Inicio Foros Historias y gestas Los muertos nos acechan

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    • Boga
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      Hoy es 16 de Mesamin del 144 Era 4ª, son las 10:00.

      Bosque Baldío

      Antaño fue conocido como el Bosque de Aleb Sul, y fue provechosamente utilizado por los orcos como coto de caza, para saciar las voraces bocas de las hordas de Golthur; y como lugar de entrenamiento al aire libre para los ejércitos negros. En la explosión del volcán de N’argh, el bosque pereció pasto de las llamas y del magma, quedando solamente una macabra colección de árboles muertos y ceniza.

      Una pequeña cabaña de madera se encuentra en un claro al oeste de aquí.

      Luce el Sol en el cielo.

      Puedes ver tres salidas: |oeste|, sudoeste y norte.

      [Emoción] Ghorbolg observa a su alrededor, deteniendo su mirada en la puerta de una cabaña al oeste.

      Dices en negra: debe zer ezta la cabaña del vigilante del bozque.

      Abres la puerta oeste.

      Cabaña del Vigilante

      Una acogedora cabaña de madera, con un camastro, una mesa, una pequeña chimenea de piedra, y cuatro sucias ventanas. Es todo lo que el Vigilante del Bosque Baldío necesita para vivir.

      Puedes ver una salida: -este-.

      El Vigilante está aquí.

      El vigilante es toda una personalidad dentro de la sociedad de Golthur Orod. Se trata de un olvidado orco, destinado a hacer de «guardabosques» en el Bosque Baldío. Su papel se remonta a  los años de la Segunda Edad, en la que su rol cobraba mucha más importancia, ya que los  constantes ataques de los Goblins Oscuros del noreste del bosque se hacían insoportables para la ya maltrecha sociedad orca, que tenía suficiente con defenderse de los adalides del Bien que tanto acosaban la fortaleza de Golthur Orod. Ahora, el vigilante se limita a ver pasar la vida, sentado en el cómodo camastro de su cabaña.

      Cierras la puerta este.

      Dices en negra: zaludoz vigilante.

      El Vigilante acepta tu invitación para conversar.

      El Vigilante dice: Saludos Ghorbolg.

      Dices en negra: vengo bajo laz órdenez de Glorbaugh zobre un azuntor urgente zobre loz no-muertoz.

      Dices en negra: ¡Waaaaagh!,  Háblame acerca de tu vigilancia.

      El Vigilante dice: Vigilo el bosque, e intento mantener alejado a los no-muertos que están empezando a llegar desde las tierras del norte.

      El Vigilante dice: De más allá de las Ruinas de Deghbah.

      Dices en negra: ¡Waaaaagh!,  vaya… ezo ez algo que necezita inveztigarze y zolucionarze vigilante.

      Dices en negra: ¡Waaaaagh!,  Háblame acerca de ruinaz.

      El Vigilante dice: Deghbah fue el templo donde Paris confinó al demonio homónimo, en la Segunda Era.

      El Vigilante pregunta: ¿Pero qué os enseñan a vosotros?

      El Vigilante dice: El espíritu del oso grizzly habitaba allí.

      [Emoción] Ghorbolg se sorprende al escuchar las palabras del vigilante, ¿un espíritu de un oso grizzly?

      Dices en negra: háblame de eze ozo grizzly.

      El Vigilante dice: Una antigua raza extinguida de osos, fieros y sanguinarios.

      El Vigilante dice: Vivían en la zona noroccidental del bosque, en los lindes del río Derebar.

      El Vigilante tiene un escalofrío.

      El Vigilante exclama: ¡Se alimentaban de orcos!

      El Vigilante dice: El espíritu del oso grizzly habitaba allí.

      El Vigilante dice: Ahora sólo quedan ruinas.

      Dices en negra: ¿un ozo come-orcoz?, zerían orcoz eztúpidoz zi ze dejaron comer por un ozo.

      Escupes al suelo.

      Dices en negra: iré al norte a comprobar que paza allí.

      Haces una reverencia a El Vigilante.

       

      Hoy es 16 de Mesamin del 144 Era 4ª, son las 14:27.

      Sendero de la Negra Sangre

      El archiconocido Sendero de la Negra Sangre conserva su toque tétrico y macabro. En la Segunda Era se utilizó de forma muy habitual durante las Batallas de Liberación, para reforzar las posiciones del frente con más hordas de orcos. Los goblins atacaban desde el este y el sur, ayudando al ejército negro. Antaño recibía su sobrenombre de «negro» porque las duras y dolorosas pisadas de los negros uruk-hais de Golthur Orod tornaron de dicho color la tierra.  Ahora, a este hecho se le suma la incesante lluvia de ceniza del volcán de N’argh.

      Luce el Sol en el cielo.

      Puedes ver tres salidas: sudoeste, este y norte.

