Otra de Druidas Cambiaformas (espero no aburrir a nadie ya xD)

A mi parecer las formas que deberían de tener el centrar son el oso y el cocodrilo, por ser las formas luchadoras, por llamarlo de alguna forma.
Teniendo en cuenta, claro, que al cambiar de forma el jugador deja de centrar automáticamente, tal y como pasa con el chamán, utilizando tu ejemplo. Si en soldado centras a x, y luego cambias a cazador o clero, automáticamente dejas de centrar. Ahora lo que no se es que si estaría bien que se deje de centrar al cambiar de oso a cocodrilo, o de cocodrilo a oso, siendo que ambas tendrían el centrar. Es cuestión de verlo, supongo.

En el caso de que un druida asumiendo una forma animal sea capaz de centrar no creo que debiera volver a centrar entre dos formas que sean capaces de hacerlo. Pero ya digo, si pudieran centrar, al fin y al cabo ¿hasta qué punto les posee el espíritu del animal?
Quizá sea cuestión únicamente de jugabilidad pero en cuanto a rol me parece más que discutible

¿hasta qué punto les posee el espíritu del animal?

Hasta ninguno. El polimorfismo no habla de posesión en ningún momento.

Un druida convertido en un animal es él mismo pero con otra forma, no un recipiente que se deja manipular por un espíritu.

Puede tener limitaciones físicas por su nueva forma (p.ej.: si no tiene dedos prénsiles no puede agarrar nada) pero sigue siendo él en todos los aspectos.

Yo comente por chat que el druida aunque cambiaformas seguía siendo druida, osea se, sacerdote y un sacerdote no tiene centrar.

No controlo de chaman pero imagino que tambien se le considera sacerdote y si en una forma tiene centrar veo que el druida tambien en una forma.

Satyr wrote:

Un druida convertido en un animal es él mismo pero con otra forma, no un recipiente que se deja manipular por un espíritu.

Entonces la habilidad centrar, que es de soldado más que de un animal, no le corresponde

No, la habilidad centrar no es de soldado. Es una habilidad de luchador. Y el oso, lo mires por donde lo mires, con su zarpazo y sus garras, y el cocodrilo, con su mordisco y desgarrar, es, queramos o no, un luchador.