Es un hombre corpulento de aspecto vanidoso. Sus pequeños ojos son negros como la más oscura de las noches, con el rostro redondeado de piel blanca por el cual se destacan marcas
de expresión alrededor de la boca. Posee una larga cabellera castaña que le cae hasta el medio de la espalda como el agua de una cascada, además de algún que otro mechón que reposa
sobre el pecho. Sus manos son grandes pero a la vez delicadas, con innumerables cicatrices marrones y negras que continúan hasta sus hombros, esparcidas por todo el tramo.