Inicio › Foros › Historias y gestas › Mision de reconocimiento.
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Apartado 1.
Esta sala está denominada dentro del Zigurat de Grimoszk, es de las más ordenadas de la zona, el estudio del General Ssratz. Se puede ver los objetos personales del general, y un buen sofá de piel de elfo donde Ssratz descansa y tomas sus decisiones. Sobre la mesa se aprecia pergaminos donde se plasman todas las estrategias militares.
—Díganle a la recluta que pase. Ordenó el general.
El soldado que custodia la puerta se dirige con paso firme a la entrada del zigurat y con un gesto de su cuello le indica a Elhenja que le siga.
Elhenja entra en el estudio y con una impecable genuflexión, rinde total respeto sobre su general. Tras varios segundos se incorpora y totalmente cuadrada se dispone a recibir las palabras que le habrían llevado a aquella sala.
–Tengo una misión a nivel logístico, aunque tal vez tengas que usar el tridente. Se trata de unas ruinas que se encuentran al norte del pantano, se escucha que están llenas de seres que vienen después de la muerte, es decir, esqueletos vivientes, espectros, y una larga lista. Bien, quiero que te aproximes e intentes averiguar que ocasiona esta llegada masiva de no-muertos. Antes de que encuentres las ruinas, quiero que me hagas un informe de todos los territorios que atravieses antes de llegar por si hubiera algún detalle con el que poder relacionar. No es una misión de peso, está a la altura de cualquiera, además pondrás a prueba tus habilidades no de combate sino de supervivencia. Explico el general.
El general invitó a la recluta a acercarse a la mesa y le mostró un pergamino con unos dibujos y unos planos de todo el pantano, señalando de forma imprecisa donde están las ruinas. El general saco un pergamino similar y se lo entregó a Elhenja, una burda copia para qué la recluta se pudiera orientar en el pantano.
–A sus órdenes mi general, espero llegar a ser algún día como Yckull.
El general abrió los ojos sorprendido al escuchar tal nombre y con un leve gesto le dio permiso para poder iniciar su misión.
Elhenja llego a la entrada del zigurat y allí le esperaba Sshryssta, aquella anciana le tenía preparada a la joven un pequeño petate con numerosas carnes para la misión.
Sshryssta dice: Sé que el general te encomendó tu primera misión, este petate contiene alimento para sobrevivir el tiempo que se tardaría en terminar una misión de ataque a Takome, así que imagino que tendrás de sobra.
Elhenja dice: No tendrías que haberte molestado anciana, solo me faltan unas cuerdas para cuando duerma en los árboles no me caiga al vacío.
Sshyrssta dice: Es muy buena idea el tema de atarse mientras duermes en las copas de los arboles. Ten tengo aquí un par de cuerdas.
Elhenja recogió la carne y las cuerdas y camino hacia las puertas de la ciudad, donde comenzaría su primer viaje como recluta del ejército de Grimoszk.
Al llegar a la puerta norte de la ciudad, los arqueros de las torres la observan desde lo alto, y los guardias que permanecen a pie de tierra le abren paso para que pueda acceder al pantano, un impresionante chaparrón está cayendo en la zona, esta noche va a ser húmeda.
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Apartado 2.
Después de una dura noche vagando por el pantano me dispuse a dormir, trepe el árbol y a unos seis metros de altura me recosté sobre una rama bastante gruesa en lo que parecía que podía soportar mi peso. Con las cuerdas que la anciana chamán me ofreció, me enrolle las piernas con una cuerda a la gruesa rama, evitando así el caerme mientras divago con mi mente entre mis sueños.
Los rayos de sol pintan la ciénaga de un color anaranjado, puedo ver desde esta posición una flora y una fauna de lo más variado, mosquitos pequeños sobrevuelan el agua estancada y espesa, con un olor a podrido y más definido con un gran lodazal, seguramente sea una trampa mortal para aquellos que se atrevan a atravesarlo. Puedo observar como prácticamente no tiene afluencia de seres hostiles por la zona, solamente puedo ver anfibios como los garupos que son prácticamente una invasión en el pantano y varios cocodrilos buscando desesperadamente alimento, por suerte estos últimos saben respetar la raza de los hombre-lagartos y se mantienen al margen de intentar comernos
Según el pergamino que me entrego el general ssratz de la ubicación de las ruinas, aún tengo que atravesar una parte no pantanosa, espero que haya algo de movimiento para poder escribir algo de provecho en el informe. Una vez llego al lugar sin pantano, puedo ver como está totalmente plagado de hombre-lagarto desertores, esto si me dejo bastante sorprendido porque no podía imaginar la gran cantidad de hermanos de raza desertan de la ciudad.
Tras un ligero paseo sobre los márgenes, me adentré parcialmente a una selva y para mi sorpresa, esta zona está totalmente plagada de elfos exploradores, repasando nuestros movimientos y apuntándolo así es como poseen tanta superioridad en batalla, porque ya saben cuales son nuestros movimientos. Es una pena que esta raza sea tan blanda, pues un ligero y sin apenas ganas, de una muestra de amor con mis garras era suficiente para cortarlos al medio totalmente destripados.
Vuelvo a adentrarme al pantano y ya puedo escuchar gritos ahogados, según mi general, era una zona llena de no-muertos, seguiré adelante, pues no puedo defraudar a mi general.
Al fin llego a lo que parece ser la entrada a la ciudadela y veo dos guardianes que custodian la entrada, no son unos esqueletos normales, son dos esqueletos protegidos con armaduras, escudos y espadas, parece ser que están custodiando algo…
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