la situación anterior: los enanos tendrán
preferencia para picar en las minas.
Dices en adurn: Sólo he visto enanos picando en nuestras minas. Yo misma las recorro a menudo
en inspección de vetas. Y nunca jamás vi a ningún enemigo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Yo mismo he matado orcos en ellas.
Dices en adurn: En otros tiempos, quizá. Actualmente no hay orcos en ellas, de ello nos
ocupamos en medida de lo posible.
Kradock recuerda haber visto huellas raras y un extraño olor a
ciénagas putrefactas en las minas, incluso notar que las buenas vetas son difíciles de
encontrar.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Si tenéis miedo a que peligre vuestra situación económica
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Me comprometo a comprar todo el mineral que los enanos
piquen, mientras su calidad sea pura y venga en trozos pequeños.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Las demás cuestiones se pueden zanjar después de que
hayamos llegado a un acuerdo sobre este tema
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Aquí termina mi intervención.
Dices en adurn: En todo caso, y por mucho que aprecie su oferta, consejero, es una oferta
personal. No una oferta del Pueblo de Veleiron. No sé si me explico.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Todos mis activos están destinados a engrandecer nuestro
pueblo. Entiende estas palabras como las palabras de nuestro consejo. La oferta del pueblo
de Veleiron es comprar todo el mineral que produzcáis los enanos. En la práctica, seré yo
quien lo compre.
[Emoción] Enriz se inquieta, pues el tiempo apremia.
Dices en adurn: No podemos venderos todo nuestro material, porque no sois nuestros únicos
socios comerciales.
Dices en adurn: Pero podemos negociar una parte de nuestro material destinado al pueblo de
Veleiron.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: No es mi intención privaros de vuestros socios
comerciales. Simplemente ofreceros una garantía de que, en caso de no encontrar
compradores, yo compraré todos vuestros excedentes.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Para garantizar vuestra boyanza económica.
Dices en adurn: Eso indudablemente estrecharía nuestras relaciones, y sería cuestión de
considerar, sin duda.
Dices en adurn: Pero además de la garantía, hay otro tema subyacente a todo esto.
Dices en adurn: He procurado informarme de vuestras leyes yo también, Consejero. Y lo cierto
es que me preocupa que tres de ellas sean en detrimento de nuestro pueblo.
Dices en adurn: Más o menos la mitad de vuestras leyes se escribieron en contra tácitamente de
mi pueblo.
Enriz dice con voz sobrenatural: Disculpa mi interrupción, consejero Hagalnae, voy a ir a
inspeccionar el camino, pues la vuelta está llena de bandidos.
Hagalnae asiente con la cabeza.
Asientes con la cabeza a Enriz.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Vía libre, Enriz. Te esperaré más adelante, en cuanto
salga de la reunión. No temo malas intenciones por parte de estos enanos.
Enriz dice con voz sobrenatural: Viendo que la reunión está llegando a su final, ejerceré mis
labores como guerrero protector.
Kradock levanta la mano deteniendo a Enriz y le pide que espere un momento mientras abre su bolsa
Hagalnae le pasa un escrito a Enriz.
Kradock coge Topacio de Bolsa de Joyero.
Kradock ofrece Topacio a Enriz.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Lleva este mensaje a Elarin de mi parte.
Enriz coge Topacio.
[Emoción] Enriz coge el escrito y lo guarda en el fardo.
Kradock emite un alegre carraspeo y le da dos golpecitos en la espalda
a Enriz
Enriz pregunta con voz sobrenatural: Se lo entregaré, ¿le doy algún mensaje o va todo escrito?
Hagalnae dice con voz sobrenatural: está todo explicado en la misiva. Simplemente dile que es
de mi parte. Va lacrado con mi sello personal.
Enriz asiente con la cabeza.
Enriz dice con voz sobrenatural: Tengo tres días de viaje.
Enriz dice con voz sobrenatural: Marcho raudo a Veleiron
Enriz dice con voz sobrenatural: Un saludo señores enanos
Hagalnae se despide de Enriz.
Enriz hace una reverencia a Hagalnae.
Enriz abre la puerta sudoeste.
Enriz se va hacia sudoeste.
Hagalnae hace una reverencia a Enriz.
La puerta sudoeste se cierra.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Prosigue, Grodna
Kradock carraspea mirando a la consejera Grodna
Dices en adurn: Kheleb puede considerar modificar las leyes para así abrirse económicamente a
Veleiron, especialmente en el tema de las minas. Además de la garantía de compra de
excedentes, nosotros tendríamos acceso a las plantaciones, pescado y otros alimentos
cosechados de Veleiron, y con ello garantizaríamos la supervivencia de nuestro pueblo.
Tendré, eso sí, que valorar la propuesta de volver a la gestión previa de las minas,
porque la decisión final es de nuestro rey Darin. Yo misma le prepararé un anteproyecto
de ley para que lo apruebe, si lo desea.
Dices en adurn: Eso sí, para que todo esto se arregle también Veleiron deberá modificar sus
leyes en cuanto a Kheleb se refiere. Considero totalmente injusto el mal estatus que nos
dan y no puedo permitir que sigan vigentes para llevar a cabo nuestra parte del trato.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: las leyes de Veleiron son leyes reactivas. No se activarán
si no hay medidas hostiles por parte de Kheleb. Por ello, no debéis temerlas.
