Pequeño manifiesto de Irhydia: Cambios negativos en las fuerzas del éter.

Pequeño manifiesto de Irhydia: cambios negativos en las fuerzas del éter

De mis temores poco puedo hablar en público, so pena de causar el pánico entre los pocos abnegados de la guerra, lo suficientemente altruistes como para inhibirse de los asuntos bélicos, y lo suficientemente valientes y entrenados como para unirse a la lucha de los Iris.
Y es que algo ha cambiado… Y no lo afirmo por capricho. las últimas veces que he combatido al espectro helado de las cuevas de Aldara, lo he visto más ágil, más reticente a ser golpeado tras un cuidadoso período de concentración, previo a un disparo preciso, en el que prima más el acertar que la seguridad. Incluso podría indicar, sin riesgo alguno de errar, que los conocidos como»el sarcófago de Erik Aldara», junto a su gélido séquito, se han vuelto más letales. Y es que cuando el frío abrazo de tal ruin bestia te atraviesa, cuan alargada asta de hielo, es difícil no asustarse. Por fortuna, tanto entrenamiento, tantas experiencias, me han hecho soportar mucho mejor el dolor.
Y el cubil de la aborrecible y sus huevos… Los dragones rojos parece que han dejado de dormir. Ahora golpean primero y preguntan después. Esquivarlos se ha convertido en una proeza, digna de un semidiós. O si no lo han hecho, no pasará demasiado tiempo hasta que ya no sea capaz de combatirlos sin ayuda. No sin asumir demasiados riesgos, al menos. Riesgos que, quizás, no valga la pena afrontar, teniendo en cuenta las escasas posibilidades de salir de ellos indemne.
Algo está cambiando. NO sé el qué, pero nada es igual que antes. Tal vez la diferencia sea sutil, mas existente, al fin y al cabo. Los no-muertos, los demonios que moran por las profundidades de Naggrung, y demás aberraciones del estilo, parecen más inteligentes, diestras y poderosas que antaño.
El éter se está moldeando, y no para bien. Así lo han indicado los estudios de Qwuhfanp Aby’drolot, en los que confío sin reservas. Y es que si los arcanos confirman mi hipótesis, la resistente tarea de quienes combatimos a las criaturas extraplanares, y a los habitantes de Y502, va a tornarse extraordinariamente difícil.