¿¡Pero qué demonios!?

Naouar aparta su trenza color jade a un lado y acerca la vela a su tomo de demonología e invocación para principiantes. Lee detenidamente el tomo, como una estatua de marfil. Ocasionalmente asiente con la cabeza y se lleva la mano a la barbilla en señal de reflexión.

Al cabo de un buen rato cierra el viejo tomo de un solo golpe formando una nube de polvo que le provoca un estornudo. Se dirige a una mesa de madera recia y sólida, vela en mano, y revisa todos los ingredientes uno a uno.

Naoura: A ver, uhm, …

El pentagrama en el suelo dibujado con sangre de virgen. Bueno… el tomo no especificaba si humana o animal… ¡bah!, qué más dará, no creo que importe mucho.

Uh…  Naouar sospesa una bolsita de semillas. Sí, semillas de roble de Thorin calcinadas.

Mmm, ala de murciélago, cola de rata…. Ah sí, pelo de…. De….

Naouar vuelve a abrir el tomo rápidamente en una corta carrera y con el dedo índice parece buscar alguna línea en concreto.

Naouar exclama con los ojos abiertos como cuencos: ¡¿De barba de enano?! ¡Debe ser una broma!

Mira a un lado y a otro. El silencio de aquella habitación oscura solo se ve interrumpido por algún que otro trueno y el golpear de las gotas de lluvia en las ventanas de madera.

Naouar se corta un pelo y lo sitúa en una de las puntas del pentagrama, junto con los otros ingredientes.

Naouar cruza sus brazos y observa la última punta. El ingrediente final, un sacrificio. Una vasija ceremonial vacía de dudosa calidad.

Naouar agarra con una mano una gallina vieja encerrada en una jaula. Con un cuchillo se acerca a la vasija. Alza la gallina… medita… y finalmente estampa la gallina contra la mesa, desnucándola y la tira entera en la vasija.

Naouar: Bah, toda entera. Más para sacrificar… mejor ritual.

Los últimos preparativos se hacen según lo acordado. Se prenden las velas, se pone una túnica ceremonial, se sitúa delante del circulo y con ambas manos juntas comienza la invocación.

Naouar comienza a recitar palabras en un lenguaje extraño, poco conocido y seguramente… mal pronunciado.

El viento exterior sacude fuertemente las ventanas. La lluvia parece haberse intensificado. Una corriente de aire sacude las velas y la madera de la cabaña cruje bajo el peso de alguna presencia extraña.

Naoura alza los brazos en alto y exclama: Klaktu… Veratta… N….

Naouar se ha quedado en blanco.

Naouar piensa para sus adrentros… Nikel? Noctrun…? N…

Naouar exclama fuertemente a la par que tose disimuladamente tapándose la boca: Nicrktrumm….

Un rayo cegador seguido de un fuerte trueno impacta cerca, alcanzando un árbol y calcinándolo por completo. Naouar se siente aturdida, todo da vueltas a su alrededor y parece difuso. El rayo la ha dejado sorda y solo percibe un pitido y la estancia moverse de manera confusa a su alrededor.

Poco a poco todo va adquiriendo sentido y firmeza. Observa el interior del círculo y nada parece haber ocurrido. La gallina, en el cuenco, está descuartizada, eso sí.

Naouar busca dentro del pentagrama algo. Rastrea con sus manos como si hubiera perdido un pendiente, pero no haya nada.

Naouar exclama: ¡Maldito libro y maldita feria! ….

Naouar agarra el libro el libro con ambas manos y lo aprieta con furia. Cuando se dispone a arrojarlo contra la pared, algo le llama la atención… dos ojos amarillos en un rincón oscuro de la sala….

Naouar baja el libro lentamente y mira escudriñando como si tuviera problemas de visión. De repente, arroja el libro con fuerza hacia ese rincón. Un gato negro salta en un grito felino y desaparece entre los bártulos de una estantería.

Naouar susurra: Maldito gato… y empieza a recoger los cachivaches e ingredientes sobrantes del ritual, con cara de indignación.

El gato, en lo alto de la estantería susurra para sus adentros….

“Me invocan y luego me arrojan un libro, estos mortales están locos, no saben ni lo que quieren.”.

Gato en lenguaje gatuno: ¿miaauu miau miau marramiau?

Naouar no parece hacer el más mínimo caso al maullido del felino.

Gato en lenguaje demoníaco y con voz firme: ¿Karhusum shurm drhum brhoim grusszuhm?

Naouar se gira asustada y mira a su alrededor con cara de espanto.

Naouar exclama en ogro: ¿Quién anda ahí? …

Gato en Ogro: ¡Mortal! ¿Cuál es tu nombre?

Naouar: ¡Por Velian, un gato que habla!

Gato: No soy un simple felino, esta es mi forma material aquí. Soy un demonio poderoso del ultramundo y me has invocado. Responderé a dos de tus preguntas y te otorgaré sabiduría y conocimiento más allá de lo asequible por tu raza. Así que medita bien y formula tus preguntas.

Gato: Primero dime tu nombre, necesito saber a quién me dirijo.

Naouar: Me llamo N… Nochevieja.

El gato observa con los ojos dilatados. Extraño nombre…, pero tomo nota. Una parte de mí ya es tuya.

Naouar con lágrimas en los ojos no puede ni creérselo. Con voz dudosa exclama: ¿dos preguntas? Está bien, allí voy….

Gato: Sí, dos preguntas. Ya solo te queda una.

Naouar: ¿Cómo? Espera, No he preguntado nada…

Gato: Sí lo has hecho, has preguntado si eran dos preguntas.

Naouar: No hombre, ¡era una pregunta a uno mismo! ¡Esa no cuenta!

Gato: Sí cuenta.

Naouar: Que no.

Gato: Que sí.

Naouar: ¿Como puedes contar una pregunta que ni tan siquiera saber si te la formulé a ti?

Gato: Entendiendo que sí va dirigida porque en primer lugar la oí y en segundo puedo interpretar que va dirigida a mi persona porque no usaste determinante ninguno, ergo, es una interpretación posible.

Gato: Ya respondí a tus dos preguntas. ¡Hasta más ver mortal!

Gato se esfuma en una nube de humo, dejando solo restos de azufre en el suelo y una mancha negra.

Naouar exclama al cielo: ¡Maldito gato de mierda! ¡Yo te maldigo!

Dicen que esa noche una mujer anciana de un poblado cercano, llamada Nochevieja, falleció repentinamente.