Dices en adurn: Quizá sería interesante probar esta nueva gestión de las minas durante un
breve lapso de tiempo, dejando a los enanos preferencia para picar en ellas, pero no
cerrándolas salvo situaciones excepcionales a ninguno de los pueblos de Eralie.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Una vez solucionada la causa principal, habrá movimientos
legislativos conforme a la situación. No está en nuestro interés seguir manteniendo leyes
que puedan promover la discordia entre nuestros pueblos en un proceso de normalizacion
diplomatica.
Dices en adurn: Sin embargo, Consejero Hagalnae, debo insistir. Desafiar mediante leyes
Kheleb, y tan sólo Kheleb es algo que no puedo tolerar.
Dices en adurn: Redactad las leyes como gustéis, vuestro es el gobierno de Veleiron. Pero si
aparece la palabra Kheleb en alguna de vuestras leyes es un tema que nos afronta
directamente, como podréis comprender.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: si eso supone un obstáculo, estoy dispuesto a cambiar la
redacción de las mismas, no mentando a Kheleb y dándole una redacción neutral, aplicable a
todas las ciudadanias.
Dices en adurn: Por muy reactivas que sean, reaccionáis a nosotros, y eso es muy peligroso.
Asientes con la cabeza a Hagalnae.
Kradock se siente aliviado al ver que las dos razas pueden
llegar a un acuerdo, presiente que el camino iniciado beneficiara a ambos
Dices en adurn: En ese caso, y viendo que algún punto en acuerdo hemos tomado, creo que es
buena hora para dar por finalizada esta reunión y regresar a nuestros pueblos, para
comenzar a aplicar los cambios. En caso que dichos acuerdos prosperen, podrá considerarse
un cambio de estatus diplomático más benévolo con el tiempo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La mejora de las relaciones vendrá dada por el trato en el
día a día, si. Esperaré con esperanza vuestra respuesta.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: ha sido un placer volver a poder reunirnos con un
mandatario de Kheleb.
Dices en adurn: Sin embargo, en cuanto al asunto de las multas, creo que lo indicado sería
comparecer ante un tribunal neutral bajo la luz de Eralie. Quizá los Paladines Cruzados
de Takome sean los más indicados en emitir un veredicto, y así podremos zanjar el segundo
tema que nos ocupa.
Haces una reverencia a Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: El asunto de las multas y persecuciones es un asunto que
tendrá que tratarse después del principal.
Asientes con la cabeza a Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Mi situación personal no es la que me apremia, sino la de
mi pueblo.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: no soy el único damnificado, y es por la situación de los
demás perseguidos por la que más me preocupo.
Dices en adurn: Así es, y de momento no podremos hacer nada. Sólo ofrezco la opción para que
consideréis la mediación de la Santa Cruzada en esto.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: La consideraré como una opción, tras resolverse la
cuestión principal que nos atañe.
Dices en adurn: Si nuestras relaciones prosperan, será más sencillo. Pero me alegra ver que
Veleiron y Kheleb tienen buenas intenciones el uno con el otro, y que podemos resolver
los asuntos. Aunque sea de a poco.
Hagalnae sonrie.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: He de retirarme, otros asuntos requieren mi atención
Kradock le asiente con la cabeza a Hagalnae.
Dices en adurn: Por supuesto, Consejero. Espero verle otra vez de aquí a algún tiempo, con una
mejor relación entre nuestros pueblos.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: espero que estas conversaciones conformen los cimientos de
una futura relación más estrecha y respetuosa para ambas partes.
emote tiende la mano en actitud de confianza al semielfo.
[Emoción] Grodna tiende la mano en actitud de confianza al semielfo.
Hagalnae estrecha la mano a Grodna, mirándole a los ojos.
Abres la puerta sudoeste.
Hagalnae hace una reverencia.
Dices en adurn: Hasta pronto, entonces. Quizá la próxima vez podamos vernos en un lugar menos
neutral, y espero que con menos explosiones.
Kradock inclina levemente la cabeza a Hagalnae y sigue a la
consejera Grodna
Hagalnae asiente con la cabeza.
Haces una reverencia a Hagalnae.
Hagalnae dice con voz sobrenatural: Eralie nos guíe.
sudoeste
Ak’Anon: Cantina ‘El Barriga’
Como la mayoría de estancias de esta ciudad, esta cantina se encuentra situada en el interior
de una roca redonda bastante grande que desde fuera de aquí puede verse la forma de pedrusco
que tiene. Por dentro hay un par de mesas redondas de roca manufacturada posadas sobre otras
piedras más pequeñas con una parte plana por la cual es posible sostener la piedra que
conforma la mesa. Al lado hay una barra larga por donde el tabernero atiende a los clientes y
sobre ésta varias botellas vacías se encuentran colocadas en fila una al lado
Puedes ver cinco salidas: -noreste-, |norte|, |noroeste|, |oeste| y |este|.
Grohan, el Barrigón está aquí.
Letrero.
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