      Cerca de unas Ruinas

      El Sendero de la Negra Sangre llega a su fin. La ceniza no ha alcanzado este lugar, y puede observar el verdadero color rojo oscuro del sendero. Pero en lugar de ceniza, son restos de piedras y escombros lo que infestan el camino. Son los testigos de la caída del Templo de Deghbah, cuyas ruinas se extienden ante ti en la explanada que desde aquí observas.

      Luce el Sol en el cielo.

      Puedes ver dos salidas: noreste y oeste.

      Ruinas del Templo de Deghbah

      Antaño estas ruinas eran el glorioso templo de Deghbah, a orillas del Lago de Cristal. En los escombros apenas se distinguen los grabados que en la Segunda Era relataban la pérdida de dos grandes amigos de Paris, el Dios del Bien, a manos del demonio Deghbah. La explanada en la que te encuentras está formada principalmente por los ladrillos amontonados del antiguo templo. Apenas se conserva en pie alguna que otra columna. Puedes distinguir la distribución del templo ya que la base de las paredes todavía asoma entre el suelo. Por lo demás, eres incapaz de deducir cómo podía ser el templo en el que Deghbah fue hecho preso.

      Luce el Sol en el cielo.

      Puedes ver tres salidas: este, norte y oeste.

      Cuerpo de Cadáver

      Preguntas en negra: humm… Taubûrz, el bozque maldito, ¿qué eztará pazando?

      [Emoción] Ghorbolg se agacha para observar el cuerpo con más detenimiento

      Te agachas.

      Este es el cuerpo muerto de Cadáver.

      Dices en negra: ez el cuerpo de un no-muerto

       

      Tras varios minutos andando por la senda hacia el Bosque de Taubûrz…

      Senda del Septentrión: Lindes del Taubûrz [se,e,o]

      Sumo Cadáver está aquí.

      Dices en negra: muereee, vuelve al lugar de donde zalizteeeeezz

      Sumo Cadáver muestra su poderosa cadena.

      • Agarras tu Yagrul Gragbadûr con las dos manos por el mango inferior y empiezas a balancearla. Conforme coge inercia, la elevas hasta tenerla girando mortíferamente sobre tu cabeza.

      Ayudándote de tu fuerte torso y de la propia inercia, continúas girando tu Yagrul Gragbadûr, trazando un vórtice en el aire.

      Doblas tus rodillas para descender el plano de giro de tu Yagrul Gragbadûr y, acto seguido, te impulsas hacia arriba con todas tus fuerzas, saltando y descargando un brutal hachazo oblicuo ascendente sobre el débil cuerpo de Sumo Cadáver que le destroza con fuerza divina el pecho.

      Propinas el golpe mortal a Sumo Cadáver.

      Sumo Cadáver cae al suelo sin vida.

      Dices en negra: tengo que volver para informar a miz zuperiorez

      [Emoción] Ghorbolg sale corriendo en dirección a Golthur Orod

       

      Hoy es 16 de Mesamin del 144 Era 4ª, son las 19:11.

      Golthur Orod – Segundo Nivel: Pasillo Principal [|s|,e,o]

      [Emoción] Ghorbolg da un empujón a la puerta, a punto de caer a los pies de Glorbaugh.

      Golthur Orod – Segundo Nivel: Estancias del Comandante

      Las estancias del comandante Glorbaugh son, probablemente, el lugar más lujoso que puedas encontrar en Golthur Orod. La habitación rezuma ostentación por las cuatro paredes; además de un intenso olor a incienso y hierbas podridas, con las que las concubinas intentan excitar al semental. Glorbaugh, sentado en un montón de cojines rojos con borlas, está medio desnudo, rodeado por sus tres concubinas, que lo acarician de forma erótica. A un lado de la habitación se encuentra un pequeño despacho, donde Glorbaugh trabaja de vez en cuando en las tareas de dirección de la Horda Negra. Aunque la mayoría de las veces prefiere retozar con sus jóvenes orcas.

      Puedes ver una salida: -norte-.

      Glorbaugh, Comandante del Ejército Negro y tres Concubinas están aquí.

      Glorbaugh, Comandante del Ejército Negro, exclama: ¡Para qué demonios vienes a molestarme! Esta vez… te lo permitiré. Ya he atendido demasiado a mis muchachitas, no quiero que se acostumbren.

      Temerosamente, te acercas hacia Glorbaugh, para entablar una conversación con él.

      Dices en negra: comandante, tenemoz un zerio problema

      Glorbaugh, Comandante del Ejército Negro, dice: ¿Qué problema es tan serio como para interrumpir de esa manera en mi estancia? mientras estoy… ocupado.

      Glorbaugh sonríe y señala a sus tres concubinas, sentadas en la cama.

      Dices en negra: mi zeñor, ez cierto que loz no-muertoz eztán empezando a moverze cerca del Bozque Baldío. Yo mizmo me he enfrentado a varioz de elloz.

      Glorbaugh, Comandante del Ejército Negro, dice: Buen trabajo joven orco, reuniré a mis mejores guerreros e iremos a ver qué es lo que ocurre en ese bosque maldito.

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