Los templos de Eralie

Ghyrduana recuerdael templo de Eralie de Takome. Sus columnas, impoluta, firmes, como la fe. Su altar, sus clérigos, su bóveda de sabiduría llamada biblioteca… La presencia del dios del Bien se hace notar allí desde la más remota esquina de mármol hasta el aire fresco que se respira. Sin embargo…

Ghyrduana golpea firme la mesa en la que Rhomdur intentaba acabarse su última jarra de cerveza. Se levanta y dice con pose decidida…

Ghyrduana: ¡No puede ser! El templo de Eralie de Kheleb… ¡apesta!

Rhomdur ebrio: ¿A qué te refieres…? Si siempre huele igual, a cerveza….

Ghyrduana: Me refiero a que es diminuto, claustrofóbico. Es… es un hueco en la montaña, con una figurita, dos velas y un altar improvisado…

Rhomdur: ¿Y qué más da…? ¿Es que acaso Eralie necesita una cueva donde resuenen mas las oraciones para oírlas…? ¿Es duro de oído o algo…?

Ghyrduana: No se trata de eso. La enana se sienta y observa su jarra nuevamente, con la vista perdida en el fondo de ésta

Ghyrduana: Es la fe. No… se materializa igual, hay que ampliarlo. Es como tu trono de consejero, ¿te imaginas que tu gordo y seboso culo no entrara en él?

Rhomdur, medio desorientado, intenta responder meditando bien sus palabras: Bueno eh… Equiparar el hecho de que mi culo quepa o no en un sillón, con tu fe cabiendo o no en el regocijo de Eralie…. No se si me ofende o es un elogio…

Ghyrduana: A ver, ¿cuánto presupuesto tenemos?

Rhomdur: No se… eso lo lleva Rhalgrim, él es el tesorero… yo no sé nada.

Rhomdur asusta unas moscas imaginarias que parecen perturbarle.

Ghyduana: Gasto en guardias, en baúles, en cerveza gratis… Bueno cerveza gratis está bien. En la Fe de Eralie, hay que invertir.

Rhomdur balancea su jarra por encima de su cabeza: ¡Invertir!… ¡Por er.. era….. elei…..! ¡Por el diohs del biensh!

Ghyrduana levanta su jarra: ¡Brindo por todos los templos del continente…!¡Qué coño, por los nuestros… se entiende!, ¡Que se jodan Seldar, Gurthang, Ozomatli y Khaol!

Rhomdur: Eshoo, que seh… jodan ,… entre ellosh mejor.

Rhomdur está demasiado borracho como para continuar la conversación y se cae de la silla. Se golpea la cabeza fuertemente, pero debido a su dureza y consistencia, apenas pierde el conocimiento unos instantes y luego se acurruca en un rincón y se queda completamente dormido, como un bebé.

Ghyrduana lo golpea con la punta de su bota. Lo tantea…

Ghyrduana empieza a formular un hechizo clerical. Al poco … los ojos de Rhomdur pasan de un tono rojizo a blanco, algunas de sus heridas sanan y el alcohol parece haber desaparecido de su cuerpo…

Rhomdur se reincorpora a toda prisa.

Rhomdur: ¿Otra vez…? ¿Tú sabes la de dinero que me he dejado para emborracharme…?

Ghyrduana: Sí, ¡y ahora podrás volver a hacerlo! ¡Jarra aquí!

Ghyrduana le guiña el ojo a Rhomdur.

Rhomdur sonríe: Ehhhhh, jajajajaa, ¡más cerveza!

¡Ambos enanos brindaron aquel día, con alegría!