Reflexiones sobre Keel…

La noche era fría. Al igual que otras noches, la temperatura había descendido lo suficiente como para congelar los delicados copos de nieve, una vez que éstos se posaban sobre el empedrado de la ciudad. De esta manera, una caótica y única cenefa empezaba a ser visible sobre los adoquines de la calle. Con el paso de las horas, y bajo la atenta mirada de las pocas antorchas que iluminaban las principales arterias de la urbe, un tamiz blanquecino crecía lentamente, ocultando bajo él, todo signo de actividad que hubiera tenido lugar durante el día.

Así es como cada noche, la nieve, virgen, blanca y helada, intenta cubrir con su delicado manto la ciudad. Un nuevo intento por borrar y eliminar cualquier atisbo de vida que en ella se encuentre. Un esfuerzo de la misma tierra por expulsar de sus dominios a esa plaga que la asola. Sin duda, esta hermosa, a la vez que siniestra y cruel manifestación de la naturaleza, únicamente puede ser apreciada en un lugar de toda Eirea. Un lugar despiadado, único y siniestro, en el cual el frió y la nieve son la única constante segura. Evitado por muchos y temido por aún más, este lugar es conocido como Keel, la ciudad sin Ley.

Keel…

No se puede decir que Keel lleve muchos años a sus espaldas, al menos no como las grandes urbes de Dalaensar, tal como Anduar, Takome o Golthur. Esta peculiar ciudad, no mucho tiempo atrás, fue un lugar de exilio. Un lugar únicamente destinado para aquellos sentenciados a morir por sus crímenes en el continente. Un lugar de recurso, utilizado por las grandes ciudades, consideradas por ellas mismas civilizadas, de Dalaensar al cual arrojar y esconder sus vergüenzas. Un lugar olvidado incluso por los mismos dioses, al menos por los más benévolos y bondadosos.

Sin embargo, el destino nunca fluye como a todos nos gustaría. Quién podía esperar que, de un lugar con, probablemente las condiciones climatológicas más adversas de toda Eirea… Un lugar, prácticamente maldito y sin vida, por capricho mismo de los dioses. Un lugar infestado de impíos demonios y bestias deformes devoradoras de toda forma viva… Un lugar yermo y congelado, sin un ápice de tierra fértil que cultivar y de la que sacar provecho… ¿Quién podía esperar que, de un lugar así, surgiera una sociedad civilizada? Nadie. Sin embargo, y contra todo pronóstico… Keel surgió.

Aunque pueda resultar difícil de creer, hoy en día, Keel es reconocida por prácticamente todos los reinos y sociedades de la superficie de Eirea. Y aunque todas ellas tienen su propia opinión, así como sus intereses particulares en dicho lugar, todos ellos coinciden en que, Keel es conocida como una ciudad de bandidos, contrabandistas, timadores, traficantes, piratas, violadores, asesinos… Posiblemente falten palabras y adjetivos por inventar para llegar a hacer justicia por toda la calaña e indeseables que habita en la ciudad de Keel.

Da igual lo que hayáis escuchado acerca de la ciudad de Keel. Dan igual las historias de tesoros o riquezas que fueran robados en la ciudad. Dan igual los rumores de cuan poderosos o excepcionales sean los objetos que puedan encontrarse en su mercado negro. Dan igual los vicios y perversiones acometidos en tus tabernas y burdeles de los que hayáis escuchado comentar. Keel es un lugar peligroso. Nadie que ponga sus pies sobre las calles de esta ciudad debería de olvidarlo…

• Este debate fue modificado hace 2 years, 11 months por JacobuS.
• Este debate fue modificado hace 2 years, 11 months por JacobuS.